Soy Gabriela una mujer de 35 años, con unos pechos firmes, a pesar de mi edad, morena clara mido 1.65 tengo unas piernas preciosas según mi esposo y soy una gran santurrona quedé embarazada de mi esposo a los 23 años él fue el primero en mi vida, nunca he estado con otro hombre, y hasta ahora la idea no me ha pasado por la mente. Mi esposo tiene 30 años, es una gran persona, aunque algo llenito, tenemos 12 años de estar juntos y nos llevamos bien.
Somos creyentes de que tener más amigos y divertirnos es una parte fundamental de mantener nuestro matrimonio unido, Recientemente tuve una reunión de ex alumnas del colegio de mujeres donde estudie, al terminar la reunión quedamos con 4 amigas de reunir a nuestras parejas y pasarla bien.
Creí que la dichosa reunión con parejas no iba a suceder nunca, sin embargo me llamó Linda, una de mis mejores amigas en el colegio, me dijo que el sábado a las 4:00 pm en su casa se iba a llevar a cabo la reunión.
Llegó el día, me tenía que arreglar lo mejor posible, en esas reuniones critican mucho, así que me puse una falda que mostraba mis hermosas piernas, una blusa pegada y un brassier de media copa, que expusiera mis pechos. Llevé a mi esposo casi arrastras ya que no le gustan esas cosas, íbamos bastante tarde, tocamos a la puerta, mi amiga Linda abrió la puerta, ella tiene 37 años tiene bonito cuerpo nunca tuvo hijos así que lo conserva bastante bien, – pasen a delante- nos dijo, allí estaban ya mis otras dos amigas Lucí y Brenda con sus respectivos esposos, justamente cuando estaba buscando donde poner mi bolsa llegó un tipo de algo así como 1.85 ó por allí, buen porte, se le miraban algunas canas, le calculé unos cincuenta años, tenía aspecto como de alemán o sueco, mi amiga Linda se acercó a él lo tomo por el brazo y dijo -les presento a mi esposo Ralf- le extendió la mano a mi esposo, inmediatamente dijo mucho gusto con un acento extranjero, -guardo su bolso- me dijo extendiendo el largo brazo, le dije gracias apreciando sus músculos, depositándole en la mano mi bolsa, la tomó y se fue al final del pasillo; y entró a un cuarto.
Mi amiga fue muy buena anfitriona hubo música, variedad de entremeses y uno de esos juegos que se saca una carta y se dibuja en un pizarrón, jugamos hombres contra mujeres, por supuesto ganamos las mujeres.
Mi amiga Lucí se despidió de todos y se fue con su esposo, Linda propuso jugar pero tomando shots de tequila por cada error, después de una rondas Brenda también se despidió dejando la reunión, consideré que también era hora de irnos, pero Linda insistió en que termináramos el último juego, porque no me dije a mi misma si de todos modos está divertido.
Después de otro par de rondas, mi esposo tomó un limón con su tequila, casi al mismo tiempo Luci también tomo su trago pero cuando quiso tomar su limón, ya no había limones, así que hizo caras y agitó sus brazos señalando la boca de mi esposo, el rio… sacó la lengua mostrando el limón, no sé cómo fue pero tres segundos después ella lo estaba besando apasionadamente, no lo podía creer. Me levante furiosa, maltraté a todos, caminé hacia el pasillo a buscar mi bolso.
Entre a la habitación era pequeña tenía una cama y un escritorio, la puerta se cerró sola después de entrar, allí estaba mi bolso, justo cuando lo iba tomar entro Ralf, me preguntó:
– ¿le puedo ayudar?
le di un –¡NO!- rotundo justo cuando abrí la puerta para salir
Ralf empujó la puerta con violencia estaba en mi espalda muy pegado a mí, casi al oído me dijo:
Tu marido esté cogiendo con mi mujer, creo que eso me da derecho sobre ti. Estaba nerviosa, utilicé la puerta como apoyo y caímos juntos en la cama, luchaba por soltarme pero era muy fuerte, de alguna manera él quedó sobre mí, tenía mi bolsa aun en la mano, la tomé y le di un golpe con todas mis fuerzas en la oreja, logré levantarme, llegué a la puerta, justamente en el momento que la abrí, no podía creerlo era imposible lo que estaba oyendo, Linda gemía, es mas gritaba de placer, junto a sus gritos los de mi esposo estaban terminando, me quedé congelada, en ese instante Ralf volvió a cerrarme la puerta, la escena se repetía pero ahora dijo: -Vas a ser mía te guste o no-. Yo aun estupefacta por lo que acaba de pasar, no reaccioné, me levantó la falda hizo a un lado mi ropa interior y me penetró, grité de dolor, su pene era enorme, sentía que topaba al final de mi vagina, cada vez que entraba topaba, después de unos instantes sentía una sensación de placer indescriptible, me tomó del pelo jaló mi cabeza hacia atrás y me dijo al oído con su acento raro -Muévete puta-. Esto fue como un banderazo de salida para disfrutar, yo me movía a su ritmo, él entraba y salía, yo gritaba de placer, jalarme el pelo quiero terminar y me dijo -vas a colaborar-, no me moví, di el afirmativo con la cabeza, me di la vuelta, me levantó la blusa, con una mano quitó el brassier dejando mis pechos al aire, los beso, me quitó la ropa interior, me levantó, mi espalda estaba contra la puerta, abrí las piernas y entró de nuevo en mí, sentía que topaba al final de mi vagina, era increíblemente rico, cuando ya iba terminar me dijo: -quiero terminar un tu parte de atrás-. La única vez que me lo pidió mi esposo fue un desastre por qué no deje que entrara nunca, pero ahora era diferente, estaba tomada, excitada y dolida, -de acuerdo- dije, él se salió, me di la vuelta levanté más mi falda y me agache más para que pudiera ser penetrada por atrás, él no lo pensó dos veces, me penetró había dolor y también placer, mucho placer, esto era tan rico que empecé a sentir un orgasmo así que me moví mas y más hasta que llegó, grité de placer, sentí como él terminaba.
Levanté mi ropa interior, tomé mi bolsa y salí del cuarto mi esposo estaba solo en la sala, pase como si un estuviese ignorándolo completamente, se fue de tras de mi diciendo mil cosas, llegamos a la casa sin hablarle tomé una ducha, fui a nuestra habitación y cerré con llave.
Tenía mil cosas en mi cabeza pero una de esas mil era lo rico que había estado.
Mi ex amiga Linda me llamó por teléfono contesté la llamada para decirle que era una perra, en algún momento de la charla bajé la guardia y me explicó que habíamos pasado la línea con mi esposo, si queríamos seguir unidos teníamos que ser de mente abierta, me habló de los matrimonios swinger y otras cosas que eran normal, que estaba de moda, así que me invito a una fiesta en una fecha cercana.
Decidí hablar con mi esposo, explicando lo que mi amiga me había dicho, él lo tomó tan fácil y me dijo que le parecía bien que fuéramos a la fiesta, que le pasaba a todo el mundo. Acaso yo estaba en la era de las cavernas, le dije que iríamos pero que nadie me obligaría a ir de nuevo.
Llegó el dichoso día, volví al look de la falda y la blusita era el que mejor me quedaba, llegamos a un edificio llegamos al piso y apartamento citado. Pasamos adelante, pero esta vez no solté mi bolsa. Había varias parejas con nosotros eran cuatro, allí estaba Ralf, me puse un poco nerviosa, nos explicaron la reglas que ponían las llaves de los hombres en un recipiente, las llaves identificaban con que hombre te tocaba.
En las otras parejas estaba un hombre no tal alto pero no estaba mal, tenía buen porte y el otro hombre estaba horrible, lo único que le ayudaba era que tenía bonitos ojos pero era muy gordo para mi gusto. Se decidió que yo por ser la nueva sacaría primero, no tuve opción, metí mi mano y traté de sacar la de Ralf, todas sacaron sus respectivas llaves.
Llegó el momento y mostré las llaves que me habían tocado, No podía ser, nooooo, me toco con el tipo gordo, no me podía negar estaba allí.
Fuimos a la habitación, me bajé, me desnudé por mi lado, él por su lado, cuando lo vi denudo no mejoró mucho mi opinión, tenía que terminar este asunto, le dije que se acostara en la cama, saqué el preservativo de mi bolso e intenté ponérselo pero no estaba parado, tenía un problema, así que inicie a mamarle su parte hasta que conseguí que tuviera una erección su pene era pequeño, le puse el preservativo y me puse sobre él, entró en mi.
Empecé a cabalgarlo sabía que en esta posición tenía más control por eso la elegí, su pene era pequeño, pero grueso me hacia cosquillas esto no estaba tan malo, conforme aumentaba la velocidad esto estaba mejor y mejor, yo estaba excitada estaba cerca del orgasmo, pero me dijo estoy terminando –haaaaa-, que mala suerte, pensé cuando esto se ponía bueno. Me enojé mucho estaba caliente e insatisfecha; me vestí y salimos de la habitación, estaba ansiosa, quería más. Fui al baño ya que la habitación no lo tenía, por fin lo encontré, tratando de buscar al tipo con que acaba de estar llegue a otro sorteo, en este sorteo habían seis parejas y todos los hombres estaban guapos, me acerqué y pregunté si podía participar, me indicaron que sí, pero que debía tener pareja, busqué al hombre con que acaba de estar, le dije que me siguiera, llegamos al sorteo y participé con el gordito termina rápido como mi pareja.
Me tocó uno de los más guapos no era alto pero estaba bien formado, llegamos a la habitación que tocaba, solo entramos, me desnude para él, lo desnude a él, le hice una mamada para poner el preservativo, estaba cegada por mi deseo de un orgasmo, me puse sobre él para continuar en lo que me había quedado y entonces, la erección falló, su pene estaba pequeño, mira me dijo no puedo usar preservativo se me baja, volví a mamarlo hasta que se paró, subí sobre él de nuevo, lo tenía adentro y bien parado, cabalgué sobre él, una y otra vez, de pronto sentí cosquillas… que rico estaba llegando. Ahora el problema era que él no había llegado, se puso sombre mi, puso sus manos sobre mi cabeza, me besó el cuello, yo abrí las piernas, el entró suavemente, entró y salió lentamente, no buscaba el orgasmo simplemente gozaba, me movía a su ritmo, hasta que lo escuché terminar, me moví mas para que fuera más placentero su orgasmo. Me besó y se levantó.
Me vestí busqué a mi esposo, cuando nos despedimos, mi esposo anunció que nos íbamos a retirar de esto, creo que algo salió mal, bueno no importa al final ya tengo el teléfono de Ralf.
Pues mira, a mi me gusta que a mi novia se la cojan pero no cualquiera, tiene que ser un cabrón que la tenga muy grande porque a pesar de que yo soy muy alto la tengo chiquita. Ya he visto a mi novia con varios de los que yo le escojo y me exito demasiado.
Una vez estaba con un tipo bajito pero con una vergota que se la metía hasta adentro que le dije si podía yo besarla mientras entraba y salía y me dijo que si, pues cual fué mi sorpresa que salió un poquito y yo que me pesco de la cabeza y la empecé a chupar por mucho tiempo y le gustó tanto que hasta se vino muchísimo dentro de mi boca.
Soy de Xalapa y me he encontrado poca gente como el.
La verdad los de aquí la tienen muy chiquita