Me sostenía por mis caderas mientras bombeaba, jadeaba y respiraba muy fuerte en mi oído mientras me masturbaba, luego me tomó y sin dejar de penetrarme me volteó. Con mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello me llevó a la piscina, estuvimos en el borde en el agua con su metisaca, me empieza a pajear más rápido y aceleró las embestidas hasta que acabamos casi juntos.
Hola mi nombre es Jose, tengo 30 años y esta es mi historia, les cuento que soy alto y casado, difícil combinación para encontrar amantes ocasionales, pero por mi trabajo de servicio técnico me tocó visitar un domicilio en una tarde calurosa de verano en Santiago.
Era una casa del barrio alto muy grande y con piscina, me abre la persona de servicio y me comenta que esta el dueño de casa y que ella se retira.
Comienzo a realizar mi trabajo y llega el dueño de casa, un tipo moreno alto saliendo de la piscina envuelto en una toalla por la cintura, aluciné pero sin demostrar interés ni sorpresa.
¿Te falta mucho?, preguntó, No, solo me faltan unas pruebas contesté, estaré afuera me avisas. Seguí con mi trabajo mientras fantaseaba en mi cabeza, ya casi terminando volvió…
Hace mucho calor, ¿quieres una bebida?, claro que si respondí, se paró con la toalla en la cintura y mojado junto a mí con la bebida, uf me tenía vuelto loco y yo miraba disimuladamente.
Dejé mi bebida y conversamos algunas cosas y me invitó a la piscina, no tengo traje de baño le dije, no importa, desnudo será entonces me dijo con una sonrisa conquistadora y se me acercó y me besó sorpresivamente…
Me dejó helado y me puse muy nervioso, luego me sonrió y me sostuvo por la cintura y me besó apasionadamente nuestras lenguas se acariciaban en el interior de nuestras bocas.
Me tiritaban la piernas pero estaba en la gloria, en eso él dejó caer la toalla que lo envolvía y pude ver su miembro semi erecto apuntándome, y me pregunta ¿Me recoges la toalla por favor?
Me incliné totalmente embobado y muy excitado, tomé la toalla, la puse en mis rodillas y luego tomé ese pedazo de carne morena con fuerza en la base y lo empecé a mamar tímidamente…
Al principio solo lamía la cabeza y lo introducía levemente en mi boca, luego él me tomó la cabeza y empezó a controlar el movimiento, primero lento y suave luego lo empezó a acelerar poco a poco tomando un ritmo muy rápido…
Gemía y se quejaba de puro gusto, yo tomé más confianza y lo metía cada vez más dentro de mi boca cuando de improviso sostuvo mi cabeza con firmeza y acabó abundantemente en mi boca tan adentro que tragué todo ese líquido agridulce.
Excitado aún y algo confundido por lo que había hecho me dice que cuando termine me espera en la piscina, yo totalmente entregado al placer terminé rápido mi trabajo y llegué al rato a la piscina, desnúdate y ven al agua me dijo…
Obedecí rápidamente, ya en el agua refrescante con el calor que hacía más lo caliente que estaba yo se me acercó y me besó, levantó mis piernas y las colocó al rededor de su cintura y comenzó hurguetear mi hoyito con sus dedos mientras nuestros miembros se rozaban…
Se soltó de repente y se sumergió para hacerme una mamada, muy breve para mí, pero se acabó el aire, me hizo salir y con él aún en el agua me apoyó en el borde en cuatro patas y empezó a lamer mi hoyito…
Lamía como todo un experto, recorría todo mi trasero mientras me masturbaba, era el cielo, pedía ser penetrado, luego salió del agua y fuimos al pasto donde me acostó de espalda sobre una silla y él se sentó sobre mi pecho para poder hacerle otra mamada.
Yo solo acariciaba su trasero empujándolo, llevando más adentro su miembro mientras él movía sus caderas cadenciosamente, luego se untó las manos con crema bronceadora acariciando casi todo mi cuerpo…
A estas alturas ya no podía más solo quería tenerlo dentro de mí, me volteó y embadurnó mi trasero con crema, me puso de cuatro patas y se colocó detrás de mí…
Primero colocó su pene en la entrada de mi ano y poco a poco lo fue introduciendo suave pero firmemente hasta llegar a sus bolas, sentí una molestia que se pasó.
De inmediato con unas caricias, y empezó el vaivén.
Me sostenía fuertemente por mis caderas mientras bombeaba…
jadeaba y respiraba muy fuerte en mi oído mientras me masturbaba.
Luego me tomó y sin dejar de penetrarme me volteó.
Con mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello me llevó a la piscina…
Estuvimos en el borde en el agua con su frenético mete y saca hasta que nos sumergimos, me empieza a pajear más rápido y aceleró las embestidas hasta que acabamos casi juntos y justos además casi sin aire.
Salimos del agua y nos tendimos en el pasto…
Después de un rato me tenía que ir me besó me vestí y me fui y ahora por lo menos una vez por mes me llama pidiéndome el servicio técnico completo.
Aguardo sus comentarios…
Autor: Amigoconventajas
mmmm que no este relato ya fue publicado hace tiempo?
se puede repetir?