por Hotmex69
Primero les relaté mis dos encuentros con mi tía Diana, ahora toca el relato de la prima Susana.
Empezaré por decirles quién es Susana. Ella es una de dos hermanos (el otro varón) hijos de una hermana de mi padre. Susana es de mi misma edad, para una referencia de como es físicamente mi prima, chéquense fotos de la modelo erótica Jesse Capelli (mismo rostro, piernas y culo, las tetas no tan grandes). En fin, el hecho es que cuando esto sucedió los dos teníamos exactamente 22 años. Mi padre era el administrador de los negocios del esposo de mi tía, y aprovechando la confianza, mi tío le pedía "favores personales" a mi padre.
Uno de esos favores era cuidarle su "mansión", una casona grandísima en las colinas, con todos los lujos que te puedes imaginar. Esta ocasión que les contaré mis tíos salían de vacaciones fuera del país, el hermano de Susana se había ido con sus amigos a veranear en la playa y Susana, como tenía actividades de la universidad por hacer, se quedó sola.
Era un viernes y mi padre me pidió un favor. "Mira, tu prima Susana está sola en su casa, y como ha habido un par de robos por la zona, quisiera que te fueras a dormir con ella, para que se sienta más segura". Yo obviamente acepté encantado, y ahora les diré porqué…
Desde muy pequeños Susana y yo nos llevábamos muy bien. No nos veíamos muy seguido, salvo en reuniones familiares, pero siempre hubo una especie de "atracción mutua" entre nosotros, sin importar el parentesco que nos unía. Cuando llegamos a la adolescencia, esta atracción se incrementó, ya que Susana se había convertido en una chica muy guapa y yo no pintaba mal tampoco.
Cuando mi padre me pidió este favor tenía casi un año de no verla, ya que por andar de parranda con mis amigos me había perdido varias reuniones familiares. Total que tomé una maleta con un par de cambios de ropa y mi padre me llevó en su auto a la casona de los tíos. Al llegar mi padre notó que el coche de mi prima no estaba, "Susana ha de andar con sus amigas, en fin, ahí te la encargo…" me dijo mientras me dejaba en la puerta de la mansión con una copia de las llaves.
Entré a la gran casona, la cual ya conocía de cabo a rabo por anteriores fiestas de la familia. Una casona con una amplia zona inferior, una enorme sala, un grandísimo comedor, una cocina digna de un restaurante, etc. Me dirigí al refrigerador y encontré unas cervezas, y sintiéndome dueño del lugar procedí a beberme una.
Con mi maleta en una mano y la cerveza en la otra subí las escaleras rumbo a las habitaciones. Ya se me había indicado que mi lecho de descanso era el cuarto de mi primo, así que me dirigí hacia allá para dejar mis ropas. Una vez hecho esto, me quedé viendo las cosas de mi primo, un cuarto digno de un príncipe, con TV a color, video casetera, equipo de sonido y juegos de video. "Nada mal" pensé.
Salí para dirigirme al cuarto de TV que se encontraba en la planta baja, ya que ahí había una enorme televisión con los aparatos que controlaban la antena parabólica, para pasar la noche viendo películas (y para ver si podía encontrar los canales porno, por supuesto. Pero… al pasar por la recámara de Susana, mi mente sucia me detuvo. Como lo hice con mi tía Diana, tenía la curiosidad de ver las prendas íntimas de mi primita.
Entre por la puerta que se encontraba entre abierta y encendí la luz, una recámara igual de equipada que la de mi primo, pero con el toque femenino. Me dirigí al vestidor (un cuarto completo lleno de ropas) y empecé a abrir los cajones buscando las bragas de la primita. Di con el objetivo de mi perversión y me puse a ver, acariciar y disfrutar de la gran colección de diminutas bragas que ahí se encontraban… eran sensualísimas… y de repente, oh sorpresa! una caja de píldoras anticonceptivas!!!! "Así que la prima le da duro a la matraca.." pensé. Esto me llenó de gozo, pero también me hizo pensar que quizás mi prima a sabiendas de que mis tíos no estaban a
lo mejor estaría follando con algún novio o algo. "En fin" me dije mientras me dirigí a su baño para ver si había tangas usadas.
Por desgracia la mujer del aseo había limpiado todo y no había ropa sucia, así que desilusionado me dirigí al cuarto de tele, con la esperanza de mínimo pasar la noche viendo porno. Antes de esto llegué por otra cerveza al refri y me senté cómodamente en uno de los sillones para ver la televisión. Agarré la revista ORBIT que era donde venía toda la programación de la parabólica y me puse a buscar en el índice para ver en que satélite se encontraba un canal de aquél entonces, llamado America Triple Extasis, para deleitarme con pornografía gratis (recuerda que en aquel tiempo no había internet).
Como para esto de los equipos electrónicos me pinto sólo, no tardé en dar con mi objetivo, dejé preparada la clave de otro satélite, ya que la antena se ve desde la calle y no quería que mi primita se diera cuenta de lo sucio que era yo. Pues pasó como hora y media que me di gusto con la programación del susodicho canal, ya que estaba empezando una peli muy buena, con las estrellas de aquel tiempo: Amber Lynn, otro par de tipas que no me acuerdo como se llaman, el gordo del Ron Jeremy (quién no conoce al gordo bigotón del cine porno?) y el maestrazo gran-pija de John Holmes (q.e.p.d).
Obviamente con la acción que transcurría mi pito estaba más que presto para cualquier acción, y yo solo en esa enorme casa decidí sacarlo de su prisión para que "le diera aire". Desabotoné mis jeans y bajé un poco mi trusa para que mi amigo saliera a reconocer terreno. Tenía el miembro durísimo y las tías que aparecían en la pantalla lo endurecían aún más. Comencé lentamente a hacerme una paja, prolongando la agonía.
Como dije, habían transcurrido casi dos horas cuando vi unas luces que se dirigían a la casa. La mansión de mi tío se encontraba en la parte más alta y en aquel entonces era la última casa de la calle, así que sin pensarlo dos veces, regresé mi chile a su guarida y active la parabólica para que se cambiara a un satélite más "familiar". Las luces se detuvieron y apagaron, por una orilla me asomé para ver quien era, y si efectivamente era mi prima Susana. Descendió de su coche y le puso cerrojo, y que portento de chica.
Susana vestía unos mallones, que se estilaban mucho en aquel tiempo, color azul, ceñidos a sus lindas y torneadas piernas, encima de ellos un anchísimo cinturón (como el de Papá Noel muy en boga también) y una blusita holgada que de cualquier forma dibujaba un par de suculentas tetas.
Me senté nuevamente en el sillón a seguir viendo la tele… ahora estaba viendo Cinemax, cuando oí que la puerta se abrió. El sonido de unas zapatillas de piso se hizo cada vez mas cercano hasta que por la entrada de la sala apareció Susana. "Priiimoooo!" exclamó sonriendo, "pensé que no te quedarías a cuidar la casa!" me dijo mientras se acercó para besarme en la mejilla.
"Como crees que te voy a dejar solita y desamparada?" le dije mientras le besaba la mejilla también. Mi prima olía delicioso, a perfume fino, combinado con un poquillo de olor a cigarrillo, pero igual de rico. "Ya cenaste? le pregunté. "No, aún no, primo" me contestó. "Estaba en casa de una amiga terminando un proyecto de la escuela y ya decidí retirarme porque me da miedo andar sola tan tarde."
"Haces bien, Susy", le dije, "ven, te voy a preparar algo de cenar." Me levante de mi silla y la tomé de la mano, jugueteando. "A poco sabes cocinar?" me preguntó riendo mientras se dejaba llevar por mí. "Por supuesto, tu nada más pide y todo se te será concedido…" le dije maliciosamente mientras avanzábamos a la cocina. "Tooodooo???" me preguntó maliciosamente también.
Esta respuesta, junto con las dos cervezas que traía en el cerebro y la pornografía que había visto hicieron que me pusiera muy, pero muy alerta. Volteé a ver a Susana y le dije con un gesto que denotaba mis mas negras intenciones "ab-solu-ta-men-te to-do…". Ella sonrió pícaramente y me contestó "es bueno saberlo"
.
Ya en la cocina, Susana me pidió que le preparara un sándwich de pan integral (para cuidar su figura). Preparé dos sándwiches para ella y para mi y le pregunté viendo dentro del refrigerador que deseaba tomar. "Dame una cerveza, por lo visto ya me llevas ventaja y tengo que alcanzarte para andar iguales".
"Wow!" pensé para mis adentros, "igual y si nos ponemos a beber a la prima se le aflojan las vestiduras". Reí para mis adentros mientras destapaba un par de cervezas. Mientras cenábamos en la barra de la cocina, comenzamos a charlar de la escuela, y demás tonterías. Obviamente le pregunté si estaba saliendo con alguien y me dijo que por el momento no, que estaba «disponible».
Cuando me dijo que estaba disponible levantó sus cejas como diciéndome "como ves?" y obviamente me preguntó inmediatamente si yo estaba saliendo con alguien. Le di la misma respuesta con el mismo ademán y los dos reímos. Después de esos sándwiches y ese par de cervezas siguieron otras dos cervezas para cada quién… "recuérdame de reponerle esas cervezas a mi papá, porque se va a cagar si se da cuenta de que nos las tomamos.
"Y porqué no vamos por unas para reponérselas y otras poquitas para nosotros? le pregunté,"además no traigo cigarrillos y como que se anda antojando uno". "Sale!" contestó ella tomando su bolso y sus llaves, "pero tu manejas que a mí ya me dio flojera. "De acuerdo" contesté y salimos de la casa para treparnos en su deportivo, un Ford Mustang nuevecito, que me moría por manejar. Bajamos la colina y nos dirigimos a una tienda de conveniencia que se encontraba cercana. Ahí por casualidad nos encontramos con una amiga de mi prima, Martha.
"Hola Susy, como estas!" se saludaron efusivamente como suelen hacerlo las chicas. "Mira" dijo Susana acercándome a su amiga, "este es mi primo…" Yo saludé con un beso en la mejilla a la tal Martha, quién también estaba muy guapa. "Vaya, es más guapo de lo que me platicabas", dijo Martha mientras Susy sonreía. "A ver cuando lo invitas a una fiesta».
Por esta conversación saqué por conclusión que a Susy yo le parecía guapo. Sin más detalle compramos cervezas, cigarrillos y regresamos a la mansión. Guardamos las cervezas, agarramos un par para nosotros y nos dirigimos al patio para fumarnos un cigarrillo para no apestar la casa a tabaco. El patio estaba a oscuras y mientras procedíamos a fumarnos el cigarrillo, Susana encendió las luces, después de esto encendió las luces del interior de la tremenda piscina que coronaba el lugar.
"Se me olvidaba que tenías piscina y con el calor que hace primita…" le dije. "Te quieres dar un chapuzón? a mi me vendría bien también". me contestó. "Porqué no buscas un bañador de mi hermano mientras me cambio?" me dijo. "Me parece una muy buena idea porque no me acordaba de tu piscina y no cargué un bañador" le dije. Dicho esto, nos fumamos el cigarrillo mientras seguíamos charlando boberías. Apuramos lo que nos quedaba de cerveza y nos dirigimos al interior de la casa y de ahí a las habitaciones. "Coge una toalla del vestidor, primito" me dijo Susana mientras cerraba tras de si la puerta de su habitación, "nos vemos abajo" le dije. Entre a la habitación de mi primo y me puse a buscar en sus cajones los bañadores, por suerte mi primo y yo somos más o menos del mismo tamaño así que no habría problema por la talla.
Al dar con la prenda que buscaba, me encontré uno de los tipo Speedo que usan en competencias de natación. breve y muy entallado. Sonreí mientras lo tomaba y me dirigí al baño. Me desnudé y acomodé mis ropas y me puse el bañador. Al verme al espejo noté que se me marcaba tremendo el paquete con el entallado bañador. Una vez hecho esto tomé unas sandalias de mi primo y una enorme toalla del mismo baño. Salí de la habitación y pasé por la habitación de mi prima, la cual aún se encontraba cerrada. Mi mente comenzó a volar, ya que imaginé a mi prima desnudándose y poniéndose su bañador, esto junto con el alcohol que había consumido me excitó aún más. Bajé las escaleras y me dirigí a la alberca.
Pasé nuevamente por la cocina y tomé otro par de cervezas, la destapé y salí a la alberca. Puse la toalla sobre una de las sillas del patio y las cervezas sobre la mesita de ahí mismo. Me quedé ahí parado viendo el agua que se mecía lentamente con el viento, no pasaron más de 5 minutos cuando apareció mi prima Susana.
Con el pelo suelto, la piel blanca de mi prima brillaba bajo las luces del patio. Un cuerpo joven, casi perfecto, cubierto solo esencialmente por un diminuto bikini color verde fosforescente, que arriba cobijaba un par de tetas redonditas de tamaño mediano y abajo un triangulito de tela que arropaba un sabroso bultito. Sus delicados pies calzados en un par de sandalias y unas piernas duras y torneadas que se cimbraban en cada paso que daba. Susy puso su toalla al lado de la mía y descaradamente me vió de arriba a abajo. "Has estado haciendo ejercicio, verdad?" me preguntó mientras pasaba al lado mío y me dejaba ver su precioso trasero, con las nalgas cubiertas solo a la mitad por el bikini. "Si, estoy haciendo pesas en el gimnasio", le dije "tu también te ves muy bién" le contesté.
Susy sonrió "gracias por el cumplido" me dijo y acto seguido se zambulló en las transparentes aguas. Tras desaparecer por unos segundos apareció nuevamente, con el pecho erguido apuntando al cielo y tomando su húmeda cabellera para ajustarla tras su rostro. "No vas a entrar?" me oreguntó, "el agua está riquísima".
Deshaciéndome de las sandalias me tiré un clavado a las frescas aguas, para aparecer a un lado de ella. "realmente esta rica el agua" le dije. No había terminado de decirle esto cuando recibí un chorro de agua que Susy había impulsado con su mano hacia mi rostro mientras reía sonoramente. Yo contesté la agresión y se inició una guerra de chorros de agua acompañada de nuestras carcajadas.
"Oye puedes hacer esto?" me dijo Susana mientras se sumergía completamente bajo el agua para pararse de cabeza en lo profundo. Sus deliciosas piernas emergieron del agua y se levantaron como columnas para permanecer erguídas por un momento. Realmente esas piernas me estaban volviendo loco. Susy volvió a aparecer y se me quedó viendo esperando que la emulara. Hice la misma rutina que ella y regresé a mi posición original. "Hey ponté así" me dijo y con la mano hizo una seña simbolizando dos piernas abiertas como una A. Yo lo hice y acto seguido Susana se sumegió y nadando bajo el agua pasó por entre mis piernas. Yo disfrutaba todo esto, ya que por lo transparente del agua veía ese cuerpo de sirena moverse ágilmente debajo de mi.
"Ahora es mi turno" le dije e intercambiamos lugares. Ahora yo me hundí y nadé a ras del piso para pasar por entre sus piernas, obviamente esto lo hice con los ojos bien abiertos para ver su rica concha antes de pasar por debajo de ella. "No te muevas", le dije, "ahora te voy a enseñar otro truco. Susy permaneció en la misma posición sólo que de espaldas a mi. Pasé nuevamente por debajo pero antes de terminar de cruzar, la tome de las piernas, puse mi nuca en su concha y apoyando mis pies en el fondo me levanté, con mi prima sobre mis hombros. Susy rió sonoramente al verse levantada en vilo. "llevame de «caballito» por toda la alberca", me dijo mientras tomaba mis manos con las suyas. Caminé por toda la periferia de la alberca con mi prima encima. Sentía su concha húmeda y tibia en mi nuca y que bueno que estaba tapado por encima de mi cintura por el agua, ya que tenía una evidente erección.
Después del «paseo» la impulsé hacia arriba y adelante para arrojarla al agua. Los dos reímos y decidimos jugar unas competencias de natación. Arrancamos nadando de un extremo de la alberca al otro y de regreso. Yo gané. Susy me pidió la revancha e iniciamos una segunda competencia. Yo me concentré en mi nado y al llegar al extremo del fondo rápidamente regresé nadando a la otra orilla. Al llegar a la meta y a punto de cantar victoria noté que Susy se quedó en el otro extremo, agarrada de la orilla, con la cabeza agachada y respirando agitadamente. "Que te pasó" le pregunté. "Me dió un calambré" me contestó muy agitada. Rápidamente nadé hacia ella y me acerqué para auxiliarla.
"Ven, le dije,
"déjame ayudarte". la tomé del brazo para llevármela a la parte menos profunda para que pudiera pisar, ya que donde nos encontrabamos la alberca rebasaba los dos metros de profundidad. Lo que pasó enseguida me dejó pasmado, Susy se voltió hacia mi y me abrazó con brazos y piernas, plantándome un profundo beso en los labios. Ese beso para mi duró una eternidad… húmedo y tibio, con su lengua paseándose dentro de mi boca. Cuando nos separamos Susy rió y me lanzó un chorro de agua.. "caíste tonto" me dijo riéndose y nadando a la parte baja de la alberca. Yo rápidamente la alcancé y la tomé de la cintura.Nuevamente nos besamos. Yo empecé a acariciar su espalda y terminé por estrujar sus ricas nalgas. Susy me ofreció su cuello y mientras lo mordisqueaba rodeaba mis nalgas con sus deliciosas piernas. Estuvimos por largos minutos así. Ya enardecido por la lujuria acaricié sus pechos por encima del top strapless de su bikini. Sin importarme nada jalé hacia abajo su top para dejar al descubierto un par de tetas hermosas, cubiertas con pequeñas gotas de agua que brillaban como diamantes a la luz de las lamparas.
Con una mano tomé una y cubrí con mi rostro la otra mientras ávidamente succionaba el pezón que se ofrecía. Susy gimió mientras le propinaba severa mamada. "Vamos adentro" me dijo jadeante. Nos separamos y Susy reacomodó su top mientras salía de la alberca. Yo como autómata la seguí con la vista clavada en su rico culo. Tomamos las toallas y nos secamos rápidamente calzando las sandalias. Cruzamos la cocina y subimos velozmente las escaleras, yo siguiendo a Susy, quién se dirigió a la recámara de sus padres. "Me tomé la libertad de dejar preparado el jacuzzi" me dijo encendiendo la luz de la recámara de mis tíos. "Wow" pensé mientras cruzabamos la habitación para dirigirnos al gigantesco baño de mis tíos. Encendió la luz y ahí estaba el jacuzzi, con el agua en movimiento y vapor emergiendo de ella.
Susy arrojó su toalla y se volvió hacia mi para abrazarme y besarnos nuevamente. Yo arrojé mi toalla sobre la de ella para corresponderle como se merece. Acto seguido Susy se separó de mi y se despojó de su bikini. Para mi esos momentos se quedaron grabados con fuego en mi mente, porque no hay nada como ver como una mujer se desnuda ante ti y para ti. Al deshacerse de la parte baja de su bañador pude ver un triangulo bien delineado de vellos oscuros que resaltaba enormemente en contraste de su blanca piel. En una centésima de segundo me despojé del bañador y como resorte saltó la erección que tenía aprisionada, mi verga erguida apuntando hacia mi prima.
Susy tomó mi pene con su mano y lo pajeó suavemente mientras me daba otro rico beso. Después de esto me soltó y se metió al jacuzzi. Yo la seguí y cuando nos encontramos dentro de la enorme tina la volvia a abrazar, para besarla apasionadamente. Mi pene encontró refugio entre sus piernas y ella flexionaba su pelvis para frotar su concha contra todo lo largo de mi fierro. Yo devoraba su cuello y sus tetas y con las manos manoseaba ávidamente sus nalgas.
Tomé a Susy de la cintura y la senté en la orilla del jacuzzi, con mis manos abri sus piernas para dejar al descubierto su chocha en todo su esplendor. Bajo el triángulo de vello se encontraba una vagina invitante, expuesta pidiendo a gritos ser comida. Me metí entre las piernas de mi prima y hundí mi rostro en la húmeda vagina. Susy exhaló profundamente al sentir como mi lengua recorría su concha y se detenía a juguetear con su clítoris. Susy me tomaba de los cabellos y me hundía más en su sexo. Con mis manos recorría sus esculturales piernas, acariciaba su pubis y subía para estrujar sus tetas, y Susy se inclinaba hacia atrás recibiendo el tratamiento que le proporcionaba. Estuve así por un buen rato hasta que le arranqué su primer orgasmo. Susy se convulsionó y jadeó mientras que en espasmos se corría, yo hasta el último momento seguía comiendome su sexo.
Cuando terminó, se hundio nuevamente en el agua y me plantó otro beso. Después de esto yo me senté en la orilla del agua, con mi chile ardiendo, invitándola a que lo mamara. Susy entendió la «indirecta» y tomó en su mano mi fierro, el cual volvi&oacu
te; a pajear suavemente para proceder a engullir mi verga. Susy realmente sabía dar una mamada, ya que en la primer comida vi como su naríz tocaba mis vellos. De ahí siguió ritmícamente a mamarla hasta la mitad, mientras la sujetaba con la derecha y con la izquierda masajeaba mis huevos. De vez en vez se la sacaba toda para pasarle la lengua por todo lo largo, besar la cabeza y vover a su labor de propinarme una severa mamada. Así transcurrieron unos minutos hasta que la detuve, ya que aún no quería correrme. Lo bueno de las cervezas que había tomado es que con el alcohol uno tarda más en venirse, así que aún tenía energía para más.
La tomé de las manos para sacarla del jacuzzi, "vamos a tu recámara" le dije. Susy salió del agua y tomó una de las toallasy me extendió la otra. Rápidamente nos medio secamos y salimos desnudos de la recámara de mis tíos. Cruzamos el pasillo tomados de la mano y entramos a su habitación. Con la luz encendida nos tiramos en la cama, besándonos enloquecidamente mientras nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, acariciando, estrujando, palpando cada centímetro de piel.
Me monté sobre mi prima quien inmediatamente abrió sus piernas. Con mi mano dirigí mi pene a la entrada de su guarida y empecé a frotar la dura cabeza contra sus labios vaginales. Susy sólo gemía en aticipación de lo que seguía, y ya acomodado, puse mis brazos a los lados de su cuerpo y mientras me inclinaba para darle otro largo beso le metí lentamente la verga, centímetro a centímetro. Susy exhalaba por la nariz al sentirse empalada, ya que mi boca estaba fundida con la suya. Su chocha estaba bastante lubricada y en escasos segundos ya me encontraba dentro de ella.
Empece a bombearle mi carne mientras que con sus piernas rodeaba mi cintura, yo besaba su boca, después un pecho, luego el otro y regresaba a sus labios, mientras que me movía rítmicamente, suministrándole a su concha mi durísima verga. Susy me tomó de las caderas y me marcaba el ritmo que más le gustaba, guíandome, indicándome como llevarla a tener otro orgasmo. Tras unos minutos empezó a moverme de las caderas más rápido, estaa llegando a su climax nuevamente, así que aceleré mi ritmo, que gracias al alcohol, me encontraba aún muy lejos de alcanzar mi climax. Ya cuando estaba follándomela rápidamente vino la segunda explosión.
Susy gritó extasiada mientras estiraba sus piernas hacia el cielo, y movía su cabeza de un lado al otro, se corría severamente mientras yo seguía con el ritmo veloz, hasta que sentí como las fuerzas la abandonaron. Con mi verga totalmente dentro de ella le planté otro profundo beso, dándole oportunidad de que se repusiera. Tras unos momentos me salí de su cocha, la tomé de la cintura y la puse en cuatro, opara darle de "perrito".
Me puse detrás de ella y mientras que con una mano le acariciaba las nalgas, con la otra enfilaba mi fierro a su hogar. Una vez que localicé el objetivo, entré sin problemas, ya que su chocha se encontraba más que húmeda y lista para seguir recibiendo el tratamiento. La tomé de las caderas y empecé a follarmela rítmicamente, es increíble como el alcohol evita que alcances el orgasmo ya que estuve lo para mi fue una eternidad dándole así. Susy gemía, sonaba como un lamento lo que desus labios salía, pero era gozo lo que sentía ya que con su cuerpo rítmicamente seguía mi compás.
Después de darle así por un rato la puse de lado, le abri las piernas y me recosté detrás de ella. Nuevamente la enfierré y en esta cómoda posición seguí con mi labor. Susy se agarraba la húmeda cabellera, embelesada, con su mano derecha me tomó de la cintura mientras que por el hombro me volteaba a ver con una expresión de éxtasis total. Le seguí dando verga hasta que se corrió nuevamente. "Carajo, que caliente es" pensé después de esta corrida. "Ya van tres de ella y yo sigo como si nada".
Cuando se relajó me salí de su chocha, me recosté al lado de ella. La besé tiernamente en los labios, esperando que recobrara bríos. "Cielos, me has dejado exhausta…" dijo. "quieres que te haga una paja?" Yo francamente después de las carreras de nataci&oa
cute;n y todo el empeño que había dado en darle esa tremenda follada, realmente también me encontraba muy cansado, asi que acepté.
Me recosté boca arriba y Susy, quien se encontraba a mi lado se sentó, tomó mi pene con su diestra y empezó a pajearla. "Que bárbaro, coges como todo un semental, hiciste que me corriera tres veces…" me comentó mientras que con la mano cerrada sobre mi chile lo jalaba de arriba a abajo. "Es que me encantas", le contesté, "siempre me has gustado y es un sueño para mi esto que está pasando.
"Para mi también lo es, desde que supe que vendrías a quedarte pensé en buscar la forma de traerte a la cama y ya ves, funcionó" me dijo sonriendo mientras seguía pajeándome. "Te gusta como te lo hago?"
"Me encanta, sigue así, me tienes en llamas" le dije mientras exhalaba y disfrutaba de la paja que me hacía. "Que rica verga!" dijo mientras continuaba con su labor. "Si", le dije, "es toda tuya". Esta conversación sucia me estaba poniendo más caliente "dime cuanto te gusta mi verga…" le ordené.
"Mucho, me gusta mucho, esta bien dura, me vuelve loca" empezó Susy a parlotear mientras me pajeaba más duro. Esto me estaba poniendo más caliente aún. "que rica vergota tienes primo, me encanta, que rica verga, que rica".Susy notó que sus palabras hacían que mi chile se pusiera más duro y siguió elogiándola mientras la pajeaba. "quiero ver salir esa lechita rica que tienes tu, dame tu leche, quiero tu leche". Yo ya estaba perfilándome para una severa corrida. "Chúpala" le ordené. Susy se inclinó y cubrió la cabeza con los labios mientras que seguía pajeándola. Su lengua trazaba círculos sobre la cabeza, mientras que la saliva se escurría hacia afuera. No pasaron más que unos momentos hasta que empecé a paralizarme. Susy quitó su boca de mi fierro y lo pajeó más rápido. Momentos después, fuertes disparos de semen salieron proyectados hacia arriba para caer sobre mi abdómen. Susy pajeó mi verga ahora muy lentamente hasta que salió la última gota.
"Ven, vamos a ducharnos para dormir limpios" me dijo. Yo con dificultades me incorporé y la acompañé al baño de su recámara, entramos a la ducha y nos deshicimos de todo el sexo y sudor que nos cubría. Nos lavamos los dientes, nos secamos y nos metimos en su cama. Ya era pasada de la una de la mañana, así que desnudos nos dormimos.
Antes del amanecer desperté, por la ventana se veía el cielo que apenas comenzaba a clarear, mi prima dormía plácidamente a mi lado. La destapé para ver su escultural cuerpo desnudo, me quedé por un rato en contemplación, viéndola y recordándo todo lo que habíamos hecho. La volví a tapar, me cobijé y volví a dormir.
El sonido de la televisión me despertó, ya era de día y al abrir mis ojos me encontré a mi prima, quien corría de un lado al otro vestida únicamente en bragas y brassiere, un conjunto perfecto de encajes negros que la hacían verse deliciosa. "Que pasa?" le pregunté.
"Quedé de verme con unas amigas para seguir con lo del proyecto que te comenté, ya es tardísimo y me tengo que ir", me dijo mientras se ponía una minifalda de mezclilla y sacaba una blusa de sus cajones. "Pero es fin de semana" le dije decepcionado,porque yo esperaba que nos pasaramos el sábado y el domingo gozándonos el uno al otro. "Ya lo sé" me contestó," pero urge que terminemos con eso" dijo Susy mientras se ponía la blusa y se calzaba unos zapatos.
Se inclinó hacia mi y me plantó un beso. "Vístete que ya no tarda en venir la del aseo, que también viene medio día los sábados. Ya recogí los bañadores del jacuzzi, y te traje la ropa que traías puesta ayer… regreso en la tarde y prometó que te recompensaré…" mientras decía esto tomaba sus lentes de sol y salía del cuarto. No me quedó más remedio que resignarme. Salí de la habitación con mis ropas en la mano y me dirigí a la recámara de mi primo. Deshice su cama para aparentar que alguien había dormido ahí
y saqué otro cambio de ropa limpio. Una hora después llegó la señora del aseo, así que bajé a prepararme algo de desyunar.
Obviamente esto no acaba aquí, en otro relato les contaré lo que siguió en ese alocado fin de semana con mi prima.
Autor: Hotmex69
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