Desde hace mucho tiempo que me la he pasado disfrutando de los relatos de esta pagina, que si bien puede ser catalogada de vulgar, no hace mas que tomar de forma liberal y grata la sexualidad de uno.
Desde hace mucho tiempo que me la he pasado disfrutando de los relatos de esta pagina, que si bien puede ser catalogada de vulgar, no hace mas que tomar de forma liberal y grata la sexualidad de uno.
Cosas así me han animado a comenzar a mandaros mis experiencias en el campo del sexo.
Quiero debutar con una de las más recientes.
De este lado han comenzado la época de lluvias, lo cual hace ponerse los días de un toque que siempre me ha agradado; húmedo, frío, y hasta cierto punto triste y melancólico. Me gusta aun mas cuando hay aguaceros enormes, donde el día se vuelve noche y las gotas son tan grandes q lastiman. Así fue un día en el cual llovió gran parte del día. Miraba las gotas estrellarse contra el parabrisas del auto mientras me dirigía a casa. Por problemas económicos me había visto en la necesidad de pedir ayuda a mis padres, por eso es que regrese a vivir con ellos. Era tan la lluvia que del trayecto del auto a la puerta de la casa bastó para quedar hecho una sopa. Ya entrando me recibió mi hermana menor y mi madre, quienes me dieron una toalla para secarme. Fui a mi habitación a mudarme de ropa, me puse un pants ( pantalón de deportes ), una playera delgada sin mangas y mis tennis. No llevaba calcetas y me había puesto unos boxers de esos elásticos tipo buzo. Fui a la sala a leer un poco, me senté en el sofá al lado de mi recién llegado de mi padre. Normalmente a esa hora llega de la oficina. De pronto llamaron a la puerta con insistencia, rápidamente me levante de mi lugar pues sabia de quien se trataba; eran mis hermanas que llegaban del colegio. Al abrir con rapidez entraron, solo q no venían solas, les acompañaba una amiga de ellas q a ratos venia a casa para hacer trabajos de la escuela. Su nombre es Brenda, tiene 18 años. Es del tipo de chica «normal», de mediana estatura, un poco llenita; de tez blanca, cabello largo y negro, con expresiones finas, sinceras y alegres; de carácter algo introvertido, muy educada al comportarse y hablar y con unos labios que siempre se me han hecho sexys, carnosos y rosados, pero mas que eso, unos ojos aceitunados que con solo mirar hipnotizan.
Pero estaba en habían llegado, las tres empapadas. Les lleve unas toallas y ya al secarse fueron a su habitación a cambiarse. Ya para entonces eran casi las once de la noche.
Mi madre preparo la cena y le invito a Brenda a quedarse, a lo que ella reiteraba que no podía, que no había pedido permiso en su casa. Mi madre como es, llamo a casa de sus padres y consiguió el permiso, tanto por hospitalidad como porque ya era muy tarde para q ella regresara sola a casa. Pudieron decir q la llevara mi padre o yo acompañado por alguna de mis hermanas, pero no fue así. Ya después de la cena cada quien se entrego a sus rutinas, mis padres fueron a su habitación a ver TV, mis hermanas fueron a su habitación ahora acompañadas por Brenda a hacer sus tareas de la escuela y yo me quede en la sala mirando TV y leyendo al lado de mi hermana menor. Ella apenas es una bebita de poco más de 3 años, así q no soporta mas allá de la media noche despierta. Cuando se duerme a mi lado sentada, le llevo con mis padres o con mis hermanas, ya que así acostumbra dormir. Esta vez decidí llevarla con mis hermanas. Al tocar a la puerta la que abrió fue Brenda, cuando la vi ella llevaba puesta una playera negra q se me hacia muy familiar; era mía. Al ser ella de mas baja estatura que yo, la playera le llegaba a medio trasero, dejando apenas ver la parte de debajo de una de las pijamas de mis hermanas, unos pantaloncillos cortos de tela que le quedaban un poco chicos, lo que hacían ver sus piernas blancas y torneadas mas atractivas de lo que se veían usando falda. «Que es lo que quieres?» me pregunto una de mis hermanas mientras miraba un libro sin ponerme atención, su voz me saco de mi sopor y le respondí que venia a dejarles a la niña. Cuando me miro se levanto y tomo a la niña, después me dijo que había tomado algo de ropa de mi closet, normalmente le habría plantado bronca, pero en esta ocasión solo le dije que no había problema y me regrese a la sala.
Mientras caminaba me puse a recordar esa escena, la niña se veía muy atractiva, con el cabello levantado, descalza y con una carita de ángel que me lleno un poco de morbo. Nunca me hab&i
acute;a puesto a pensar en ella de esa manera, descubrí que imaginarla así, me había provocado una erección.
Ya en la sala no lograba ponerle atención ni al libro que leía ni a la TV. La imagen de Brenda me hacia fantasear. Quizá solo fue por verla así o simplemente ya la traía un poco atrasada, pues hacia casi quince días que no tenia sexo.
Siempre en las noches, ya pasadas la una o algo así, me gusta hacer ejercicio en la sala. Ya que sinceramente tengo que ir en contra de la genética, tiendo a subir y bajar de peso muy rápido; así que necesito hacer ejercicio para mantener un peso fijo. Y pues bueno, no me va mal, ya que con el básquet, el fut bol americano y el ejercicio nocturno he adquirido con mucho tiempo un físico que sin ser envidiable, al menos hace verme bien a los ojos de las chicas.
De pronto escuche que alguien entraba a la sala, normalmente es alguna de mis hermanas que van a la cocina o algo por el estilo, levante la mirada, era Brenda. De inmediato mire detrás suyo buscando a alguna de mis hermanas, pero ella venia sola. Me dijo que no podía dormir, que siempre ha tenido ese problema con camas ajenas. Yo no dije nada, acto seguido ella se sentó en el sofá en «flor de loto», con las piernas dobladas entre si. Comenzó a mirar la TV y tarareaba una cancioncita, fui a la cocina por un poco de jugo, ya que estaba completamente empapado en sudor y tenia sed, le dije que si quería algo, «Lo que tu tomes esta bien.» Regrese con dos vasos de jugo de naranja, le di el suyo que comenzó a beber con suma delicadeza, son pequeños sorbos y poniendo en punta sus labios finos y seductores. Me quede como idiotizado mirando esa escena, ella sin separar los labios del vaso me miro con una inocencia extraña, y rápidamente mire a la TV y tome de mi jugo.
-«Vas en la Universidad?» me dice
-«No, hace tiempo que salí de la escuela.»
-«Y a que te dedicas?»
-«Trabajo en una oficina» Normalmente odio que me interroguen, y odio mas que me molesten; pero su voz era tan dulce y tan propia, tan especial que era como si me cantaran al oído. Menuda cosa.
Comenzamos a hablar de todo un poco, del colegio; muchas preguntas sobre eso ya que mis hermanas y ella estudian la misma carrera que estudie. Poco a poco el hielo se fue rompiendo, ahora no hablábamos del colegio, ahora hablábamos de la familia, de nosotros; hasta que llego el tema de siempre: Las parejas.
-«Tienes novia?» me lo pregunto con cierto interés. Hacia tiempo que no tenía una, aunque eso no me impedía que saliera con alguna amiga o chica ocasional. Le conteste que no, y después un silencio. Me sonreí un poco al darme cuenta que ella esperaba la misma pregunta de mi parte, y así que le seguí el juego. Ella rápidamente me contesto que no tenía novio, y que nunca había tenido uno. Y de nuevo en el jueguito.
-«Y pq no?»
-«Mis padres son muy estrictos y no me dejarían tener un novio. Y además no conozco algún chico que me guste, muchos son muy infantiles.»
-«Infantiles como yo?» le dije bromeando.
-«No creo que seas infantil, además eres atractivo» Lo soltó así de golpe, no sin antes sonrojarse y rehuirme la mirada. Se me hizo tierna, sin darme cuenta su «encanto natural» comenzaba a seducirme. Aparte creo que me salio lo aprovechado y con un poco de malicia comencé a mover las piezas a mi antojo.
-«Entonces nunca te han besado?» ella respondió q no. Francamente vi una gran oportunidad, pero me lo pensé un poco, ya que estaba en mi casa, con mis padres y mis hermanas literalmente cerca de mí. Ella retomo la conversación.
-«Haz tenido relaciones sexuales?» vaya niñita, creo q ya sabia mas o menos de que iba, pero aun así comencé a tomar mis precauciones. Sutilmente y casi con indiferencia le dije que si, que ya había tenido sexo con alguna chica.
-«Y como es?» su pregunta me situó en una encrucijada, como es de esperarse cualquiera de vosotros piensa que esto daría a un encuentro sexual con una niña q me atraía, y claro q lo deseaba, pero algo me hacia detenerme, quizá la moral o que se yo.
-«Apenas sabes lo que es un beso en los labios, como es que ahora preguntas acerca del sexo con alguien q ni conoces?» lo dije sutilmente.
-«Muchas veces cuando vengo aquí, tus hermanas me muestran sus fotos de sus vacaciones o cosas así, y en muchas estas tu, y sabes; no creo que de nuevo junte de nuevo el valor para decirte que me gustas.» Que diablos!!! Ahora estaba entre la moral y algo mas, una
niñita de lo mas inocente se me estaba declarando y yo sintiendo la cadena del autocontrol en mi cuello.
De pronto sin razón alguna comencé a verla morbosamente, mire sus pechos que si bien no se veían grandes, si lo suficientemente para que su cuerpo luciera apetecible. En la forma en la que estaba sentada, con las piernas cruzadas frente a ella, podía vérsele como el pantaloncillo se le juntaba más en esa zona, y era evidente que no llevaba bragas debajo. Cuantas veces puede uno tener a disposición a alguien así?? Pensé, un beso a nadie mata, así que me acerque lentamente a su rostro y le tome la barbilla con mis dedos pulgar, índice y medio.
-Tambien me gustas le dije mientras le daba un tierno beso. Lentamente busque su lengua, ella se dejaba llevar, aunque para ser su primer beso no lo hacia mal. Al momento en que nuestras lenguas hicieron contacto ella soltó un pequeño gemido y un suspiro entrecortado que me éxito. Nos alejamos poco a poco, y le dije q besaba hermoso. Ella se sonrojo y diciendo que no mintiera, yo le sonreí y le dije que era verdad. Entonces sentado el uno al lado del otro, ella me abrazo por el cuello y me dio un beso ya con más confianza. Me dije que si me la fuera a follar o no, no quiero que se lleve un mal recuerdo, al besarla me contuve, solo le acariciaba el rostro, el cuello y el cabello el cual le había dejado suelto. De pronto sin decir nada ella se me sentó encima mío, sentí su pequeño cuerpo recargarse sobre mi ya abultada erección, cosa que ella al sentir se estremeció encogiéndose entre ella misma, cerrando los ojos, sorprendido le dije Que haces? ella se sonrojo de la pena y me dijo q nada, de nuevo me rehuyo la mirada. Le dije q siempre mirara a los ojos a las personas, que haciendo eso uno ve la verdad e impone presencia, le tome de nuevo la barbilla haciendo q me mirara y le dije q todo estaba bien, y de nuevo comencé a besarla. Ella comenzó a acariciarme el pecho, los hombros, los brazos, y sin darme cuenta comenzaba a sobarle las caderas y el culo, era lo q mejor podía tomar estando en esa posición. Ella comenzaba a gemir quedito, levemente, con esa voz dulce, de niña. Quiero darte mi virginidad que manera tan mona de decirlo! Le exprese mi sorpresa diciendo que pq me decía eso, ella dijo que lo deseaba, que quería q fuese yo el que la desvirgara. Le dije que estaría difícil, ya que para pasar a mi habitación teníamos que pasar frente a la de mis hermanas y la de mis padres. En parte lo dije como pretexto, pero ella me dijo que en la sala estaba bien. Me éxito sobremanera su actitud. Pero en plan de niño bueno le dije que no llevaba condones y que existía el riesgo de que quedara embarazada; ella torno su rostro triste, pero de pronto dibujo una tierna sonrisa y me dijo que había visto en una película pornográfica que no solo se podía hacerlo por la vagina. Sentí como mi pene palpitaba como loco, no me lo creía. Creo que ni en mis fantasías mas calientes había imaginado algo así. Si de morbo hablamos, el sexo anal es algo que me excita a tope. Le pregunte si estaba segura, que seria difícil por ahí y que le dolería mucho. Ella de nuevo puso cara triste, yo retome mis besos hacia ella. Si ya se me había olvidado de mi familia, me dije que ya estaba muy encaminado para echarme para atrás. Mis besos ahora se situaron en sus oídos, en su cuello, de pronto la besaba en los senos por encima de la playera, y ella gemía y su vagina comenzaba a mojar el pijama. Segundos después pude darme cuenta de su lindo sostén, que para sorpresa mía era de los de broche enfrente, bese sus senos sin quitárselo; mientras besaba uno masajeaba el otro. A pesar de que ella no estaba usando perfume, el aroma de su piel era dulce, y su piel suave, termine por desabrocharle el sostén y pude ver en todo su esplendor esos senos firmes, con sus pezones desafiantes, apuntándome al rostro, erectos pidiendo a gritos q los mordiera, y así fue. Brenda me abrazaba fuertemente la cabeza presionándome contra sus senos al momento que comenzaba a balancearse sobre mis muslos. Era como si ambos hubiéramos decidido dejar el pudor al lado, entregándonos por completo a lo q sentíamos. Me di vuelta y la senté en el sofá, comencé a morderle la parte interna de sus piernas al igual q la entrada de su cuevita caliente y húmeda, olía a fresco, era una sen Después con mi lengua comencé a mojar la entrada de su ano con sus propios jugos, apenas si lo toque ella se retorció alzando las c
aderas. Ella no decía nada, se había entregado completamente al placer, solo gemía levemente pero con frenesí. Comencé a dilatar su pequeño ano, primero metiendo la lengua, después con un dedo, uno mas, hasta q fueron tres, y ella como loca retorciéndose frente a mi. Me puse de pie y comencé a desnudarme, ya que no me había quitado nada de ropa, al quitarme mis boxers mi pene totalmente erecto, hinchado, enrojecido y húmedo salio, ella se quedo atónita, mirándolo fijamente, con los ojos muy abiertos e inmóvil, y no es q tenga un monstruo entre las piernas, solo q ere la primera polla q veía, le dije q si estaba nerviosa, ella dijo q si, q como era posible q algo así entrara en su ano, le dije q si lo deseaba aquí lo dejábamos, ella dijo q no, le di un beso en los labios y después uno en su ano. Acto seguido puse la punta de mi polla frente a su entrada, empuje un poco pero estaba difícil meterla. Ella se retorcía no se si del dolor o el morbo o placer q sentía. Decidí levantarla y sentarme en el sofá, después le dije q se sentara en mi, después la levante pues en realidad no pesaba mucho. A comparación mía era como una muñequita, ella mide como 1.50 m. y yo ando por el 1.86 m, le dije q se sentara en mi pene lentamente, pero estaba muy cabron meterla. Moje mis dedos con saliva y se los pase por su ano, dándole un masaje y oleadas de placer con eso, después moje mi polla con mis dedos, y ella dijo q si le daba permiso de ocuparse de eso. Le pregunte que era lo q iba a hacer, ella dijo q había visto algo en esas películas q le gustaría hacer, se bajo de mi y se puso de rodillas entre mis piernas. Miro fijamente mi polla y tímidamente le paso la lengua como si de una paleta de caramelo se tratara, sonrió picadamente diciendo q sabia algo extraño, también me sonreí. Siguió pasando su lengua por todo el tronco de mi pene, tomando cierta atención a la punta, cosa que me hacia gozar al máximo, nunca me lo hubiera imaginado. Este angelito me la estaba mamando. De pronto sin decir nada se metió la mitad de mi miembro en la boca, y después rápidamente la saco diciendo q sentía ahogarse, le dije q lo dejara, pero ella lo intento de nuevo. A pesar de tener labios carnosos, su boca es muy pequeña, apenas si podía con mi polla, pero esa fricción de sus labios sus dientes, y su lengua me provocaba un placer q nunca había sentido. A ratos alzaba la mirada, y me sonreía sin sacarse mi verga de la boca mientras me miraba con esos ojos enormes, esas pestañas hermosas q enmarcaban esas dos estrellas que me tenían como loco. Antes de que me corriera le tome por los hombros y la senté de nuevo en mi, le di un beso y le dije q la penetraría, por alguna razón ahora su ano se sentía algo mas dilatado, entro la punta, ella tenso sus músculos y apretó sus cuerpo contra mi, me detuve para q ella comenzara a asimilar el dolor, le dije q cuando ella lo decidiera me detendría, asintió con la cabeza y una sonrisa y me dio un beso, después paso sus manos por detrás de mi hombros abrazándome fuertemente y yo continué metiéndole mi polla por el ano. Ella gemía de dolor y me apretaba fuertemente, su cuerpecito se sentía todo tenso, muérdeme el hombro si te duele mucho y así lo hizo, cada vez q metía medio centímetro o mas de mi verga ella mordía mi hombro, cuando descansábamos ella no despegaba la boca de mi y jadeaba y comenzaba a babear mi hombro. Mientras yo sentía ese calorcito provenie dolor q de placer, yo apenas si tenía parte en el movimiento. Poco a poco salía más y más mi verga y entraba con más dureza, y la expresión de dolor de Brenda ahora era de placer. Recargaba la cabeza hacia atrás y gemía y se pasaba la lengua por sus labios. Comenzamos a movernos como poseídos, y era evidente q ambos estábamos cerca de un orgasmo descomunal, cuando de pronto en una de las embestidas, sin darme cuenta por la rapidez del asunto mi pene salio completamente de ella y de regreso se clavo de una solo estocada en su vagina. Se escucho un sonido como cuando se quita un corcho de una botella de vino, me dolió mucho pero el placer lo opaco y me enseño mas allá de lo q hasta el momento había sentido. Ella también tenia cara de sorpresa, y con un rictus de dolor, nos quedamos un poco quietos, y ella como aun en trance de sorpresa dijo, «me has penetrado, me has quitado la virginidad»..yo no sabia que decir, cuando de pronto esa cara
algo pálida y mas q sorprendida se endulzo y sonrió y me dio un largo beso, yo estaba mas que sorprendido…ella comenzó a cabalgarme rápidamente, poco a poco comencé a percatarme de lo estrecha q era su cuevita a pesar de sus jugos, y ella ya sabiendo lo q era el placer se movía a gusto, son parar, besándome, riendo, llorando, q se yo. Y yo sentía el calor de su conchita q parecía acabar con mi verga, un calor q me provoca un placer indescriptible. Ya no podía pensar, de pronto ella encajo sus uñas en mi pecho y arqueo su espalda hacia atrás y gimió de tal forma q me hizo venirme en el acto, sentí q me faltaban las fuerzas y mis manos q hasta el momento le tomaban la cintura la soltaron y ella derrumbó de espaldas en la alfombra y yo con los ojos entre abiertos la vi caer lentamente saliéndose poco a poco de mi verga q aun después de estar fuera estaba completamente erecta y dejaba salir chorros de semen, ella sin importarle el golpe de la caída gemía y se retorcía en el suelo de placer….sentí un mareo y me hundi como en un hoyo, se me nublo la vista…… después poco a poco todo se normalizo, los latidos de mi corazón, mis fuerzas y lentamente me levante y me tire al lado de Brenda. Ella estaba como dormida pero aun con la respiración muy acelerada. Comencé a acariciar su rostro y a besarla. Ella abrió lentamente sus ojos y me miro con esa ternura suya. Puso sus labios en punta, como para un beso, pero no se podía mover, me levante y la bese. Sin darme cuenta comenzaba a decirle te quieros y cosas así mientras ella sonreía y una lagrima caía de su ojo….
Cuando recuperamos las fuerzas fui a al baño y moje una toalla, y le limpie mi semen y sus jugos vaginales, todo mientras le hacia cariñitos y le murmuraba cosas al oído, después la vestí y la lleve a la puerta del cuarto de mis hermanas. Le di un beso de despedida y ella entro mientras yo regresaba a la sala.
De eso ya casi una semana…..
Comienzo a sospechar q mis hermanas se saben algo, ya que me ven con cierto recelo….
Brenda me llama por teléfono…me platica de su día y de cosas así….se q eso no fue solo una follada….ahora no se de q vamos…pero quiero q esa noche se repita de nuevo….
Aun así, no se que hacerle, y quisiera pediros alguna opinión acerca de esto, aun no logro entender si fue solo un polvo mas, o probablemente se convirtió en algo mas para mi…
Autor: gavrief
gavrief ( arroba ) hotmail.com