Bueno, después de tanto pensarlo les quiero relatar mi historia. Soy un chavo de 19 anos y vivo en el estado mexicano de Guanajuato. Soy de tipo muy flaquito y facciones muy finas con una linda carita según una de mis novias, lo que siempre me ha causado problemas con algunos de mis compañeros que me tachan de gay. Mido 1.65 y peso alrededor de los 60 kg.
Hace ya casi seis meses que caí a esta página y siempre leía el tema hetero e infidelidades nunca me interesaron los demás temas aunque respeto todas las otras formas de pensar. Pero pasemos al tema que quiero compartir y les aseguro es totalmente real, no tengo tanta imaginación y no son fantasías de hetero confundido.
Mi familia esta conformada por mi madre, una preciosa mujer de 46 años, mi hermana mayor que está por cumplir los 28, una hermana menor de 18, y otra que murió hace años y ahora tendría 24. Mi hermana mayor se llama Casandra y tiene un novio desde hace ya casi cuatro años. Nunca he tenido una buena relación con ella desde que murió mi padre porque yo me quedé como la figura paterna y al tratar de hacerle entender de su desenfreno y excesos he tenido muchos problemas con ella.
Ella está muy buena y siempre ha tenido muchos novios incluso mis amigos siempre me habían confesado que se la cogerían sin pensarlo. Su novio llamado Rubén, el maestro en el Instituto donde estudio mi hermana y desde que se hicieron novios lo traía a la casa y salía con él a las fiestas familiares, mi mamá se lleva muy bien con él.
Por mi parte yo tenía una buena relación con él a pesar de que con mi hermana pasaba hasta semanas que no me hablaba por tonterías como el hecho de no poner la ropa sucia en el canasto. Rubén me había invitado a jugar con él en un equipo de futbol los sábados por la tarde con sus amigos y algunos alumnos del Instituto, de donde partíamos a su casa a tomar unas cervezas y ver los juegos del sábado. Sus amigos también hacían bromas acerca de mi aspecto delicado, pero de ellos no me molestaba y los tomaba muy a broma.
Un día se iba a casar una prima y nos invitó a todos a la fiesta. Se me olvidaba comentarlo, tengo una novia, María a la que le encanta la música regional de México llamada cumbia. Como yo no sabía bailar muy bien le pregunté a Rubén si él podría ayudarme ya que él si lo hacía muy bien y aceptó de buena manera y hasta ofreció su casa.
Estuve yendo por un lapso de dos semanas cada tercer día, pero se me dificultó más de lo normal, así que él tenía que tomar mis piernas y moverlas tal como debia hacerlo, me tomaba de la cadera y las movía, e incluso él hacía el papel del hombre y me bailaba como a una mujer, intentando que aprendiera más rápido. Un día noté una tremenda erección bajo su pantalón corto que me desconcertó un poco, pero no dije nada y el decidió dar por terminada la lección poco tiempo después. Yo no mencione nada y regrese a dormir a mi casa que no estaba muy lejos.
Pero esa noche tuve un sueño donde un hombre moreno me cojia en unas escaleras y yo gritaba como una puta que quería más y mas. Nunca había tenido ese tipo de sueños, pero me dejo muy caliente y pensativo. Ya por la noche me di una escapada con mi novia con la intención de tener sexo, lo cual se dio como tantas otras veces, sin mayores problemas me excité tanto que a los 20 min me estaba vaciando dentro de ese delicioso coñito que me encantaba. Ya con eso me quede más tranquilo.
Dos días después de lo sucedido con mi cuñado en su casa, llegué a mi casa muy tarde debido a que me quede en la escuela hasta tarde resolviendo ejercicios para un examen muy importente. La casa tiene tres diferentes entradas y decidí entrar por una de las traseras para no despertar a nadie ya que crei que todos estaban dormidos. Cual va siendo mi sorpresa al descubrir a mi hermana recargada contra la barra de la cocina y mi cuñado empujando una bu
ena verga en el culito de ella. Le daba unas embestidas que la hacían gritar cosas como -Más! Más papito, ¡dale verga a tu puta! ¡Que rico papito! ¡Uuyyy ya me vengo! Dame la leche adentro papi, llename de mecos por favor. Rubén solo gemía y hablaba poco, pero cuando aceleró su ritmo dijo:
– ¡Ya está putita! Pide leche, ya vengo! pidelaaaaa! Haaaaa! Siiiii!. Mientras yo no se desde cuando me había sacado la verga para masturbarme y correrme casi al mismo tiempo que el, pero desde atrás de la ventana. Me limpié la leche bajo la camisa y regresé a la puerta principal para darles tiempo de que se arreglaran sus ropas ya que solo se habían bajado los pantalones el, y mi hermana el pantaloncito de una de las tantas pijamas que usa para dormir, así que no necesitaban mucho tiempo. Cuando hice sonar las llaves en la mesa, salieron desde la cocina como si nada hubieran hecho, aunque mi hermana se notaba un poco sorprendida de verme.
-No te hablo mama?- Pregunto con esa indiferencia con la que siempre lo hacia. –No. Me limite a contestar. –Como estas Rubén? Pregunte dirigiéndome a él. -Muy bien, contestó él. – estaba por irme,. Tu madre me llamó para que me quedara un rato con Casy.
-Ha que bien. Contesté yo. -¿Por que? Pregunté. – Se ha muerto una prima de tu mamá y ellas se han ido al velorio, y como ya sabes que ha Casy no le gustan esas cosas pues estoy aquí con ellas un rato. – Pues que bien. Conteste yo sin poner mayor importancia, ya que nunca fui muy asiduo a la familia lejana de mi mamá. – Yo creo que me cambio y voy por ellas.
-Bueno, nos vemos. Y te espero el lunes para la última lección ¡he!- Si claro ahí nos vemos -Contesté, notando una mirada de deseo que me sacó de onda por completo, pero después pensé era debido a que tal vez no había tenido con el culito de mi hermana y seguía con la sangre hirviendo, ya que tenía abultado el pantalón en la entrepierna.
Esa noche me desperté un poco caliente al recordar como mi cuñado se cojia a mi hermana. Nunca había visto coger a dos personas, había visto algo de videos pornos, pero nunca en vivo. Lo curioso era que recordaba más a el y los empujones que le daba a ella y su verga entrando y saliendo del culo de mi hermana que ha decir verdad tiene unas nalguitas bien firmes. Estaba muy perturbado recordando esas imágenes que entre esta pagina de relatos y di click en relatos gay buscando casos como el mío, encontré pocos pero me puse a leer algunos y hubo uno que me calentó tanto que terminé masturbándome mientras leía la historia de como un amigo rellenaba el culito virgen del protagonista.
Me calenté tanto que decidí meterme un dedo por mi ano como alguna vez lo hizo mi novia. La experiencia fue muy placentera y termine con una corrida espectacular, a pesar de la corrida que ya me había dado horas antes. Salí por un papel para limpiarme y al final terminé por tener algunos remordimientos y como la vez anterior al día siguiente terminé por buscar a mi novia para reafirmar mi condición de hombre.
Se llego el lunes y decidí ir a la última clase con Rubén. Pero esta vez lo hice más nervioso de lo normal por lo ocurrido los días anteriores y me mostré muy nervioso y torpe, por lo que el tubo que volver a tocarme y repegar su cuerpo al mío al bailarme y enseñarme los pasos. Y dada nuestra complexión, la de el es mucho más grande que la mía, de verdad parecíamos una pareja bailando muy sexy. Así que esta vez fue a mi al que se le paró la verga y él se dio cuenta de inmediato pero no dijo nada y hasta me pegaba más su paquete a mi culo.
Yo no aguante más y me despedí de inmediato, casi salir corriendo y al despedirme solo noté una risita libidinosa en Rubén. Al llegar a mi casa paso lo mismo, tenia una erección que solo se me bajo al correrme sobre mi pecho mientras me metía el dedo medio en mi culito que escurría de placer. Tomé mi semen del pecho con mis dedos y me los estuve untando en mi culito caliente con lo que sentí un placer indescriptible nunca antes experimentado.
Se llegó el día de la boda. Yo estaba bastante aburrido y deseaba irme a casa, pero mi madre no me dejo ir pensando que llevaría a mi novia a casa a coger con ella, pero en ese momento yo solo pensaba en la verga de Rubén y la idea de poner tenerla en mi mano o en mi boca, estaba desatado, ya no me importaba nada, solo quería experimentar ese p
lacer del que tanto hablan en esos relatos que había leído. Tenía una curiosidad muy grande de que mi culito sintiera algo más grande que mi dedo. Y que mejor que la verga de mi cuñado para que lo hiciera. Y las cosas sucedieron como por arte de magia.
A eso de las 10:30 mi hermana llego con Rubén a nuestra mesa y él parecía algo tomado. Se acercaron para despedirse ya que ella estaba molesta porque ella no quería irse, pero tampoco quería dejarlo ahí a que siguiera bebiendo. Fue cuando mi mama propuso que yo lo llevara a su casa en el choche familiar y después regresara a la fiesta por todos los demás. Los ojos me brillaron de emoción, el corazón latía a mil y sentía que se me salía por la boca. Mi hermana se quedaba y solo iríamos Rubén y yo en el auto. De inmediato intenté apoyarlo para llegar hasta el auto aunque no podía hacer mucho, pero él tampoco lo necesitaba demasiado, ya que caminaba normal, solo un poco adormilado. Cuando lo llevaba así, pude sentir un olor a macho, a hombre, a un macho coge viejas como ya lo había comprobado al verlo montar a mi hermana.
Entramos al auto y salimos del estacionamiento y nos alejamos algunas calles adelante cuando me dijo que doblara en la esquina, cosa que hice aunque me pareció extraño pues no era la ruta de su casa. -Parate antes de llegar al cruce. Me dijo de la manera más normal y lo hice. –Dejame conducir a mí, pásate de este otro lado. Me dijo casi ordenándome, pero lo obedecí sin mencionar palabra.
-¿Apoco te creíste el cuento? Me preguntó casi riendo. -¿No estás borracho verdad? Le conteste con el mismo tono. -Claro que no!. Solo quería darte un regalito especial y creo que esta es la mejor noche para hacerlo. –Me dijo tomando mi hombro. -¿Y que es? Contesté yo con asombro.
-Lo que estabas buscando. –Y tomó mi mano llevándola a su paquete y restregando su bulto. Yo la quité enseguida haciéndome el sorprendido e indignado pero sin hacer tanto teatro. -No se ha que te refieres. -Le contesté. -Venga, hazlo más fácil para los dos se que tienes ganas de sentir una buena verga y yo estoy dispuesto a dártela a probar.- Me dijo mientras subía y bajaba su mano de aquel pito enorme y que ya comenzaba a ponerse duro.
Lo vi por algunos segundos mientras no apartaba mi vista de esa cabeza brillosa y tronco venoso mientras resonaban sus palabras en mi cabeza. Y sin pensarlo aparté su mano de esa verga y comencé a masturbarle más aprisa de lo que él lo hacía. Y tras unos segundos, me incliné para metérmelo en la boca. No le encontré sabor al instante, solo un penetrante olor y un sabor acido que al cabo de estar sacando y metiendo en mi garganta fue adquiriendo un agradable sabor que me estaba poniendo loco. A pesar de que nunca habia mamado una verga, no lo hacia tan mal ya que él gemía y gemía hasta que me dijo.
-Así ¡perrita! Muy bien, sabía que eras una perrita mama vergas!
Esas palabras retumbaron en mi cabeza y me envolví en un exitacion que recorrio todo mi cuerpo. No lo podía creer, me gustaba mucho mamar una verga! Y no solo eso, me encantaba que me trataran en femenino y me hablaran como si fuera una puta. Rubén se dio cuenta de inmediato, ya que continuó calentándome con frases como -¡sigue putita! Que bien lo haces, eres una experta! ¡Mira que putita es mi cuñadita! Estaba en el cielo y solo quería que llegáramos a nuestro destino. Lo que hicimos como en 15 min. Me había llevado a su casa.
-Esto haremos. Tú llegarás manejando, fingiremos que estoy tomado, estacionaremos el auto como si nada y me llevaras a casa, entraremos y cerrarás la puerta. ¿De acuerdo?
Solo contesté que si sin hacer preguntas lo que después supe era porque en la calle donde estaba su casa habitaban personas bastante chismosas y no dejaban de cuidar la vida de los vecinos.
Cuando entramos haciendo el ritual que planeo. De inmediato intente seguir mamándole la verga, pero él no me dejó y me llevó a su habitación.
-Ponte solo esto.- me ordenó.
No lo podía creer, era una tanga muy sexy, la que no era nueva y supuse estaba usaba.
-¡Es de tu hermana! No sabes la cogida que le di en el baño del salón en la fiesta.
Wow, eso me puso muy caliente estaba a punto de ser cogido por primera vez por un macho que se cogía a su novia en lugares públicos y aparte se quedaba con la ropa interior. Entre al baño todav&i
acute;a muy nervioso y me desnude tan rápido como puede, poniéndome esa tanga que me quedo muy bien dado la similitud física con mi hermana y lo poco dotado que estoy. Salí del baño y él ya estaba al centro de la cama, desnudo solo con un calzoncillo blanco apretado que dejaba ver un gran bulto. Me acerqué temeroso y él se relajo abriendo las piernas acostado boca arriba.
Me fui escurriendo hasta llegar a su bulto y darle un beso por encima de la ropa, entonces subí a besar sus marcados pectorales y sus lindos pezones que estaban bien duritos. Fue cuando traté de buscar su boca y me detuvo al instante y me dijo lo que sentí marco mi entrada al mundo gay.
-Espera un momento. Yo no soy gay, me encantan las tetas grandes y los culitos firmes. Me fascina meterle la verga a tu hermana por todos sus agujeritos. Te voy a dar verga porque me pareces muy femenino y tu culito es virgen. Pero no te besare y mucho menos me voy a dejar penetrar. En esta relación yo seré tu macho y tú serás una putita caliente que pedirá verga cada vez que el culito se te haga agua de la excitación. ¿De acuerdo?
Me quedé pensativo, al final acepté ya que estaba muy caliente y solo quería su verga en mi culo. Le baje su calzoncillo y saque su verga que medirá algo así como 20-22 cm cuando está completamente firme. Le pasaba la lengua por el tronco y le humedecía la roja cabeza para que estuviera muy húmeda y se me resbalara hasta donde me cabía. Lo hice por cinco minutos donde chupaba y chupaba y le daba pequeñas mordidas con los labios y lo hacía gritar de placer. Me detuvo de repente y me hizo ponerme a cuatro patas, pero le hice saber que prefería y lo hiciera de frente pero no cedió.
Me estuvo dando unas nalgadas y cada vez lo hacia más fuerte. Me fue bajando poco a poquito la tanga de mi hermana hasta dejarla a un lado en la cama. Me lubrico no se con que ingrediente, y me fue metiendo un dedo despacio, cuando intento meter dos, sentí un dolor horrible y nada de placer y se lo dije.
-Tranquila perrita, no es el primer culito que desvirgo, el de la putita de tu hermana fue muy sencillo y se que este también. –me dijo con una sexy voz cerca del oído.
Después se dedicó a morderme la oreja y continuar abriendo paso con sus dedos esa cola que después me habría de proporcionar tanto placer. Cuando sintió que ya estaba listo, vi por encima de mi hombro que hacia algo con su verga y supongo que se ponía un condón. De repente, sentí esa cabeza en contacto con mi esfínter, estaba a un paso de cambiar mi vida, bastaba un empujón para que entrara esa verga y estar del otro lado, del lado de los hombres que se han dado el gusto de tener una verga en su interior. Me ordenó que se lo pidiera, y así lo hice.
-¿Estás lista mamita? Pídeme que te la meta. -Metela papi, párteme el culo como lo hiciste con mi hermana. Hazme sentir mujer con tu verga dentro de mí.
Y al instante entró la cabeza, yo de forma instintiva cerré el esfínter y me pidió que me relajara. No intentó meterla más, en cambio, me dio una nalgada tan fuerte que me hizo gritar, y luego otra más. Yo había escuchado que eso se hacía cuando el culo se cerraba pero nunca lo creí. Y ahora, ahí estaba yo abriendo el culo de una forma casi natural para que mi cuñado hiciera de mí la putita que soy.
La metió un poco y luego más hasta que ya la tenía toda adentro, lo que supe porque sentí sus huevos en mis nalgas. No lo podía creer, todo lo que había leído era verdad, es fantástico tener una verga en el culo. Como envidie a mi hermana, y en general a todas las mujeres por tener ese placer sin temor a prejuicios y represalias de la sociedad. Es fantástico que te metan una verga, y Rubén lo hacia como un maestro, la saco casi toda y de inmediato la empujo hasta el fondo provocándome el mejor placer que jamás hubiese imaginado. Wow! que sensación, la metía y la sacaba de una forma deliciosa mientras me decía muchas de obscenidades y me tomaba de la cintura para facilitar las embestidas.
Duró más de diez minutos así hasta que me concedió cogerme de frente, puso una almohada para levantar mi culo y subió mis piernas a sus hombros, entonces al verlo así, pude sentir el placer que sentían mis novias cuando yo hacía lo mismo, aunque el novio de mi hermana se veía más grande y masculino que yo. Me dio un poco de pena y no l
e sostuve la mirada.
-¿Que pasa mami? No quieres ver como te da verga tu macho. Grita que te gusta, es lo que estabas buscando ¿no? -Si papi, claro que deseaba tu verga. No sabes como lo disfruto, metela, métela más como se la metes a Casandra. Rómpele el culito a tu nueva cuñadita. -Si putita, que culito más delicioso tienes, me tienes por acabar. -No lo hagas papi, dámelos en el pecho.-estaba desatado, quería de todo.
Continuó así por un rato más hasta que se salió de mí y se hincó a mi lado, me ofreció su verga y yo como una becerrita busqué ese biberón enorme al que ya soy adicta. Creo que esa vez lo hice mejor que antes porque fue tanta su emoción que me empujo la verga muy hondo y me dieron muchas ganas de vomitar así que corrí al baño pero cuando ya estaba hincado las ganas se me fueron. Me levante y me paré frente al lavabo. Rubén llegó unos segundos después y sin decir palabra me levanto una pierna y la apoyó en el WC, me inclinó hacia delante y esta vez sin consideraciones me la metió de un solo empujón.
Gemí como una loca, que placer, y comenzó a bombear mientras yo lo veía por el espejo. Yo, un heterosexual convencido, con una novia hermosa que me esperaba en la fiesta, siendo cogido por el semental novio de mi hermana mayor. Que placer sentí al verme ensartado por esa verga, me movía al ritmo de sus embestidas, envidie una vez más a las mujeres por el placer que pueden llegar a sentir cuando un macho les mete la verga, solo quería que ese momento no acabara, pero él entre gemidos me anuncio su venida y sin sacarme la verga de mi culito, se vino dentro de mi. Que placer más grande, yo no me había venido pero aun así una verga me había hecho tocar el cielo de placer.
-Tómalos perrita, son tuyos, estos mecos serán tuyos cada vez que necesitas verga.-me decía mientras terminaba de moverse dentro de mi.
Salimos del baño y comenzaba a escurrirme por las piernas su semen, lo que me tenia aun muy caliente porque yo no me había venido, y empecé a masturbarme pero él apartó mi mano y no lo permitió.
-Heee. No, te enseñaré a experimentar orgasmos solo con tu culito y aprenderás a correrte sin que te masturbes. Serás capaz de vaciarte solo al sentir el placer de tener mi verga alojada en tu lindo culito.
Y me dio la tanga de Casandra, con la que comenzaba a limpiarme sus mecos pero tampoco me lo permitió, me dijo que era para que me la pusiera bajo mi ropa y regresara a la fiesta con el culito abierto y escurriendo de su lechita. Cosa que hice y confieso me puso muy caliente.
-Ya vete, que es muy tarde y sospecharan. Yo voy a descansar para recuperarme porque mañana llevo a Casy a desayunar y después querrá su ración de verga.
Salí de su casa y abordé el auto y me dispuse a regresar a la fiesta, pero era tanta mi calentura que mientras conducía me saqué la verga y me comencé a masturbar hasta que eyacule de forma espectacular que salpiqué muchos lados en el auto. Tan rápido como puede limpié todo y para cuando llegué a la fiesta lo hice de lo más normal. Mi mamá estaba muy enojada por la tardanza y mi hermana mayor más, ni siquiera preguntó como estaba Rubén.
Salimos de la fiesta media hora después y dejamos a mi familia en casa, pero había que llevar a mi novia María a su casa, cosa que hice, pero camino a ella, se empezó a poner muy cariñosa y quiso sacarme la verga para chupármela, no se lo permití y se enojo conmigo. Pero estaba con el culo abierto escurriendo semen de mi cuñado ¡y aparte llevaba la tanguita de mi hermana!
Regresé a mi casa y antes de dormirme decidí masturbarme una vez recordando la grandiosa verga que se había comido mi culito. Y también pensé en la enojada que se daría mi hermana mañana por la mañana al descubrir lo deslechado que estaría su macho, sin saber que fue su hermanito, con el que se lleva «tan bien», el culpable de vaciarle los huevos.
Han pasado algunos meses desde esa ocasión, y las cosas han ido a mejor. Mantengo una doble relación con mi novia y mi cuñado Rubén aunque disfruto mucho más las embestidas que me da la verga de mi cuñado que lamerle el coñito a mi novia. En los próximos relatos comentaré como me compartió con su amigo y me dieron una cogida soñada; como montamos un teatro para que
hiciéramos un trío con mi novia y él aprovechara para meterle la verga a María hasta el cansancio y de como le ayudé para que le desvirgara el culito a mi hermanita, la que también tiene un culito delicioso como sus hermanitas mayores.
Cualquier comentario o historia que deseen compartir, lo pueden hacer a mi correo.
Autor: salvatoredevita salvatoredevita (arroba) hotmail.com
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