Cierto día sábado que me encontraba en casa, sonaba insistentemente el timbre y salí a ver de quien se trataba. Gran sorpresa me llevé, era Jaime el cartero que nerviosamente me dijo si le dejaba pasar al baño. Le dije, ¿tienes alguna urgencia?, Después te explico dijo, y mostrándole donde estaba entró presuroso.
A Jaime le conozco hace bastantes años pero, nunca me había pedido permiso para entrar al baño, la verdad está muy bien, alto, atlético, quizás por lo mucho que camina, como de unos 28 años, lo malo es casado. Después de un rato salió y me dijo que una de mis vecinas, la cual no quiso nombrar, le debió entregar un paquete, le dijo que pasara a la casa y estando allí, en cierto momento se le lanzó encima y le abrazó besándolo en la boca (al verlo cerca de mí pensaba lo mismo), para posteriormente agarrarle el paquete.
Continuó diciendo que se calentó enseguida pero, pensó que eso no debía ser y quiso zafarse de ella pero esta, sorpresivamente le bajó el cierre del pantalón y le sacó la verga para posteriormente masturbarlo y luego se lo mamó por un rato mientras él ya resignado se dejaba. Hasta que su excitación fue demasiada y le dijo que iba a acabar y justamente se abrió la puerta de principal de la casa y rápidamente le sacó la verga de la boca y se abrochó el pantalón derramando toda su leche dentro de su slip (calzoncillo). Continuó diciendo que era el marido que venia llegando y él como pudo se zafó y le entregó el paquete a la vecina y salió de la casa y como sabe que yo vivo solo y soy "hombre", pensó que le podía ayudar.
Enseguida le dije que había hecho con sus calzoncillos y dijo, está lavado y colgado en el baño y que pensaba pasar a buscarlo más tarde si no me importaba. Enseguida le dije que no había problema, pero al mismo tiempo le dije no puedes andar sin ropa interior, Té presto uno de mis calzoncillos si quieres?, Total le dije cuando vengas por los tuyos me los entregas. Aceptó y cuando estaba de vuelta él estaba sin pantalones esperando. Pude ver su verga en reposo que no debía medir más de 12 centímetros y algo delgada. Enseguida tuve una erección la cual traté de disimular, pero al parecer el se percató porque miró mi entrepierna y sonrió.
Luego de vestirse se despidió diciendo que por la tarde pasaría a buscar su prenda intima. Después de dejarle en la puerta fui inmediatamente al baño y tomé sus calzoncillos, para posteriormente tirarme en la cama y correrme una paja tomando ese olor a macho que aún se podía percibir a través de la tela.
Por la tarde yo estaba muy nervioso esperando que Jaime pasara a buscar sus calzoncillos, que naturalmente me había encargado de secar. Como a las 4 de la tarde sonó el timbre. Enseguida abrí y efectivamente era él que venia con uno de sus compañeros de trabajo totalmente ebrios. Me dijo, aquí se lo dejo porque viene a buscar algo y enseguida se fue.
Como pude le entré y le dije que como venia en ese estado. Lo poco que pude entenderle, era que el amigo que se había ido estaba de cumpleaños y que todos sus compañeros le festejaron en un restaurante cerca de allí. Pero ahora me tengo que ir dijo, mi esposa me espera, dame mis calzoncillos. Fui por ellos mientras él trataba de quitarse los pantalones.
Cuando volví le ayudé a quitárselos y le bajé los calzoncillos, entonces él me dijo, me podrías dejar que me duche para que se me quite este mareo. No dije nada solo le ayudé a quitarse toda la ropa, y pude ver su cuerpo desnudo, con unos pectorales fabulosos y un culo precioso. También pude notar que tenia una leve erección, para que decir como estaba mi verga que estaba que estallaba dentro de mi pantalón. Le llevé hasta el baño y le ayudé a meterse a la tina. Enseguida abrí la llave de la ducha y él me agarra de un brazo y me deje tira
r dentro de la tina, entonces él me dijo ¡acompáñame para que me enjabones!.
Como pude me quité la ropa y comencé por ponerle champú y le restregué la cabeza y pude ver que su verga estaba en completa erección, debía medir unos 16 centímetros y no muy gruesa. Luego le jaboné los brazos y el pecho que se sentía muy fuerte, para posteriormente bajar suavemente por su pecho hasta llegar a su verga. La cual jaboné y aproveché de masturbar un rato mientras él apoyaba su cabeza en el borde de la tina, sin dudarlo acerqué mi boca hasta su falo erecto y me lo introduje en la boca. Le oía gemir de gusto y con sus manos sobre mi cabeza me decía que siguiera, que lo hacia muy bien.
Después de un rato me dijo que le mamara el culo, que ese un sueño que tenia hacia mucho tiempo y que su mujer nunca se lo había querido hacer. Como pude le puse en cuatro patas, apoyando su cabeza en el borde de la tina, le pasé mi lengua por ese hoyito apretado que seguramente nadie había escudriñado. Poco a poco fui metiendo mi lengua haciendo que se abriera, hasta que intenté metiendo un dedo, enseguida Jaime reaccionó diciendo que no quería ser penetrado. Le dije que se dejara llevar que pronto sabría de un placer desconocido y le metí un dedo, y se quejó pero, luego no dijo nada y le metí otro y comencé un mete y saca haciendo que gimiera mientras a la vez le pajeaba.
Luego de un rato le introduje un tercer dedo haciendo que gimiera más fuerte y me dijo que siguiera que se sentía rico. Luego pensé "lo tengo a mi disposición y verga a punto de estallar" y me decidí y retiré mis dedos de su culo, me reclamó pero, le dije, no te preocupes que enseguida te lo lleno de nuevo y puse mi pene, que estaba lubricado con mí propia excitación, en esa entrada que estaba bien lubricada con mi saliva. Le metí la punta y él se irguió diciendo ¡te dije que no me lo metieras!. Sobre la misma le introduje la mitad de los mis 21 centímetros y gritó de dolor, pero le comencé a cabalgar, mientras él seguía gritando que se lo sacara.
Hasta que en cierto momento se calló y comenzó a gemir mientras yo me atreví a metérselo hasta las pelotas. A esas alturas él ya estaba gozando y comenzó a devolverme las estocadas que le daba. No aguanté mucho y muy pronto vacié mi leche en su esfínter gimiendo de placer mientras Jaime no dejaba de moverse haciendo mí eyaculación más placentera.
Luego se la sacó de ese culito maravilloso y Jaime se voltea mostrando su erección y me dice que me siente en su falo. No me hice esperar y me la tragué por completo y comencé un sube y baja suavemente al principio mientras trataba de levantar mi verga, hasta lograr que se erectara y aceleré la cabalgada y la masturbación y pude ver el rostro desfigurado de Jaime y pude sentir su leche caliente entrar en mi interior y enseguida lancé mi leche en su pecho. Luego él ya más recuperado se levanta y me besó en la boca para luego decir que fue fabuloso. Nos duchamos rápidamente y nos vestimos, apurándose aun más él porque ya eran las 6.30 de la tarde y debía irse para su casa. Después tuvimos uno que otro encuentro, hasta que él decidió alejarse diciendo que no quería perjudicar a su familia.
Autor: Gustavofigueroa