Su gran trozo de carne me penetraba cada vez más fuerte, de pronto tuvo un ligero espasmo e inmediatamente después sentí una explosión en mi culo, su semen inundaba mis entrañas, sentí el calor de su líquido recorrerlas, José gimió y me la saco aun chorreando su semen y me dijo quiero que me la metas para que acabes dentro de mí, para sentir tu leche quemando mis entrañas.
En cierta ocasión que estaba de vacaciones, disfrutando de los últimos días antes de regresar al trabajo recibí una llamada de mi madre, la que me pedía que fuera donde mi tía Tatiana, que de cariño le llamamos Tato (hermana de ella). Me explicó que debía viajar al norte porque su hija, en este caso mi prima, su única hija, estaba en el hospital teniendo su segundo hijo, por su parte mi tío Carlos, marido de mi tía, está de viaje enviado por su empresa en el sur del país.
No de muy buenas ganas acepté y llamé a mi tía para avisarle que iría enseguida. Llegando salió inmediatamente mi tía tato a recibirme cariñosamente y luego que me explicó donde estaban las cosas para comer y además que el jardinero vendría al día siguiente a cortar el pasto, me dejó un dinero para que le pagara. Que la empleada estaba con permiso pero que volvería en uno o dos días para atenderme.
Luego le ayudé a subir su maleta a un taxi y me dijo que en 4 días estaría de vuelta, me pareció bien ya que como tenía piscina podría entretenerme además de disfrutar de las comodidades de esa casa tan grande. Luego me tiré en un sofá a descansar, solamente por un rato porque el perro con sus ladridos no me dejó hacerlo.
Salí al jardín y jugué un rato con él tirándole un hueso de plástico hasta que me dio un poco de calor. Entonces aproveché de darme un baño en la piscina, como estaba solo me saqué toda la ropa ahí mismo dejándola sobre el césped y me lancé al agua desnudo. Que rico es bañarse sin ropa, es una sensación fascinante.
Posteriormente salí del agua, y mirando hacia la casa del lado pude ver a un muchacho como de unos 20 años que me estaba observando desde el segundo piso de su casa. Traté de disimular que no le había visto, pero este tosió un poco para que le viera, pero esta vez ya estaba en el balcón de su casa completamente desnudo agarrándose su verga que tenía en completa erección. Al verlo así mi pene también reaccionó levantándose casi en el acto y me tiré en el pasto a pajearme suavemente mientras el muchacho se acercaba a la baranda de su casa poniendo su verga entre los orificios de la reja y hacía movimientos pélvicos, como simulando una penetración. Eso me excitó aun más y me comencé a masturbar más rápido, no alcanzando a llegar al clímax, porque intempestivamente alguien llamó al muchacho y este rápidamente se metió a la habitación. Como comprenderán tuve que levantarme e irme rápidamente al baño para darme una ducha y calmar mis pasiones haciéndome una paja en nombre del vecino que estaba bastante bueno.
Luego comí y atendí también a Tantor, el perro, para posteriormente encerrarme en la habitación de mi tía para ver películas, que seguramente eran de mi tío, que encontré en un mueble que estaba con las llaves puestas. Al ver una de ellas me percaté que se trataba de pornografía, por lo que me dediqué a contemplar un par de ellas para posteriormente correrme otra paja. Hasta que finalmente me quedé dormido. Por la mañana me despertó el timbre, tenia tanta flojera que espere para que quien fuera se aburriera y se fuera. Pero tanta fue la insistencia que me levanté y miré por la ventana, y se trataba del jardinero por lo que me pude dar cuenta ya que le vi con sus herramientas de trabajo.
Abrí una de las ventanas y le grité que esperara un momento que enseguida bajaba. Me puse un pantalón corto y una polera y bajé a abrir. Cuando me acerqué al jardinero, que según dijo llamarse José, pude percatarme que se trataba de un hombre como de 40 años, alto, como de 1.80, con un cuerpo musculoso, muy seguro por las tareas que realizaba, ojos verdes y lo principal un buen culo redondo y parado. Me preguntó por la señora, entonces le dije que mi tía tato no se encontraba, enseguida me dijo que iría a trabajar. José se fue a la parte trasera de la casa donde está la piscina para cortar el pasto, por mi parte subí para darme una buena ducha para posteriormente bajar a desayunar. Como la cocina está justo detrás de la casa podía ver a José que solo vestía un pantalón corto, con el torso descubierto donde se apreciaban unos pectorales fabulosos y su pecho lleno de pelos. Me excité casi al instante y con el fin de ver más de cerca los atributos de este me acerqué a donde estaba y le ofrecí un refresco para calmar la sed por el calor que a esa hora ya estaba fuerte.
Enseguida me dijo que sí. Me quedé mirándole un rato mientras se tomaba el refresco, hasta que no aguanté más y le dije: ¿Por que no te bañas conmigo en la piscina? ¡Así podrás calmar un poco el calor y el sudor que tienes! Me dijo que podría venir alguno de la casa y se podrían enojar. Le expliqué que estaba solo, que la muchacha llegaría por la tarde y que mis tíos estaban de viaje. Aceptó enseguida pero me dijo que como no llevaba traje de baño, lo haría en calzoncillos. Me excité aun más al verlo así, por lo que me quité rápidamente la polera y me tiré al agua. Posteriormente lo hizo él y comenzamos a nadar por un rato, hasta que yo empecé a tirarle agua en la cara en son de juego y a él al parecer le gustó y comenzó a hacer lo mismo hasta que en cierto momento me tomó de las manos y me preguntó: ¿Porque no juegas con este ahora? Y llevando una de mis manos hasta su entrepierna, pude ver que la tenía parada, la sentí gorda pero no muy larga.
José al ver que no dije nada, también acerca su mano y tomó mi verga sobre mi pantalón de baño y me dijo: ¿Porque no te los sacas? Sin esperar que me lo repitiera me los saqué y los tiré a la orilla de la piscina, lo mismo hizo él con sus calzoncillos. Luego se acercó a mí y me besó dulcemente, para posteriormente hacer que me sentara en el borde de la piscina y comenzó a mamarme la verga.
Pasaba suavemente su lengua por mi glande haciendo que temblara de gusto: ¿Te gusta como te la chupo?, Me dijo y continuó chupando hasta que se la tragó entera, haciendo que gimiera de gusto. Después de un rato dejó de hacerlo y me pidió que se la mamara a él. Ahora él se sentó en el borde y pude ver su verga que no debía medir más de 17 centímetros, pero bien gorda y suavemente la tomé y comencé a jugar con su glande pasándole mi lengua despacio, haciéndole gemir del gusto hasta que abrí bien la boca y me la metí entera y empecé a succionar rápidamente haciendo que gimiera más excitado, hasta que sin previo aviso acabó en mi boca lanzando 6 o 7 bombazos de leche caliente.
Como pude me tragué su semen quedando un poco en mi boca para luego darle un beso y entregarle un poco de su propia leche, la que saboreó diciendo: ¡Es rico tomarse la leche de uno mismo, es excitante! Luego me dijo que me pusiera en la escala de la piscina y comenzó a pajearme y a la vez chupaba mi verga, no aguanté más y acabé lanzando mi leche en su cara y un poco en su boca. Luego me besó y compartió el semen conmigo. Justo en ese momento sonó el teléfono y rápidamente me puse el pantalón y fui a contestar. Era mi tía que me llamaba para saber como estaba y además para contarme las novedades de su hija. Le dije que el jardinero estaba cortando el césped, entonces ella me dijo que después que terminara le pagara y le dijera que volviera la siguiente semana, que necesitaba hablar con él.
Nos despedimos y nuevamente sonó el teléfono y era la empleada que avisaba que como a las 4 llegaría a la casa. Luego subí a la habitación de mis tíos y me puse a contemplar a mi jardinero que cumplía con sus obligaciones, mientras yo recordaba el momento que había pasada con él. Mi excitación nuevamente se hizo presente, me reía pensando lo bien que lo estaba pasando. Me tiré en la cama y me puse a ver una película pornográfica de mi tío mientras me masturbaba. Tan metido estaba en la película que no escuché que en cierto momento entró en la habitación José y me dijo asustándome:¡Que rico como están culeando! ¡Podríamos hacerlo en vivo, ¿que te parece?
Me quedé un rato en silencio reponiéndome del susto y luego le dije que se acercara a la cama. A pesar que ya estaba vestido no dudó ni un minuto en desnudarse por completo. Ante mí dejó ver su verga en plena erección, que al parecer, no sé si sería por la excitación, me pareció más grande. Se acercó a mí. Yo sentí el olor a macho sudado. Enseguida me dijo que se la mamara; yo como poseído, la tomé entre mis manos y la besé, jalé el prepucio y su gran cabeza se asomó, me la metí en la boca y sentí como él gemía de placer. Sentía su sabroso líquido seminal en mi garganta, así estuve mamando durante unos minutos, hasta que me separó y me dijo: ¡Quiero que me metas esa gran verga que tienes! ¡Mira que no me puedo ir sin probarla!
Me preguntó si tenía algún lubricante, le pregunté para qué, estúpida respuesta, José solo me miró y enseguida le dije que en el baño de mis tíos había vaselina. Me excitaba, saber que ese culito tan rico que se paseaba ante mi sería penetrado por mi verga. Mientras él caminaba rumbo al baño podía ver su desnudez y su gran erección. Regresó y me puso en cuatro patas, acercó su boca a mi culo y comenzó a mamarlo, yo sentí como su cálida lengua me penetraba, no podía entender, si quería que le penetrara y al parecer sería al revés. Hasta que de pronto dejó de hacerlo y me dijo: ¡Es que me encanta mamar culitos jóvenes!
Su verga chorreaba líquido producto de la excitación, incluso me agaché y le di un lametón. Luego me besó y me dijo que lo penetrara, pero que lubricara su ano primero. Le hice ponerse en cuatro patas y le chupé su ano apretado que expelía un perfume exquisito. Después tomé suficiente vaselina de pote y empecé a lubricarle el ano, primero un dedo, luego dos. Le dije que se soltara que estaba muy apretado, y me dijo: ¡Usted va ser el primero mijito, ya que nunca se lo he dado a nadie!
No le creí, a su edad seguramente que ya había probado otra verga, pero en fin. Le abrí un poco más el hoyito y le dije que se pusiera de lado en la cama para probar de otra manera y se lo coloqué en la entrada e intenté meter la cabeza y él me dijo que le dolía, a lo que nuevamente le puse otro poco de vaselina, le seguía doliendo mucho, decidimos esperar y mientras él me acarició el culito, me excitó de tal forma que se lo ofrecí…
Él no dudó, tomó un poco de vaselina, la colocó en mi ano y me puso su verga en la entrada de mi culito ansioso hasta metérmela por completo, yo tenía los ojos en blanco; el dolor se convertía en placer. Con ritmo lento comenzó a bombearme, yo sentía como su verga entraba y salía, a veces la sacaba casi por completo, solo para volver a embestir de nuevo. Me puso boca arriba, porque quería ver mi cara.
Agarré mis piernas y dejé mi culo expuesto, esta vez metió su verga con facilidad y de un solo golpe, su gran trozo de carne me penetraba cada vez más fuerte, sentía como estaba a punto de venirse; de pronto tuvo un ligero espasmo e inmediatamente después sentí una explosión en mi culo, su semen inundaba mis entrañas, sentí el calor de su líquido recorrerlas, José gimió y me la saco aun chorreando su semen y me dijo quiero que me la metas para que acabes dentro de mí, para sentir tu leche quemando mis entrañas.
Le dije que se tirara de espaldas en la cama y le alcé las piernas hasta mis hombros y se la introduje de una vez haciéndole dar un pequeño grito para luego culeármelo como un salvaje, haciéndole gemir y pedir más verga. Me agarraba las nalgas para que la penetración fuera más profunda lo que hacía que mi excitación fuera en aumento, hasta que no aguanté más y acabé llenándole el esfínter con mi semen.
Luego retiré mi falo de su culo y sentí mi abdomen mojado, José había acabado nuevamente mientras le penetraba. Podía sentir en mi culo su semen saliendo y chorreando por mis piernas. Nos acostamos a descansar un rato hasta que de pronto escucho la puerta de entrada que se abre. Presurosos ambos nos vestimos todos sudados y bajamos encontrándonos con la sirvienta que llegaba junto a mi tío y estaban conversando en la cocina.
Le pasé el dinero que mi tía le había dejado a José y salimos al patio como simulando que ya se iba y que no nos habíamos percatado que ellos habían llegado. Saludé a mi tío y a su sirvienta y luego salí a la calle a despedir a José diciéndole que si alguna vez nos veíamos seguro repetíamos lo sucedido. Él me dijo fue un placer, tanto que tus jugos en este momento estaban bajando, saliendo de mi culo, corriendo por mis piernas.
Nos miramos y yo me toqué el pantalón notando que estaba mojado, seguro por sus jugos también y sonreímos. José se fue y entré en la casa para reunirme con mi tío que hacía mucho tiempo no veía. Nos abrazamos nuevamente con mi tío y nos sentamos a conversar, sobre las cosas que nos habían pasado en todo el tiempo que no nos veíamos.
Posteriormente mi tío Carlos se excusó y se retiró a su habitación, para descansar, me puse muy nervioso porque seguramente la habitación debía estar desordenada, producto de la lucha sexual que tuve con el jardinero. Reaccioné y corrí detrás de él y justo cuando subía la escala, bajaba la sirvienta y me detuvo diciendo:
¡No te preocupes, que ya arreglé la habitación!
Al parecer ella había ordenado, respiré aliviado y le agradecí el gesto, ella no dijo nada solo sonrió.
Autor: gustavofigueroaa