Esta Historia es totalmente verídica, paso hace algunas semanas y todavía la recuerdo como si la estuviera viviendo.
Todo comenzó un viernes, me hablo mi amigo Pedro diciéndome que tenia una ganas locas de darme una buena culeada, Pedro es un chavo moreno de 27 años, medio alto, con el pelo muy corto, muy varonil y guapetón, es el clásico hombre que tiene mas de dos viejas pero le encanta coger de vez en cuando con hombres. Pedro me dijo que me quería presentar a un amigo para tomarnos unas cervezas y tener una buena sesión de sexo, Pedro sabe mis gustos y de vez en cuando me consigue hombres porque le encanta ver como me culean, dice que se me abre muy rico el culito, inclusive le gusta tentármelo mientras me la están dando hasta el fondo, en pocas palabras es mi cómplice sexual o como le digo yo mi amigo de cogidas. Quedamos de vernos en la noche y ahí me esperaría con su amigo, llegada la hora fui por ellos, venia Pedro acompañado de un muchacho de unos 18 años, cara de niño, lampiño, de estatura regular, ojos muy negros y muy guapito, no totalmente de mi gusto, ya que a mi me encantan mas bien rudos, pero supuse que estaría muy bien dotado, Pedro como les decía ya sabe mis gustos. Nos fuimos los Tres, Pedro, Marcos y yo a comprar un 24 de Tecate, y posteriormente rentamos un cuarto de hotel para hacer nuestro degenere. Llegamos al cuarto y después de tomarnos unas cuantas cervezas, pusimos el canal de películas XXX, y Pedro se empezó a desvestir y ya tenia la verga bien parada, yo para esto ya iba con el culito muy limpio y lubricado con crema para entrar en acción lo mas pronto posible, Marcos se quedo sorprendido ya que el no sabía nada de lo que iba a ocurrir, mientras Pedro le decía que se alivianara, que se quitara la ropa, que a mi me encantaba la verga. Marcos no creía. entonces Pedro me dijo que me quitara la ropa y que me pusiera de lado, hice exactamente eso mientras el me iba dedeando el culo, para posteriormente meterme la cabeza de su pito antes los ojos incrédulos de Marcos y mis Gemidos, cuando estuvo hasta adentro Pedro Dijo: «Mamita que rico tienes el culito, cabrona ya lo traías preparado para sentir esta rica verga», yo gemía mientras le decía: «Papito que rica la tienes, que rico me abres el culo, damela hasta el fondo». Con la voz quebrantada miraba a Pedro y le hacia señas de que se acercara, mientras acariciaba los huevos de mi rico mayate. Pedro se acerco y por encima del pantalón descubrí que tenía su pito al máximo y que necesitaba ser liberado. Baje su pantalón, que por cierto no llevaba ropa interior, y salto a mi vista una verga de las que me fascinan, de esas que a pesar de no ser súper largas, son inmensamente gruesas y abridoras de culitos calientes como el mío, que en ese momento lo sentía ya caliente y mojado por la lubricación de Pedro. Me apodere de la verga de marcos y le comencé a dar lengüetazos en la cabecita, en el tronco y en los huevos mientras esté bramaba como loco y a mis espaldas sentía la caliente respiración de Pedro que me tenía súper caliente. Marcos me decía: » así putito, que rico mamas, trágatela toda, sácame los mecos», mientras que Pedro me tenía ensartado hasta el fondo, sentía como sus huevos querían entrar dentro de mi ano, y yo le correspondía apretando mi culo, sacando suspiros y ordeñándole su rica vergota. Por otro lado sentía como escurrían de mi propia verga cantidades de liquido preseminal y como me llenaba la boca Marcos del mismo liquido, mientras yo le jalaba sus huevos y de vez en cuando me bajaba a metermelos en la boca, no sin dejar a un lado su rica raja que para ese momento ya estaba bien mojadita, sin vellos y calientita, como diciendo: necesito un verga que me abra. La culeada de Pedro se volvió mas salvaje, de hecho me dolía cuando me la metía hasta adentro sentía que me estaba taladrando mis entrañas. Marcos no aguanto mas y soltó un grito que decía: «Pinche puto, ahí te van todos mis mecos trágatelos, son tuyos», mientras decía esto se fue directo a mi culo y metió uno de sus dedos entre
la verga de Pedro y mi culo, a lo que pedro dijo: «Te dije que te iba a gustar y no me creías pendejo». Los mecos de Marcos eran abundantes deliciosos me escurrían por la cara, me sentía en un sueño, con la boca llena de leche y además a punto de ser llenado mi culo de mecos, era lo máximo. Yo jalaba los huevos de Pedro y tocaba mi culo que estaba al máximo, como dice Pedro, deseoso y calientito. No aguante mas y solté chorros de leche, apretando la verga de Pedro, que en ese momento bramaba como animal y decía: «Ahí te van todos mamita, te voy a dejar el culo lleno de leche hasta el tope». Con la corrida, los tres nos acostamos un rato, pero los planes de Marcos no eran solo una mamada, ya el también quería probar mi culo, y su verga seguía hasta el tope, bien parada, y lubricada. Se acostó en la cama y me pidió que me sentara en ella, por otro lado Pedro se sentó en una silla enfrente de la cama para ver como según dijo el: «quiero ver como esa verga tan gorda te abre el culo» . me fui sentado en la verga de Marcos y a pesar de que tenía el culo lleno de mecos y bien lubricado, fue un poco difícil la penetración, ya que la tenía muy gruesa como dije antes, Finalmente entró todita, estaba yo sentado en sus huevos peludos, se sentía fenomenal, y Pedro me miraba a los ojos desde su silla con una lujuria fantástica, mientras que Marcos gemía y me decía: «Que rico mamita, que bueno que no me perdí de tu culito, lo tienes hirviendo», luego se dirigió a Pedro y le dijo: «Cabrón dejaste bien mojado este culito, tengo toda tu leche en los huevos», yo le agarraba los huevos mientras me movía en círculos, para enfrente y para atrás, aullando y gritando como una vil puta. solo los que han estado en esta posición con una verga tan gruesa hasta dentro del culo, saben lo abierto y caliente que se siente, y sobre todo lo difícil que es controlarte para no correrte. Pedro seguía hablando y eso nos calentaba mas, nos decia: «Tienes el culo bien abierto, parece que se te va a reventar, se te ve bien rico putito, lo tienes al rojo vivo». Ya para ese momento yo casi no me movía, marcos era el que controlaba todo, yo me la jalaba mientras veía como Pedro se masturbaba desde donde estaba sentado, de repente Marcos me dijo: «ahí te van marica, espero que te preñe», grito y yo empecé a sentir el calor de su leche en el culo, mientras que Pedro acerco su pito a mi boca y me hecho toda su leche, no aguante mas y termine dejando toda las cobijas llenas de mi semen. Pedro se fue a bañar y nos quedamos en la misma posición Marcos y yo. No quería que me la sacara, la sentía muy rico adentro, le dije que nos iríamos y que dejaríamos a Pedro con cualquier pretexto, que quería volver a sentirlo dentro. Nos cambiamos, y nos fuimos del hotel, dejamos a Pedro y regresamos al Hotel.
Llegando se la volví a mamar y esta vez, el me abrió de piernas y me empezó a mamar el culo, que ya estaba bien abierto y con los restos de la leche de ambos. Subió mis piernas a sus hombros, me metió su duro pito de golpe y me empezó a besar, me decía: mamita, mamacita putita, que rica y calientita estas y cosas así, me metía la lengua hasta la garganta, mientras yo agarraba sus nalgas apretándolo mas hacia mi y jugaba con sus huevos, me tentaba el culito, era delicioso, me estaba haciendo el amor como a una mujer, era tierno, pero a la vez implacable con su tremenda verga, me separaba las nalgas y me decía: «¿Toda?, la quieres toda mamita?», y trataba de meterla mas allá de lo inimaginable, me hubiera encantado que me metiera hasta sus huevos. El cuarto olía a sexo, a hombre, yo le suplicaba que me llenara de leche el culo, que me lo apagara. El gemía, mientras me metía toda su lengua, me mordía la boca, hasta que finalmente estallo, y pude sentir como se hincho su verga para depositarme toda su caliente esperma dentro de mi, mientras me decía: «toda mi verga es tuya mamita, puedes tenerla cuanto quieras, estas bien calientita», se quedo ahí un rato, besándome y yo ya no me pude venir, el ya se había corrido tres veces esa noche, dos en mi culo y una en mi boca, sin embargo yo no me quería correr sin una verga en el culo, parecía que era una adicción, ya llevaba tres descargas de semen en mi culo y dos en mi boca y necesitaba mas, el ya no podía Mas, estaba muy cansado y lo fui a dejar. Durante una hora me dedique a recorrer en mi auto las calles de mi ciudad (Hermosillo) en busca en algún posible
candidato, no aguantaba, sentía el culo hirviendo y traía la verga bien parada, no se que me pasaría, quizás era el alcohol, pero necesitaba un ultimo macho. Me metí a una colonia medio peligrosa y anduve como 15 minutos mas de cacería, cuando de repente veo afuera de una vieja casa a un hombre de aspecto maleante recargado en una pared fumando, estacioné mi carro enfrente de esa caso y me le quedaba mirando, le hice una seña y el tiró su cigarro y se acerco, le dije que si sabía el nombre de esa calle, que venía de otra ciudad y que andaba perdido, el me dijo el nombre, le di las gracias y pude verlo fijamente, era un chavo de unos 25 años moreno, de bigote, a pesar de tener aspecto de delincuente estaba muy apetecible, era delgado, alto, cabello entre largo y corto y unos ojos y cejas muy negros, rudo como me encantan, le dije que si le gustaría tomarse unas cervezas y de inmediato dijo que si, se subió al carro, me dijo que se llamaba Moisés , y de nueva cuenta me dirigí al hotel. El ya sabía a lo que iba, después de la segunda cerveza me preguntó por el canal porno, y se quito el pantalón, yo no lo podía creer ese hombre me iba a culear. Termino de quitarse toda la ropa, tenia el pecho cubierto de vellos negros y cuando vi su verga, se me hizo agua el culo, sentía punzadas, su pito no tenia circuncisión, tenia un grosor muy respetable y el largo también, una mata gigante de pelos negros y unos huevos grandes que colgaban mas abajo de su verga. Se acostó en la cama y en unos minutos ya la tenia completamente parada, se bajo el prepucio y pude ver su cabeza ya lubricada, y de repente el se me quedo mirando y me dijo: «si te gusta, adelante puedes mamarla», no me dijo dos veces, hambriento de verga la agarre y me la metí en la boca, me la tragaba completa, la mamaba de a lado, le chupaba los huevos, me la pasaba por toda la cara, y baba corría por mi cara y cuello, el decía: «Que rico la mamas, pero me gustaría entrar en tu culito, tengo rato que no culeo», de inmediato me separe y me puse de a perrito, con mis manos me separe las nalgas y le dije: «es todo tuyo papito ábremelo, llénamelo de mecos». Me la metió de golpe, hasta que sus vellos pegaron con los de mi culo y me dijo: «pues si ya lo tienes abierto mamita, me imagino que te han de haber culeado toda la noche», no conteste y el caliente gritaba: «¿Te gusta la verga verdad puta? ¿quieres que te abra mas el culo cabrona y que te lo llene de leche? Contéstame marica» mientras gemía y me decía esas cosas, en la posición de perrito en que estábamos, el me jalaba los hombros hacía él, yo sentía toda la potencia de su verga, el me decía: «tiéntate el culo putita, siente como te tengo mi verga hasta la raíz». De repente me aparto, y me ordeno que me sentara en su pito, yo lo hice, me senté de espaldas, pero el me dijo que me sentara de frente, que quería verme. Me senté hasta chocar con sus huevos, era el uno de los chacales mas calientes y lujuriosos que me han culeado. Para mi sorpresa mientras yo subía y bajaba de su verga, se me quedo mirando fijamente con esos preciosos ojos negros y me agarro la verga y me la empezó a jalar con fuerza, esto lo excitaba mas, pude sentirlo porque su verga se hincho aún mas abriéndome completamente el culo, yo le suplicaba que no me masturbara, que no me quería venir, le dije que cuando fuera a estallar en mi culo me la jalara para venirnos al mismo tiempo. Empecé a moverme mas rápido y el me dijo: «Me vengo, ahí te va mi leche, siéntela», se apodero de nuevo de mi verga jalándola furiosamente, y en el instante que el bramaba y gritaba me vengo, solté corros de mecos que bañaron todo su pecho velludo, mientras le exprimía con mi culo los últimos restos de mecos y le jalaba los huevos, fue delicioso, no hay nada mejor que un mayate culeando en esa posición, y el muy hombrecito jugando con tu verga. Ahora si ya estaba satisfecho, Moisés se levanto, se cambio y fui a dejarlo, le di mi teléfono celular, y salimos otras dos veces mas, hasta que el regreso a Guaymas, que es la ciudad de donde venía. Para la próxima les contare una aventura que tuve con Moisés y con un amigo de el, cuando me llamaron muy borrachos en a madrugada. A los otros dos en veces los veo, sobre todo a Pedro, que es mi cómplice. Esa noche cuando llegué a mi casa todavía me masturbe dos veces mas pensando en los mecos que traía en el culo, leche de tres hombres diferentes, me escurría del culo y yo chu
paba mis dedos mientras me masturbaba, fue delicioso. Se que es muy riesgoso lo que hice, y para la próxima usare protección, pero nunca se me olvidara esa noche en que me llenaron el culo hasta el tope de mecos. Espero que les haya gustado esta historia 100% verídica.
Autor: Alann
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