Diego te he deseado desde que te vi en el barco por cubierta. Sin más tendido sobre la cama ella se sentó sobre mí, abrió sus piernas y se introdujo mi polla en su coño. Comenzó a mover sus caderas arriba y abajo, fuimos lentamente fundiéndonos en uno solo, sus gemidos y jadeos aumentaron, sentí en mi verga sus jugos, ella me besó largamente mientras le inundaba su conchita con mi semen.
Viajábamos en un crucero, ella morena pelo liso y largo hasta donde termina la espalda, unos preciosos ojoso color miel, mediría alrededor de 1,65 sus medidas calculo que rondarían las 100-63-95, de pechos firmes y redondos, su hermoso culo hacía a cualquier hombre quedarse sin aliento respingón pequeño y redondito, la chica tendría unos 25 años aproximadamente. Vestía una camiseta de tirantes blanca, la cual dejaba ver su apetitoso ombligo y una larga falda azul claro, unos lindísimos zapatos con tacón de aguja blancos.
Yo mido 1,68 de ojos marrones oscuro, pelo castaño tan claro que parece rubio, de cuerpo atlético, vestía pantalones y camisa. Paseando por cubierta descubrí que su nombre era Rocío.
Pasado los días una noche el barco naufragó, desperté en una isla aparentemente desierta; a lo lejos vi un cuerpo, me acerqué y cual fue mi sorpresa al ver que era Rocío. Me incliné sobre ella, le hice masajes de reanimación, después le hice la respiración boca a boca, cuando me di cuenta ella me estaba dando el beso más tierno y dulce de mi vida, ella con su lengua empujaba mis labios hasta lograr entre abrirlos e introducía su lengua en mi boca, la notaba chocar con mi lengua y dientes yo por mi parte hice lo mismo con su boca, mientras le acariciaba sus pechos y ella acercaba mi cabeza a la suya con sus manos. Terminado el beso nos pusimos en pie, teníamos las ropas hechas jirones pero eso no nos importó lo más mínimo, nos presentamos diciéndonos los nombres de cada uno:
-Me llamo Rocío- Dijo ella con la voz más dulce que había oído jamás.-Yo me llamo Diego- Le respondí yo sonriéndola algo avergonzado.
Nos cogimos de la mano y recorrimos la isla entera, nos cercioramos de que era una isla desierta, nos hicimos una pequeña cabaña en la playa, justo en el lugar donde la encontré.
En el primer día de estancia en la isla yo me encontraba durmiendo cuando me desperté muy excitado y lo que vi a continuación me excitó todavía más, Rocío se encontraba sobre mí con mi polla completamente metida en su dulce boquita, me la chupaba como una maestra del sexo arriba y abajo, yo le tocaba sus pechos y le pellizcaba sus preciosos y oscuros pezones ya que ella solo llevaba puesto un pequeñísimo tanga azul claro celeste y yo estaba completamente desnudo que es como ella me había dejado.
– ¡Mmmm sigue cariño!- le dije entre gemidos.
Ella se cambió de postura quedando ambos en la postura del 69, con mis manos la despojé delicadamente de su tanga, ella acariciaba mi polla con sus manos y mordisqueaba mis huevos, mientras yo metía mi lengua en su preciado coñito el cual tenía perfectamente depilado; mi lengua salía y entraba de su coño a la vez que comencé a mordisquearle el clítoris introduje dos dedos en su coño, dentro fuera:
-¡Ooooohhhh, Oooooooh, si mi amor fóllamelo así que rico!- Chilló ella entre gemidos. -¡Rocío! ¡Me corrooooooo!- le grité yo.
Ella al instante introdujo mi polla en su boca y casi a la vez nos corrimos los dos.
¡Aaaahhhh, Aaaahhhh!- Gritamos ambos.
A continuación nos besamos mezclando en nuestras bocas los fluidos de ambas. Ella con voz susurrante y muy excitada me dijo:
– Diego fóllame, te he deseado desde que te vi en el barco por cubierta.
Sin más tendido sobre la cama ella se sentó sobre mí, abrió sus piernas y se introdujo mi polla en su coño. Comenzó a mover sus caderas muy despacio, arriba y abajo, fuimos lentamente fundiéndonos en uno solo, sus gemidos y jadeos aumentaron sentí en mi verga sus jugos, ella me besó largamente mientras le inundaba su conchita con mi semen…
Fui a un lago cercano para disponerme a darme un baño. Cuando sobre una roca me encontré uno de los tangas de Rocío, me quité la poca ropa que llevaba y me lancé al lago. Divisé a mi amada en la lejanía, llegué hasta ella buceando y comencé a besar su culo, entre caricias y tiernos besos fuimos hasta unas rocas cercanas. Ambos nos encontrábamos ya muy excitados, ella muy húmeda y yo con mi polla en su total erección; ella se acariciaba las tetas y se introducía en su coño tres dedos de una vez, yo le abría su culo con mis manos y le metía mi lengua por su ano.
-¡Ooohhhhh, Siiiii, sigue, quiero que me hagas ver las estrellas!- Decía ella, mientras no paraba de masturbarse.
Comencé a meterle un dedo y mi lengua, pasaba mi mano por su culo y la parte baja de su coño el cual ya estaba chorreando de sus jugos vaginales y gracias a estos facilitaban la introducción en mis dedos en su estrecho año.
-¡Aaaahhhh aaahhhh, ssiii que rico me corrooooooo!- Gimió ella.
Rocío tuvo su primer orgasmo del día.
Pasé mi polla por su coño, ella la acarició levemente y mientras la mordisqueaba sus orejas me cogí la polla y le introduje la cabeza en su culo:
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!- Gritó ella mientras se le salían las lágrimas por los ojos. -¿Quieres que pare mi cielo?- La pregunté yo algo preocupado.- ¡Noooo mi amor, sigue, rómpemeeee el culo!- Me dijo ella entre sollozos.
Continué metiéndole mi polla hasta que la tuvo toda dentro. Empezamos a movernos, primero despacio para que se acostumbrara su cuerpo a tener esa carne dentro y después más rápido.
-¡Siiiii, dale, ¡sigue! Me encanta sentirme penetrada por ambos sitios. ¡Ooooohhhh, Ooooohhhh!- Se le oía decir entre gemidos y leves sollozos.
Sollozos que al principio eran de dolor y luego de placer.
-¡Córrete mi puta, córrete yaaa!- le grité.
Ella al llamarla puta se excitó aun más y a los pocos segundos tuvimos un orgasmo casi simultaneo.
-¡Aaaahhhh, aaaaahhhhhhh, me corrroooo!- Gritamos ambos entre gemidos, casi tan a la vez que parecía una voz sola.
Yo me corrí en su culo y se lo limpié con mi lengua. Nos besamos y abrazamos, cogimos la ropa y nos fuimos a la cabaña a comer algo.
Así pasamos los días en la isla comiendo, durmiendo, y follando hasta que cuando pasó aproximadamente dos meses de nuestra estancia en la isla un yate apareció y nos rescató, en este yate había una bellísima pareja…Pero esta ya es otra historia si ustedes quieren más.
Esta historia es toda una fantasía…
Autor: Pablo_VAMPIRE