Disfruta aquí de la lectura de la parte 6 de «El Hijo del Jardinero«.
La lujuria se envolvía dentro del ambiente tan caluroso del cuarto de juguetes, pero mas en este mueble donde Juanchito se divertía con mi hermano mayor y ambos se burlan de mí sin si quiera conterlo.
Como perra gritaba Juanchito aunque Julián le tapara la boca y le golpeara la cara exigiéndole silencio, las embestidas era fuertes y con ritmo continuo, duro y mas duro, hasta los pelos negros se le iban entre el pulsante hueco. Chorros de líquidos salían del culito del traidor de mi amiguito que se juntaban en las bolas de mi hermano y escurrían entre las cuatro piernas de los amantes.
Julián: viste! Así tienes que portarte tú! Bien puta como ésta zorrita.Dándole con tal entusiasmo y sintiéndose victorioso, pero no mas victorioso que Juanchito que se burlaba en mi cara y me hacía sentir un estúpido y chillón bebé como decía el empotrador de mi hermano mayor.
Julián: ahhh… Acercate para que veas esto, para que veas su premio. Con una mano me empujó mas hacia su contacto de verga y culo, y sacándola del todo se masturbó con dos dedos en la entrada del rojo cráter de Juanchito y le inundó con potentes chorros de semen que entraban y otros escapaban sin control. Como ocho impactos de blanca leche, se veía tan deliciosa y espesa que hasta se me aguó la boca.
Juanchito: ahhh… Que rica lechita, ahhh… Si papi que rico… Ohh… Ahhh…Mientras se meneaba la verguita rapidísimo y gemía como loco, se notaba que estaba complacido. Los últimos espasmos caían, el rosado glande rozaba las nalguitas curiosas que se movían como pidiendo ser rellenas nuevamente del salchichón del sexy macho…
Julián: voltéate para que termines de saborear tu postre.Y a unos centímetros de mis ojos grandes como dos huevos fritos, Juanchito lamía de rodillas hasta la última gota de leche, saliva y fluidos que estaban sobre el monstruo peludo y venoso.
Julián: aprende a portarte como perra para que te ganes tú estos regalitos también.
Y Julián tomó mi cara con su gran mano y me lanzó al suelo, me lastimé mi espalda y caí llorando. Y mientras yo lloraba ellos se reían de mí y se vestían. Ni se tomaron la molestia de levantarme, estaba tirado y humillado por mi hermano y mi experto ex-amigo.
¡Pero esto no se iba a quedar así!
Maquiné un plan que indudablemente sería fantástico para desarrollar y que daría un giro de 360 grados a este cuento que resultaba divertidos para ellos y no para mi.
Casi convencido de que en la tarde otra ronda sexual daría inicio en otro lado de la casa entre mi hermano y mi amiguito traidor, tendría cancha libre para divertirme con el jardinero, y que de una vez por todas me rompa el culo para volverme toda una zorra…
A gachas me voy deslizando entre los matorrales, no sin antes verificar que Julián está ahora empotrando a la otra zorra. Y en la amaca descansando la siesta esta mi corpulento jardinero, sin camisa y el jeans desabrochado, saliéndole pelos por todos lados, las axilas, el vientre, el pecho, afff, me hacía poner a mil de inmediato.
Jardinero: puede venir alguien.Agregó mientras me quitaba los pantalones cortos.
Yo: tranquilo. Mi hermano y tu hijo están jugando. Y vine a que ahora si me vuelvas tu perra.Subiendo mi suave y lampiño cuerpo sobre su mata de pelos olorosos y sudados.
De una vez nos empezamos a besar y a devorar, él con mas entusiasmo y dominante, yo bien sumiso y excitado con sus bigotes raspandome…
Jardinero: ponte en 4 amorcito.Y accedí de inmediato, sintiendo explotar y embriagado por todo ese calor y sudor que de él brotaba.
La amaca se movía pero con su ayuda pude equilibrar mi cuerpo de un borde al otro para dejarle mi culito en pompas y a su altura fuera de la amaca. Y siento su saliva y lengua apoderarse de mi ano, subiendo y bajando por mi raja y mordiéndome los cachetes… Pensé que moriría de tanta delicia hasta que como energúmeno se desvía y aparece ahora frente a mí atravesándome la boquita sin esfuerzo, que estaba bien abierta de tanto gemir. Y como si no hubiese mañana estaba comiéndole ese pedazo de carne casi completo, los jugos se me salían y caían como hilitos sin poner resistencia. Tampoco podía resistirme, estaba literalmente preso equilibrando mi cuerpo y preso de la cabeza, sus manos me ahorcan y evitan cualquier queja o liberación…
Pasado un rato se incorpora de nuevo a mis nalguitas y y lo siento tantarme con la verga durísima y tan lubricada cómo la de mi hermano luego de que Juanchito le da esas fenomelames mamadas. Afff… Afff… Me hacía decía decir cada vez que sentía que hacía presión y volteo a verlo y aquella imagen de mi culito virgen siendo invadido por esos dedos grande era una cosa hermosa, su monstruo de cuerpo temblaba y sus músculos se les marcaban al hacer presión, hasta las venas de su cuello y brazos sobresalían exaltadas… Tenía el culo caliente por dentro, sentía que me quemaban con candela, era un ardor inmenso que me empezaba a gustar, y otra vez su glande me roza, y ahhhhggg…
Grité ahogándome con sus manos en mi boca…
Jardinero: tranquilo, ya está listo, lo peor pasó.Y me bombeaba fuerte, una y otra vez, en un vaivén del infierno que me desgarraba, pero que él disfrutaba… No sentí morir como el día del intento con Julián pero empezaba a desvanecer… Tenía que concentrarme y luchar el final, ya lo peor pasó, es momento de gozar, como decía Juanchito «la primera vez duele, pero aguanta y después vas es a gozar como loco».
Y pasarían 10 minutos, que sentí eternos y el ardor cedió un poco, comencé a relajar mi cuerpo que estaba tenso y como había aprendido me autocomplacia mi verguita… Ahora ya estaba disfrutando un poco, veo a mi macho sudar y las gotas saladas cayendo sobre mi cuerpo me ponen a millón, me pajeo con fuerza y aflojo mi ano al aire, y su verga pasa con tanta suavidad que ahora me acadia el esfínter…
Jardinero: ahhh, ahhh, ahh… Toma, toma leche, ahh…Y no sentí nada deslizarse pero si algo caliente como una pomada que me hacía sentir relleno por dentro.
Fue sacándola lento, muy lento, y restos de sangre brotaron como coágulos, mis fluidos, su semen, la sangre de mis paredes y quien sabe que más se me escapaban a chorros. Y buscó rápido un trapo y me limpió muy bien el culito y limpió su verga igual de sucia. Tuve que esperar unos minutos en esa posicion hasta recuperar el aliento y la fuerza para levantarme.
Jardinero: ¿seguro que estás bien amorcito?
Yo: seguro papi.Mientras me alejaba adolorido y renqueando.
Pero no todo era malo, me sentía orgulloso también.
¡Ahora veremos quién es más puta!
que rico para el jardinero encontrar un culito para su vergota y que se la aguante toda, ya quiero ver cuando se la entierre su hermano, o igual que cojan entre los 4 esperamos sorpresas en la proxima entrega… este relato está increible que rico…
Me encantó!!! Queremos un cuarteto jajajaja. Estaría bueno que el jardinero descubrieran a su hijo con el hermano y los 4 lo hicieran