Hola me llamo Saúl y tengo 26 años y hace algún tiempo que leo relatos eróticos y por eso me animé a escribirles. Todo comenzó cuando tenía siendo muy joven, mi padre trabajaba en una entidad que se desempeñaba directamente con policías, es así que conocimos a Frank, un policía casado y con hijos de unos 28 años, de 1.75 m de estatura, cabello castaño, medio grueso, guapo y de unas piernas increíbles.
Bueno el ayudaba a la familia a hacer algunas diligencias y muchas veces me recogía del colegio en La Molina y me llevaba a casa. En realidad, yo lo detestaba, no sé porqué, pero cuando manejaba su auto no podía evitar verle ese gran paquete que escondía bajos sus pantalones, se veía que guardaba algo muy grande, y yo en casa me masturbaba pensando en él.
Pasaron un par de años y no pasaba nada, yo sentía algo por el (no amor sino ganas de que me coja). Debo decir que yo ya había tenido besos, caricias, toqueteos y mamadas con un par de primos e incluso ya había probado el semen de uno de ellos, pero una cogida nunca. Entonces llegó el día esperado, en mi casa había una reunión familiar y el estaba allí, tan guapo, tan sexy, con ese tipo de pantalones que me volvían loco. Como a las 12 de la noche ya no había casi nadie y todos estaban medio embriagados, pero muy conscientes. Yo no bebía entonces.
Frank se quería ir, pero algún familiar le dijo que duerma en casa y todos me miraron como diciéndome que duerma conmigo, pues era el único hombre de la familia aparte de mi padre claro- sólo estaba el cuarto de mi hermana, el de mis padres, el de visita (ocupado ya por familiares visitantes) y el mío. Yo accedí con un gesto de desagrado, recuerden que yo supuestamente lo detestaba y se lo había hecho saber a mi familia, por eso fingí ese ademán.
Cuando entramos en mi cuarto, cerré la puerta, yo estaba muy nervioso, pero con esperanzas. Apagué la luz general y dejé una lámpara con luz tenue. Él me dijo yo duermo en calzoncillos ¿puedo? a lo que yo asentí con la cabeza. Usaba esos calzoncillos blancos antiguos y muy sueltos que no dejaban ver bien la dimensión de lo que tenía debajo. Yo ya estaba a mil. En eso yo acerco mi rodilla a su pierna y el cierra los ojos y se retuerce, comprend&ia en mi ano y lo metía y lo sacaba, hasta que se me paró y me volteó y sentí como la cabeza de su pinga tocaba la puerta de mi ano y empujó, pero me dolía demasiado y él se asustó y la sacó, no podíamos hacer bulla pues habían habitaciones cerca y alguien nos podía escuchar. Entonces me arrodillé en el piso y se la comencé a mamar nuevamente y más fuerte, hasta que él me cogió de la cabeza y también me jalaba hacia él, su pinga se puso más gruesa, grande y dura y comenzó a escupirme chorros de leche, guau que bien sabía, me lo tragué todo, él no dejaba de retorcerse de placer.
Yo seguí mamando hasta que nuevamente se le puso dura, eso me excitó mucho, además de saber que era casado y que estaba en mi casa con familiares alrededor y me puse más arrecho. Él me cargó y me echó sobre la cama boca arriba, comenzó a lamerme las tetillas, luego a chuparlas, era la primera vez que me lo hacían y era yo esta vez el que se retorcía de placer, luego me las mordió y llegué al cielo, wuauuu, qué placer. Él al ver mi excitación metió dos dedos en mi ano los cuales entraron con facilidad y luego me volteó de costado y de un movimiento puso su cara detrás de mí y comenzó a besarme las nalgas, pero ahora pellizcándome las tetillas, ya nos habíamos dado cuenta que ese era mi punto erótico más sensible. Luego metió su lengua en mi hueco aún virgen y comenzó a lamerlo y lubricarlo, sentí mucho placer, pero debo decir que más placer siento en las tetillas. Luego se colocó en que tenía su pinga en mi cara y mientras él me hac&ia
cute;a el famoso beso negro yo mamaba ese rico trozo de 22 cm. (luego se la medí por eso es que se cuanto mide).
Luego me puso en posición de perrito y se colocó detrás de mí, empujó un poco y sentí que entró la cabecita, y al ver que yo me resistía, me abrazó y comenzó nuevamente a pellizcar mis tetillas con una mano y comenzó a empujar más y más hasta que sentí todo ese tronco dentro de mí, sentí sus huevos chocando con mis nalgas; él se quedó quieto un rato y luego comenzó a moverse primero despacio y después rápido, era increíble, yo mordía la almohada del puro placer, así estuvimos unos 15 minutos y luego me volteó y me puso piernas al hombro sin sacar su pinga de dentro de mí.
Allí ya bombeaba mucho más rápido, como un loco, y con una mano comenzó a pellizcarme una tetilla y con la otra comenzó a corrérmela, quería darme más placer, no lo podía creer, tenía tres placeres a la vez: pellizcó en las tetillas, penetración y masturbación; de lo excitado que estaba no habrán pasado ni 3 minutos y comencé a disparar chorros de leche que me salpicaron hasta la cara, nunca había disparado tan lejos, él se echó sobre mí y se movía mucho más rápido hasta que aaaaaahhhh y sentí como me llenaba de ese rico semen, la cantidad que sentí fue impresionante; se movía ya más despacio y echado sobre mí me besó y me dijo: tú me has excitado más que nadie, nadie me la ha mamado como tú y se salió de encima mío y se echó a mi lado.
Sus palabras me excitaron y decidí regalarme una de mis mejores mamadas. Así lo hice. Lo hice tan bien que no demoró en ponerse durísima. Y le dije: mastúrbate y pasa tu pinga sobre mis tetillas y así lo hizo, pasaba su glande sobre mis t habremos hecho aparte de esa noche unas 3 veces más, otra vez en mi casa, una en su auto y una en un hotel, pero todas igual de excitantes.
Aún hablo por teléfono con él, pero nunca tocamos el tema, lo del sexo siempre se dio solo, nunca lo planeamos, nos encontrábamos de casualidad y ocurría de todo lo que te puedes imaginar. Ahora yo soy más alto que él y él ya tiene canas, aún es mi amigo y lo aprecio, guardo buenos recuerdos de él, los mejores.
Si te gustó mi historia o que te cuente algunas experiencias y tú a mí claro o quieres ser mi amigo escríbeme.
Autor: Pirata287 elpirata287 ( arroba ) hotmail.com
Buen relato, para estar con un polícia maduro como Frank