El segundo día en San Martín madrugamos bastante para irnos de viaje en un Catamarán que le da la vuelta a toda la isla. Está permitido ir desnudos en el mismo.
Aún nos resultaba algo incomodo estar completamente desnudos delante de otras personas. Con Noah y Steven no pero con gente que no conocemos sí. Por lo tanto decidimos ir en bañadores. Con la novedad de que los bañadores que utilizamos no eran los de competición que teníamos nosotros dos, sino unos tangas que nos habían comprado en San Martin de regalo Noah y Steven. Eran estilo hilo dental (thong o string) completamente color fucsia. Súper lindos, geniales. Muy cómodos. El tejido en que estaban hechos era de Supplex-Poliamida-Elastano. Este tejido nos trae la tecnología de las fibras sintéticas, con el toque sedoso de las fibras naturales. Ofreciéndonos una elasticidad y suavidad únicas . Posee unos acabados exclusivos, en los que se dibuja claramente los genitales masculinos pues la tela se amolda a la forma y al tamaño de los mismos y no a la inversa. Pues hay bañadores donde la tela oprime los genitales casi de forma asfixiante para aquellos que tenemos los testículos grandes. También ellos llevaban puestos el mismo estilo de tanga y del mismo color. Nos sentíamos muy cómodos con esos bikinis. Por estar nosotros circuncidados, se nos marcaba claramente el glande.
Una vez en el Catamarán llamado Tiko-Tiko, nos presentamos todos los que íbamos a viajar, de manera que se diera desde el principio un ambiente de camaradería. Mi hermano y yo, por ser gemelos llamábamos mucho la atención de todos. Las personas nos decían que éramos idénticos. Alguna diferencia deben tener, nos decían, pero es imposible detectarla. La realidad es que somos iguales en todo. Sentían curiosidad sobre cómo son los gemelos y las muchas cosas que se dicen de ellos. Lo cierto es que tenemos una empatía enorme. Presentimos las cosas que nos están sucediendo aunque no estemos cerca. No sé si sicológicamente estamos predispuestos pero nos enfermamos al mismo tiempo. Pensamos igual ante un sin número de cosas. Los mismos gustos, etc.
Ese día lo pasamos genial. Nunca habíamos tomado tanto solo. Nuestros bañadores se nos quedaron marcados en el cuerpo. Dibujándonos, por el mucho sol, una sobra blanca en nuestro cuerpo. Solamente un chico de nombre Jung, Noah, Steven, José Diego y yo estábamos utilizando bañadores. Todas las demás personas iban desnudas. Era rico poder tirarse al agua desde el Catamarán y nadar mar abierto. Noah y Steven sentían un poco de miedo hacerlo, pero otros chicos y nosotros sí nos tirábamos al mar a nadar por buen rato.
Durante el viaje tomamos mucho agua pero también muchas cervezas de tal manera que todos estábamos bastante mareaditos por el alcohol. Conocimos un chico muy hermoso de piel negra. Tenía la estatura de nosotros, seis pies. Lucía como un modelo de revistas. Su cuerpo bien formado. Su rostro hermoso. Su nombre, como dije anteriormente era Jung. Llevaba un bikini amarillo con una línea en toda la cintura color morada. Le peculiaridad de su bikini era que cuando se mojaba quedaba prácticamente desnudo pues se le notaban sus genitales negros. Eso lo hacía ver mucho más sexy. El vive en una de las islas del Caribe y viaja con frecuencia a San Martín.
Al terminar el viaje le invitamos a nuestra casa. El aceptó la invitación y fue con nosotros a la villa. Como teníamos un jacuzzi exterior enorme en la villa, nos metimos todos para relajarnos. Una vez dentro del mismo Steven se quitó su tanga y fue a la cocina a por cervezas. Ahí nos dimos cuenta de cuan marcado se había quedado el tanga en su cuerpo y comenzamos a mirarnos a ver si se nos habían marcado también. Efectivamente teníamos marcados el bañador. A José Diego y a mi, por ser los más blancos del grupo, se nos notaba más la diferencia de color. Aunque a ellos también. En fin que por estar mirándonos la marca del bañador, terminamos quitándonos nuestras tangas y nos quedamos desnudos dentro del agua.
Era genial estar los cinco en el jacuzzi totalmente desnudos. Al finalizar la cerveza fui yo a buscar las otras. Salí desnudo del agua y noté como Jung me miraba asombrado. Esa mirada me puso la mente a correr. Así me comencé a sentir excitado y ya en la cocina tuve la erección de mi pene. ¿Cómo regresar ahora al jacuzzi? Los chicos me van a ver excitado y con cinco cervezas en la mano se me hacía difícil cubrirme. Llamé a José Diego para que me ayudara pero en su lugar Jung le dijo que él iba a darme la mano. Cuando él entra a la cocina ya tenía erecto su pene. Era enorme, unas diez pulgadas, totalmente hacia el frente, derecho. Como su piel, su pene era negro y sus testículos enormes y negros también, quizás más negros que el resto de su cuerpo.
Al verle me confundí no sabía cómo reaccionar y pensé que debíamos ir rápidamente al jacuzzi porque si tardábamos más los chicos podían pensar que habíamos estado haciendo algo en la cocina. Salimos rápido con las cervezas. Cuando miramos, Steven y Noah estaban besando a José Diego mientras le tocaba todo su cuerpo. Jung y yo nos miramos y nos dimos un beso pero continuamos caminando hacia el jacuzzi. Entramos, pusimos las bebidas en la orilla y acercándonos a ellos tres los besamos por la espalda para decirles que habíamos llegado. Ellos se voltearon y quedamos de frente mi hermano y yo. Me miró con cara de estar súper excitado y sin decirme nada, yo sentía que me estaba pidiendo que le besara. Lo hice apasionadamente. Este beso excitó a los demás chicos, pero sobre todo a Jung.
Después de ese momento intenso, con la respiración entre cortada, nos sentamos nuevamente en el jacuzzi. Ahí nos miramos todos y Jung hizo esta expresión: “Wow que rico y que lindo verlos a ustedes besarse. Wow de verdad que no sabía que ustedes se amaran tanto y de esa forma. Es que son hermanos, es que no entiendo pero me han dejado súper excitado”. Y finalmente preguntó: “¿es la primera vez que lo hacen? ¿Ustedes han tenido sexo entre los dos?” Nuestra respuesta fue no y sí. No era la primera vez y sí hemos tenido relaciones sexuales entre los dos. Es que se ven bellos, ¿alguno es pasivo?, nos continuó preguntando. Y le respondimos: “wow gracias. Y no somos pasivos”.
La realidad es que sus palabras, aunque lindas, hicieron que perdiéramos la excitación que teníamos José Diego y yo. Entonces Steven y Noah nos dijeron: “queremos que ustedes nos penetren por favor”. Noah fue y buscó los condones. Nuestros corazones nos latían como nunca. Había un bloqueo en nuestra mente no sabíamos como reaccionar. José Diego les dijo: “es que ustedes son hombres como nosotros y no quisiera hacerles eso” (refiriéndose a lo de penetrarlos). Steven le respondió: “sí somos hombres y seguiremos siéndolo igual que ustedes. No te bloquees por eso, no pasa nada. Te va a gustar demasiado”. Mi hermano se colocó el condón y comenzó a penetrar a Steven. Al principio se le hacía difícil lograr la penetración hasta que finalmente pudo.
Jung intentó ponerme el condón para que yo penetrara a Noah, pero mientras me colocaba el condón, el roce de sus dedos en mi pene me excitó demasiado y comencé a eyacular. Al ver mi hermano que intentado poner el condón en mi pene eyaculé y mi leche bañó a Jung, él comenzó a eyacular dentro de Steven. Era la primera vez que mi hermano eyaculaba penetrando a otro chico. Se veía lindo como se movía y corriéndose dentro de él mientras gritaba de placer. Entonces logré ponerme el condón. Con mi semen que le había caído en el rostro a Jung, éste lo utilizó como lubricante sobre mi condón para que penetrara a Noah. Me dio mucho trabajo penetrarlo. Me dolía el pene al intentar la penetración pues su ano estaba muy cerrado. Al final lo logré. Que sensación más placentera. Sí que es rico ser activo. Yo sentía que mi pene estaba atrapado dentro de su ano. Sentía que me apretaba todo mi pene. Sentía los latidos de su cuerpo que presionaban y soltaban al mismo tiempo mi glande dentro de su ano. Que sensación tan rica. Pero no pude más. Le avisé a José Diego que iba a eyacular. Este se fue detrás de mi y besándome el cuello y mis orejas me decía: “dale vente Diegui, dale, dale”. Y con su mano tocaba el área de mi ano. Pensé que me iba a penetrar con su dedo, pero no, solamente me tocaba. Y sí me vine como nunca. Era rico sentir mi semen atrapado en el condón y al mismo tiempo sirviéndome de lubricante en mi propio pene, pues Noah apretaba su ano de manera que me excitaba más y más. Ambos, mi hermano y yo gritamos en ese momento demasiado.
Yo no quería retirar mi pene de su ano. Deseaba seguir sintiendo esa misma sensación y estimulación. Ya y muy despacio quité mi pene de su ano. Totalmente erecto, con el condón puesto lleno de mi semen. Escurrí mi semen atrapado en el condón sobre la espalda de Noah y José Diego se tomó toda mi leche. Y ya con la boca llena de mi semen nos besamos de manera que entre los dos nos tomamos el semen. Jung nos pidió que le penetráramos entre los dos. Nos repusimos. Nos pusimos nuevamente condones limpios. Yo me acosté boca arriba. Jung se sentó en mi pene. Y colocó su pecho sobre mi pecho. Comenzó a besarme. Mi pene entró muy fácilmente en su ano. José Diego se acostó sobre la espalda de Jung y comenzó a penetrarle también. Nuestros penes entraron muy fácilmente en su ano, pero como lo tenemos tan corto, cuatro pulgadas, perdíamos la penetración en muchas ocasiones.
Para ayudar a mi hermano le agarré por sus nalguitas para que pudiera penetrar mejor a Jung. Este movimiento de mis manos hacía que el ano de José Diego quedase expuesto. Lo que provocó que Steven le hiciera sexo oral en el ano a mi hermano. Yo no veía bien lo que le estaban haciendo pues estaba debajo de Jung y debajo de José Diego. Pero de momento comencé a escuchar a mi hermano decir: “no, no me penetres por favor, no me penetres”. Y era que Steven había logrado introducir su lengua entre del ano de mi hermano que estaba dilatado. Yo le dije: “Steven por favor no lo penetres”. El me respondió: “no lo voy a hacer, es solo con mi boca”. Y de hecho Noah estaba haciéndole sexo oral en el pene a Steven mientras éste le hacía sexo oral a mi hermano en el ano.
Cuando siento a Jung que comienza a gemir y su enorme pene sobre mi estomago comenzó a expulsar cantidad de semen sobre mi pecho. Verle así con su carita hermosa de placer, me hizo eyacular y José Diego se había quitado el condón y eyaculó fuera del ano de Jung, entre sus nalguitas. Mientras Noah seguía haciéndole sexo oral a Steven. Jung comenzó a hacerse sexo oral en el ano a Steven y José Diego y yo sexo oral en el pene a Noah, hasta que ambos eyacularon una cantidad enorme. Finalizadas las vacaciones regresamos a nuestro país.
Al día siguiente de estar en casa bajamos a desayunar desnudos, como casi todos los días y nuestros padres notaron las marcas del sol que habían dejado nuestro hilo dental en nuestros cuerpos. Mi padre hizo la siguiente observación: “A la verdad que tomaron mucho sol, yo diría que demasiado. Mis hijos llegaron de bronceados a más no poder. Oye, y ustedes, ¿utilizaron tangas, hilo dental en la playa?” Nos miramos mutuamente mi hermano y yo con los ojos lo más grande que podíamos abrirlos y asustados de lo que pudieran interpretar nuestros padres al respecto. No caímos en la cuenta de que teníamos marcados los tangas en el cuerpo. Y madre arregló la cosa diciendo: “no pasa nada, les queda lindo el bronceado que tienen, envidioso”. Bueno y todo terminó entre risas. Wow que momento difícil por el despiste de bajar desnudos al desayuno. (Continuará bajo el título: “ DE REGRESO A SAN MARTIN JOSE DIEGO Y DIEGO JOSE”.