Al colocarme la ropa de mim adre, el se acerco y me abrazo como atrapando a un tesoro que no dejaria escapar
Después de unos segundos como si mi hermano diese por terminada una tarea , sin mayor ceremonia, se puso de pie y se marcho prometiéndome que pasaría a verme al día siguiente al atardecer.
La visita de Raúl me dejo bastante conmovida . A la natural inquietud por la partida de mama se sumaba ahora el impacto creciente de la conducta de Raúl conmigo. Era evidente que su primera reacción al abrazarme podría interpretarse como un acercamiento de afecto filial, pero me daba perfecta cuenta que después de observar las fotografías de mama en la piscina la forma como me acaricio los muslos y el trasero tenían una evidente connotación erótica . Así lo había percibido yo también que no puedo negar que caricias tan evidente ocasionaron en mi una reacción física agradable. Tenia sin embargo la expectativa que fuese un hecho casual que se extinguiría rápidamente.
Sin embargo al día siguiente me sorprendí varias veces mirando mi reloj y fue como a las seis de la tarde, cuando en medio del silencio y la soledad de la casa, entré en el cuarto de mi madre y como obedeciendo a un impulso interno ineludible comencé a vestirme con su ropa. Quería parecerme a ella y pensaba que su ropa habría de transmitirme algo de ese encanto arrollador que yo y Raúl reconocíamos en ella. Cuando acabé de vestirme me miré en el espejo y quede asombradamente satisfecha del parecido . Era como si de súbito hubiese aumentado mi edad para adquirir la inquietante figura de mi madre. Satisfecha de la comprobación me dispuse a salir del cuarto y vi a Raúl de pie en la puerta. No me había percatado de su llegada. Casi instantáneamente abrí los brazos como pidiendo su aprobación para mi forma de arreglarme y fue en ese momento que vi ese extraño brillo en su ojos y la dilatación exagerada de sus pupilas. Sin dejar de mirarme avanzo hacia mi y me abrazo . Ahora se trataba de un abrazo diferente al del día anterior . Este abrazo de ahora no tenia nada de ternura. Era recio , casi violento , no parecía querer aprisionar a una compañera sino retener a una presa. Sus brazos me aprisionaron con fuerza y me llevo sin lugar a dudas hacia la cama. Yo caí de espaldas en el lecho sin presentar resistencia alguna y de inmediato percibí el peso de su cuerpo sobre el mío. El me besaba y recorría mis pechos con sus manos. En ese momento me di cuenta que la situación estaba claramente definida y que no tenia sentido presentar resistencia , muy por el contrario me sentía frente a una vivencia que me hacia sentir una hembra hermosa y candente como lo era mi madre y me sentí identificada con ella aunque en una situación mucho mas trasgresora .
Entonces le dije a Raúl que se calmara que yo quería desnudarme-.
El lo hacia simultáneamente , Me tendí desnuda en la cama y vi la cara de deslumbramiento de mi hermano . El quizás me había deseado así pero jamás pensó que yo me le ofrecería de esa forma .
. Yo quería ser en ese momento la mujer que el hubiese construido en su imaginación caliente . Quizás yo era la mujer prohibida , la que en ese momento representaba a su madre , la ardiente, la de la insolente belleza . Y ahora el me recibía primero con sus ojos y luego con sus manos y su lengua conociéndome en cada rincón aumentando el deseo en cada beso mientras desarrollaba una erección portentosa que yo sentía ansiosa buscando mi entrada hasta encontrarla. Y me busco allí adentro muy adentro donde nadie había estado y su respiración me encendía el rostro mientras yo levantaba muy piernas en alto para abrazar su cuerpo desnudo que también me pertenecía.
En silencio nos entregamos a todos los placeres, a todos los gustos a todos los espacios, sin negarnos nada.
Ninguno de los dos habló nunca nada acerca de lo que estaba pasando, simplemente dejamos que pasara y seguramente esto era así porque no nos atrevíamos a admitir que habíamos desencadenado deseos reprimidos de tiempo. Solamente por las pocas frases que el me decía durante el sexo fue que descubrí que Raúl era el amante de mi madre y trataba desesperadamente de recuperarla en mi.
El era ese hombre desconocido por el cual ella había huido de la casa , para escapar de ese fantasma promiscuo que ellos
mismos habían construido.
Descubrirlo casi no fue una sorpresa para mi . En ese momento un montón de actitudes observadas en ambos comenzaron a calzar como un ardiente puzzle que termino por envolverme en su diabólico misterio. Saberlo ahora se transformó mas bien en un motivo de mayor excitación y fuente de ideas candentes que terminaron por abrazarme.
Mientras me poseía . Raúl me preguntaba con ansias si yo conocía el paradero de mama y yo hacia ese juego diabólico que consistía en decirle que mama estaba ahí en la cama con el , mas ardiente que nunca , mientras lo envolvía en maniobras eróticas que ni yo misma sabia desde donde me habían surgido.
Yo había asumido plenamente el rol de mi madre y eso me envolvía en una extraña y placentera excitación . Pasaba la tarde entera probándome su ropa y seleccionando sus prendas intimas mas excitantes, porque ahora no solo quería parecerme, sino que anhelaba superarla en mi rol de hembra ante el mas prohibido de los amantes.
Mis tardes se habían transformado en un paraíso de pasión desenvuelta y sin freno, sin limite y sin explicaciones , sin temores , ausentes de todo pudor. Esta situación se mantenía aun mas candente por el hecho de que ni Raúl ni yo habíamos hablado mas al respecto ,simplemente habíamos asumido esta descabellada situación con el hermoso desenfreno de un pareja joven que no quiere privarse de nada.
Autor: beatriz
beatriz_suler ( arroba ) yahoo.com.mx