Esta historia ocurrió hace unos 6 años, yo era amigo de unos muchachos más pequeños que yo, en ese entonces, yo tenía 18 años.
La madre de ellos era una mujer de casi 40 años pero muy bien conservada, culona y tetona, rubia pero teñida, yo regularmente me quedaba en su casa a dormir, para esto el marido de ella nunca estaba en la casa, se la pasaba trabajando, además de mis dos amigos, la Sra. tenia otra hija, esta de otro matrimonio, una escultural morena de 18 años, más alta que su madre y con el mismo porte.
Una de tantas noches que pasé ahí llegó de visita la madre de la Sra., Doña Cándida, ya entrada en años y aparte era testigo de Jehová, yo le traía tantas ganas a la Sra. de la casa que buscaba toda oportunidad de insinuarle mi miembro, claro esperando que fuera ella la que tomara la iniciativa de mamarlo, más ella parecía no interesada.
Por lo regular yo no me bañaba cuando me quedaba a dormir, pero ese día en especial habíamos estado jugando fútbol y estaba algo sucio, por lo que decidí que ese día si lo haría, después de llegar a la casa y pedir el baño subí aprisa al baño que compartían mis amigos con su hermana y su abuela y entré de improviso sin preguntar, pues pensé que no habría nadie, y cual es mi sorpresa al entrar que encuentro a la abuela conservadora metiéndose el tubo de la pasta dental en la vagina, gimiendo con locura.
Al verla me quedé atónito, y me apresuré a retirarme, mas no alcance a lograrlo pues ella me vio, poniendo cara de apenada se saco el instrumento amatorio y me pidió que me acercara, cosa que hice, me dijo:
-Discúlpame muchacho, pero ya necesitaba algo así, solo cuando vengo a casa de mi hija puedo hacerlo ya que donde vivo tengo que fingir castidad, ya que mi esposo es un fiel creyente y yo debo seguirlo,
-pero señora a su edad y haciendo ese tipo de cosas-.
-Que quieres muchacho, realmente no hay muchos hombres que quieran follar con una mujer de mi edad.
-Pues a mi me parece que tiene usted un cuerpo delicioso.
-¿Realmente te parece muchacho?
-Si, es más en este momento tengo ganas de tirarla de que se ponga de rodillas y me mame la verga-,
-Ay muchacho pero que cosas dices…
Y sin dejarla decir nada más la agarré de su mojado cabello he hice que se arrodillara, me quité el short que traía y mi pene quedó al descubierto, con la excitación del momento estaba a punto de estallar, la abuelita de mis amigos metió mi pene en su boca y comenzó a succionar, yo con una mano le sostenía el cabello y con la otra le magreaba sus flácidas tetazas cuyos pezones se erizaban al contacto,
Le pedí que se levantara y ella hizo un esfuerzo ya que no quería dejar de mamar, se ve que ya le hacia falta, le di vuelta a la llave de la ducha y el agua empezó a brotar humedeciendo nuestros cuerpos desnudos, yo la volteé y la pegué contra la pared, -No muchacho por el culo no, por favor, me va a doleeer!!!-,
Demasiado tarde, había sido desvirgada de ahí, empecé a bombearla tan duro que sus gemidos se podían escuchar hasta afuera de la habitación, lo bueno de esto es que la casa estaba sola pues mis amigos seguían jugando fútbol en el parque vecino, la volteé de nuevo y la agarré de las nalgas para cargarla y darle por el frente, cosa a la que ella no se resistió, mi verga se restregaba contra su hinchada vagina,
-me vengooo!!, me vengo!!-
Gritaba desaforada, yo sentía como sus jugos rociaban mi pene, en ese momento se la saqué y dejé que se apoyara en el piso, solo para que un momento después volviera a arrodillarse y me pidiera la leche de mi verga, cosa que le di gustoso, todo mi semen cayó en su boca tragándoselo ella al instante.
Al poco rato ella salió del baño y yo me quedé terminando de bañarme…
Autor: SOCCER
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