Esta historia sucedió en la escuela donde yo hice el colegio secundario, en realidad en varias partes sucede.
Mi nombre es Alejandro, cuando tenía 17 años había empezado a salir con una chica llamada Belén, éramos compañeros de curso y siempre me había gustado.
Ella era morocha, 1.63 más o menos, no tenía muchos senos (para que mentir?) pero si una cola que a pesar de no estar tan bien formada como otras tentaba mucho, además ella sabia como calentar a cualquier flaco que se le cruzara por el camino.
Llevábamos un mes de novios y lo único que habiamos hecho era tranzar (besarnos) y tocarnos, lo que provocaba que cada vez que yo volvia a mi casa luego de estar con ella me tuviera que dar una ducha fría.
Una tarde salimos del colegio y nos fuimos a su casa a tomar mate (bebida clásica argentina y uruguaya) ella todavia llevaba la falda del colegio y la camisa y yo igual solamente que con pantalón de vestir.
Mientras llegabamos a su casa, nos fuimos besando, dándonos besos apasionados donde nuestras lenguas se entrecruzaban, se hacían una sola dentro de nuestras bocas, mientras la muy turra me apoyaba su mano sobre mi pantalón.
Una vez en su casa, me senté en la mesa mientras ella preparaba todo, mientras tanto feliz porque en su casa no habia nadie por lo tanto podiamos seguir con lo nuestro y yo no tenia que ocultar mi pene que me pedia por favor salir de su encierro.
La cosa fue que en un momento mientras ella preparaba todo mientras yo la miraba me dio una visión fenomenal, el vertice de su culito se mostraba ante mí debajo de su bombacha y de su falda un poco levantada, sin que ella se diera cuenta me acerqué por detrás y fingiendo que la ayudaba a buscar algo, apoyé mi miembro sobre ella, ella demostrándome no ser estúpida me sonrió y apretó su colita contra mi, luego se dio vuelta y me dijo:
-Acá no, mejor vamos a mi pieza.
Para que decir que esas fueron las palabras que mejor me cayeron en mi vida.
Me llevó de la mano, cuando llegamos se abalanzó sobre mi, dandome un beso que hizo que me pusiera a mil.
Apurado por aprovechar la situación antes de que llegara alguien de su familia, la comencé a desnudar y ella a mi.
Después con mi miembro erecto me recosté sobre su cama y ella pasó una pierna por encima mio, me agarró mi pene y lentamente se lo fue hundiendo en su vaginita mientras yo deliraba de placer.
Comenzó a cabalgar encima mio, con mi pija que en ningún momento salia de ella.
Mientras tanto ella daba gemidos de placer y yo me sentía en el cielo, le mordía los pezones le tocaba su culito mientras la seguia clavando por delante.
Ella que me decia:
-sí, síii, sí mi amor asíiii, más, dame másssss.
Hasta que finalmente nos vinimos los dos, cuando terminamos le pregunté
-querés más?? Y ella contestó
-me lo decís en serio?? Sentandome en la cama y poniendole mi pija a la altura de su boca ya me habia comenzado a hacer la idea de una mamada sensacional y sacarme las ganas de su culito cuando de repente escuchamos la llave de la puerta, era su hermana, asi que vistiendonos rápido salimos de su habitación, luego cuando me fui y saludé a las dos, su hermana me dijo al oido
– espero que te hayas cuidado, y luego me sonrió.
En la escuela nos empezamos a sentar juntos, ya que los dos éramos inteligentes aunque yo un poco vago, entonces ella me salvaba varias veces.
Eso servia para que nos calentaramos de una forma terrible, porque en cada examen donde todo el mundo estaba concentrado en sus hojas, ella se concentraba en no gemir demasiado fuerte debido a mis caricias sobre su conchita.
Pensabamos que nadie nos veia, después comprobamos que no era tan asi.
Una tarde nos habiamos estado tocando aprovechando una hora libre y ella me dijo:
– vení conmigo, vamos al baño asi estamos tranquilos.
– Vamos, contesté.
Una vez adentro me dijo:
– La otra vez me quedé con las ganas y sé que vos también.
Lentamente fue sacándome el cinturon y desprendiendo el pantalón.
Agarró mi pene, que estaba duro de la excitación y se lo tragó de un bocado, se ahogó un poco con él, se lo sacó de su boquita y me sonrió para luego empezar a chuparlo suavemente.
Yo me sentía en las nubes con ella haciendome gozar y en la escuela encima.
Ella me daba pequeños lenguetazos, disfrutaba de mi pene como si fues
e un helado y antes de terminar me dijo que me tocaba a mí. Entonces bajé hacia su entrepierna, le levanté la falda y sacandole la bombacha se descubrió ante mí su conchita depiladita y desesperada por algo de acción.
Le empecé dando pequeños lenguetazos, como si fuera un perro luego con la punta de la lengua jugaba con su clítoris, cosa que a ella le encantó porque me hundía la cabeza y me rogaba que siguiera, asi hasta que se vino en mi.
Después se abrió de piernas y me dijo que siguiera pero yo quería su culito, ella un poco se resistió al comienzo pero después decidió darme el gusto.
Con su jugo la empecé a lubricar acariciando su agujerito y después puse mi pene en su entrada trasera, ella me pidió que lo hiciera despacio, yo era la primera vez que lo hacía por allí asi que accedí.
Comencé metiendo la cabeza, iba metiendo mi pene cm. por cm. Hasta que llegué a la mitad, en ese momento la agarré de sus hombros y la tiré hacia atrás al mismo tiempo que yo empujaba, mi pene entró de una dentro de ella, mientras ella me insultaba por haberla hecho doler, me empecé a balancear, nunca lo sacaba del todo y de paso ella ya no me dejaba hacerlo, le habia quedado gustando esa mezcla de dolor y placer.
Me decía- más adentro, más, másss y a mí no me quedaba otra que obedecer, en eso que me la estoy culiando entra al baño Silvana, ella era como de 1.65, pelo castaño y ojos claros, era hermosa y nos encontró a Belén y a mi en plena culiada.
Dándome vuelta hacia Silvana y sacandole la pija del culo a Belén le pedía Silvana que no dijera nada, que nos iban a expulsar y ella practicamente no me escuchaba, se habia quedado mirando a Belén en cuatro y mi pija que seguía dura.
Belén, se acercó y me dijo al oido, – invitala. Yo me quedé sorprendido con la sugerencia pero acepté.
Me acerqué a Silvana y ella quieta me miraba nada más. Le pregunté si queria participar y no dijo nada. Le meti la mano debajo de la falda y noté su conchita un poco húmeda, en eso se acercó Belén y le agarró su mano y la puso sobre mi pene.
En ese momento Silvana empezó a soltarse, aproveché para comerle los labios mientras ella me masturbaba haciendo un sube y baja suave con sus manos.
Belén se nos acercó y nos dijo:
– No tenemos mucho tiempo.
Silvana reaccinó y dijo:
– Vos ya disfrutaste de él, me toca a mí.
Ella se pusó en cuatro y para no perder tiempo la bombee rápidamente. Era un mete y saca casi violento, como Belén no se queria quedar quieta le acercó su panochita a Silvana para que chupara y para que gimiera fuerte y la escucharan.
Silvana estaba como loca, despegaba su boca de la concha de Belén para pedir que mis embestidas fueran más fuerte nada más. Una vez que terminamos, me dijo te quiero delante mio.
Me recosté en el piso y ella metiendose mi pija dentro de su concha comenzó a saltar y a gozar mientras tanto Belén me habia puesto su conchita contra mi boca, me tocaba a mi seguir dándole placer.
Pero Belén quería mi pija, entonces se levantó, le dijo algo a Silvana en el oido y cambiaron de posición, Belén me lo hacia mejor que nadir, mientras tanto Silvana gozaba como loca de mi lengua.
Cuando estaba a punto de terminar con Belén, ella se salio de mi y acercó su boca a mi pene e invitandola a Silvana me dieron una mamada para que yo termine de ayacular, entonces entre las dos me la limpiaron con su boquita.
Fue algo hermoso lo que gozamos los tres, Belén me pidió que no lo hiciera más con Silvana, pero ella se regalaba, además con Belén me peleé a las semanas, después de un pequeño encuentro que tuve con su hermana y del cual Belén no aceptó formar parte.
Después les cuento más porque esa no fue mi unica vez en la escuela.
Autor: daniel alejandro
danialejandro_31 ( arroba ) hotmail.com