Me puso de espaldas y empezó a meter un dedo en mi culo, luego dos, mi esfínter se dilataba, él mojaba sus dedos y metió el tercero, grité de dolor, pero a poco se fue pasando, me besaba y mordía las tetas, el cuello y sus dedos no dejaban de entrar y salir, era una extraña sensación entre dolor y placer que cada vez me gustaba más.
Mi nombre es Claudia y les voy a contar como me cogió mi primo. Como su verga penetraba y yo gritaba de placer cuando lo hacía.
Mi primo es 10 años mayor que mi, él tiene 28 y yo 18. Él es alto, tiene un cuerpazo de atleta por sus ejercicios diarios, su cabello es claro, su piel, acariciada por el sol, era casi morena…
Yo no me quedo atrás, tengo un cuerpo normal, con muy buenas piernas, pechos de buena talla y sobre sale mi hermoso culo, no lo digo yo, me lo dicen a diario los chicos por todos lados donde voy.
Todo sucedió un día en que íbamos hacer un viaje, como no cabíamos en el auto nos fuimos en la paila los dos, al principio empezamos a platicar. Luego para no quemarnos mucho nos tapamos con una cobija.
De repente sentí sus manos en mi pierna. Yo sentí extraño porque aunque yo me moría por él no sabía que también le atraía…
Así fue tocando y acariciando mis piernas, mis pechos y luego metió cuidadosamente sus dedos en mi vagina.
Yo sentí tan delicioso que no le dije nada, solo lo quedé viendo y él tenía una cara de excitado, eso también me excitaba más a mí. Luego de eso me dijo acuéstate. Y yo le hice caso.
Me tapó con la cobija, ya que no nos podían ver, y él se quedó sentado, y me dijo cómetela, y yo empecé a mamarle su verga…
Primero se la lamía luego le daba unas mordiditas y hasta que él me la metió toda, no sé cómo me cupo porque era tremenda verga la que se cargaba, le tocaba sus bolas y eso hizo que se le escapara un gemido.
No aguantábamos, los dos queríamos comernos pero no podíamos por que nos iban a cachar. Luego le dije es mi turno y el se acostó y yo me levanté, abrí mis piernas y él empezó a lamer mi vagina que estaba bañada y bien lubricada gracias a lo excitada que me ponía…
Él estuvo lamiéndome, besándome hasta que no pude más y me vine, sentí tan rico que solo le daba las gracias. Mientras me hacía sexo oral tocaba mis pechos y me los acariciaba, se sentía tan bien.
Luego de eso cuando llegamos a la casa de mi tía todos se fueron a comer, yo dije que me dolía la cabeza y él tan amable no me quiso dejar sola cuando ya todos se habían ido.
Nos fuimos a la sala, él con un tremendo beso me dijo:
-Hoy vas hacer mía…
Yo estaba a mil y no podía creer que al fin iba a tener dentro de mi su preciosa y jugosa verga, me acostó en el sillón y empezó a besarme toda, luego besaba mis pechos mi estómago y se fue abajo con mi vagina…
¡Que rico sentía! hasta que le dije:
-Métemela ya no aguanto más…
Vino, me quitó todo el hilo que andaba puesto, separó más mis piernas y me empezó a meter más su verga muy despacio luego más duro…
Yo sentía que estaba en las nubes, y tenía un orgasmo tras otro, así me la metía y sacaba, yo notaba como su verga estaba cada vez más brillante por mis jugos, luego me dijo:
-Siéntate encima.
Ahí empecé a cabalgar encima de él mientras tocaba y chupaba mis pechos, sentí una sensación increíble que le pedía más y mas, después de venirme como cinco veces y bañar su miembro con mis jugos me dijo:
-Tú eres mi puta así que te la quiero meter por el culito.
Me puso de espaldas y empezó a meter un dedo en mi culo, luego dos, mi esfínter se dilataba, él mojaba sus dedos y metió el tercero, grité de dolor, pero a poco se fue pasando, me besaba y mordía las tetas, el cuello y sus dedos no dejaban de entrar y salir, era una extraña sensación entre dolor y placer que cada vez me gustaba más.
Me dio un beso de lengua, que me llegó hasta la garganta y puso su verga en la puerta trasera, me penetró lentamente mientras seguía besando mi cuello, yo casi no sentía dolor, le dije:
-Métela de una vez que no doy más.
Mi primo, obediente, la metió de un golpe, me dolió un poco pero luego el placer que sentía era exquisito y le pedía más y más…
Él agarraba mis nalgas y me las besaba mientras me estaba dando por atrás, su respiración en mi nuca me ponía más excitada, con mis dedos logré dos orgasmos más.
Luego sacó su verga, tan grande dura y mojada, para terminar encima mío todo su semen en mis pechos, en mi boca…
Llegó a ponerme su verga en mi boca para así tragarme un poco de su leche, y lo hice, así estuvimos casi toda la tarde…
Esa fue la experiencia más deliciosa que he tenido.
Cabe mencionar que fue mi primera vez y con un hombre al que estaba enamorada por muchos años esa fue una experiencia inolvidable, luego de ese día hubo muchas más pero luego se las cuento.
Aguardo sus comentarios, gracias.
Autora: Claudia
k rico relato…
hber si cuentas mas..
m gustaria conocerte..
se puede?
Me excitó muco. quien fuera tu primo.