Había tenido con mi primer amante dos citas, y si bien había sido una experiencia completamente nueva a lo que había experimentado antes, sentía que había cosas que no colmaban mis expectativas. Por ejemplo me emocionaba el hecho de ser penetrado, sentir la proximidad de su verga a mi ano, y en si la propia penetración, y la sensación inicial de estar poseído por tu amante pero durante el posterior mete y saca, no sentía nada y lo asumía como mi aporte para que mi amante disfrute conmigo, aunque yo no lo hiciese.
Como que las citas eran muy rápidas, el eyaculaba en mi y todo se acababa, claro el luego me hacia acabar, el luego de acabar esperábamos un rato, hasta que se recupere y me volvía a penetrar y yo me masturbaba hasta eyacular, y ahí acababa la cita.
Pensé que en el tema de la penetración, la causa de mi falta de goce pudiese ser el tamaño un tanto pequeño de su pene. Esto sin mencionar el cargo de conciencia que tenía después… “Que estoy haciendo con mi vida, revolcándome a mi edad con un hombre…..”, con las preguntas reiteradas, ¿Soy o no soy gay?, ¿soy solo un curioso?, ¿me seguirán gustando las mujeres? etc., etc., etc.
El tema de “…¿Me seguirán gustando las mujeres?..” lo dilucide, a las pocas semana que salí con una prostituta preciosa era de Huaraz (ciudad ubicada en la sierra del Perú) , era la primera vez que había estado con una mujer que no fuese mi esposa en todo los años de casado. Por tanto creo que si quería ubicarme en temas de tendencia estaría en el grupo de los bisexuales.
Seguí buscando, y un día visitando paginas de prostitutas veo el rotulo “Traviesas”, lo cual sabia que se trataban de travestis, y decidí probar con una en particular una tal “Thalía”, esta me atrajo porque decía entre los servicios que daba que hacia también de activo, la llame y me dio la dirección de su departamento, y fui al día siguiente.
Cuando llegue me recibió con una lencería espectacular, unas medidas excelentes una cara muy bonita, esperaba con ella experimentar de activo como de pasivo, así que dimos por inicio la sesión. Ella me pidió que me desnude completamente, a lo que accedí, y comenzó dándome un oral como nunca nadie me lo había dado, sentía que penetraba hasta su propia garganta, y una succión que no fue difícil quedar erecto por completo en pocos segundos. Le pedí que se quitase la trusa para ver su paquete, cosa que hizo y constatar que no era nada pequeño. Luego ella se hecho de espaldas y me guió a que la penetre poniendo sus piernas en mi hombro. Fue agradable, y esto en buena parte por el excelente trato que tenia, muy educada, y atenta.
Después cambiamos y ella se puso encima mío, cosa que disfrute también tanto que en un momento tuve que pedirle que pare porque quería eyacular pero estando en mi rol de pasivo.
Cambiamos de roles y me pidió que le diese sexo oral para quedar listo para “faenarme”. Yo ni tonto ni perezoso lo hice tratando de imitar la mamada que hacia minutos ella me había hecho, y creo no haberlo decepcionado, pues su pene se puso al tope. Estando listos me indicó que me echase de espaldas, sacó un cojín y me lo puso en la cadera para que mi ano quedase totalmente presentado a ella. Sacó un pote de crema y primero con un dedo y luego con dos me untó por los alrededores de mi ano y también por dentro.
Esa parte de la antesala son los momentos más excitantes, la preparación a la penetración. Su pene estaba precioso, muy erguido, y así lo acerco a mi cueva, sentí un pequeño estremecimiento cuando lo sentí en la entrada para luego comenzar la penetración, fue un ingreso dificultoso, ahí fue cuando Thalía me dijo: “…. para que ingrese debes pujar como cuando estás en el baño…”, así lo hice y ciertamente poco a poco fue ingresando (este consejo desde ahí siempre lo sigo). Hicimos la pose del misionero, la del perrito y finalmente terminamos donde comenzamos “piernas al hombro”, ella tuvo el tino de esperarme para acabar juntos. Fue un buen sexo, pues aunque no me metió lengua como mi primer amante, todo lo demás fue muy placentero, además que me dio algunos tics para tener buen sexo con hombres, claro ella, aunque era muy joven (20 años) era toda una experta.
A Tahia la visite en una oportunidad mas, en la segunda cita me menciono de un amigo activo, muy bien provisto, con el que me podía contactar, esto me intereso, pero eso es otra historia.
Yo quiero.. quien me brinda una cogida así a mis 53? jrvillacan65(arroba)gmail.com
Es algo que tengo que probar. Una verga grande de una traviesa…
<<muy calentón tu relato…
Verdad que si yo tambien lo deseo y seria mi primera vez. Me gustaria nos escribieramos y me ayudes a dar el.paso de la primera vez.
olle que relato mas facinante me gusta mucho lo que psastes y mas que tenes a 4 disfrutando me gusta mucho y mas los veteranos de tu edad queisiera tener algo asi con alguien
Buena historia, no sabes que me he puesto pensando que te tengo en cuatro disfrutando de tu delicioso culito
Hola Leo,me has hecho calentar a mas no poder.Que maraillosa experiencia,que espero reiteres y luego nos la cuentes.. Sinceramente he llegadoa a masturbarme de la excitaciòn lograda leyendote.Como me gustarìa tenerte cerca para repetir juntos todas esas experiencias. Recuerda que espero tu mail en mi casilla particular.