Bunnie & Moonie – ¡Mi novia descubre que soy travesti y pasiva!

Hola a tod@s, soy Luna. Y estoy muy emocionada de contarles cómo cambió mi relación con mi chica desde que le confesé mi más grande secreto: ¡Me gusta ser una nena en la intimidad!

Antes que nada, me presento, soy Luna, un chico que le gusta vestir de nena desde muy peque; soy muy delgada, de piernas largas y una colita chiquita pero paradita y redondita, soy morena y me considero muy bonita cuando me arreglo de niña, soy muy sonriente y bromista; actualmente tengo una novia, ella es casi lo contrario a mí, es muy blanquita, chaparrita y un poco llenita, lo cual la hace tener un gran y hermoso culito y unas piernotas muy deliciosas, tiene una carita muy linda y tierna, y el cabello largo y lacio que le gusta pintarlo de colores, lo cual me encanta. Cabe mencionar que a los dos nos gusta la cultura asiática, los comics, el anime, por lo que vamos a convenciones, vemos animes, cantamos openings de series, sabe bailar muy bien y he aprendido algunas coreografías para bailar con ella, en fin, nos llevamos muy bien y nos divertimos mucho; ella es muy curiosa y siempre me pregunta muchas cosas y le gusta investigar y jugar mucho, y precisamente eso le llevó a descubrir esa parte oculta de mí, mi travestismo.

Pues comienzo, estaba una noche en casa de mi chica viendo una película en una cama, hacía frío, así que nos tapamos con una cobija y ella quedó recargada en mis pies, al poco tiempo empezó a acariciar mis piernas y yo me empecé a excitar, empezó a subir más y más y sus manos quedaron en mi colita, y las empezó a acariciar, esto terminó de calentarme y creo que las paré un poco más para que las siguiera acariciando, yo no dije nada, solo cerré mis ojos y disfruté, me dejé llevar, tanto así que en un momento me puse boca abajo para que jugara completamente con mi coli, entonces ella lo tomo con un pase abierto y me bajó mi pantalón y mis boxers hasta quedar mi culito expuesto a ella, empezó pasar sus dedos en mi rayita poco a poco y yo ya estaba vuelto loco, me acariciaba de tal forma que yo solo paraba mas mi coli para sentir más, en eso uno de sus dedos empezó a jugar con mi hoyito, ella notó que me gustaba y siguió así metiendo su dedito poco a poco, lo sacaba y giraba su dedo alrededor de mi culito palpitante, yo solo me aguantaba mis gemidos y disfrutaba muchísimo,hasta que llegó su amiga y tuvimos que terminar.

Yo no dejaba de pensar en eso, la verdad solo me sentía nena y con ganas de que me penetraran cuando me vestía, pero ella sacó la nena en mi aun vestido de niño, la verdad es que volvió a surgir mi parte femenina muy fuertemente y solamente quería que volviera a pasar lo que me hizo.

Pasaron los días y no habíamos hablado de lo que pasó, hasta que un día nos quedamos sólitos y nos empezamos a tocar, le acariciaba sus pezones y entonces ella empezó a acariciar los míos, y eso encendió un interruptor en mi y me empecé a mover de forma femenina, pare mi culito y movía mi cadera, obviamente ella se dio cuenta y bajó su mano a mis nalguitas redondas y yo las paraba más, ella aprovechó y me las acarició lentamente metiendo su dedito entre mis nalgas, y con la otra mano me apretó y fue cuando me dijo:

-Te gusta?

-Sí- le respondí gimiendo y haciendo mi voz muy suave- me encanta!

-que sientes?- me preguntó curiosamente

-Me siento como una nena – le respondí suavemente, escondiéndome en su cuello, esperando su reacción con un poco de vergüenza.

Ella no dijo nada pero seguía tocándome y tratando de meter su dedito en mi hoyito apretadito, entonces después de un largo momento, me dijo:

-¿Te gusta así chiquita?-la escuche con una voz muy sensual

Yo me volví loca en ese instante y asentí mi cabeza con una gran sonrisa, ¡creo que esto le gusta!

Nos seguimos besando y tocando pero parecíamos unas lesbianas, ella me hablaba como si fuera una mujer y nos tocábamos por todas partes, nos pusimos frente a frente y nos tocábamos los pezones una a la otra y nos mirábamos muy sexymente, nunca creí que me pudiera comportar tan femeninamente sin estar vestida, y menos aún ¡con mi novia! Ya no tenía vergüenza, ya era una loca, estaba muy caliente, y quería más, hasta ese instante no me había tocado mi pene,  que estaba lo más erecto que podía estar, ella lo noto y me dijo que estaba más grande de lo normal, que realmente no lo tengo muy grande, de hecho me gusta que lo tengo chiquito, hasta femenino y no decir cuando no esta erecto, es muy chiquito, a lo mucho 5 cm, pero en ese instante era lo más erecto que podía estar, ella se sentía muy orgullosa de causar eso, y me la empezó a acariciar tan suavemente, pasando sus dedos sobre mi cabecita, tenía mucha lechita en la puntita, me tocaba tan suave, yo estaba en las nubes.

-¿Te gusta nenita?- me preguntaba.

Yo solo decía suavemente, -si! si!.

Entonces ella bajó su carita lentamente, mirándome coquetamente hasta mi miembrito y lo empezó a lamer de la cabecita, luego a besar suavemente, para después meter su boca completamente, empezó a chupar tan rico, tan suave, y yo seguía en mi papel de nena, entonces con sus manos rodeó mi colita y me empezó a abrir poco a poco, moviendo su dedo como un gusanito buscando donde entrar, hasta que encontró un botoncito, suavecito y palpitante, esperando sentir una vez más esa rica sensación, me empezó a meter su dedito poco a poco mientras me seguía chupando, de vez en cuando me miraba y sonreía, yo estaba completamente desnuda moviéndome como una nena, disfrutando al máximo, cuando no pude mas y explote como nunca, no pude ni avisar, solo alzar mi voz de forma femenina, gimiendo y gritando, ella no apartó su boca de mi y me seguía chupando y tragando todo lo que sacaba mientras seguía su dedito dentro de mí, yo estaba derretida y me dejé caer, solo veía su carita de satisfacción y excitación, mientras me seguía dando besitos en mi verguita mientras se encogía, hasta que quedó en un tamaño pequeñito.

-Me encanta cuando está así, toda suave y pequeñita, me encanta como cambia de tamaño- me decía.

Yo solo le acariciaba su cabello y levanté su cabeza para besarla tan rico, sintiendo mi propio sabor a verga y semen, sin importarme en lo más mínimo, al contrario, disfrutando tanto.

Después de eso vinieron las preguntas, las dudas, platicamos muchísimo, le conté mis inicios, mis experiencias con chicos y demás aventuras travestís, muchísimas preguntas hasta que quedamos en algo, en que la siguiente tendría que vestirme para ella, y ¡claro que acepté feliz!

Después de eso nos hemos vestido casi cada semana y hemos ido avanzando desde nuestras relaciones femeninas hasta transmitir por vídeo y mientras tenemos sexo a muchas personas y comprar juguetes sexuales para las dos, ¡pero eso se los seguiré contando si les interesa!

Me siento muy feliz y femenina a su lado.

¡¡¡Comenten si les gustó y si quieren que siga escribiendo mas de nuestra relación, besos!!