Era martes salía de la oficina como todos los días, y me iba con mis amigos a tomar unas cervezas al bar de Santi, en ese bar se nos pasaban un par de horas la mar de divertidas, nos contábamos como nos había ido el día, Juan siempre contaba chistes y julio siempre con sus sermones. (perdón, no me he presentado, yo me llamo Luis), el caso es que ese día les comenté a Juan y a julio que había entrado a trabajar una chica nueva en la oficina y que el director me había encomendado a mi que le pusiera al día de los asuntos que competen a la empresa.
Ellos sin esperar a que les terminara la frase me interrumpieron con un sonoro ¿pero está buena?. Y el caso es que les dije que no, pero me quedé pensando en sus miradas, en sus muecas, en sus piernas, en la forma que se contorneaba su trasero tras aquella ajustada falda y se me iba la imaginación. Al par de cervezas me despedí de mis amigos. No conseguía quitarme de la cabeza a pilar, estaba nervioso y ya deseaba que llegaran las ocho de la mañana del día siguiente para poder estar con ella.
Eran las 7:45 y yo ya estaba en mi despacho, había ido 15 minutos antes para encender la calefacción, y así estar mas cómodos, a las ocho fueron llegando el resto de compañeros y eran las ocho y cinco y todavía no había aparecido pilar, yo no paraba de mirar mi reloj, pero tampoco quise preguntar a nadie por ella por no levantar suspicacias, el caso es que Salí de mi despacho disimulando que tenia que hacer una fotocopia y en esas apareció pilar por la puerta, andaba muy deprisa y parecía acalorada (debió pensar que no era de recibo llegar tarde al segundo día de trabajo), pero le hice una mueca de que no pasaba nada y se dibujo una sonrisa de alivio en su rostro.
-¿Qué tal pilar, Alguna duda de lo que vimos ayer? – Hay algunas cositas que no entendí bien, ¿si no te importa, podrías volver a explicármelas? -Claro -le dije- con cierto entusiasmo y ganas de ponerme en ello.
– Mira lo de imprimir los balances no lo comprendí, hay algún paso que no me deja continuar al llegar a este punto (mientras me mostraba una hoja de los apuntes que había tomado) – Bien, pero tendrás que sentarte a mi lado, para que puedas ver la pantalla de mi ordenador.
– ¿Traigo la silla? – Si, tráela y siéntate aquí.
Trataba por todos los medios de olvidar sus piernas, de olvidar el contorneo de sus trasero que tanto me había excitado el día anterior, así que me fije en la pantalla y trate de restar importancia a que fuera pilar la que se iba a sentar a mi lado.
Ella se sentó a mi lado y volví a la explicación de cómo poder imprimir el balance, cuando llevábamos un rato merodeando por las opciones del programa note como la pierna de pilar estaba pagada a la mía, le resté importancia y la aparté ligeramente para evitar que se pudiera sentir incomoda, pero a los pocos segundos de retirar mi pierna sentí como ella la volvía a acercar para sentir mi contacto, en ese instante no pude evitar recordar sus piernas y lo mucho que me excitaron la noche anterior al acostarme.
– Mira pilar, para poder sacar el listado has de hacer clic en la opción informes, y luego desplegar el submenú de cuentas anuales.
Ella trató de indicar con su bolígrafo una duda que tenía y para ello lo llevó hacia la pantalla, pero se le cayó al suelo, apartó su silla y se agachó a tomar el boli. Yo enrojecí al instante, iba a descubrir la erección que tenía, y no podía hacer nada para ocultarla, y así fue, al subir se quedó mirando mi paquete y seguido me miró con una mirada que no supe interpretar, yo enseguida traté de reconducir la conversación para evitar una situación más incomoda y me puse a explicarle cosas nuevas del programa de contabilidad, ella cojió su boli y se puso a escribir. (en mi interior pensé que la había cagado, que estaría pensando que era un salido y todas esas cosas que piensan las mujeres cuando un tío se exci
ta solo al ver un culo) al cabo de un rato de escribir y de un silencio que casi se partía con el filo de un cuchillo se acercó a mi oído, y me dijo.
– Me gustaría ver lo que se esconde debajo de ese pantalón.
– Por favor pilar, estamos en la oficina y yo tengo novia.
El caso es que le dije lo primero que me salió pero ya estaba excitadísimo imaginando sus manos recorriendo mi polla. – Tranquilo, esperaremos a que todos se vayan y acto seguido se fue ha hacer otras cosas por la oficina, estaban a punto de dar las dos de la tarde y poco a poco todos iban recogiendo y marchándose, primero fue jacinto, el encargado del archivo, más tarde fue marta la chica del teléfono, a los cinco minutos se fue jose luis el encargado de las entradas del almacén, y así uno tras otro hasta las dos y cuarto en que solo quedábamos pilar y yo en la oficina. Ella continuó unos minutos haciendo sus tareas y eso me desconcertó, pero seguido me buscó con la mirada y me hizo un guiño y se levantó para dirigirse a mi despacho. Cerró la puerta tras de si y se acercó a mi mesa.
– Como deseaba que se fueran todos, dijo pilar.
– Yo también. – Desde que vi tu paquete no he dejado de pensar en tu polla. – Yo desde que vi tus piernas ayer y como movías tu trasero no he dejado de pensar en ti. Se acercó hacia mi y sin mediar más palabra empezó a desabrocharme el pantalón, cojió con su mano mi polla que estaba erecta, y con la punta brillante de lo excitado que estaba y empezó a menearla con una mano despacito mirándome a los ojos. – Ahhhhhhh, dije lanzando un suspiro – ¿Te gusta eh? Te gusta que te coja la polla y te la acaricie despacito, te gusta sentir mi mano, ¿eh?. Yo estaba a punto de irme, pero pensé que quedaría fatal si me venia tan solo al sentir su mano en mi polla y me puse a pensar en otras cosas, a desviar mi atención pero enseguida sentí como pilar hundía mi polla en su boca y muy despacito la succionaba, nunca había sentido nada semejante, como me la estaba chupando, uff.
– No pares zorra, eso pareció excitarle más y empezó a chupar más fuerte y más rápido, mientras con la mano subía y bajaba la piel de mi polla, yo con mi mano le empujaba la cabeza para hacer que se la llevara hasta el fondo, pero no era necesario empujar. Cuando ya me tenia a punto de correrme, paró bruscamente.
– ¿Pensabas que te ibas a venir en mi boca eh?. ¿Y luego quien me folla? Diciéndome esas palabras empezó a desnudarse mostrándome esos pechos que tanto había imaginado en mi boca, tenia unos pezones largos, y mirando al cielo, luego siguió y se quitó la falda dejando al descubierto un culo precioso, redondo y duro como una piedra. No me dejó tiempo para contemplarla que me cojió de la cabeza. – Ahora te toca comérmelo a mi!
Retiró cuanto estaba sobre la mesa del despacho y se sentó sobre ella con las piernas abiertas. Cuando vi su coño rasuradito y con los labios pegados y que sobresalían, me dio un espasmo de placer, y no tardé en acercar mi lengua a esos labios, mientras con los dedos los iba separando y penetrándolos con mi lengua, ella cada vez que sentía como mi lengua le rozaba el clítoris apretaba las piernas y lanzaba un gemido. Cada vez se lo lamía con más ritmo, quería que se viniera en mi boca y ella apretaba con sus manos mi cabeza tirando de mis pelos, me estaba poniendo a mil, creía que me iba a venir de excitación solo comiendo ese coño que estaba empapado. Pero pilar tirando de mi cabeza me apartó e hizo que me retirara, entonces se inclinó sobre la mesa mostrándome su precioso culo, yo tenia una erección brutal pero aún así pilar quiso comprobar el estado de mi polla y la cojió con su mano y empezó a menearla.
– Quiero que me folles, quiero sentir esta polla dentro de mi.
Y con mis manos separé sus nalgas y contemplé su coño entre ese perfecto culo (me encantan los coños vistos por detrás), y tomé mi polla con mi mano y empecé a jugar con la punta sobre sus labios, primero los separaba y pasaba la punta por su interior, luego con la punta frotaba su clítoris, y ella se volvía loca, pero no tardó en llevar su mano entre sus piernas y cojió mi polla para llevarla a la entrada de su coño. – Empuja, quiero sentirla TODA.
Empujé, y la llevé hasta el fondo, a lo que ella respondió con un enorme gemido y empecé a foll
arla como pocas veces había follado a una mujer, cada vez más fuerte, cada vez más rápido. – ummmmmmm, sigue, no pares. – tómala, tómala toda zorra. – si, sigue, sigue.
Con el flujo que salía de su coño mi polla cada vez entraba mejor así que humedecí un dedo con su flujo y mientras la follaba empecé a meterle el dedo por el culo. – No, por detrás no. – ¿Porque? – Me duele.
Hice como que no le oía y seguía metiéndole el dedo, al rato empecé a meterle dos dedos y notaba como se había dilatado un poco el agujero de su culo así que saqué mi polla de su coño, y sin dejar que ella pudiera evitarlo llevé la punta a la entrada de su culo y sin esperar empujé hasta el fondo.
– Cabróoonnnn aahhhh! – Tómala, que te gusta, se que te gusta zorra – Uffff, cabróonnn.
Pero cada vez ese cabrón era menos hostil y era más de deseo, por momentos sus gemidos se entrecortaban pero yo aprovechaba para follarla cada vez más rápido, ella se vino varias veces hasta que no puede aguantar más y me vine, ella al sentir que me estaba viniendo en su culo, se giró rápidamente y cogiendo con su mano mi polla empezó a menearla haciendo que mi semen llenara sus pechos. Luego frotaba mi polla contra sus pezones hasta que dejó de salir semen de mi polla.
– No ha estado mal – dijo pilar – ¿No ha estado mal?, ¿eso es todo? Dije sorprendido – No ha estado mal, pásate esta noche por mi apartamento y verás como puede ser mejor.
Me hizo un guiño y desapareció de mi despacho con su ropa en la mano.
Autor: el insaciable