Infidelidad. Me llamo Alma, tengo 30 años, vivo en alguna ciudad del norte de México, soy soltera, y no tengo intenciones de casarme, no creo que pudiera serle fiel a ningún hombre, me gustan las sensaciones nuevas y aunque no soy mujer de un solo palo, si me gusta disfrutar de diversas vergas.
Permítanme describirme primeramente, mido 1:55, tengo un par de piernas más bien medio flacas, eso si muy firmes y tersas, casi no tengo nalga, son pequeñas aunque bien formadas, un par de tetas grandes, firmes con pezones rosaditos de aureola grande, mi puchita es de labios chiquitos, clítoris grande ( en comparación con el de mis amigas ) mi hoyito es redondito y pequeño, y conforme me voy calentando se va dilatando, de manera que se abre y se queda cada vez más abierto como preparado para recibir garrote. Mis ojos color marrón grandes piel blanca y la verdad es que me considero y me consideran bastante guapa.
Aparte de guapa, soy muy caliente, siempre lo he sido, pero soy una de esas mosca muerta, si de las que abundamos, como gran parte de las mujeres, me encanta la verga, pero pocas personas lo saben, rara vez hablo de sexo con mis amigas y cada vez que cambio de amante, le digo que es la segunda vez que lo hago, y como tengo el hoyito chiquito y ajustado siempre me la creen además de hacerlos creer que ellos me enseñan todo lo que ya se, así es que ya se imaginan cuantos maestros de mamar verga he tenido, pobres ilusos todos se la creen. En realidad no llevo muchos, bueno eso creo, me he acostado con 23 tipos distintos, y le he mamado la verga a 36 Desde hace 8 años soy amante de mi jefe, un viejito de 64 años que tiene una buena verga, y descubrió desde ese entonces mi afición a la verga y al dinero, así es que por lo menos una vez a la semana me dejo ensartar por él y recibo además de verga y leche algunos pesosextras, y nunca se mete en mi vida íntima.
De todos los amantes que he tenido, uno me dejó especialmente marcada, su nombre es Jonathan, en realidad no tiene nada de especial a simple vista, no es guapo, ni especialmente atractivo, pero es uno de esos tipos que cuando te toca, sientes como descargas eléctricas por todo el cuerpo. Me lo presentó el novio de mi hermana, era su mejor amigo, era el # 9 en mi lista, y a los 15 minutos de haberlo conocido, ya había decidido que me lo iba a coger, aunque no fue fácil, ya que el después de tres meses de frecuentarnos y salir solo se había animado a besarme y tocarme las tetas por encima del brassier o la blusa, por respeto a mi hermana ( a quien ya se había tirado ) y a mi cuñado, me estaba resultando difícil el Jonathan, por más que lo provocaba no caía, en una ocasión fuimos a correr a chipinque, que es un parque ecológico, y yo llevé unas mallas de lycra súper ajustadas, traía la pucha totalmente depilada y no me puse ropa interior, por lo que todo el tiempo traía la panocha marcada en las mallas, después de correr como una hora nos pusimos a hacer ejercicios de estiramiento y yo le pedía ayuda, él me ayudaba a estirar las piernas, se pasó a mi recámara, yo me metí al baño y dejé la puerta del baño entreabierta, mientras me platicaba no se que bobadas, yo me quité la blusa, y los shorts que traía, quedando en tanga y en brassier, yo lo miraba de reojo por el espejo y vi como abría los ojos enormes, yo me calenté de inmediato, me solté el brassier y dejé mis grandes tetas al aire, tenía los pezones duros e inflamados, me agaché y me bajé la tanga, dejándole ver mi culo y mi panocha totalmente rasurada, no le pude ver la cara, pero me la imaginé, abrí la llave del agua y me metí a bañar dejando la puerta de la regadera con un considerable espacio para que viera algunas partes mías, me enjaboné todo el cuerpo, y cuando me estaba enjabonando la pucha, comencé a frotarme el clítoris mientras él me hablaba de no se que cosas de su trabajo, aunque escuchaba su respiración entrecortada, yo me hice la tonta y le pedí que me pasara un shampoo que estaba en el vestidor de mi cuarto, el entró al baño sin quitarme los ojos de encima mientras me escurría el agua él veía mi espalda y mis nalgas.
El sacó el shampoo del vestidor, se paró frente a la puerta de la regadera, la abrió completamente y me dio el shampoo con la mano izquierda mientras que con la derecha meneaba
su verga que ya se había sacado del pantalón, recorrió mi cuerpo con su mirada, me miró a los ojos y me dijo: ¿esto es lo que quieres no putita? Puso su mano en mi cabeza y sin decir nada me la sacó de la regadera y la jaló hacia su verga, yo sin preguntar nada comencé a amarle el palo, tiene una cabeza enorme como un champiñón y la verdad es que yo siempre la vi medio chueca, como con una curva apuntando hacia la izquierda, la tiene muy, muy gruesa y no muy larga, yo me la metí a la boca y jugué con su cabeza en mi lengua, la verdad ni cuenta me di a que hora cerró la llave del agua y en un par de minutos sentí que ya iba a descargar su leche, lo cual no quería yo, no tenía ni idea de el aguante que tenía Jonathan, me salí de la regadera escurriendo agua todavía, y nos dirigimos a la cama, a mi cama, y aunque no lo crean era la primera vez que me iban a coger en mi cama, me recosté en la orilla de la cama, Jonathan me abrió las piernas y comenzó a lamerme la rajita, tiene una lengua rasposa y rápida, y se notó que le encanta mamar puchas, en menos de 3 minutos me tenía gritando de placer y me hizo tener mi primer orgasmo riquísimo, él se subió a la cama en sentido contrario a mi, y me ofreció su delicioso palo, yo me metí su enorme cabeza a la boca y comencé a succionarlo mientras le meneaba el resto del palo conla mano, con la otra le sobaba el enorme par de huevos que tiene, yo lo llevé a un ritmo lento, mientras sentía como se acercaba mi segundo orgasmo, conforme este llegaba yo aumenté la velocidad de las mamadas, terminamos viniéndonos juntos llenándome la boca de leche hirviente, cuando me sentía atragantada tuve que sacarme la verga de la boca y me llenó toda la cara de su esperma.
Me sentía rendida por el esfuerzo de mis dos orgasmos, pero a Jonathan pareció no importarle por que se incorporó, se hincó sobre la cama, me tomó de la cabeza y me dijo: anda putita sígueme mamando el pito, no pensarás que esto se va a quedar así. ¿verdad zorra? Yo abrí la boca y comencé a mamar, mientras él me decía todo tipo de cosas sucias, en menos de lo que se los cuento, su verga estaba de nuevo tiesa y ahora parecía más grande, a mi me calentó muchísimo todo lo que me decía, me sent instantáneamente, el siguió cogiéndome en esa posición, de repente, se quitó, se sentó en la cama y me dijo: ven putita siéntate en mi verga que tanto te gusta, de cara al espejo, yo me senté en su garrote dándole la espalda a el y viendo hacia el espejo, me encantó ver mi cara de puta mientras me sentaba sobre su verga rítmicamente, después de algunos minutos, de estar haciendo sentadillas sobre su garrote, me levantó y me empujó hacia la cajonera donde estaba el espejo, apoyé mis tetas sobre el mueble y me quedó la cara pegada al espejo, él me metió la verga sin contemplaciones me cogía de manera frenética mientras me decía lo puta que era y lo rico que estaba sintiendo, me vine dos veces más en esa posición hasta que sentí como explotaba y salían chorros de leche de su enorme cabeza de champiñón, yo me sentía adolorida de todos lados, me dolía la cintura, las nalgas, la pucha, las piernas, y todo, sacó su miembro de dentro de mi y sentí como chorreaban sus mecos de mi pucha cayendo sobre la alfombra del cuarto de mis papás, Jonathan sacó la pijama de mi mamá de abajo de su almohada y con la blusa, me limpió la panocha y limpió sus mecos de la alfombra.
Yo me senté en la cama estaba exhausta, él me dijo: abre las piernas puta, déjame ver tu panocha come vergas, yo abrí las piernas y el comenzó a sobarme el clítoris mientras me preguntaba: ¿Cuántas vergas te han metido por ahí putita? 9 con la tuya le dije, ¿ah y todas te han gustado? Si le dije, ¿a qué edad te metieron la primera? A los 16 le contesté, yo en ese momento estaba escurriendo nuevamente, ¿te han dado por el culo? Si dos veces, pues que bueno así me costará menos trabajo romperte el culito puta, en ese momento ya me estaba metiendo dos dedos por la panocha, se paró frente a mi y me puso nuevamente su verga en la boca, estaba pequeña, me la metí toda a la boca y jugaba con mi lengua en ella, para mi sorpresa comenzó a agrandarse, en cuanto estuvo dura como un mástil, me volteó y me puso en 4, me lamió la panoc
ha y me lamió el ano, yo sentí como una descarga eléctrica en mi ano, me puso mucha saliva y encaminó su verga a mi culo, ahora si perra me dijo te voy a meter el pito en tu culito, y metió su cabeza, yo sentí un dolor espantoso despacio le dije, él en lugar de hacerlo despacio me la clavó toda de un solo golpe, sentía muchísimo dolor, pero al mismo tiempo comenzaba a disfrutar ese delicioso mete y saca, ¿te gusta zorra? Si le contesté, eres igual de puta que tu hermana, a ella también le encanta que le de por el culo, yo me quedé helada, ¿cómo era posible que este cabrón ya se hubiera tirado también a mi hermana? Mientras me cogía como un perro, me decía: igual de putitas el par de hermanitas, solo que tú mamas mejor y no tienes tan abiertos los hoyos, no como tu hermana que se la cogió más de la mitad de la escuela.
Jonathan me la sacó y se acostó boca arriba en la cama, yo me senté sobre su verga dándole la espalda y apoyé mis manos en la cama, entró sin tanta dificultad y nuevamente quedé de frente al espejo, él me sobaba mis tetas y yo pude ver mi vagina roja y el hoyo completamente abierto, mientras que me movía rítmicamente metiéndome esa herramienta por el culo, tuve otro orgasmo intenso y en ese momento sentí como su verga se hinchaba nuevamente y me regalaba otra descarga de espermas calientes en mi culo, por tercera vez en mi vida me habían enculado, las dos primeras veces me había dolido y molestado un poco, aunq lamio la panocha y me lamio el ano, yo senti como una descarga electrica.»>
jajaja esa historia ya la había escuchado antes acá en Monterrey , N.L. México, todas las secretarias son pitusas, y las mujeres de monterrey en especial son super putas, pero son moscas muertas, todas se hacen las que: AY NO, QUE OSO!
Chaparrita desnalgada y chichona, conozco algunas, tal vez no habremos topado ya, en esta ciudad todos nos conocemos.