Le puse mi verga empalmada en su cara, ella comenzó con una frenética mamada que a decir verdad me maltrataba un poco, pero verle esa cara de puta que ponía me excitaba y no dejaba que parara, se la quité de su boca y se la coloqué en toda la entrada en posición misionero, y se la fui clavando lentamente para poder ver la cara de puta que ponía, ella con un movimiento brusco se la clavó de una y comencé con mi bombeo.
Mi nombre es Gustavo tengo 28 años y mi esposa Gisela 26, vivo en Colombia y esta historia me atrevo a contarla después de unos años, debido a que antes me preocupaba lo que podía suceder.
Llevo casado con Gisela cuatro años de los cuales a pesar de encontrar con ella todos los placeres habidos y por haber, le he sido infiel varias veces, pero esta en especial sucedió con su hermana gemela, mi cuñadita.Ella también está casada desde hace tres años, con un chico de clase económica bastante alta, por lo que la ha complacido en todo lo que ella ha querido o eso pensé yo hasta el día que entre tragos y tragos, me di cuenta que no había experimentado todo con respecto al sexo.
Un fin de semana en que su marido tenía que irse de viaje, nos llamó para salir a bailar, ella ya lo había hecho anteriormente, y la excusa que decía era que esas rumbas de la clase alta no le gustaba, así que aprovechaba cuando él se iba de viaje para salir con nosotros, eso sí, sin ningunas intenciones. Ese día se presentó en la casa a eso de las 22:00 vestida con unos vaqueros ajustados y un top, que dejaba a la imaginación sus preciosos senos. Se me olvidaba decirles esas dos mujeres no es que sean espectaculares, pero su conjunto hace que se conviertan en envidia de mucha gente. 1,72 de estatura, un cuerpazo escultural, ojos negros, trigueñas pelo negro largo y rizado, un par de tetazas y un enorme culo que fue lo que más me llamó la atención cuando las conocí.
Ese día ella llegó mostrando todos sus atributos y por primera vez, la vi con otros ojos, le notaba algo en su mirada que me hizo cambiar mi forma de pensar y de mirarla.
-hola cuñadito estás listo. –hola laura, si estoy listo y veo que tú también estás más que lista. Solo alcanzó a sonreírse de manera pícara y me dijo. ¿Y mi hermanita? -está en el cuarto- contesté -¿todavía no termina de arreglarse?- preguntó ella. – aún no, anda y apúrala.
Al cabo de un rato, salieron las dos vestidas de igual forma y se quedaron riendo al ver en mi cara la expresión de tonto. ¿Qué te parece? – preguntó Gisela- solo alcancé a decir – si no supiera quien es quien, seguro me confundiría, todos echamos a reír, pero mi esposa alcanzó a decir –cuidadito con los tragos que no acepto ninguna clase de equivocaciones. Estaba claro que Gisela nunca permitiría compartirme y menos con su hermana.
Nos fuimos para la disco y todo trascurrió normal, tragos y bailes con ambas, mi cuñada nunca baila con nadie, porque dice que si alguien la ve eso le perjudicaría, en cambio conmigo si le daban permiso. A eso de las 03:30 al cerrar la disco aún quedaba media de whisky y decidimos llegar a la casa a terminarla allá, mi esposa había convencido a Laura que se quedara a dormir y que se fuera al día siguiente lo que ella aceptó.
Yo me di cuenta que estaban ya bastante tragueadas y como pude las abracé a las dos y nos fuimos, como les dije ese día vi en sus ojos algo que me excitó y aprovechaba cualquier momento en que la agarraba para poder acariciarla toda. Ya en casa pusimos algo de música y seguimos bailando y tomando, yo empezaba a empalmarme cuando bailaba con mi cuñadita, a lo que ella riéndose me dijo –cuidado cuñi, que no soy Gisela,–ya lo se- respondí inmediatamente, no creo porque estás parado jajaja- Gisela solo nos veía sin saber que pasaba, pero el sueño empezó a vencerla.
Yo viéndola casi dormida le dije a Luisa –mírala ahora yo empalmado y esta me va a dejar así, pero la despierto porque la despierto jajajaj- al menos tú la puedes despertar, pero yo tengo que coger un avión para buscar el mío jajaja- con esas palabras empezamos a romper el hielo y a bailar más pegado. A lo que ella vuelve y me dice: – cuñi, recuerda que no soy Gisela- y entre bromas le respondí – es que ya estoy viendo borroso y ya no las distingo bien jajaja- luego vino un silencio y nos quedamos bailando bien pegado yo tenía la verga bien dura y se la recostaba en su vientre sin que ella me dijera nada.
Al acabarse la música nos soltamos y ella se dirigió al baño, yo aproveché para despertar a Gisela y comprobar que estaba bien dormida, y al no despertarse la dejé seguir durmiendo, era ahora o nunca, Laura me dijo que ya se iba a dormir, a lo cual con cara de aburrido le dije que porqué a lo que dijo que ya no le pasaba más trago, yo le dije que me acompañara a que yo me la terminara y nos acostaríamos. – mira esta mujer durmiendo y tú también me dejas que tristeza, a lo que ella me respondió: -espera un momento y me quito esta ropa y me pongo algo más cómodo, para cuando me acueste sea un solo sueño.
Ella se dirigió al ropero de Gisela y se colocó una pijama de ella, al salir le dije, -carajo cuñadita con eso si que me vas a confundir jajaja.- y me dirigí a cambiarme también, lo cual me puse un bóxer sin nada abajo y una camiseta, ella no dejó de mirarme disimuladamente. Le pedí que bailáramos e inmediatamente aceptó sintió como mi verga crecía enseguida, pero no dijo nada, comencé a sobarle las nalgas y sentí que no llevaba ropa interior, empecé a respirar fuertemente en su oído, sentía que ella se estaba excitado aún más, pero no me decía nada, miraba de vez en cuando y veía a mi esposa dormir como un angelito mientras yo acariciaba las nalgas de su hermana.
Se terminó el disco y seguimos abrazados, intenté meter mi mano por dentro de la pijama, pero ella se separó y me dijo –espera, que esto no está bien. -no te gusta- le pregunté – si, pero es que Gisela se puede levantar- solo necesita escuchar eso y le dije, no te preocupes y la agarré y la dirigí a la habitación en el primer piso, donde ella iba a dormir. Me volvió a decir,- esto esta mal Gise…- le tapé la boca y le di un beso largo al cual ella respondió. Metí mi mano en su raja y sentí lo mojada que estaba. Me separé y le dije –mira como estás mojada ¿seguro que no quieres?- si papi si quiero me tienes a mil desde que empezamos a bailar, pero me da miedo- no dijo más una palabra, mis manos acariciaban su clítoris empapado y con mi boca recorría su cuello, la despojé de la pijama y quedó completamente desnuda a decir verdad se conserva igual que mi esposa, pero el solo hecho de saber que era mi cuñada me llenaba de morbo, la acosté en la cama y me tragué ese par de tetazas, ella se retorcía de gusto y por primera vez desee que mi esposa se levantara y me encontrara culeando con otra, y aún más, con esa que era su hermana, ella comenzó a susurrar.
-que rico cuñi, sigue papito, no pares, sigue, aaaayyyyyyyy que rico- yo seguí bajando hasta llegar a su raja bastante mojada, comencé a chuparla por todos lados, abrí bien esos labios y metí mi lengua hasta el fondo. -sssiiiiiiiiiii, papito así, más, más, máaaaaaaaassssss que rico, yo no dejaba de chuparle y pasarle la lengua por el culo cuando de pronto. -papi me corro, me corro, siiiiiiiii papi sigue, no paressssss, ayyyyyyyyy. Tuvo su primer orgasmo, me quedó todo en la cara y empecé a degustarlo con ricura.
Luego me levanté y me quité el bóxer y le puse mi verga empalmada en su cara, ella comenzó con una frenética mamada que a decir verdad me maltrataba un poco, pero verle esa cara de puta que ponía me excitaba y no dejaba que parara, se la quité de su boca y se la coloqué en toda la entrada en posición misionero, y se la fui clavando lentamente para poder ver la cara de puta que ponía, ella con un movimiento brusco se la clavó de una y comencé con mi bombeo. Le enterré mis 20 cm. de verga por esa linda raja bien chorreante. Con un mete y saca luego lento y después rápido.
-Aaayyyy cuñi que rico, dame más duro papi, así- -¿Te gusta mamita?, mira como te entra todita, te gusta dime- -Si papi me encanta esa verga tan rica, dame más papi, dame duro- -Coge mamita tómala todita siente mi verga dentro de ti, como te parte las entrañas- -Si cuñi, dameee, dame, me corrooo, me corrooo, sigue, asíiiii, ahhhhhhhh, ahhhhh- Yo por efectos del alcohol aún no me venía y cuando estaba a punto lograba desconcentrarme para poder seguir disfrutándola. Ya en esos momentos ni me acordaba que mi esposa existía. Le dije que se colocara en cuatro y sin decir palabras se puso, y ella misma se fue metiendo nuevamente la verga dentro de su chocha, al ver y sentir ese culito paradito me llenaba más de morbo y la penetraba duro.
-Coge mamita siéntelo todo adentro- -Si papi párteme toda como me encanta que me des duro, sigue, sigue- Así estuvimos otro rato, mientras le iba dilatando el culo se notaba que ya lo había hecho antes por ahí, pero de todas formas me dijo que se lo hiciera suave que yo la tenía muy gruesa, -no te preocupes mamacita que yo se como tratarte.-le respondí- Cuando ya estaba dilatado, metí mi verga hasta que encajó completa lo cual ella se quejaba al principio, pero luego comenzó a disfrutar. -Si papi párteme el culo, tú solito papacito, dame duro- Al escuchar estas palabras no aguanté mucho tiempo y me corrí a montones en ese culo, llenándole todo el canal- -Toma mamita, toma toda tu leche, ahhhhhhhhh, que rico culo, ahhhhhh…
Ella se quedó en cuatro y todavía moviendo su culo, me dijo- Ayy papito estuvo delicioso, lástima que no tengamos más tiempo para seguir- ¿Más tiempo? Ni siquiera me acordaba de Gisela, me puse el bóxer enseguida dejé a mi cuñada en su cuarto y cuando regresé Gisela no estaba se había ido a nuestro cuarto que queda en el segundo piso, me dirigí allá y la encontré dormida, pero con la ropa puesta, me invadió la duda y comencé a quitarle la ropa, me acosté a su lado y a pensar en lo que había pasado y si ella se había enterado, a pesar de haber querido en ese momento que nos viera ahora estaba seguro que lo mejor era que no, eso lo tenía que averiguar al día siguiente.
No me podía dormir pensando en todo y lo poco que duré comiéndome ese delicioso culo que estaba más apretadito que el de mi mujer y me empalmé nuevamente, ya casi había amanecido y yo sin poder dormir me levanté y me dirigí al baño a orinar cuando me picó la curiosidad de ver a mi cuñada, al bajar y llegar a su cuarto la vi como la había dejado en cuatro, en posición de un bebé durmiendo y con el culito al aire me empalmé nuevamente y me dispuse a cogerme nuevamente ese culo, ella sintió cuando se lo chupaba y se despertó con un respingo y susurrándome me dijo:
-¿Porque demoraste tanto?, me quedé con ganas de más- dicho y hecho dirigí la punta de mi verga por ese culo nuevamente y se la fue tragando poco a poco, comencé con un mete y saca lento para después ir cogiendo ritmo. -Si papi que rico que te siento, sigue partiéndome el culo que quedé iniciada.
Esas palabras me llenaban más de morbo, y seguía moviéndome, pero más rápido, sentía todo su fuego interno y como contraía ese ano, sentía como se tragaba mi verga y sobre todo la escuchaba decir. -Papito me siento una puta contigo, dame más que esto era lo que yo necesitaba que me dieran buena verga.- y yo que pensé que esa mujer lo tenía todo, Comencé a embestirla fuertemente y sabiendo que sólo yo le daba de esa forma.
-Si papi sigue mi vida, que rico mi amor sigue- -toma mamita que estoy que me vengo nuevamente en tu culo, toma, toma. – No pares papito solo cuando te vayas a venir que la quiero en mi cara, dale duro que me corro papito, sigue, aahhhhhh, así, ahhhhhhhhhh.
Tuvo nuevamente otro orgasmo que parecía cada vez más fuerte. Después que se corrió se la saqué y se la puse en la cara, donde cayo mi leche y empezó a chuparla hasta dejarla limpia.
-Aaahhhhhh mamasota que rico, tómatela to..d…ahhhhhh. -Papito ahora si me dejaste lista- me sonrió y me dijo- Ahora si déjame dormir que dentro de un rato me tengo que ir-.
Me dirigí a mi habitación y me acosté al lado de mi esposa que aún dormía. Lo que pasó después es otro cuento y es en otro relato que les escribiré, por lo pronto espero sus comentarios.
Autor: Gustavo1212