Al poco tiempo yo vuelvo a cogerla por atrás esa vez. La cogía muy fuerte y ella gritaba que le gustaba y le decía a su marido como le gustaba lo que le hacía. Después me puse en la cama boca arriba y ella se puso encima de mi. Verla cabalgando así sobre mí me puso a cien. Era tan guapa tocándose los senos y con cara de mujer satisfecha con dos machos a su disposición.
Hola, les voy a contar lo que me pasó este fin de semana. Como mi mujer siempre anda de viaje en su familia y se tarda unas semanas antes de regresar, decidí poner algo picante en mi vida. Les quiero decir que mi mujer tiene una libido mucho más leve que la mía y algunas veces me dijo que me buscara una amante para tener lo que quería. Decidí actuar pero quería vivir algo nuevo entonces me puse a buscar una pareja en un sitio Internet local (en Canadá). Encontré a una pareja que la mujer, de 40 años, está guapísima y su marido quiere compartirla para realizar la fantasía de su esposa. Les voy a llamar Sonia y Carlos.
Sonia es rubia, con unos senos muy bonitos, redondos y que llenan la mano de cualquier hombre y unas popas increíble. Además su cuerpo es todo bronceado (siempre se hace broncear desnuda en el patio en verano). Yo mido 6″1 y tengo un buen cuerpo con unas nalgas que sobresalen y un poco velludo. Su marido es más bajito. En la semana estuvimos en contacto por el chat e intercambiamos fotos muy cachondas y eso nos puso al máximo. Decidimos vernos el sábado. Quedamos en que venían a tomar una copa de vino en mi casa y que si nos llevamos bien íbamos a cenar en un restaurante y después íbamos a pasar toda la noche cogiendo a su esposa entre los dos.
Llegaron como a la 4:30 de la tarde y eso era nuestro primero contacto. Les quiero decir que cuando tocaron a la puerta mi corazón latía mucho (luego Sonia me confesó que le quería salir el corazón). Nos saludamos, les hice conocer el departamento y nos pusimos a tomar una copa. Poco a poco nos fuimos conociendo y bajó poco a poco el estrés del primer encuentro. Luego de una hora, Carlos estaba muy a gusto y le tocaba el pecho a Sonia delante de mí sin ninguna pudor.
Yo me estaba excitando mucho y quería tocar yo también pero decidí esperar un poco. Luego decidieron que nos llevábamos bien y querrían seguir como lo planeado. No podía creer que me iba a follar toda la noche a esa maravillosa hembra con su marido. Me daba escalofríos. Antes había hecho un trío con un amigo y una amiga que no eran pareja. Pero esa vez era mucho más excitante. Luego se fueron a vestir en la recámara y Carlos me llevó y me dijo que viera lo que me esperaba.
Su mujer estaba casi desnuda en la recámara. Entonces les enseñé fotos muy cachondas de mi mujer y yo mientras acariciaba las nalgas de su mujer casi desnuda. La acostamos en la cama y empezamos los dos a chuparle los senos. Se puso muy relajada (teníamos apenas dos horas de vernos y tenia un seno de Sonia en mi boca). Después de ese pequeño momento nos vestimos para ir a comer en un restaurante.
En el restaurante, Carlos tocaba los senos de Sonia muy discretamente, además le pasaba la mano sobre la concha también muy discretamente. Yo del otro lado muriendo para tocarla pero tenia que esperar. Hablamos de sexo, sexo, sexo y todo lo que le íbamos a hacer a su esposa
Regresando al departamento se pusieron muy confortables y nos fuimos a la sala donde todo empezó. Yo seguía vestido pero no por mucho tiempo. Entonces Carlos se puso a besar a su esposa y acariciar su concha afeitada. Luego se paró y empezó a tomar fotos de Sonia conmigo. Muy rápidamente empecé a besarla, tocarle los senos y pasar las manos por su concha que rebosaba humedad por la situación.
Me encantaba como besaba esa mujer, con una sensualidad increíble. Ella buscaba mi polla para ver el efecto que me hacía. Yo seguía besándola y acariciando sus senos mientras su marido se puso a comerla. Desde ahora empezó un noche de sexo increíble. En ese entonces era como la 10:30 de la noche.
Jugamos así durante un tiempo, ella me chupaba, su marido la comía y le entraba unos dedos adentro de su concha, después yo la comía y así durante un tiempo. Era increíble ver a esa mujer disfrutando de nosotros. En una de esas, estaba mamando a su marido y yo tocando su clítoris y se vino su marido en la boca de Sonia, ella tragando todo pero se cayó algo de semen sobre sus senos. Era increíble la sensación de verla chupar así y caer el semen en su cara y pecho estando yo muy cerca. Eso me puso a cien! Luego ella me acostó y se puso a chuparme como toda una experta hasta que me viniera en su boca y su marido tomando fotos y fotos de la escena.
Después puse un vídeo casero donde yo cogía con mi esposa. Carlos se masturbaba viéndome coger con mi esposa en la pantalla gigante que tengo. Su esposa también se animaba y lo volvió a chupar mientras yo le tocaba el ano y el clítoris. Él se vino otra vez en la boca de su esposa y ella se corrió, yo acariciando su clítoris y entrando mis dedos en su vagina. ¿Excitante no?, verme coger con mi esposa en la tele y Carlos gozando de una mamada y yo pasando los dedos y la lengua en la concha y el ano de su esposa. Que rico! Nos corrimos otra vez.
Luego de eso tomamos tequila, Sonia nos pidió entonces que la masturbáramos. Carlos y yo, obedientes, le metimos dedos en la concha juntos y se la frotamos hasta conseguir que ella se corriera con unos tremendos espasmos y gritos de perra en celo. Luego de tener los codos y las rodillas raspadas con el tapete de la sala nos fuimos a la recámara.
Era entonces las 2:00 de la madrugada. En la cama nos empezamos a besar. Sonia me pasaba la lengua por todos lados y me acariciaba el ano a veces con un dedo muy suavemente. En una de esa me estaba mamando y su marido la penetró por atrás. Wow, era increíble ver a esa mujer así gozando con dos hombres.
Después de un rato ella me dijo: cógeme por favor, cógeme quiero sentirte a dentro y quiero que eches tu semen dentro de mi. Eso es lo que querría hacer desde mucho tiempo pero estaba esperando que ella me lo pidiera. Entonces entré mi pene en su concha y empecé a bombearla con ganas y ritmo mientras su marido se masturbaba a nuestro lado. A veces se acercaba y Sonia le chupaba el pene con vigor.
Yo me vine después de un rato estando en su concha tan caliente. Era especial venirme dentro de Sonia, su marido estando a lado de nosotros. A el le excitaba mucho ver gozar a su mujer así.
Descansamos un rato hablando y tomando tequila y porto. Después de un tiempo Carlos sacó las sábanas de la cama, encendió la luz, y empezó a sobar los pechos de su mujer, que estaba desnuda entre los dos hombres. Carlos, animada su polla de nuevo, continuaba tocándole el clítoris. Sonia, ante el ataque de sus dos hombres, se corrió de tanta frotada de concha.
Al poco tiempo yo vuelvo a cogerla por atrás esa vez. La cogía muy fuerte y ella gritaba que le gustaba y le decía a su marido como le gustaba lo que le hacía. Después me puse en la cama boca arriba y ella se puso encima de mi. Verla cabalgando así sobre mí me puso a cien. Era tan guapa tocándose los senos y con cara de mujer satisfecha con dos machos a su disposición. De vez en cuando buscaba la polla de su marido. A veces lo chupaba mientras yo la seguía cogiendo.
Al rato me saqué la polla de su vagina y me corrí sobre sus piernas. Luego, luego se paso los dedos en las piernas. Así lo hizo, limpiando con su lengua todo el pringue que recogieron sus dedos en sus piernas y su marido se vino sobre sus senos viendo eso y mi corrida en las piernas de su mujer.
Ya era como la 5:30 de la madrugada. Todavía no terminaba. De lo cansado nos pusimos a dormir. Como a las 7:00 yo me desperté y empecé a acariciarle las manos a Sonia. Ella también estaba despierta. Nos mirábamos en los ojos, tocándonos con mucha suavidad y con mi pene erecto buscando la entrada de su coño y su marido al lado durmiendo. Después de un rato jugando ella sintió las manos de su marido masturbándola. Se corrió casi en el momento de tanta excitación.
Pasaron unos minutos (Sonia se había puesta muy, muy, muy caliente y cachonda) y se puso encima de mi, metiendo mi polla por su concha y le pidió a Carlos que volviera a darle por el culo pero esta vez con su pene, no solamente con sus dedos. Luego me enteré que era la primera vez que le penetraban dos hombres así. No vaciló éste y al momento Sonia tenía las dos pollas dentro de ella, en una doble penetración salvaje, con azotes en las nalgas que le propinaba Carlos y mordidas de tetas y pezones que yo le daba.
Ella seguía moviendo el culo para satisfacer más a sus hombres. Nos corrimos los dos a la vez llenando de semen su concha y su ano. Ella estaba gozando como nunca.
Ahora era como la 8:00 AM, nos duchamos y fuimos a desayunar juntos todos bien cansados. Luego se fueron. Desde ese día estamos en contactos y nos gusto tanto a los tres que vamos a volver a repetir eso. Sobre todo que llegan la vacaciones de Navidad y creo que vamos a disfrutarlas mucho. Luego les sigo contando las nuevas.
Autor: Heathack