Queridos amigos de marqueze.net, gracias por publicar esta pagina y permitirle a cientos de personas en todo el mundo poder compartir sus experiencias sexuales.
Llevo mucho tiempo leyendo los diferentes tipos de relatos que día a día salen publicados, y si bien tenia la sensación de que muchos eran fantasías, (lo cual seria una lastima ya que el sexo real es tan lindo que publicar fantasías seria una perdida de tiempo y de espacio en vuestra pagina) me quedó cierta curiosidad por unos relatados por una chica de Chile con el titulo «El Recepcionista» que le ocurrió en Bariloche (Argentina), y como yo soy Argentina y actualmente vivo en la ciudad de Neuquén que esta a 460 Km.
de Bariloche, se me ocurrió llamar a varios hoteles en Bariloche y esperar que me atienda algún recepcionista de nombre Luis, desde luego esta podía ser una aventura ya que la protagonista de esos relatos tranquilamente podía haber cambiado el nombre de su amante.
Lo cierto es que en uno de los tantos llamados me atendió del otro lado una persona que dijo llamarse Luis, me quede sin habla, pero una vez que reaccioné le pregunte si tenia lugar para pasar una noche en Bariloche, me dio la tarifa, le dije que era para una sola persona y que viajaba por razones de trabajo.
Antes de continuar y pidiendo las disculpas del caso por no presentarme les digo que mi nombre es Susana, tengo 42 años, estoy casada y tengo 2 hijos de 18 y 20 años respectivamente.
Mi vida sexual no es todo lo plena que me gustaría, ya que apenas tengo 2 ó 3 relaciones al mes, desde luego con mi marido, pues hasta lo que están por leer nunca le había sido infiel a mi esposo, sin embargo y en virtud de sentirme una mujer atractiva creo que me merecía mas atención de la que mi esposo me daba.
Se me ocurrió decirle a mi esposo que iría de viaje a la ciudad de Cutral-Co a visitar a una amiga por un par de días, a lo cual no puso ningún impedimento, solo que habría una «leve» desviación de 350 Km.
aproximadamente.
El Viernes 15 llegue a Bariloche, me dirigí directamente al hotel a registrarme, quien me atendió fue precisamente Luis, un morocho de 1,85 mts.
aproximadamente, me dio la bienvenida y me llevo a la cabaña.
A eso de las 21:00 hs. fui a la recepción a consultar que se podía hacer por la noche, Luis me dijo que no había muchas opciones ya que estaban en baja temporada y salvo alguna disco y el casino no había muchas opciones para divertirse, entonces le pregunte a que hora dejaba de trabajar, me dijo que a media noche se retiraba, le pregunte que hacia al salir, me dijo que pensaba ir al casino, le dije que si no le molestaba lo vería ahí, de ese modo no estaría tan sola ya que no conocía a nadie.
Hasta allí no sabia si él era el otro protagonista de los relatos de la chilena, de modo que el siguiente paso era averiguar si se trataba de él o no, de todas maneras creo que a esa altura de la noche pensaba pasármelo con él sí o sí.
A eso de las 0:20 hs. apareció por el casino y se dirigió a la mesa donde yo estaba, bebimos unas cervezas y hablamos de todo un poco, con el transcurso del tiempo y las cervezas nuestra conversación se fue dirigiendo hacia planos más íntimos, le pregunte si alguna vez le había sido infiel a su esposa, me dijo que dos veces, una con una pasajera de Chile y la otra con una chica que había conocido en el casino, le pregunte como se llamaban las chicas, de hecho solo me interesaba saber como se llamaba la chilena, me dijo que una se llamaba María del Carmen, en eso lo interrumpí para decirle que quería bailar, de hecho ese es el nombre de la chilena que publicó los relatos y al estar segura que se trataba de él, no me aguantaba mas con tal de tenerlo cerca de mí, y como en ese momento pasaban música lenta, aproveche para pegarme bien a su formado cuerpo.
Mientras bailábamos, sentí que en su entrepierna se formaba un bulto considerable, me pegue mas a él para sentirlo, pensé besarlo ahí mismo pero como esto lo podría comprometer ya que es muy conocido en el lugar le propuse seguir la fiesta en otro lugar más íntimo, pago la cuenta y nos fuimos en su auto en busca de un hotel, no quería ir donde estaba hospedada para no comprometerlo en su trabajo.
Llegamos a un hotel muy lindo sobre la costanera, esta vez yo pague la cuenta de la h
abitación y pedí una botella de champagne, ya en la habitación me fui encima de él como una leona, me lo bese por todo su cuerpo, Luis no se hizo esperar y me fue desvistiendo de forma muy romántica hasta quedar en ropa interior, mientras lo hacia me chupaba las tetas, llegaba a morderlas de las ganas que me tenia, por mi parte lo desvestí torpemente, tal vez por mi inexperiencia, ya que si bien tengo 42 años, nunca estuve con otro hombre que no fuera mi esposo, por otra parte me moría por ver su verga.
Me dijo que le chupara las tetillas ya que dijo ser algo que le excita sobremanera, así lo hice, le acaricie la espalda y lo recorrí con mi lengua por todo su pecho.
Durante mis relaciones con mi esposo, este siempre fue muy egoísta para con mi placer, pues una vez que acababa se retiraba de mí, me daba un beso y se daba vuelta para dormir, sin importarle si yo estaba satisfecha o no.
Una vez desnudada por Luis, se dirigió a mi entrepierna, no sabia a que, pues mi marido nunca lo había hecho, lo que descubrí me llevo a las estrellas, comenzó a chuparme la concha, lo hacia de una manera magistral llevándome a sensaciones nunca antes experimentadas.
Su lengua le dio a mi cuerpo dos orgasmos riquísimos, se desprendió de mi conchita y me beso en la boca con todo el aliento a mi concha, me dijo que ahora era mi turno de brindarle placer, me abrí de piernas para que me penetrara, pero me detuvo y me dijo no, primero chupámela, le baje el bóxer y descubrí una hermosa, pija mucho mas grande que la de mi marido, a ustedes lectoras les digo que la chilena no exagero en las dimensiones de esta pija, Luis me indicó como chuparla pues mi inexperiencia me jugaba en contra, como no me cabía en la boca la recorrí con mi lengua, aparentemente lo hacia bien pues Luis gemía de placer, estuve tratando de meterla en la boca pero su grosor lo hacía imposible, esto desde luego no me daba miedo para cuando me penetre ya que mis hijos habían nacido de parto natural y esto provocó que a pesar del tiempo mi concha se mantenga bastante mas abierta de lo normal, tal vez ese era otro de los motivos por los cuales no tenia buenas relaciones con mi marido, pues casi no sentía cuando me penetraba.
En un momento Luis me tomo de la cintura y me acomodó en la cama para cogerme, lo que siguió fue un verdadero suplicio para mí, pues me di cuenta que mi conchita no estaba tan abierta como pensaba, para mí fue como si fuera virgen, le dije que me la meta despacio porque me dolía mucho, gritaba como si me estuvieran partiendo al medio, cuando consiguió meter el glande me relaje un poco, Luis sabia muy bien como manejar semejante verga, me hablaba de otras cosas como para que no pensara tanto en mi sufrimiento, en eso le digo déjate de hablar y clávamela hasta el fondo que me muero de placerrrr.
Su respuesta fue terminante, de un empujón me llegó al estomago, no la metió toda pero si lo suficiente para recapacitar en no pedírselo otra vez, me cogía de una manera constante y a buen ritmo, perdí la cuenta de los orgasmos que tuve, solo sé que fueron mas de los que mi esposo me provocó en todo un año.
Es hermoso ser cogida de esa manera, y encima por un hombre como Luis, que piensa primero en el placer de la mujer y luego en el suyo propio, no recuerdo la cantidad de orgasmos que me provocó cuando por fin llegó su primer orgasmo con el enésimo mío, me lleno la concha de esperma calentito.
Bebimos champagne y mientras esto su verga flácida que parecía la de mi esposo en plena erección, fue a parar por primera vez a mi boca, la pude meter pero solo por unos instantes ya que pronto recobro su tamaño y abriéndome la boca hasta limites insospechados, parecía que se me rajarían los labios, como pude me la saque y le pedí que me coja de nuevo, esta vez no la sentí tan grande como al principio pues mi conchita estaba mucho mas abierta que antes, su mete-saca fue pausado y esto me volvió loca de placer, en un momento me pregunto si alguna vez se lo habían hecho por el culo, le dije que si pero que su verga no me entraría ni el día menos pensado, así que abandonó la idea.
En un momento acelero los empujes, me saco la verga y se descargo en mi cara, era la primera vez que me lo hacían de esa manera y la verdad me encanto recibir su esperma en mi cara, boca, tetas, fue maravilloso.
A eso de las 4 de la mañana nos retiramos del hotel, me dejo en el hotel donde trabaja y donde yo estaba hospedada, no sin antes despedirse de mí, le di las gracias
y mi celular para acordar alguna otra cita ya sea en Neuquén o bien en Bariloche o en algún otro lugar.
Espero me escriban mujeres de Argentina o de cualquier otro lugar del mundo que se sientan insatisfechas de sus esposos y que hayan vivido situaciones similares a la mía.
Un beso a todos.
Susana de Neuquén, Argentina.
Mi e-mail es: susanaramirez202 (arroba) hotmail.com
Autor: Susana
susanaramirez202 ( arroba ) hotmail.com
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