Aquí puedes ver la primera parte de «Angie, Mi Despertar Sexual»
Una chica de 18 años con un cuerpo increíble es demasiado selectiva con los hombres siendo aún virgen, sin embargo presenciará un hecho que despertará toda su calentura.delatando sus necesidades.
Mi hermana con esa cara de puta lo miro para decirle sin ninguna verguenza:
Lucía: Amooor, me dejas aliviar a Don Pedro, parece que el trabajo lo tiene cansado y agobiado, está estresado papi, no es que yo quiera, solo quiero verlo feliz, tu sabes que soy buena persona, hay que ayudarlo, ha trabajo mucho y seguro no tiene quien lo alivie, mira su verga que gruesa es …me dejas besar el pene de Don Pedroo amooooorr??, solo será la cabecita, lo prometo si?.
Sin esperar respuesta se llevó el plátano a su boca y lo comenzó a lamer como gatita que toma su leche, succionando muy suavecito la punta, mientras miraba a Marcos.
Amor, no te molesta que se la mame a Don Pedroo, me gustaría poder besar más que la puntita, es que la tiene muy gorda y le cuesta aliviarse, es muy duro el caballero amor, y paf se tragó todo el plátano.
Jamás hubiese pensando que mi hermana fuera tan morbosa, siempre se veía una chica muy normal, era sociable, siempre estaba abierta mentalmente a debatir de diversos temas, pero nunca había indagado en esa parte de ella, aunque pensaba que la sangre es la sangre y como decía mi madre, bien caliente.
Estaba bien, era su intimidad y tenía derecho a comportarse como quisiese, era yo la que estaba mal cuestionando todo eso ahí mientras seguía observando y tocándome, pero estaba demasiado hipnotizada por lo que presenciaba, estaba caliente, me tocaba como si no fueran mis manos, imaginando las manos de un hombre, viendo follar a mi hermana, me sentía mal por una parte, pero me dominaban las sensaciones, la calentura estaba siendo escuchada, me sentía tocando la gloria a través del placer, sentía electricidad por cada parte mí, me apretaba los pechos con fuerza, y tocaba mi pupita con 2 deditos que me tenían muy alto, incluso intentaba meterlos dentro, pero aún guardaba algo de razón y sabía que así podría lastimar mi virginidad.
Quería gritar, quería sentirme como mi hermana, sus movimientos me hacían sentido, yo necesitaba también liberar mi sangre caliente y al parecer esa era la forma. Estaba sintiendo cosas desconocidas y muy placenteras que me hacían creer que algo dentro de mí iba a explotar, era mi despertar sexual, estaba cerca.
Lucía: Papito te gusta que tu mujercita se la chupe a un otro mientras me tienes así, como tu perrita con el culo al aire casi desnuda, aaaiii sii amor, me encanta, asíii, agarrame el culo y culeame fuerte, que la pichula del conserje está muy sabrosa …. aai papi así, hazme tuya, hazme una puta cualquiera, haré lo quieras papi si me sigues dando así, que verga papi, es perfecta para mi conchita, si tú quieres puedo mamar de verdad a Don Pedroooo, el señor conserje…
Marcos: UHMMM sabes calentarme culona pervertida, es la herencia familiar ser así amor?, le chuparias la pichula ese viejo pervertido?, quieres mucha leche ? Pidela!, como te he enseñado puta!. – le dijo dominante mientras comenzaba a pegarle en el culo tan fuerte que me hacían estremecer, de imaginarme en la misma situación.
Lucía: Siiiii miamor, solo por complacerte, sabes que me encanta complacer, mamar deseosa por leche, quiero leche papito rico, mucha!, mientras volvía a chupar plátano moviendo las nalgas como loca.
Lucía: Papiii el conserje también se va a venir, lo siento muy cerca, uhmmm sería una lástima desperdiciar su hombría, me puedo tomar la lechita de Don Pedro papi?? – le decía mientras se empezaba a meter un dedo el culo.
(Pensaba que talvez Marcos creía que Lucía era así de caliente por nuestra herencia, tal vez pensaba que yo también era así, no lo sabía, me imaginaba en la cama con alguien, y con toda la calentura sentía que podía estar de la misma manera que mi hermana, yo también quería moverme así, ser acariciada, que me tocaran, sobretodo viendo como Marcos usaba a mi hermana)
Ante la situación estaba con toda mi ropa descompuesta de tanto manosearme, mi camisa abierta lo suficiente para sacar mis senos del sostén, mis 2 deditos jugando vigorosamente con mi pupi y sentí la necesidad imperiosa de sentirme acariciada como lo estaba siendo mi hermana, quería algo más que las mías. Las manos de Marcos amasaban el trasero de Lucía, lo estrujaba, la agarraba fuerte de la cintura, mientras yo imitaba los avances de sus manos, me apretaba mi cintura y realizaba movimientos como si estuviera saltando sobre un pene mmm, mi calentura crecía a cada instante, tanto que perdí el control y mi instinto animal apareció.
Comencé a apretar mis nalgas con toda mi fuerza, cerraba los ojos y recordaba todo el deseo que inspiraba mi cola, tantas situaciones, comentarios morbosos, y hasta el día de hoy no ha sido disfrutado, me lamento entre mis pensamientos lujuriosos y me apretó más fuerte, en eso veo como Marcos jugaba con un dedo en el culo de mi hermana y sin darme cuenta por inercia hice lo mismo, solo me pasaba la punta del dedito muy suave, me hacía cosquilla, como una niña curiosa, era una sensación extraña pero agradable, y de vez en cuando intentaba introducirlo, pero estaba demasiado estrecho, cerradisimo mejor dicho, pero viendo como Marcos le metía casi la mitad de su dedo a mi hermana no me importo y empuje con determinación sobre mi inexplorado culo. Instantáneamente una sensación estalló en mí, miles de onda eléctricas viajaron desde mi cerebro a todo mi ser, se me doblaron las piernas y me sentía a desvanecer, veía borroso, y con mi otra mano me apretaba con furia y deseo mis pompis, no entendía nada, solo deseaba que me tocarán como lo hacía Marcos con mi hermana, que me estrujaran y me azotarán, jamás había tocado mi ano, era muy sensible, estaba perdiendo la conciencia ante la llegada de mi primer orgasmo, era como si se desprendiera de mi un gran peso, era la sensación más rica que había sentido jamás, estaba como loca acariciandome el pupi y tratando de meter más mi dedito atrás, como nunca lo había hecho, literalmente.
Lo último dicho por mi hermana de pedirle permiso para tomarse el semen del sr conserje fue la gota que rebalsó el vaso, ya que Marcos empezó a gemir llamándola puta mientras la nalgueaba sin parar, al parecer estaba eyaculando, mi hermana solo gritaba siii, soy tu puta, soy tu puta, lecheeeee papi, más leche, hasta que dejo caer todo su peso sobre ella y quedó muerto, ella se salió rápidamente y se puso entre sus piernas a limpiar su pene, que al fin lo pude ver en toda su extensión, después de haber eyaculado parecía de unos 22 cms, penes había visto en fotos, pero este era gordísimo con una cabeza bien grande, y venas bien marcadas, era el primer pene en vivo y en directo que veía y estaba segura que no lo olvidaría jamás.
Ya más recompuesta, como pude arregle mis ropas, y me fui caminando despacito mientras escuchaba las chupadas de mi hermana, y su comentario para mi final:
Lucía: Papi te gusta como esta colegiala culona chupa la paleta? – No me lo podía creer, mi hermana quería más, me sentí nerviosa y confusa, me había sentido aludida como colegiala, Marcos me nombraría?.
Qué rico relato. Ver cómo cogen tus familiares es muy excitante y una parte central de todo despertar sexual…
Muy buen comentarios,excitante.esperava un final,más feliz d.tu lado