Al otro día, luego de despertarme y ducharme, entré a la cocina y ahí estaba Norma con la cocinera. Ambas me saludaron y se esmeraron en atenderme. Y servirme mi desayuno. Norma no me miraba para nada, la notaba muy incómoda con mi presencia, cosa que tendría que arreglar para que el resto del personal no se enterara. Luego salí hacer mis cosas y a la hora de almuerzo no la encontré. Después cuando volví a eso de las 5 de la tarde, la vi que entraba a mi casa. Estuve un rato viendo televisión y cuando me di cuenta que Laura entraba al baño y la dejaba sola en la cocina, me acerqué a ella y desde la puerta le dije que la esperaba a la misma hora en mi cuarto. Ella me miró con cara de susto y solo atinó a decir que si con la cabeza.
Llegada la hora, me encontraba nuevamente en mi cuarto cuando a las 11 de la noche, nuevamente siento que golpean la puerta de mi cuarto. La hice pasar e igual que la noche anterior se sentó en la misma silla. Yo recostado en mi cama, le dije que se parara y que se desnudara. Ella quizás no pensaba que sería tan directo en mis instrucciones, pero de todas formas se levantó, aunque no hizo ademán de sacarse la ropa.
-Vamos, ¿qué esperas? -Es que me da vergüenza patroncito -Como te va a dar vergüenza, después de lo que pasó ayer -Igual me da vergüenza patroncito… ¿podría apagar la luz? -No, quiero verte desnuda -Es que me da vergüenza -No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenandoEsta última frase fue muy severa y la vieja mujer no tuvo más remedio que comenzar a sacarse la ropa, quedando con una especie de enagua, que traía bajo el vestido.
-Sácate todo -Pero me da vergüenza -Vamos , quítate todo, te quiero sin nada puesto
La mujer con su rostro lleno de vergüenza, sin mirarme a la cara fue sacando su enagua quedando solo en sostén y calzones.
-Dije todo Norma -Bueno patroncitoMuerta de vergüenza, fue sacando sus últimas prendas hasta quedar completamente desnuda ahí en medio de mi cuarto.
-creo que dijiste que harías todo lo que yo te pidiera -Si patroncito -Entonces no quiero repetirte dos veces las mismas cosas… ¿estamos? -Si patroncito, pero es que igual me da vergüenza -Dije si estamos de acuerdo en eso -Si patroncito -Bien. Ahora quiero que te des una vuelta… así…. Muéstrame tus pechos… mmmm… así… los tienes muy grandes Norma
La vieja mujer al medio de mi habitación seguía al pie cada una de mis instrucciones. Aunque en su rostro se veía la humillación que su joven patrón la estaba haciendo sentir.
-Ahora quiero que me enseñes tu culo, date vuelta y sepáralo con tus manos…. Mmmm… bien Norma… nos estamos entendiendo, recuerda que si no haces lo que te digo, no me dejarás otra opción más que despedirte -Si patroncito, lo tengo muy claro -Bien… tienes un culo muy sabroso Norma…. Te lo han dicho -Si me lo han dicho -¿Alguna vez te lo han metido ahí? -¡no! como se le ocurre… nunca -Bueno, siempre hay una primera vez -No patroncito, por favor no me pida eso -Tranquila, aún no te lo pido… Dime Norma, ¿te gustó lo que hicimos ayer? -Si patroncito -Dime que es lo que más te gustó -Todo -Pero algo en especial -Su lengua patroncito -Ah… que te gustó de ella -Ay… que me la pasara por ahí abajo -Por donde Norma… dime por donde -Usted sabe… por abajo -Habla Norma… por donde te la pasé -Por acá (tocándose) -Como le dice a eso – Por mi cosita -Por tu zorra… quiero que le llames zorra o concha ¿bueno? -Bueno -Entonces que te gustó -Que… me… pasara su lengua por la zorra … -Mmm eso, me gusta que hables así… te gustó que te chupara la zorra -Si patroncito -Y que más te gusto -Que me chupara las pechugas -¿Las que? -Bueno… que me chupara las tetas patroncito -Ahhhhh ¿y te gustó chuparme el pico? -Si patroncito -Bueno… eso quiero que me hagas ahora… ven acá a chuparme el pico.
La vieja mujer se acercó a mi cama y yo ya la esperaba con toda la verga afuera. Arrodillándose en la cama, se llevó la verga a la boca y me la comenzó a chupar. Le ordené que parara un poco, para terminar de sacarme toda la ropa. Ya una vez desnudo, me volví a acomodar en la cama, pero antes me serví un vaso
de coñac y me prendí un cigarro.
Norma nuevamente arrodillada en cuatro patas en la cama, se llevó mi verga a la boca y me la comenzó a mamar pausadamente. Yo mientras me tomaba mi vaso de coñac y fumaba, disfrutando el espectáculo viendo como esa vieja mujer, con el culo levantado se tragaba toda mi verga -Mmm Norma, la chupas muy bien… sigue así… ahhh me encanta… bésame las bolas… así… ahhhh… más fuerte…aahhh… ahora por los lados, entre las bolas… eso…eres muy obediente Norma… de continuar así, te quedarás por siempre….
-¿Le gusta así? -Ohhh si, me encanta…. Ahora pásame las tetas por el pico … -¿así? -Oh si… dime que te gusta -Tiene un pico muy rico patroncito -¿te gusta tragártelo? -Si … -¿Mucho o poco? -Mucho… lo tiene muy rico… -Que bien… me alegro que te guste… porque me la chuparás todas las noches o cuando yo quiera
Ya terminado mi cigarro y mi vaso de coñac, los dejé sobre la mesa y le dije a Norma que me colocara su culo en la cara. La vieja mujer siguió mis instrucciones y pasando una pierna por sobre mi cabeza, sin dejar de chupármela, me colocó su sexo casi en mi boca Le comencé a comer el coño, y luego el ano. Ella se sintió un poco nerviosa al sentir mi lengua jugando con su ano, pero no dijo nada. Trataba de mojarle lo más posible el ano con saliva, separándole sus grandes nalgas con mis manos para darle más espacio a mi lengua. Poco a poco se la metía en su ano, pero estaba demasiado estrecha a si que tendría que trabajar mucho más en el si quería que fuese mío. Le pedí que con sus manos ella misma se separara las nalgas y también lo hizo. Ya con sus nalgas separadas por sus manos, me mojaba mis dedos con mucha saliva y empezaba a hurgarle esa virgen entrada. En dos ocasiones trató de moverse, pero mi orden de mantenerse así, la volvía a colocar a mi merced. Con el dedo más pequeño, cubierto de saliva, le introduce parte de este, causándole un pequeño dolor que incluso dejó de chupármela. Le pedí que se relajara y que me la siguiera chupando. Con solo la punta del dedo en su ano, seguí moviéndolo, sacándolo, besándole nuevamente el culo con mucha saliva, para volver a trabajar en su ano con mi dedo. La entrada estaba demasiado cerrada y cuando se lo metía un poco más adentro ella dejaba de chupar y se quejaba.
Una y otra vez le sacaba el dedo y le aplicaba más saliva, alternando con mi lengua. Ya al rato le había conseguido entrar todo mi dedo pequeño y ya me la follaba con este por esa entrada. Ella trataba de seguir chupando, pero estaba demasiado nerviosa.
-que pasa Norma , no te gusta -ay patroncito, es que me arde un poco -Tranquila , ya te acostumbrarás y luego gozarás -ay… no creo… pero no me lo meta tan adentro… -Relájate mujer… déjate llevar…Continué mi trabajo y Norma al rato parecía haberse acostumbrado a mi dedo, incluso yo a esa altura había cambiado de dedo por uno más grueso. No lo disfrutaba, pero lo aguantaba sin problemas.
-¿te gusta Norma mi dedo en el culo? -No mucho -Pero ya no te duele…
-Solo un poco, pero es soportableLa saqué y le hice que me montara. Sus movimientos acusaban algo de dolor por el trabajo anal que le había echo, pero de todas formas se colocó sobre mí, y tomando mi verga desde la base, la apuntó a su concha y se fue sentando hasta enterrársela por completo.
La follé así por un buen rato y luego la hice ponerse en cuatro patas sobre la cama. Yo de pie al lado de la cama, la agarré de las caderas y me la volví a follar. Veía su negro culo y nuevamente mientras la follaba, seguía hurgándole el ano. La penetración de mi dedo la incomodaba y la hacía perder el ritmo. Acusaba algo de dolor, pero como mujer obediente me dejaba que siguiera trajinándola. En esa posición, con su culo completamente a mi merced, le saqué la verga y se la coloqué en la entrada del ano. Ella se movió un poco pidiéndome que por favor no lo hiciera, pero yo le dije que se quedara tranquila, que solo probaríamos. La mujer apoyando su cara contra la cama dejó levantado su culo. Tampoco quería que ella sufriera, no era la idea, pero ese culo tenía que ser mío tarde o temprano. Mojándole bien el ano con saliva, le comencé a ejercer presión metiéndole de apoco el pene en esa estrecha cavidad. Ella se quejaba un poco, pero no tanto así que poco a poco le fui metiendo más, ha
sta que la cabeza quedó adentro. Ahí recién ella emitió un quejido de dolor. Me detuve un rato esperando que su culo se dilatara y comencé a moverme muy despacio, sin sacársela y solo avanzando un par de centímetros para luego retrocederlos lentamente.
Le metía solo la cabeza de mi verga, esperando que de apoco ella se acostumbrara y pudiese entrar más, pero me di cuenta que ella estaba sintiendo dolor, así que por eso no se la metí más.
-¿Te duele Norma? -Si patroncito… me duele -Quédate tranquila, no te la meteré más adentro, hoy solo hasta ahí, hasta que te acostumbres -Ay patroncito… no creo que me acostumbre… me duele -Al principio te va a doler, pero después vas a gozar.
-Yo gozo cuando me la mete por la concha… pero no por ahí -Ahhhh se siente tan rico metértela por acá… siente como la tienes metida en el culo -Ay… despacito por favor patrón, que me duele -Tranquila…. Sólo la meteré hasta ahí… todos los días te la meteré por acá hasta que te guste… después me vas a suplicar que te la meta en el culo -¿usted cree? -Si Norma… después te va a encantar -Si usted lo dice patroncito… pero ya sáquemela que me arde -Solo un ratito más… tranquilaLa vieja aguanto como por 15 minutos más que mi verga jugara en la entrada de su ano, hasta que a las finales se la saqué y se la volví a meter en la concha.
La hice darse vuelta y me monté en forma tradicional sobre ella, chupándole las tetas y follándola hasta que la hice acabar casi al mismo tiempo en que yo me descargaba dentro de ella. Quedé rendido a su lado, ella con las piernas abiertas, escurriéndole mi semen entre ellas.
-date vuelta -¿Cómo? -Dame la espalda -¿así? -SiMe coloque tras de ella y sacándole el semen con mis dedos se lo pasaba por la entrada de su ano, metiéndole nuevamente el dedo pequeño. Con la lubricación de mi semen este entraba más fácilmente.
-Que te pareció que te la metiera por acá -Me dolió un poco -¿pero te gustó? -No mucho -Y mi dedo acá… ¿te gusta? -Si lo hace suavecito… si -Mira Norma… quiero darte duro por el culo, así que va a depender de ti que te guste -¿Cómo va a depender de mi? -Tienes que prepararlo -No le entiendo patroncito -Tienes que hacer que tu ano se dilate. Tú misma cuando no estés conmigo, vas a meterte cosas por ahí, haciendo que este se dilate y se acostumbre -¿No cree que ya es mucho patrón? – No… mira siente como mi dedo ya entra sin problemas, si tú acostumbras tu ano a esto, después ya no te va a doler…
-¿Usted cree? -Si… tienes que hacerlo tu misma… con tus dedos… mmmm… o con otra cosa….
-No se patrón… no creo que me guste… -Ahí ve tú… pero te doy una semana para que te lo dilates… por que después te la voy a meter toda -¿Y si me duele? -Me va a dar lo mismo… te la meteré toda, por eso has lo que te digo
La conversación y estar metiéndole el dedo en el culo me calentó de nuevo y me la follé una vez más. Sin importar que ella acabara o disfrutara, acabé nuevamente dentro de ella y luego le pedí que se marchara.
Autor: Alexander alexander_5149 (arroba) hotmail.com