Desde pequeño me gustaba ponerme la ropa de mis hermanas, todo fue a raíz de que en una ocasión mi mamá me puso unas pantaletas de niña por que nos habíamos mojado y no había más que pantaletas de niña por que mi tío las fabricaba, desde allí me nació el gusto de vestirme de niña, claro que todo siempre fue muy privado, aparte vivía mi vida de niño, en la adolescencia la espinita era más grande, la ropa de mis hermanas era más de mi gusto y me pasaba las mañanas probándome su ropa.
Era un verdadero placer que se compararan ropa nueva, no me aguantaba las ganas de probármela, en una ocasión me había puesto una minifalda de mezclilla con unas panti de licra que me encantaban me puse a gatas frente al gran espejo de la sala y disfrutaba ver como se me veía el trasero así y meneaba las caderas y eso me excitó mucho, me dieron unas tremendas ganas de meterme algo en el culito, volteé y miré unas tijeras en la mesa, empecé a pasar la parte por donde se ponen los dedos por mi culito sobre de las pantis, woooouuu fue una sensación increíble creo que en mi vida he tenido mayor orgasmo, empecé a sentir caliente en mis entrañas y unos aspamos incontrolables haciendo que mis caderas se menearan de un lado a otro, y unos pequeños gemidos salieron de mi boca…
De repente sin ni siquiera haber tocado mi pene eyaculé, sintiendo que me moría, los espasmos no paraban, mis caderas se seguían meneando, quedé tirado en el suelo agotado de placer, sinceramente fue algo hermoso pero me asustó mucho y pensé que había llegado demasiado lejos en mis mariconadas y después de eso dejé de vestirme un buen tiempo.
Pero después de algunos años lo seguí haciendo, pero ya no me satisfacía el solo vestirme, así que empecé a probar metiéndome lo que se pudiera en el culito, era riquísimo, probé con muchas cosa, salchichas, pepinos, zanahorias, plátanos, chorizo etc. Después empecé a buscar algún hombre que me estrenara, lo busqué en la red pues es lo más fácil y discreto, hubo muchas veces que me dejaron plantada, otras que no se decidían así que me la pasé buscando un buen tiempo, hasta que en una ocasión un chavo mostró mucho interés y me llamó.
Nos pusimos de acuerdo y quedamos en que venía a mi casa, yo estaba nerviosísima, me levanté temprano, me depilé, me bañé, me puse unas tanguitas que tenían adornos de encaje, me puse crema por todo el cuerpo, me puse una blusita negra pegadita y una minifaldita de licra que se me encantaba, arriba de eso me puse un pantalón y una chamarra, y me senté a esperar a mi hombre, y ándale que si llego, tocó y abrí, pasó y lo senté en la sala, me senté en otro sillón y cruzamos un par de palabras tratando de romper el hielo, me dijo que si me podía vestir de una vez, a lo cual accedí de inmediato, me paré me dirigí a mi recámara y me quité la ropa de hombre, me maquillé un poco me puse perfume y con el corazón a mil por hora salí del cuarto hacia la sala y me quedé parada a unos metros de él y le dije que le parecía me dijo que muy bien…
Entonces me acerqué y lo tomé de la mano y lo llevé a la recámara, allí se sentó en la cama y me pidió que le modelara, me dijo que le gustaba mucho y que ya lo había excitado, y me preguntó que era lo que yo quería hacer, y le dije que quería que me tratara como su mujer, y me dijo, vente pues conmigo, di un par de pasos y ya estaba en sus brazos, con sus manos en mis nalgas y sus labios en mi cuello, mis manos inmediatamente buscaron su pene que se sentía ya erecto , lo rozaba sobre su pantalón y él no dejaba de recorrer mis nalgas metiendo de vez en vez sus dedos entre ellas…
Yo estaba excitadísima, era todo un sueño hecho realidad y no lo iba a desaprovechar, as&i
acute; que le desabroché el pantalón, bajé su cierre y empecé a tocar su verga sobre de su ropa interior, y sin más ni más saqué su miembro para poder sentirlo mejor, ya no soporté más, me volteé y puse su verga entre mis nalgas, mmmmmmmmmm riquísimo, soñaba con ese momento de que mis nalgas sintieran un miembro entre ellas, después de restregar un momento mis nalgas en su verga me hinqué frente a él para poder probar su verga, la metí en mi boca y empecé a mamar como si ya hubiera mamado muchas vergas, me sentía toda una zorrita, estaba encantada, después me paré y me acomodé empinadita en la cama parando el culito ofreciéndoselo para que lo estrenara…
Me tomó de las caderas y empezó a rozar su verga en mi culito con movimientos muy ricos, yo estaba excitadísima , ¡gemía como perrita!, después de unos minutos vi que no lograba penetrarme pues yo era más alta que él y se le estaba dificultando , entonces nos acostamos en la cama y nos pusimos a hacer un 69 bien rico, yo montada en él le chupaba la verga y él chupaba la mía y mi culito también mientras me manoseaba las nalgas, así duramos unos minutos, hasta que ya no soporté más, necesitaba que esa verga estuviera ya en mi interior, así que me recosté de ladito junto a él, le puse cremita en su pene, me hice a un lado la tanguita, paré las nalgas para que se abriera mi culito, recosté la cabecita de su verga en mi hoyito y empecé a recargar mi culito en él, poco a poco se iba metiendo aquel trozo de carne caliente en mi ardiente culito hasta que de repente sentí su ingle tocar mis nalgas, ¡ya me la había comido toda!
Que rico, me dolía horrores pero me gustaba aún más, era una sensación que no tenía comparación , me sentía toda una nena, toda una putita comiéndose una verga por el culito, gimiendo y moviendo el culo como una zorra en movimientos circulares, de atrás para adelante, apretando mi esfínter y estrangulando aquella verga que me estaba partiendo en dos y mientras él me hacia un buena paja, de repente empecé a sentir ese calor intenso en mis entrañas y unos espasmos empezaron a descontrolarme y hacían que mis caderas se movieran rápido y lento hacia atrás y delante mientras gemía y sentía que mi culito se llenaba de un liquido caliente que hacía que su verga se metiera y saliera más rico, en eso estallé en un orgasmo increíble viniéndome en la mano de él y al mismo tiempo estrellando mi culo en su ingle rápido y con fuerza, ¡mi culo quería más verga en ese momento de éxtasis máximo!
Mi cuerpo se seguía moviendo cada vez más lento pero aun con la verga dentro de mi culito apretándola, quedé tendida sin fuerzas y contenta , pensando en que ya era un putita , una nenita caliente y zorrita, él se levantó, se fue al baño , yo me paré y sentí como semen salía de mi hoyito y escurría por detrás de mis muslos, me acomodé la tanguita , en eso salió del baño , me preguntó que si me había gustado , a lo cual respondí que si, me dijo que ya tenía que irse y lo acompañé a la puerta como toda una nena recién cogida, con el culo lleno de semen escurriéndole en las piernas y en tangas (sinceramente me sentía totalmente realizada), solo dijo, después te llamo y se fue, yo cerré la puerta y así como estaba escurriendo lechita me acosté un rato a reposar el dolor y el placer que aun sentía mi recién desvirgando culito.
Jamás supe de este chico nuevamente, después de esta experiencia decidí ya jamás mariconear, y así lo hice, pero solo durante un tiempo, después volví a mis andadas, pero se las cuento después, gracias por leerme, contáctame, soy de Guadalajara, Jalisco México.
Autor: Patricia Vergara luisa_patriciahot (arroba) hotmail.com
La verdad que la imagen de un tipo disfrazado con una minifalda y ropa interior de lycra, pasándose una tijera por el culo hasta acabar, me hizo reír un buen rato.
Bochorno total.
El resto, pasable.