Le apoyé la cabeza de mi verga en la puertita del culo y fui metiendo de a poco porque le dolía mucho, cuando entró la mitad paré para que se acostumbre un rato, luego se la metí hasta los huevos de un solo empujón. Ella gritó y soltó unas lágrimas, la abracé y la besaba hasta que ella se empezó a mover y a gemir porque le llegaba otro orgasmo, yo no pude más y le llené el culo de leche.
Mi nombre es Alejandro y voy contar lo que pasó con mi hermana la cual llamaré Luz para mantener la privacidad de ella, primero la voy a describir: mide 1.70, morocha unas tetas 95, una cola bien rica y un coño espectacular.
Resulta que los dos estamos divorciados y compartimos el alquiler del departamento, entonces hace unos días tuve que ocupar la compu que está en su cuarto cuando ella dormía, todo más o menos premeditado porque ya hace bastante tiempo que empecé a leer estos relatos y ahí me despertó las ganas de culearme a mi rica hermana…
Siguiendo con la historia, entré y ella dormía desparramada en su cama solo con rota interior blanca, muy chiquita, la cual dejaba ver todo lo cual me hizo parar la pija de inmediato.
Me senté en la compu y la encendí pero mis ojo la estaban desnudando, ah olvidé decir que yo solo llevaba un bóxer, entonces ella se despertó y me preguntó qué hacía a lo que contesté que debía usar la máquina aunque no me creyó porque se incorporó y se acercó a mí y me dijo:
-¿Yo te la puse así?- poniendo su mano en mi verga, a lo que le dije: -Si, por supuesto que fuiste tú… -¿Te caliento? -me preguntó. -Si mucho, es que sos una diosa y al verte así casi en pelotas se me paró la pija de una.
Ella sin decir nada e empezó a restregar el pene por encima del bóxer y luego lo bajó para darme una gran mamada…
Se la metió de repente hasta la campanilla, subía y bajaba de tal forma que casi me hace acabar al instante pero la tuve que parar para no terminar ahí, entonces me paré y la empecé a desvestir, le arranqué el corpiño y sus hermosas tetas quedaron ante mí.
Las empecé a chupar y morder mientras ella gemía sin parar, yo seguía mordiendo y chupando sus pezones, con las manos fui bajando su tanguita hasta llegar al suelo.
Entonces la acosté en su cama y recorrí todo su cuerpo con mi lengua hasta llegar a su conchita que es una belleza, aunque depiladita (me gusta con un poco de vello púbico). Empecé a comerle la concha hasta hacerle llegar su primer orgasmo y yo bebiendo todos sus jugos.
Me levanté y la besé para que bebiera de sus propios jugos a lo que ella respondió con mucho placer, como yo no podía más, tenia las pelotas re duras como para explotar, me puse encima de mi amada Luz y me hice una cubana con sus tetonas, aunque no pude durar mucho y descargué mi leche en su cara y en la boca de mi Luz, ella para mi asombro lo que no se pudo tragar de una la juntó con la mano y se lo comió todo.
Yo estaba en la gloria pero no podía dejar la oportunidad de cogerla por todos lados, cuando ella se paró y se fue a lavar, yo mientras ya estaba empalmado de nuevo, cuando entró a la habitación y me vio dijo:
-Mi amor, ¡que dura la tienes de nuevo! -Sí mi Luz ahora te voy a coger esa concha.
Y me lancé sobre ella a comerle de nuevo las tetas, ella no aguantó y se puso sobre mí y se la enterró toda, yo le seguía chupando las tetas…
Con la mano izquierda le empecé a acariciar el culito, ella jadeaba con locura pero cuando le hice presión en su hoyito me paró de repente diciendo que por ahí no porque no lo había hecho nunca por miedo al dolor, entonces la tranquilice diciendo que yo la iba a cuidar, aunque no muy convencida aceptó.
Entonces me lubriqué un dedo con sus propios jugos y se lo fui metiendo despacio, cuando se dilató un poco me dijo que ya no le dolía (esas fueron las palabras mágicas), le metí otro y gritó un poco pero después se empezó a mover sola porque ya lo disfrutaba.
Me dije es el momento y la hice parar en el piso y con las manos apoyada en la cama, me lubriqué con una crema que ella tenía y le lubriqué su culito, primero con la lengua y después con la crema…
Le apoyé la cabeza de mi verga en la puertita del culo y fui metiendo de a poco porque le dolía mucho, cuando entró la mitad paré para que se acostumbre un rato, luego me dijo:
-Paremos acá porque me duele-dijo ella -Perdón pero no puedo- le dije y se la metí hasta los huevos de un solo empujón.
Ella gritó y soltó unas lágrimas a lo cual la abracé y le besaba el cuello pero sin moverme hasta que ella se empezó e mover y a gemir porque le llegaba otro orgasmo, yo no pude más y le llené el culo de leche.
Después nos besamos como locos y ahora dormimos en la misma habitación (bueno cuando dormimos porque la pasamos cogiendo y le hago el culito todas las veces)
Espero les haya gustado mi experiencia y les agradezco sus comentarios.
Autor: Ale