Bueno yo anteriormente he narrado varios relatos eróticos relacionado con oler traseros de mujeres desconocidas que resulta sumamente excitante para mí, para muchos resulta depravado.
Mi siguiente experiencia ocurre cuando al finalizar mi día laboral de un atardecer del jueves 13 de enero 2005, se comienza mi cuerpo a estremecer de placer, tuve deseos de realizar mi fetiche olfativo resulta algo inexplicable, luego yo me dirijo al centro de la cuidad a los sectores en donde haya concurrencia de gente, especialmente de mujeres.
Resulta que ese día estaba atestada de mujeres, muy estupendas, muchas de ellas andaban con minis muy cortas, otras con un vestido muy delgaditos y ajustados, jeans, veía todos tipos de culos. Luego de mucho caminar ingreso a un paseo comercial, en que ya he tenido otras aventuras similares y comienzo observar a las damas que andaban de compra, después me acerco a un pequeño negocio que yo siempre he visitado, comienzo a mirar unos productos que estaban en la vitrina, y visualizo a una mujer que estaba de compras, luego ingreso a esta pequeña distribuidora de accesorios de cueros, decoración y materiales de oficinas, ella un poco rellenita no era muy fea, era de pelo crespo usaba lente tenía un culo ancho no muy gordo que andaba con un jeans no muy ajustado y una polera negra que se apreciaban sus grandes tetas, después me inclino fugazmente y me acerco a su culo y lo comienzo oler, y tuve una pequeña excitación, luego ella se retira del lugar y no fue muy placentero.
Estuve un buen tiempo en la pequeña distribuidora siempre acompañado con una persona que estaba a cargo del local, mientras yo observaba los productos que estaban a la venta, en espera de algunas señoritas, luego ingresa una oficinista que se retira rápidamente, la espera fue eterna y yo me encontraba deseoso de oler un trasero, ingresaron dos mujeres y yo reacciono rápidamente para acercarme a ellas, pero no tuve éxito quedando con las ganas de oler sus deliciosos traseros.
Después de la espera y el anterior fracaso, ingresa al lugar una estupenda señorita, no tenía mal cuerpo, quizás algo delgadita, de no mucho pecho, pero tenía un sabroso culo con forma de pera, caderas finamente moldeadas muy cinturada, su rostro era muy hermoso unos ojos delineados que la hacían ver muy bella y su larga espectacular cabellera negra que se veía demasiado ardiente, la joven debería tener unos 24 ó 26 años aproximadamente.
El caso es que aquello me excitó bastante, sus nalgas protuberantes y moldeadas que ya no podía despegar mis ojos; este relato gira en torno de esta mujer con quien disfruté mi fetiche al máximo.
Luego comienzo disimular que estaba observando una decoración que estaba arras del suelo, mientras yo estaba inclinado a mi lado estaba ese magnífico culo embutido en pantalón capri floreado de tela blanca muy delgada, y que sentí un intenso calor en mi entrepierna.
Me fui acercando poco a poco a su culo y comencé a oler la parte central de su nalga, despedía un agridulce olor a perfume, que me estremeció completamente de placer.
Luego nuevamente por que había más personas, así comencé a tomar algunas agendas, pero me contemplaba con su trasero.
En un momento oportuno ella me da la espalda pone todo culo frente de mí, decidí ser todavía más audaz, y acerqué mi nariz a su trasero oliendo su raja y ano, luego comencé a oler su par de sabrosas nalgas, después mi nariz bajaba por el canal que separa las nalgas y comencé oler su perineo sintiendo su agridulce aroma de perfume a mujer, seguí descendiendo me estaba acercando a su sexo, y comencé inhalar su vagina aún mayor estaba impregnado del olor dulce de su perfume que hizo que mi cuerpo entero se estremeciera de placer y pude contemplar su maravilloso culo y pude observar detalladamente sus nalgas, ella me aplasta mi rostro con su magnifico trasero cpmo si fuera un asiento, que excitación.
Minutos después ella se retira, mientras yo compro algún regalo que lo canceló, y rápidamente abandonó la tienda, ya comienzo a buscarla en todas los alrededores del paseo comercial, por que deseaba más su olor y al rato más yo le di por perdida. Muchas veces me tengo que masturbar, por el dulce culo de la mujer