Ya conocen como empezó esto, ahora les contare el segundo encuentro de Mari, con su compañero de oficina, con los detalles con que ella me lo contó.
A los tres días del primer encuentro, él volvió a invitarla a salir, esta vez Mari acepto de una, luego de bastante tiempo sin una brega y después de una buena encajada dias atrás, estaba más caliente que antes, salieron de la oficina y sin mas tramites se dirigieron al hotel donde tan bien lo habían pasado hacia tres días, en el trayecto, fue ella quien tomo la iniciativa, se apretó junto a él, paso su brazo izquierdo por sobre el hombro de él y con su mano derecha comenzó a acariciar su verga, la que inmediatamente despertó y se fue endureciendo, Mari le bajo el cierre y metió su mano dentro del slip toma la verga y lo comenzó a masturbar.
Arribados al hotel y dentro de la habitación se quitaron rápidamente la ropa, se abrazaron y besaron con mucha pasión, Mari se arrodillo frente a él y se trago tuda su pija con desesperación y la chupo por largo rato, se tiraron en la cama y allí siguieron acariciándose y besándose, él le pidio que se diera vuelta boca abajo, Mari confirmo que esa era la posición favorita de él, (con la cabeza y el pecho sobre el colchón y las caderas hacia arriba), sin mas ella levanto sus caderas y abrió bien sus piernas, el la penetro, como el primer día de un solo golpe y hasta el fondo, Mari se estremeció y gimió de placer, ante las fuertes embestidas, cerro un poco sus piernas, apretó lo mas que pudo su concha totalmente mojada y acompaño los movimientos de él hasta que tuvo su primer orgasmo, casi al mismo tiempo que él inundaba su linda concha de leche, se separaron y quedaron uno al lado del otro sobre la cama.
El estaba boca arriba, Mari aprovecho y fue recorriendo sus huevos muy suavemente con sus dedos, los deslizo por su culo, y jugueteo con sus dedos en su ano, luego siguió acariciando suavemente la verga, que nuevamente estaba parándose, la tomo entre sus manos, la masajeo con mas fuerza hasta que estuvo totalmente dura, giro sobre él, lo beso en los labios, bajo hasta su pecho, mordisqueo sus tetillas y siguió hasta la verga, la cual volvió a chupar con mucho placer (como saben es algo a lo que no puede resistirse y lo hace terriblemente bien), se acomodo sobre el para montarlo, lentamente acerco su concha a la verga, la que sostenía con una de sus manos y esta vez fue ella quién se enterró la pija hasta el fondo y comenzó a cabalgarlo desenfrenadamente, moviendo arriba y abajo, en círculos y hacia delante y atrás hasta que tuvo otro orgasmo, se levanto rápidamente, antes que él acabe y se llevo la verga a la boca donde recibió toda la leche que su amante derramo.
No volvió a tener sexo nunca mas con este compañero de oficina, aunque siguieron trabajando en las mismas oficinas por varios años.
Les recuerdo que estas dos situaciones se produjeron estando de novios mientras yo estaba en Buenos Aires, luego de estas confesiones, estuvimos un largo tiempo separados, pronto les contare algunas otras transas de mi esposa en ese tiempo y algunas mías. Hasta pronto.
Autor: Eduardo P
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