Mi Ama durmió placidamente unas tres horas. Cerca de la 1 p.m. la desperté como le gustaba: acercando mi boca a su concha y mamándola suavemente, sentí endurecer su bello clítoris y lo metí en mi boca.
Luego, la mamé como le gusta, hasta que se fue despertando y sentí que se desahogaba.
Uhm, mamona, que rico… ya se porque te llaman así, mí mamona, y esa lengua me hace disfrutar, desde ahora te usaré mas seguido, en cada momento que se me antoje.
Ahora levántate, me bañas como sabes, me perfumas, y me vistes que nos vamos para la playa. Y busca en mi bolso, allí hay un shortico cortico y una franelita muy coqueta, son para que las uses hoy, como mi cachifa personal.
Ay, Ama; no, me daría mucha vergüenza!
Bueno, tienes que superarlo, mamona, y acostumbrarte a salir así conmigo, mija.
Apúrate, que se nos hace tarde.
Roja de la vergüenza, me puse el shortcito y la franela. La bañé, la perfumé, la peiné y la vestí para salir de playa, con un bikini debajo y un short encima, luego una bata transparente linda. Le serví un pequeño almuerzo, ya vestidas las dos, y comimos. Reposó un rato mientras yo arreglaba la cocina, dejando todo limpio…le llevé un café a la cama, y me quedé parada a su lado, mientras terminaba.
Luego salimos y en el auto, mi Ama no dejó de jugar con mi penecito, apoyada en la puerta opuesta a la mía, mientras yo conducía hacia una playa solitaria, pasando por avenidas concurridas. Me sentía muy asustada, pensando que desde otro carro me vieran con mi chuponcito afuera y los pies de mi Ama jugueteando con el.
Luego, ella se acercó y lo agarró un rato, mientras hablaba conmigo de muchas cosas sin importancia, señalando a la gente, o a los sitios que pasábamos, pero sin soltar mi miembro que palpitaba en sus manos. Noté su sentido de pertenencia, como si ese juguete simplemente fuera su juguete, y su propiedad, sirviéndole de relax, de una forma consciente.
Mientras me agarró el miembro, empezó a mover su mano por mis nalgas y las apretaba fuertemente, de una forma muy natural, recorriendo por todos los rincones, hasta el huequito de mi trasero, siempre sin soltar su chuponcito.
Mamona, este culo es mío y el chupón también. Me divierto con todo y debes tenerlo siempre listo para mi, además debes ser muy limpia y aseada, no quiero tener que castigarte por estar mal arreglada o sucia nunca, entendido, mamona?Si, Mi Ama.
Debes ser una cachifa bien arregladita, limpia, bien vestida, que huela a perfume, maquilladita de una forma suave, nada grotesca, pero te quiero muy femenina, muy coqueta siempre. Para eso, me encargaré de escoger tu ropa, te compraré todo a mi gusto, porque quiero mi cachifa muy linda para mi, y siempre bajo mi supervisión.
Tienes que pedirme permiso para todo, ¿oíste, mamona?
(Mientras me hablaba, no dejaba de agarrarme por todos lados, sin soltar el chupón)Nunca debes mirarme directo a los ojos. Nunca te moverás siquiera sin pedirme permiso, ni me hablarás si que te autorice, y todo, todo lo que quieras hacer, deberás consultarlo.
Ni siquiera moverte, ni sentarte, todo eso lo decido yo, mamona.
Si Mi Ama., respondí.
Debes servirme siempre de forma educada, te voy a entrenar para que seas siempre eficiente, pulcra. Y el día que esté segura de que ya lo eres, podré exhibirte frente a mis amigas, así no me harás pasar pena.
Llegamos a la playa y mi penecito casi explota por las caricias de todo el recorrido.
Al bajar, se notaba parado, y yo roja de la vergüenza. Mi Ama se divirtió viéndome así, y una pareja cercana se quedo mirándome.
Ponte este pareo encima…mamona. Ay, no, Ama, por favor. ¡Te ordeno, mamona, que lo uses encima!
Me lo puse y así, con el penecito sobresaliendo por el pareo, llegamos al sitio donde armé una carpa, para las dos.
Allí en la carpa, mí Ama, que estaba excitada, me pidió hacerla feliz. Así que empecé de nuevo entre sus piernas, a hacer lo mejor que siempre hago: mamar una rica cuca.
Cerramos bien por todos lados y solo se escuchaba el rumor de las olas mientras mi lengua hacia su trabajo. Recorrí de nuevo esa cuquita rica, y me metí en la boca su clítoris que ya estaba grandecito y rico.
Ayy, mamona…uhmm…que rico, Mi Ama tuvo dos orgasmos, y luego, se levantó y me hizo acomodarle de n
uevo su bikini.
«Vamos a bañarnos, cachifa.
Salimos, y ella me jalo del pene, sin pudor ni pena, delante de los demás.
Yo, roja de la vergüenza, la seguí, temblando de miedo.
Ella se divertía, y para eso me tenía.En el agua, jugó un rato con mi penecito, mirando a la gente, y sonriendo. Luego, me hizo mamarla de nuevo metiendo mi cabeza bajo el agua hasta que pude contener la respiración.
La gente miraba pero sin detallar nuestra situación.
Así, nos bañamos luego un rato, hasta que mi Ama me hizo guardar todo y salir de nuevo al Hotel Ya en el hotel, cansadas de la tarde de playa, me hizo bañarla, perfumarla y vestirla para descansar.
Mamona, escúchame: Me dejas dormir un rato, Dentro de unas dos horas me traes comida y jugo, me despiertas mamando, y me lo das. Entendido, cachifa? Si mi Ama.
Ahora te bañas, te cambias, te perfumas y maquillas un poco. Luego de que me des la comida, vestida como me gusta, te quitas todo y te acuestas desnuda a mis pies. Luego, me preparas mi ropa de salir, me peinas, me vistes y te preparas tú, con una ropita que te traje, porque vas a ser mi putica y cachifa.
¿Entendido, mamona? Si, mi Ama
Ay, no, pensé para mi, siento que me espera una difícil noche, ay, el ser cachifa de mi Ama Alicia es algo difícil, para una sirvienta como yo.
Pensando en esto, me quedé dormida…
Autor: Mamona cachifo (arroba) hotmail.com