Disfruta aquí de la primera parte de «Descubriendo a mi tia»
Al poco rato de estar ensartada y quieta se empezó a mover y a gemir se movía y a ratos se apretaba y tallaba nuestras pelvis y a ratos alzaba las nalgas para que saliera un trozo de verga y se dejaba caer nuevamente, mientras me empujaba la cabeza hacia sus tetas para que se las chupara o mordiera, de repente sentí como se tensaba, su mandíbula desencajada, suspiraba cada vez más fuerte hasta que emitió una serie de ayes, suspiros y sollozos y cayo desguanzada sobre mi buscando mis labios, nuestras bocas se devoraban una a otra, me arriesgué a darle lengua y su respuesta fue inmediata y sorprendente al sentir su lengua entrelazada con la mía.Cuando se recuperó y sintió la dureza de mi pene dentro de ella se empezó a mover nuevamente, quería más y yo le podía dar más, la juventud se impone.
Pero ahora la baje y la puse de rodillas descansando su cara y brazos sobre el sofá y se la iba a dar por detrás, yo quería sentir en mi vientre aquellas nalgas redondas y firmes, pero me quedaba muy incómoda, un poco alta, así que tomé un cojín y lo puse en el suelo, le pedí que recostara su cabeza en él, al hacer lo que le pedí su grupa quedaba apuntando hacia arriba pero todavía un poco alta, le abrí las piernas y su panocha quedó exactamente a la altura de mi verga. Al ver la flor que se abría para mí, no pude contenerme y acerque mi boca dándole al principio unos besos y luego mi lengua exploró sus rincones, sus suspiros y quejidos me indicaban que estaba haciendo lo correcto.
Me puse de rodillas y de inmediato se la fui metiendo lentamente disfrutaba mucho lo apretado de su coño, la sensación que yo sentía en mi verga al ser apretada y mordida era maravillosa, cuando la tuvo toda adentro y la empecé a bombear ella empezó a mover sus nalgas de arriba a abajo, se frotaban contra mi vientre, redondas, suaves, firmes y hambrientas, casi de inmediato entramos en ritmo, cada embestida mía estaba sincronizada con un levantamiento de sus caderas. ¡Eso no iba a durar mucho! Durante unos momentos le empujaba y jalaba las nalgas y veía como mi verga salía y volvía a entrar, a veces le sacaba la verga hasta quedar solo la punta adentro y se volvía a meter despacito, no podía dejar de pensar que esas nalgas que tenía embarradas en mi vientre , que la panocha que se estaba devorando mi verga, que la mujer que tenía ensartada mientras gritaba mi nombre y pedía más y más era mi tía, mi tía la recatada, la seria, la que en este momento se estaba convirtiendo en mi esclava, eran muchas emociones así que cambié el ritmo empecé darle arremetidas cada vez más violentas empujándola contra el suelo, sus suspiros y sollozos fueron sustituidos por gritos atiplados pidiendo más y más gritando que rico! que rico!, hasta que no pude aguantar, y empecé a bombearla duro sus quejidos fuertes se confundieron con los míos al momento que empecé a venirme dentro de ella, me apreté contras sus nalgas buscando que mi verga llegara a lo más profundo de ella, cuando sintió mi leche empezó gritar e invocar a Dios, yo no paraba de venirme soltaba chorros de leche y podía sentir que salían con mucha fuerza y rebotaban adentro, tuvimos un orgasmo simultaneo y violento, cuando se la saque le escurría leche por las piernas, su pelambre rubia estaba mojada de sus propios líquidos y mi semen.
Se volteó abriendo las pierna para recibirme y yo me subí en ella, mi verga aún semiárida le entró mientras aun le escurría mi lecha de la enorme venida que me provocó la calentura de esa situación tan extraordinaria, con sus piernas alrededor de mis pantorrillas, sus nalgas se alzaban buscando tener toda mi verga adentro, sus movimientos eran cadenciosos y su boca se comía mi lengua, nuevamente se me fue parando la verga hasta lograr una erección total, vas a aprender otra cosa pensé, se la saque y me senté a la orilla del sofá y la jalé para que me la mamara, no tardé mucho, cuando sintió que me estaba viniendo no supo que hacer se me quedo viendo y le dije: sigue chupando, trágate toda mi leche, es tuya!!, La recibió y se la trago toda, le enseñe a exprimirla para sacar las últimas gotas y limpiarla a lengüetazos, lo hizo muy bien, aprendió rápido.
No había duda, mi querida tía no lo sabía, pero era una puta de primera, solo estaba esperando que alguien la iniciara y ese alguien tuve la suerte de ser yo.
– Hoy aprendiste muchas cosas, le dije, mientras con su pantaleta me limpiaba la verga y se limpiaba las piernas y la panocha.
– si muchas cosas me dijeron, gracias a ti.
– Aprendiste a llamarle verga a la verga, aprendiste a coger en diferentes formas, a mamar verga y a tragar leche.
– quieres saber que eres para mí?
– Que soy para ti? me pregunto mientas le daba unas chupadas a mi verga rendida.
– La puta más formidable que he conocido
– ¿Pero me falta mucho por aprender, tú serás mi maestro?
– ¿Si siempre y cuando hagas lo que te pida sin resistencia, sale?
Me dio un beso con sabor a verga y semen y me dijo:
– Me tengo que bañar me dijo, ¿te bañas conmigo?, tengo que ir por tu prima que ya mero sale de la escuela
– No ya me voy, tengo otras cosas que hacer, le dije mientras me vestía.Naturalmente me convertí en su sobrino favorito, cuando teníamos oportunidad de coger lo hacíamos cuando no la creábamos, a veces un rápido en su casa o en la casa de algún pariente, siempre teníamos oportunidad la tomábamos eran bastante intensos, cuando estábamos solos me decía así de sopetón; ven acá méteme la verga y cógeme rápido que estoy caliente o a veces me decía; quiero mamarte la verga dame tu lechita. Había descubierto a mi verdadera tía.
Me confesó que su relación con su marido estaba en un punto neutro, el andaba con alguien de su oficina, casi ni lo ocultaba y a ella no le importaba, estaba liberándose de muchos años de represión autoimpuesta.
Durante mucho tiempo fuimos explorando otros universos, pero como es natural los encuentros se fueron espaciando, ella había encontrado otras fuentes de placer y estaba bebiendo de ellas, bebiendo? nadando, atragantándose, sin embargo nos seguíamos viendo en eventos familiares, cuando nos juntábamos para coger nos poníamos al tanto de nuestras nuevas aventuras, me daba detalles y me pedía detalles, cachonda y perversa comunicación total y abierta por eso no me sorprendió cuando tiempo después, me habló por teléfono para pedirme que le ayudara a mi prima Karla en matemáticas, pero esa es otra historia.