Al bajar del carro, mientras camino con el maletín de mi Ama, siento su mano en mis nalgas, explorando. Luego, toma una de ellas, la derecha y la mantiene así, mientras voy caminando.
Los empleados me miran y se sorprenden: una gran vergüenza sacude mi rostro, dejándolo como un tomate, me siento avergonzada.
Así, caminamos un rato, hasta llegar a nuestra habitación. Es grande, muy limpia, ordenadita, con fresco olor a lavanda y muy intima, ideal para una Ama exigente y su cachifa. Luego Mi Ama me ordenó arreglarle su maletín y colocar sus cosas en el armario.
La desvestí, poco a poco, y coloqué todo en orden. Le puse su pijama, cortita, de nylon, y sus sandalias. Me hizo sentar, y se colocó entre mis piernas, examinando mejor mi miembro, que ya había tenido en el auto como su juguete, lo toma apreciándolo bien, mirando la cabeza, recorriéndolo de arriba abajo y me dice :
Mamona mantente así, mientras voy caminando, este juguete de ahora en adelante es mío, de nadie más.
Yo sabré cuando debe botar su leche, Yo autorizaré su uso, y nadie más deberá utilizarlo a menos que tenga mi permiso, ¿entendido? Si, Mi Ama, además soy suya por entero, le pertenezco. Todo esto, con el miembro aún agarrado entre sus manos, sin soltarlo.
Luego, me mandó colocarme en el centro de la habitación: Mamona, colócate allí, con las manos en la cabeza, y levanta bien el culo. Así lo hice y sentí inmediatamente golpes con su zapato. Ayy, Ama, Ayy, ¿porque?
Cállate, cachifa, este es tu primer castigo, solo para que sepas que cuando yo lo desee, podré ponerte esas nalgas rojas, para que entiendas que eres solo una cachifa y de vez en cuando necesitas corrección de tu Ama.
Ayy, Ama. Lagrimas salieron de mis ojos, sintiendo además ardor en mis nalgas y mucha humillación. Mi Ama me había puesto donde debo estar.
Luego de terminar mi castigo, me mandó a prepararle su baño.
Levántate, cachifa, necesito bañarme: me buscas mi bata para después del baño, enciende el stereo con música suave, apúrate, mamona. Le preparé su baño, la jaboné cuidadosamente, recorriendo todo su cuerpo, y esmerándole en su entrepierna y su parte trasera, hasta dejarla reluciente. Luego, la sequé, la vestí con su bata, y me puse de nuevo a su disposición.
Mamona: en mi bolso esta un vestidito que debes usar como mi cachifa, Búscalo y te lo pones, quiero verte caminar así, por primera vez como mi cachifa,, muévete,
Ay, mi ama me había mandado hacer un vestidito corto, color rosado, corvísimo. Me lo puse torpemente. Búscate allí unos zapatos, de tacón alto, son para que los uses con ese vestido.
Me puse todo, con los zapatos delicados, de tacón. Camina despacio, delante de mí. Mueve las nalgas, delicadamente, eres una cachifa, y te haré la mejor, la más delicada.
Trato de hacerlo y así, me hace dar varias caminatas, hasta que siente que algo he aprendido.
Te falta muchísimo, Mamona, pero poco a poco podrás aprender si pon es de tu parte. Te compraré una peluca y mañana te quiero maquillada, linda para mi servicio. No quiero una sirvienta desarreglada y descuidada, necesito la mejor.
Si Mi Ama, así será Por dentro pienso que será difícil, pero debo llegar a serlo.
Luego mi Ama me hizo vestirla para salir.
Saldremos juntas y quiero exhibirte como mi cachifa. ¿Así, mí Ama?Así, si, Ay, no, le suplico que no, mi Ama…me arrodillé a sus pies, explicándole que no podría, así, como sirvienta, siendo muy conocida. Al final, se compadeció de mí.
Bueno, de ninguna manera te trataré como hombre, mamona: eres mi sirvienta, mi cachifa, y siempre, aún en público debo tratarte así. Sabrán que solo eres mi sirvienta.
Si, MI Ama, siempre lo seré, y eso es lo que deseo.
Esta bien, entonces, te vestiré con un short y una franela y así me acompañaras esta noche.
Pensando en esta nueva humillación, corrí a obedecerla.
Autor: mamona cachifo (arroba) hotmail.com