Volví a mamarle su vagina, no tardó en responder y soltó sus jugos, ella gemía y me tomaba de la cabeza, al meterle un dedo gimió, y metí dos dedos, hicimos el 69, me excitaba el tenerla trepada encima de mi y el estarle mamando su concha, estuvimos un rato y ella se volvió a montar en mi verga, veía como se contoneaban de un lado a otro sus senos, hasta que llegamos al orgasmo.
Algo increíble me acaba de suceder, tuve sexo maravilloso con la mamá de mi amigo, fue algo increíble. Todo empezó desde el día en que Daniel mi amigo me llevó a su casa, ahí conocí a su mamá: Claudia, es una mujer alta de 1.70 más o menos, de muy buen cuerpo, que realmente no parecía su madre si no su hermana, ya que se veía muy joven, desde que la conocí no pasó ningún minuto en que dejara de pensar en ella, no había chica de mi edad que me robara la atención, todo el día pensaba en Claudia.
Ideaba la manera para estar en casa de mi amigo Daniel y así poder verla para contemplar su bien formada figura producto de muchas horas de ejercicio, sabía que tres o cuatro día de la semana ella no se encontraba en casa, así que no más me hacía presente los días viernes y fines de semana, no saben como esperaba esos días, poderme aparecer en casa de Claudia y Daniel para de esta manera poder recrearme la pupila con su figura ya que se vestía muy sexy cuando se arreglaba para salir con su novio, y eran esos momentos los cuales los disfrutaba al máximo…
Al ver ese hermoso culo, solo veía como se movía al caminar, se contoneaba de tal manera que me dejaba con la boca abierta y el pene bien parado, usando sus jeans ajustados que tomaban la forma exacta de sus hermosas nalgas, además con esas botas largas de tacón alto que hacían que se viera como toda una diosa, muy sexy, aunado de esas playeritas escotadas y ajustadas que enmarcaban su hermosa silueta y dejaban entrever sus hermosos senos.
Toda la semana me la pasaba con Daniel por las tardes, así de esta manera sabía en que momento no iba estar él (Daniel) en casa, para que así poderme dirigir a su casa a preguntar por él, diciéndole a su mamá que nos habíamos quedado de ver ahí, ella me hacía pasar a su casa y esperar que llegaraDaniel, esos momentos los aprovechaba para platicar con ella y admirar su hermoso cuerpo y gran culo, me volvía loco con solo tenerla enfrente, sentía como se empezaba a engrandecer mi pene por dentro del pantalón.
Todas esas ocasiones en las cuales me pasaba a su casa a esperar la llegada de Daniel, siempre tuve muy buena atención por parte de Claudia además del taco de ojo que me podía dar con su presencia. De esta manera así fueron pasando las semanas y la fui conociendo cada vez más, sabiendo que era lo que le agradaba o desagradaba. Puedo asegurar que Claudia ya se imaginaba a que iba. El día de su cumpleaños le regalé un perfume y un par de botas altas de color negro de piel con tacón fino, sabía que le gustaban mucho las botas y a mi me encantaba verla en botas, se ve muy sexy cuando las usa.
Llegó el momento inimaginable y esperado para mí.
Llegué un sábado como siempre, sabía que iba estar sola ya que Daniel se había ido a campar con Laura su novia y otros amigos, al tocar la puerta y abrir esta, me quedé atónito, perplejo al verla, preguntando por Daniel con voz cortada y frágil, ella respondiéndome:
– Hola pasa…
Sin pensarlo ya estaba dentro de su casa, ella traía puesto unos jeans ajustadísimos que dejaban ver totalmente el contorno de sus nalgas bien paradas, además que traía las botas y el perfume que le había regalado…
Al verla así y oler el perfume sentía como mi pene se iba parando y poniendo cada vez más duro. Le dije que me daba gusto saber que le habían gustado mis regalos y que los usara, a lo que ella respondió:
-Si gracias me gustaron mucho. ¿Como me veo?, camina en frente de mi y dándose una vuelta al caminar.
Yo me encontraba súper excitado tenía ganas de poseerla, ya que nunca se había comportado así, me invitó a tomar tequila, cuando se alejó de mi solo veía como se movía ese par de nalgas, en ese momento llegué a notar que se movía de más como si me invitara que la tocara, realmente no sabía que hacer.
Dejé que pasara el tiempo, y al calor de los tequilas me fui relajando un poco más pero no dejaba de tener mi pene bien parado, me levanté hacia el stereo a cambiar de música, al regresar hacia el sofá inmediatamente ella se levanta, yo me siento y me deleito con su caminar, llega ella al stereo y se empina hacia enfrente enseñándome todo su culo, no me contuve y me atreví a lanzarme, me levanté, caminé hacia ella para tomarla de la cintura ligeramente…
Al no haber alguna reacción de enojo por parte de ella, me acerqué más colocando mi pene entre sus nalgas suavemente, no lo podía creer, que la tuviera así; ese gran culo, le fui restregando de menor a mayor intensidad, mi pene ella se levantó y le empecé a besar el cuello haciendo la cabeza de lado, inmediatamente después le busqué sus senos al mismo tiempo que le volvía a besaba el cuello para después bajar mi mano y colocársela en su vagina y empezarle a sobar esta, ella se empezaba a mover de un lado a otro restregándome sus nalgas en mi pene ya con ganas de pelear.
En seguida se voltea quedando frente a frente, al ver como se mojaba los labios la besé al tiempo que le tomaba de las nalgas, repegaba lo más posible hacia mí para que sintiera mi verga bien parada.
Ella se desliza poco a poco hacia abajo quedando a nivel de mi pene, me desabrocha el pantalón sacando mi verga bien parada y dura, empezando a darme una ricas mamadas,
sentir su aliento caliente en mi pene y ver como se lo metía y lo sacaba me excitaba demasiado que estaba a punto de venirme. Se levanta y me da un beso, me toma de la mano para dirigirnos hacia su habitación, en el trayecto ella iba delante de mí, en ningún momento dejé de ver su hermoso culo y de tocarlo con la otra mano, al llegar a la habitación me emparejé con ella besándola cachondamente al mismo tiempo que le sobaba y apretaba sus nalgas…
Me tumbo en la cama en lo que ella se desvestía en forma sensual, con unos movimientos muy cachondos, acomodándome en la cama para disfrutar el show, se desabrocha poco a poco la blusa sacándosela del pantalón, se voltea dándome la espalda y declina hacia enfrente al mismo tiempo que se despoja de la blusa solo quedándose con los jeans y el bra, podía ver el hermoso cuerpo que tenía, unas hermosas nalgas y una cintura que muchas le envidiarían, posteriormente se despoja de los jeans bajándoselo poco a poco y enseñándome la diminuta tanga que traía hundida entre sus nalgas, se baja los jeans bajando el cierre de las botas para despojarse de estas y de los jeans solo quedándose con la tanga y el bra…
Al no contenerme me pongo inmediatamente enfrente de ella al igual despojándome de toda aquella prenda innecesaria en ese momento, al quedar frente a ella la besé al tiempo que le desabrochaba el bra para posteriormente irme directamente hacia sus senos y mamárselos como becerro, los tenía grandes y duros, podía percibir su respiración cada vez más rápida.
Se recuesta en la cama retirándose la tanga y abriendo sus piernas invitándome a mamarle su concha, podía ver su rica vagina sin ningún vello recién rasurada y lagrimeando de placer a lo que yo no la hice esperar más y me hundí entre sus piernas para empezar a juguetear con mi lengua, al escuchar sus gemidos esos eran buenos indicios que lo que estaba haciendo la estaba haciendo estallar de placer, ella con sus manos me tomó de la cabeza y me impulsaba a seguir hacia dentro, en esos momentos solo recordaba todas aquellas veces en que solo la podía ver y no tocar y que ahora tenía sus hermosas piernas abiertas dándome su tesoro.
La deseaba, la quería poseer, que al levantar la cabeza le dije…
-Te quiero coger… -Si!…..quiero montarte, acuéstate…
Al tenerla encima de mi sentí una sensación indescriptible y no se diga al penetrarla al sentir mi verga dentro de ella exclamó.
-Mmmmm, delicioso, mmmmm…
Al tiempo que se mojó los labios, la tomé de la cintura y ella se movía desenfrenadamente a lo que le apreté la cadera y bajó el ritmo…
-Mmmmmmmm, me encanta como lo haces, que rico, que hermosa verga tienes…mmmm… -Tu rico culo es el que me vuelve loco, no quisiera que esto terminara…
Se bajó, se recostó al lado mío, y empecé a acariciar su cuerpo y besarla. Besaba muy rico, su lengua era muy juguetona después de unos muy sabrosos y ardientes besos.
-¿Seguimos? -Si claro…
Se colocó en posición de perrito y al tenerla enfrente de mi pensé en volverle a mamar su enorme y hermoso culo, me acerqué a ella, acomodé mi pene en su vagina y tomándola de la cintura la alejaba y acercaba en cada cogida, empezaba de una manera suave y tranquila hasta llevarla a un ritmo contínuo, me excitaba muchísimo al ver su maravilloso culo, ese gran culo que tenía en mis manos y mi verga, al sentir que me venía bajaba el ritmo casi a llegar a nulo, tomaba aire y volvía a empezar.
Llegó el momento en que le dije:
-Ya no aguanto… -Espera, quiero que te vengas en mis tetas…
Seguí cogiendo tratando de aguantar lo más posible pero sus gemidos eran los que más me excitaba y así como habíamos quedado, me zafé al tiempo que ella se volteaba para venirme en sus tetas.
Nos fuimos a la bañera a refrescarnos, no podía creerlo que estaba viviendo, pensaba que estaba soñando, la veía y se me hacía imposible lo que hace unos momento había pasado, al salir de la bañera deseaba seguir cogiendomela y recordé cuantas veces la vi. cuando llegaba de trabajar o salía con su galán y de pensar que a lo mejor esto ya no se repetiría, decidí aprovechar todo momento así que la tomé entre mis brazos y busqué su boca para besarla de una manera tierna, a lo que ella también respondió, nos tumbamos en la cama, la coloqué boca arriba y me fui bajando poco a poco hasta volver a llegar a su concha
Volví a mamarle su vagina, esta se encontraba un poco dilatada y no tardó en responde en soltar sus jugos del placer. Ella gemía y me tomaba de la cabeza, al meterle un dedo gimió demasiado, para posteriormente meterle los dos dedos, esas reacciones de euforia hicieron que mi pene estuviera a la orden. Ella me dijo:
-Quiero que también disfrutes, quiero mamarte yo también… -Siiiiiiiii…
Hicimos el 69, me excitaba el tenerla trepada encima de mi y el estarle mamando su concha, así estuvimos un rato para después ella se volviera a montar sobre mi verga.
Veía como se contoneaban de un lado a otro sus senos, hasta llegar al orgasmo,
volvimos a la bañera. Y al salir de la bañera y recostarnos en la cama.
-Nunca creí que fuera a pasar esto, créeme que todavía estoy excitado. -Yo tampoco fue algo loco ¿No?… -Si… pero muy rico, espero no haberte desilusionado… -Nooo, al contrario me dejaste sorprendida. -Me da gusto oír eso ya que la verdad desde que te conocí me impactaste, no hubo un instante que dejara de pensar en ti. -¿En serio? ¿Que es lo que más te gustó de mi? -¡Todo tu cuerpo!
-Jajajaja… -Si me encantó, y más tus nalgas, tu forma de vestir, la forma de caminar… -¿En serio?, me halaga escuchar eso. -Podremos repetir esto. -No lo se, pero fue algo para no olvidar…
Y ella suspiró.
Autor: Jorge.
muy bueno…!!!