En un empujón terminé contra la pared de piedra, obviamente con él enganchado en mi culo. Estando así me empujó bestialmente dos veces más, su respiración hervía en mi cuello, hasta que acabó, sacó su mano de mi boca, sacó su pija de mi culo y se alejó, el vestido cayó cubriéndome el culo, como fiel testigo y confidente de lo que había pasado, había sido la mejor cogida desde que estaba ahí.
Ya había pasado un mes en el campo, y aunque al principio no quería saber nada con venir aquí, ya hacia rato que lo estaba disfrutando a full.
Estaba en el establo, no era demasiado grande, ya que solo teníamos 4 caballos, estaba por limpiar uno de los sectores donde dormían los caballos, no me acuerdo como se le dice, pero para que se den cuenta, cada caballo duerme por separado, así que no es muy grande el espacio, dos de las paredes eran de piedra, y el frente y la división eran de madera, como barandas de maderas una clavada debajo de la otra, y con algún espacio entre ellas.
Salí de ahí porque me había olvidado de la escoba, cuando pude ver a mi tío parado en la puerta del establo, me hice el distraído, y me volví a meter donde duermen los caballos. En ese momento no estaban los caballos, temprano mi tío los había sacado a que corran y coman por ahí. Me paré justo ahí, en la esquina que formaban las paredes de piedra, de espaldas a quien sea que entrara, que obviamente, sería mi tío.
Unos minutos después, escuché unos pasos acercándose hacia mí, no giré, me quedé ahí, quieto. Sentí su manos levantando mi vestido, y mi respiración comenzó a agitarse, separé mis piernas, sosteniéndome el vestido, de forma tal que mi culo quedara al aire, separé mis piernas un poco más y arqueé las rodillas, sentí su pija en mi trasero, pero en el primer intento no logró ponérmela, hubo un segundo intento, nada, un tercero, y nada, hasta que finalmente en el cuarto intento me la enterró tan fuerte que sentí que me llegaba a la garganta, enseguida solté el vestido y apoyé mis manos sobre las paredes para sostenerme.
Nunca lo habíamos hecho de pie, esta era la primera vez, y mi tío me la metía y me la sacaba con una fuerza brutal, creo que fue la bronca que en 3 intentos no había podido, comencé a gemir fuerte, porque de verdad me estaba partiendo en dos, con una de sus manos me tapó la boca, ¡como me calentaba a mil que me tapara la boca!, así que entre la tapada de boca y la bestial penetración, yo sentía que mis piernas ya no aguantaban.
Noté que su otra mano la tenía en mi hombro, solté una de mis manos de la pared, y le agarré la mano que tenía en mi hombro y la dirigí directo sobre mi pija, por encima de mi vestido, el saco su mano bruscamente, pero volví a agarrársela, y la dirigí de nuevo hacia mi pija por sobre el vestido, el nunca me había tocado ahí, mantuve mi mano presionada sobre la de el, de forma tal que el me tocara la pija por sobre la tela, pero que además de esto me empujara aun más contra él.
Noté que ya no se resistía, y que su mano había quedado ahí, así que volví a apoyar mi mano sobre la pared, mientras él me empujaba aun con más fuerza contra él, seguía metiendo y sacando de forma brutal, animal, mientras yo ahogaba mis gemidos en su mano, y yo acabé, estoy seguro que él sintió su mano mojada sobre mi pija, porque la sacó enseguida y la volvió a poner sobre mi hombro, empezó a meter y sacar con más fuerza, y en un empujón terminé contra la pared de piedra, obviamente con él enganchado en mi culo. Estando así me empujó bestialmente dos veces más, su respiración hervía en mi cuello, hasta que acabó, sacó su mano de mi boca, sacó su pija de mi culo y se alejó, el vestido cayó cubriéndome el culo, como fiel testigo y confidente de lo que había pasado, había sido la mejor cogida desde que estaba ahí.
Y además, había logrado que me tocara la pija, aunque sea por encima del vestido, pero algo es algo.
Hasta ahora, yo no había podido ver la pija de mi tío, ni tocársela, yo siempre estaba de espaldas a el cuando lo hacíamos, y cuando me daba vuelta, después de terminar de coger, el ya tenía el pantalón acomodado y además se alejaba caminando. El viejo se acomodaba rápido, muy rápido. Me dolía el culo a morir, y tardé un par de horas en poder caminar normalmente de nuevo. De verdad me había dado la cogida del siglo, y yo, obviamente feliz.
Esa noche cenamos bastante rápido, me cambié el vestido por el camisón y me acosté. El dormía con su camisa de trabajo, y con una especie de calzoncillo largo, que se ataba en la cintura y a la altura de la pija tenía un agujero, yo sabía de esto porque durante el día, mientras él andaba haciendo sus cosas, yo había limpiado la choza y vi el calzoncillo largo, porque él nunca me dejaba verlo cuando se cambiaba, yo tenía que estar de espaldas, y él se ponía de espaldas cuando yo me cambiaba. De verdad yo quería cambiar eso, quería verle la pija, tocársela, hasta tenía ganas de chupársela, y que él me volviera a tocar la pija, pero no sobre el vestido, que me la tocara bien. Apagó el farol que tenía al lado y la choza quedó en la oscuridad, yo me quedé despierto en la oscuridad, estaba decidido a tocarlo, aunque tenía un poco de miedo de su reacción.
Habrá pasado como una hora, y cuando junté valor y estaba a punto de tocarlo, alguien llamó a la puerta de la choza, se escucharon dos golpes contra la puerta. Me sobresalté, nosotros nunca recibíamos visitas.
Mi tío se levantó enseguida, y prendió el farol, se tapó el frente de su calzoncillo con unos diarios viejos, se acercó a la puerta, sin abrir y preguntó «quien anda ahí?» del otro lado se sintió la voz de una mujer que decía «disculpe, estoy viajando y me perdí en estas tierras» mi tío me miró unos segundos, y yo entendí, me senté rápidamente en la cama, me saqué el camisón y lo pateé para abajo de la cama, manoteé mis pantalones de gimnasia y me los puse rápidamente. Y me volví a acostar. Mi tío abrió la puerta y dejó pasar a la mujer, por la luz del farol, pude ver que era una mujer de casi 50 años, que usaba un vestido hasta por las rodillas, era gorda, de caderas enormes, y arrastraba una valija. Mi tío le ofreció el resto de la comida que quedaba (que serían dos papas hervidas frías), la mujer habló poco, solo contó que se había perdido, y que necesitaba un lugar donde quedarse, así cuando saliera el sol ella se iría. Mi tío le explicó con pocas palabras que vivía con su sobrino (o sea yo), y que la única cama que había era esa, señalando donde dormíamos nosotros, a la mujer pareció no importarle.
Mi tío acomodó el farol cerca de la cocina (al otro extremo de la choza) y bajó la intensidad de la luz a lo más mínimo, caminó hasta la cama, se sentó, se sacó los diarios que le cubrían el calzoncillo largo y se acostó. A los pocos minutos la mujer caminó hasta la cama, mi tío se corrió aun más hacia mi lado, y la mujer pudo acostarse. Yo estaba al costado de la cama, bien pegado al borde, pero había logrado acomodarme boca arriba, yo sabía que esa noche mi tío no me iba a coger, y yo para colmo me sentía muy excitado.
No se cuanto habrá pasado, pero se que estaba tan excitado que sentí que se me paraba la pija, levanté apenas lentamente la sábana que nos cubría a los 3 para ver mi erección por debajo de mi pantalón de gimnasia, cuando me encontré siendo testigo de una acción debajo de la sábanas.
Vi cuando la vieja pasó su mano por encima del calzoncillo de mi tío, él empujó su mano, para que no lo tocara, la vieja otra vez pasó su mano por el calzoncillo, con una velocidad y una habilidad tremenda que dejó la pija y los huevos de mi tío por fuera del calzoncillo, mi tío de nuevo empujó la mano de la mujer, pero él no se acomodó la pija dentro del calzoncillo, lo dejó así, al aire, era la primera vez que se la veía, era el doble de gruesa que la mía, un poco más larga, con razón me hacía gozar tanto.
Vi a la vieja chuparse una mano, y enseguida le manoteó la pija a mi tío, él le empujó la mano, pero la vieja estaba decidía y resistió, comenzó a pajearlo de lo lindo, mi tío no se resistió mucho y se dejó. Yo estaba a mil, mirando todo por debajo de las sábanas, era como si yo no estuviera ahí para ellos, o se hacían bien los tontos.
Sin dejar de pajearlo, con su otra mano libre, la vieja se chupó dos dedos, se subió un poco el vestido, y se metió esos dedos mojados por debajo de la bombacha, masajeándose la concha. Mi tío no tardó nada en estar totalmente erecto, le empujó la mano a la vieja, para que dejara de pajearlo, cosa que la vieja hizo, ella ya sabía que él estaba listo, mi tío la empujó para que se pusiera de costado, para darle la espalda, noté al principio cierta resistencia de parte de ella, pero al segundo empujón, la vieja ya estaba de costado, la empujó un poco más, y la vieja se puso boca abajo, dobló un poco las rodillas, levantando el culo, ya las sábanas no los cubría, yo era el único tapado.
Rápidamente mi tío le levantó el vestido, quedando al aire una bombacha enorme, que él bajó lo más que pudo. La vieja ya tenía el culo al aire, con la cara enterrada en la almohada, y sus brazos de costado. El no tardó nada en apuntar la cabeza de su pija al tremendo trasero de la vieja, y empujó un poco, y aunque la vieja tenía la cara enterrada en la almohada, se sintió un gemido bastante grande, mi tío solo le había metido la punta, y vi como la vieja quiso correr las caderas para zafarse de abajo de mi tío, el cual, muy vivo, la sostuvo con fuerza y empujó aun más para metérsela toda, al mismo tiempo que la vieja por el dolor estiró las piernas, haciendo caer a mi tío con todas sus fuerzas hacia el lado de la vieja, lo cual hizo que la penetrara completamente, la vieja pegó un grito, y mi tío no se movió de donde estaba.
Habrá pasado menos de un minuto y empezó a bombear, como hacía él, los primeros 3 embestidas fueron lentas, pero después empezó a bombear sin ninguna contemplación, la vieja puso su cara de costado, mirando para el lado contrario que estaba yo, y se la escuchaba gemir de lo lindo, la cama parecía un terremoto, y mi tío empezó a bombear aun más fuerte, la vieja empezó a gritar «ay..animal..ay», mi tío no paraba, seguía bombeando y bombeando, hasta que después la vieja empezó a gritar «ah, si, así, ah», estaba gozando de lo lindo la vieja, mientras que yo quería ser el que estuviera en lugar de la vieja.
Mi tío siguió metiendo y sacando, metiendo y sacando, cuando él puso sus manos sobre la cabecera de la cama, yo sabía que pronto iba a acabar, empezó a empujar más lento, pero más profundo, haciendo temblar la cama de manera brutal, la vieja ya gritaba, no eran gemidos, y mi tío ya se le notaba demasiado agitado en su respiración, con sus gemidos guturales, hasta que acabó, empujando de una manera increíble, que pude ver casi como le metía sus pelotas dentro.
Mi tío había acabado, y la vieja seguía respirando muy agitada, diciendo «ay, ay, ay», mi tío se bajó de la vieja, y se dejó caer de espaldas sobre la cama, después de unos minutos se acomodó la pija dentro del calzoncillo y se quedó dormido, la vieja se quedó dormida así, tal cual mi tío la había dejado. Mi tío era increíble.
Cuando me desperté, mi tío no estaba, y la vieja seguía ahí, con el culo al aire, me levanté, caminé hacia el lado de la cama de la vieja, me saqué la pija por afuera del pantalón, y me empecé a pajear mirando el culo al aire de la vieja. Mi sorpresa fue cuando me di cuenta que ella me miraba. Me quedé paralizado, con mi mano en la pija, la vieja se sentó en la cama, y con una de sus manos me tomó por la cintura y me paró delante de ella.
Abrió bien la boca, y me tragó la pija de una, yo estaba como loco, nunca me la habían chupado, puse mis manos a los costados de su cabeza, y me la empecé a coger por la boca, yo estaba enloquecido, pero en un momento la vieja corrió la cara, y se dejó caer de espaldas en la cama, yo todavía no había acabado, me faltaba poco para hacerlo, me subí a la cama, aun con la pija parada por fuera del pantalón, me fui acercando a su cara, me puse de rodillas y le metí otra vez la pija en la boca, y la embestí como por un minuto…
Acabé dentro de la boca, no le saqué la pija, porque yo quería que tragara y así lo hizo, y comenzó a succionar mi pija de lo lindo, la vieja era una experta, me succionó como un minuto, le saqué la pija de la boca, me bajé de la cama, me puse la pija dentro del pantalón y salí de la choza.
Autor: Oscar69
buen relato como el anterior, donde tu tio te desvirgo, me gustaría seguir leyendo la continuidad de esta historia…
oye mi pana.. para cuando publicas otra parte de tu relato..?? me gusta en la forma que te trata tu tio y eso me exita muchisimo..
Que buen relato…espero que haya otros mas
Me encantan tus relatos! Que tio!!!!!