Infidelidad, Barcelona. Hola amigos, voy a contaros lo que me pasó ayer por la tarde. Me llamo «David» tengo 32 años, rubito, ojos marrones, bastante delgado, no soy ningún modelo, pero tampoco soy feo.
Vivo en Barcelona, en mi bloque de pisos, hay varias mujeres que están bastante bien, pero esta historia me paso con «Carmen». Ella es una mujer de 34 años, 1.60 más o menos, de cara no es una belleza pero no está mal, pelo rubito corto, tiene un cuerpo impresionante, con un buen par de tetas y un fabuloso culo. Vivo en un cuarto, y ella en el tercero. Estos últimos días que hace tanta calor, viste con unas minifaldas, que me ponen cachondo perdido.
Últimamente me pasaba el día en el balcón, cuando la veía venir, yo salía para poder cruzarme con ella en la escalera. Pero ayer pasó, mmmmmmmmm, lo que podía pasar. Desde el balcón vi que llegaba, salí a su encuentro, para cruzarme con ella en la escalera, nos cruzamos en el segundo, mmmmmmmmm, la vi como una diosa, falda tejana muy corta, y camiseta naranja.
Nos saludamos, me sonrió y ella siguió para arriba, yo me giré, a medida que subía, le iba viendo sus piernas preciosas, pero al ser la falda tan corta, le vi sus braguitas blancas, mmmmmmmm. Ella se giró de golpe, me puse colorado como un tomate, joder, me había pillado mirándole su culo y braguitas.
C- Eres un cerdo, tú te crees que esta bien mirarme de esta manera, somos vecinos y estoy casada.
D- Perdón, a sido sin darme cuenta, lo siento no volverá a pasar.
Ella miró, arriba y abajo, para ver si había algún vecino, no había nadie, bajó unos peldaños, se me acercó, se puso a un palmo de mi cara, me cogió el paquete, lo sobó un pocoC- Sígueme, estoy cachonda y se que yo te pongo cachondo a ti, aparte lo que se te esta hinchando abajo, no puede ser bueno dejarlo de esta manera
Subimos hasta su piso, al cerrar la puerta, se abalanzó sobre mi, besándome con desespero, sin decirnos nada, se arrodilló ante mi, y apoyándome contra la puerta, me bajó los pantalones cortos que llevaba.
Se la metió rápidamente en la boca, y me la chupaba a un ritmo muy rápido, se la sacaba, me chupaba los huevos, la recorría toda, y se la volvía meter, me miraba fijamente a los ojos, le dije al cabo de un rato que sino paraba iba a correrme,
Al decirle esto lo hizo más rápidamente, hasta que solté chorros de semen en su boca, como si fuera un manjar exquisito, no soltó ni una gota.
D- Vecinas como tú da gusto tenerlasC- Hace tiempo que se que me deseas, y si mi marido no me satisface, me tengo que buscar alguien que lo haga
La ayudé a levantarse, ahora la apoyé yo contra la puerta, le besé el cuello, alrededor de la oreja y bajé a sus pechos, los besé por encima la camiseta, cuando empecé a oír pequeños jadeos, le saqué la camiseta, los sujetadores blancos que llevaba, le empecé a chupar esos pezones tan ricos que tenia, mmmmmmmmm
Ahora me arrodillé yo, le bajé la falda vaquera, y quedó ante mi vista, unas braguitas blancas de encaje muy bonitas. Le chupaba el chocho por encima de las bragas, alrededor, por las piernas, ella me apretaba con sus manos hacia su chocho, se estaba poniendo como una moto. Le bajé las braguitas con los dientes, le lamí el conejo muy despacio, quería que quedara bien satisfecha, Noté como se convulsionaba, y sus flujos resbalaban por mi cara, había tenido un gran orgasmo.
Me levanté, se abrazó a mi, yo la subí encima mío, y ahí mismo apoyada contra la puerta, empecé a follarla como ella se merecía, estuvimos así unos minutos, la solté.
D- Llévame a la cama, quiero follarte a cuatro patasC- Me gusta tu idea.
Fuimos a la habitación, y sin decirle nada más, ya se puso con el culo en pompa.
Me acerqué por detrás, y de un solo empujón, se la clave por detrás, ella en esta posición tuvo dos orgasmos más. Al cabo de un rato, me separé y me puse a chuparle el chocho desde atrás, gemía como una leona, se me fue algún lengüetazo al agujero de su cu
lo, noté que se estremecía, le pregunté si quería que la follara por su culito, y me dijo que si, pero despacito que nunca lo había hecho.
Bufff, era genial, la vecina que días atrás me ponía enfermo ahora estaba en su casa follándola por el culo. Estuvimos unos minutos así haciéndolo despacito hasta que me dijo:C- Quiero que te vuelvas a correr en mi bocaMe estiro en la cama, y volvió a chuparla como una perra en celo, hasta que volví a correrme en su boca
Nos quedamos tumbados un rato en la cama
C- Sabes, me ha encantado follar contigo, seremos a partir de ahora, muy buenos vecinos. Por cierto, mi culito te estará esperando…..
No veo llegar la hora de volver a estar con ella….