Hola me llamo Antonio y cuando me pasó esto tenía 19 años, mi historia comienza cuando un caluroso día de verano decidimos ir a pasar el día al chalet de un amigo De todos los que íbamos, solo había dos parejas, Estefanía y Juan, y mi novia y yo. Por suerte o por desgracia, el novio de Estefanía, Juan, estaba trabajando y no pudo venir. Mi novia tampoco pudo venir. Todo empezó en la piscina, cuando empezamos los juegos con una pelota, yo tenía agarrada la pelota, y ella intentaba quitármela, en uno de los forcejeos le toqué la teta sin querer. Hay que reconocer k ella estaba bastante buena por lo que se me puso dura. Inmediatamente, ella lo notó, yo me puse colorado, pero para mi sorpresa, ella no se retiró, seguía allí intentando quitarme la pelota refregándose por mi pene, que estaba totalmente duro. Como ya era bastante tarde nos salimos de la piscina, ya que hacía frío y estaba oscureciendo. Fui al servicio, y me puse a orinar, deje la puerta sin el pestillo cerrado, debido a que no pensaba tardar mucho, pero en ese momento entró ella, que no sabía que estaba yo dentro, y me vio totalmente con la polla erecta, me puse colorado y me tapé rápido, pero para mi sorpresa, ella sonrió. Cerró el pestillo y se puso a peinarse en el espejo del lavabo, en ese momento llegué yo por detrás suya, le pregunté que por qué no se había salido mientras yo terminaba. Respondió que si me molestaba que estuviera allí y se volvió hacia mí. Empezamos a besarnos y ella pegaba su coñito contra mi polla, lo que me excitaba mucho. Le quité el bikini, y empecé a comerle las tetas. Seguí bajando hasta encontrar si almejita, que estaba chorreando. Empecé a comérsela, y ella no paraba de gemir, hasta que tuvo un orgasmo. Entonces fue ella la que tomó la iniciativa y se puso de rodillas, me bajo el bañador y empezó a chupármela como nunca antes lo habían hecho. Mucho antes de que llegara a correrme, se incorporó de nuevo, me dio un empujón hacia el water, y caí sentado en el, entonces ella se puso en lo alto de mí y se metió mi polla por su coñito y soltó un gemido. Empezó a botar con furia mientras gemía, y ella tuvo otro orgasmo, entonces se levantó, se puso de rodillas y empezó a pajearme hasta que me corrí en su cara.
Cuando todo terminó quedamos en que nadie se enteraría, y que seguiríamos con nuestras respectivas parejas. Y así es, hoy tengo 21 años y sigo con mi novia, y ella sigue con mi amigo Juan. Por suerte ninguno de los que allí estaban se dieron cuenta de que faltamos porque estaban muy entusiasmados con una partida de pocker. Nunca ha vuelto a pasar esto y seguimos siendo muy amigos.
Autor: Anonimo