Aun no se muy bien como pudo ocurrir. La verdad es que aun no se como llegué a esta web. Buscando información en internet sobre lo que me está pasando entré en un relato de este sitio. Igual es una manera de desahogarme y de contarlo todo aun a sabiendas que lo único que obtendré serán piropos, alabanzas y cientos de interesados en contactarme, cosa que por otro lado no me interesa.
Lo que ocurrió es lo siguiente:
Tengo un único hijo que procede de un matrimonio fallido en el que el padre se largó hace ya diez años, dejandome con un niño de 12, sin trabajo, con un piso a medio pagar y sin un centimo en la cuenta bancaria. Cuando el se largó tuve que tirar de mi madre para que me ayudase, busque trabajo, en ocasiones hasta tres a la vez. Con 34 años y con muy poca experiencia laboral y con el COU lo mas que encontré siempre fue de cocinera o de limpiadora y hasta ahora ahi sigo.
Desde que se largo el que fue mi marido solo he tenido dos relaciones serias. Una de un año y la otra de algo menos. No llegaron a nada. y hacia tres años que no tenia ni una triste aventura de ningún tipo con ningún hombre.
Hace un mes noté en la ducha un pequeño bulto en la espalda. Al mirarlo al espejo me parecía un pequeño bulto de grasa de esos que salen y se quedan ahi si no los aprietas. Tenía la bata puesta y me estaba secando el pelo cuando sentí que entraba en casa. Venía de la playa con sus amigos. Cuando pasó por delante del baño lo llamé para que entrara. Quería que me viese el bulto y me ayudara a quitarlo. Entró y despues de preguntarle que tal en la playa y dos tonterias mas le dije que me mirase lo que me había salido en la espalda y que yo no llegaba casi a tocarlo. Bajando un poco el hombro de la bata hasta el medio de la paletilla se veia bastante bien y despues de mirarlo y tocarlo me dijo que si, que era como una espinilla gigante.
Le dije que me apretara para que saliera con la esperanza de que todo lo que tuviese saliese y me lo quitase. La verdad es que en la playa me afearía bastante cuando estaba en bañador.
Se puso manos a la obra, protestando pero haciendolo. La cosa estaba complicada y le resbalaba la mano al apretarme la piel. Cambió de postura dos o tres veces y con el yo. No me di cuenta de que en todo este trajín tenía casi los dos pechos totalmente a la vista de el en el espejo. Despues de un rato y de dejarme la piel en carne viva y morada me dijo que creia que todo había salido y que no se me notaba ningún bulto. Se sentó en la taza del wc y se quedó mirando como me miraba en el espejo la «intervención quirurgica».
Cuando le dije que ala, ya está, muchisimas gracias nene, el se quedó ahi sentado sin decirme nada y mirando como me cepillaba el pelo. Le insistí para que saliera que quería terminar en el baño para hacer la cena y que el se duchase y todo eso pero siguió sentado sin decir absolutamente nada.
Me di la vuelta y le dije que ya, que venga que se nos hacia muy tarde y que me dejara sola y en ese momento fue cuando me preguntó el tiempo que llevaba sin ver a nadie. Me hice la tonta, aunque sabia por donde venian los tiros y me di la vuelta para seguir con el pelo.
Se puso de pie y creo que con la intención de marcharse cambió de opinión. Fue entonces cuando me espetó: Mama no lo entiendo. Tienes un cuerpo increible eres guapísima y por lo que acabo de ver habría cientos de hombres locos por acostarse contigo. En ese momento quise cortar la conversación. Nunca compartí con el mis aventuras amorosas y menos ahora lo iba a hacer. Le dije que ya, que muy bien y que me dejara terminar, que saliera, pero lejos de eso, creo que quiso enfatizar mas lo que decía poniendo el ejemplo de que sus amigos estaban locos por mi. Que les parecía una mujer tremenda y que como a ellos al resto. Que no había derecho a que me quedase en casa sin salir mas que con las aburridas cuarentonas divorciadas o solteras con las que salia.
Lo de los amigos me puso hasta colorada. Continué con el pelo sin hablar ni una palabra y al terminar cogí la crema corporal para ponermela. Como no salia del baño la unté por el escote y un poco por las piernas. En ese momento se puso a mi lado y juntando las dos manos me convino a ponerle crema en ellas. Pensé que era para sus manos y le puse un generoso chorro.
En ese momento, mientras me ponia crema en la cara mirandome al espejo el hizo lo que nunca crei que se atreviese a hacer. Detras de mi, y empezando por mi cuello, puso las dos manos esparciendome la crema que yo le había dado por los hombros abriendo la bata segun avanzaba. Me quedé petrificada. No me movi, dejé de ponerme la crema en la cara y esperé a ver que hacia. Con una parsimonia que me ponia nerviosa como nunca crei que podría estarlo siguió con la crema por el escote y por la espalda donde me había quitado el grano.
Yo estaba descompuesta, me empezaron a temblar hasta las piernas. La bata la tenia descolocada y dejaba parte de mis pechos al aire. Atiné a decirle que parase. que ya estaba bien, que yo sabía ponerme la crema sola. En vez de hacerme caso, deslizó sus manos por debajo de mis brazos y pasandolas por mis costados las juntó por encima de mi ombligo rozando mis pechos. Intenté zafarme pero entre el lavabo su cuerpo y los brazos que me rodeaban no lo conseguí. Volvió a subir una mano por la espalda y llegó con ella a mi hombro, bajó hasta mi escote y cogiendo la crema que aun no había esparcido la paso entre mis dos pechos hasta juntarse con la otra. A esas alturas a mi las piernas apenas me sostenian. No podía creer lo que estaba haciendo el y la poca resistencia que yo le ponía. Un para ya de vez en cuando y un amago de salir corriendo eran bastante poco. Quizá el también se había fijado en eso y cada vez estaba mas embalentonado. Juntaba ya su pelvis conmigo descaradamente y movia su mano por mi barriga en movimientos circulares mientras segúia con la otra quieta.
En ese momento y con toda la parsimonia del mundo subió las dos manos deslizandolas suavemente sobre mis pechos y masajeandolos con una delicadeza que me estremeció. Yo ya notaba su miembro totalmente erecto apoyado en mi culo. La bata había caido por los hombros y habia dejado mi pechos totalmente expuestos. Volví a decirle que parase ya. Le dije que ya estaba bien, que por amor de Dios y entonces fue cuando me dijo que tenía unos pechos increibles y que los pezones le estaban volviendo loco. En ese momento comenzó a rozarmelos con la punta de los dedos y con toda la suavidad del mundo comenzó a pellizcarmelos. Yo aun sabiendo que aquello era totalmente aberrante me dejé hacer. La verdad es que había anulado mi voluntad y aquello me estaba volviendo loca. Me estaba muriendo de ganas por alargar la mano hacia atras y cogerle aquello tan duro que notaba pegado a mi culo.
Un suave beso en mi cuello y el roce de sus dedos pellizcandome los pezones me desesperó. Quería mas y aunque los nervios y la moral me decian que no, mi cuerpo pedia mas.
Deslizó suavemente la mano y desatandome el lazo de la bata la abrió cayendo al suelo y dejandome totalmente desnuda frente al espejo y con el a mi espalda. Pasó su mano por mi barriga y cuando llegó a entre mis piernas masajeandome cogió el bote de crema con la otra mano y me dijo que pusiera mi mano. Puse mi mano y sobre ella me puso la crema.
Cogío mi mano y mientras el me masturbaba muy suavemente guió mi mano para que me pusiera la crema sobre mi pecho. Cogíó mi dedo y lo paso con suavidad sobre mi pezón. Me estaba volviendo loca. Me dejaba hacer y ya no tenía voluntad. Aceleraba el masaje sobre mi clitoris y luego lo ralentizaba jugando con el mientras que con su mano guiaba la mia para que me tocase mis pechos y sobre todo mis pezones.
Cuando pensé que me iba a correr el lo debió notar también y paro en su masaje sacando su mano de entre mis piernas. Entonces guió mi mano hasta donde había sacado la suya e hizo que yo misma ayudada por el empezase donde lo había dejado. Mi hijo me estaba cogiendo la mano para que yo misma me masturbara. No aguantaba mas. Me estremecía. Quería que me la metiera, quería comerme su boca. Ya no podía mas.
Noté que se movía y que soltaba mi mano separandose. Dejé de notar su miembro contra mi. Se quedó contemplando la imagen en el espejo. Yo, su madre, desnuda frente a el , masturbandome con una mano y pellizcando mi pezón como si me lo fuese a arrancar.
En ese momento se quitó el bañador que aun traia desde la playa, se acercó a mi y cogiendome desde atras me puso su miembro entre las piernas. Yo misma me lo metí guiandolo hasta mi vagina. Solo quería que me diera todo lo fuerte que pudiera.
Estuvo como tres minutos dandome. Tuve tres orgasmos casi seguidos y el cuarto cuando note su semen corriendose dentro de mi.
Al día de hoy ya nos hemos acostado mas de veinte veces en lo que va de mes. Algún día nos amanecío haciendo varias veces el amor. Ya no hay resistencia por mi parte si no que al contrario, ya soy yo la que se mete en su cama. Raro es el día que nos ponemos a ver algo en la tele y acabamos haciendolo hasta en el suelo del salón. Le hago sexo oral, le dejé hacerme anal, cosa que hasta la fecha nunca había hecho, etc….
Y la verdad es que no tengo remordimientos ni nada parecido. Se que algun día terminará, encontrará a una chica joven y dejará de acostarse conmigo. Yo no me planteo dejar de hacerlo con el. Me llena cada vez que me hace el amor y el me busca en cuanto puede.
intenso lo tuyo y lo de tu hijo