Hetero, primera vez, voyerismo. A la sirvienta le gustaba mirar… hasta que un día la pillan.
Después de lo de Rosita, se me despejó la mente en cuestión de sexo, no es que me mantuviera buscando y acosando a las mujeres sino que mas bien me puse mas abusado y pendiente de las oportunidades que se fueran presentando.
Por fin llegó la temporada de ingresar de nuevo al estudio y con eso volví también a entrenar y a jugar fut-bol de nuevo, lo hacia por las tardes y por la mañana asistía a la escuela, mis hermanos lo hacían por la tarde así que la casa se encontraba sola en las tardes pues mi mama aprovechaba para visitar a sus amigas. Por ese entonces vino a trabajar en las labores de la casa una muchachita como de 17 años, se llama Mercedes, ella venia de un pueblito cercano a la ciudad, muy común por estos lados, así que tenia que quedarse a dormir toda la semana y solo algunos fines de semana se iba a su pueblo.
Era una chica muy simpática, morena, no muy alta, de buenas piernas, culo redondito, pechitos incipientes aun y una carita bonita, tenia el pelo muy largo peinado siempre con una trenza, casi siempre se vestía con faldas un tanto cortitas como toda muchacha de su edad.
A mi en lo particular no me llamaba la atención pero siempre la trataba con amabilidad sin mostrar ningún interés, ella, disimulaba muy bien su preferencia hacia mi y se comportaba de una manera neutral hacia todos nosotros, en la casa se le trataba muy bien, se sentaba con nosotros a comer, salía con nosotros a los paseos y usaba la casa como si fuera de la familia.
Frecuentemente llegaba yo a la casa temprano por las tardes después de entrenar o de jugar y encontraba solo a la Meche viendo la televisión, me dirigía de inmediato a bañarme para quitarme el polvo y el sudor para sentirme cómodo y entonces comenzaban a llegar mis hermanos y mi mamá, cenábamos todos juntos, veíamos televisión y nos acostábamos, esa era mas o menos la rutina diaria de entre semana.
En una ocasión mientras me bañaba, al aplicarme shampoo con la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, abrí estos un poco y pude ver a la Meche asomándose por la ventana de respiración que daba hacia el cuarto de lavandería, me hice el desentendido y volví a enjabonarme el pelo pero ahora con los ojos entrecerrados y la volví a ver ahora si con certidumbre, me hice como si no me hubiera dado cuenta y me comencé a acariciar deliberadamente la verga para que se me comenzara a parar y me pudiera ver a plenitud, me tardé mas de la cuenta ofreciéndole un buen espectáculo.
Cuando salí de la ducha, la Meche se encontraba como si nada lavando los platos en la cocina.
Me tuve que esperar hasta que saliera para no cortarle el agua, me dijo.
Gracias Meche, me tardé por que venia muy cansado y me cayó muy bien el agua.
Mmmhuu me contestó
Me subí a mi recamara a estudiar y no pasó mas nada.
De ese día en adelante se hizo una costumbre llegar directo al baño y darle un buen show a la Meche que le gustaba mucho espiar, me divertía que me viera desnudo y con la verga parada.
Un sábado, todos mis hermanos se habían ido a algún lugar, los mas chicos a una fiesta, los mayores al cine, mi hermana mayor de visita con una amiga y yo en mi tradicional partido de fut-bol, no me acuerdo por que motivo el equipo rival no se presentó y me regresé a casa mas temprano de lo esperado, cuando llegué al piso superior sorprendí a la Meche en el pasillo asomándose a la recamara de mis papas, le iba a reprender cuando me detuvieron unos ruidos que provenían de dentro de la recamara, me detuve a identificarlos y me di cuenta de que se trataba de gemidos y gruñidos, mis papas estaban aprovechando el estar, según ellos solos, para echarse un buen palo y la pinche Meche los estaba viendo, me volví a salir sin hacer ruido para no incomodar a nadie, me senté en el parque cercano a mi casa calculando el tiempo para que mis papas terminaran de coger y entonces entrar, de pronto vi salir hacia la tienda de la esquina a la Meche algo apurada, posteriormente a paso lento regresar a la casa con unas frituras y un refresco, yo creo que ya terminaron pensé y también me dispuse a regresar, entramos juntos y en efe
cto, en la sala se encontraban mi papá y mi mamá viendo la televisión con el pelo aun húmedo.
Que tal Meche, ¿cómo te fue?
Bien señor, fuimos mis amigas y yo al parque a pasear.
¿Y tú, hijo?¿Quién gano?
No hubo juego, pero me quedé a ver otro partido, mentí.
Ven a ver la tele, ahorita comienza el juego que querías ver.
Yo me senté en el sillón para ver la televisión y pensé, pinche Meche tan mentirosilla, con que con las amigas no? Esta va a ser mi oportunidad, ya verá.
El martes llegué mas temprano que de costumbre, fingí en el juego que me dolía el estomago y pedí al entrenador ausentarme antes, en cuanto llegué a la casa me metí a bañar sabiendo que la Meche me iba a estar viendo, fingiendo no darme cuenta volteé hacia la puerta y grité.
¡Meche!, después de un momento me contestó detrás de la puerta.
¿Me llamaba?
¡Si!, pásale
¿Qué?
Que le pases, tengo algo que decirte no tengas miedo.
Abrió tímidamente la puerta y al ver la cortina corrida le dio mas confianza y entró del todo.
¿Qué se le ofrece?
Siéntate, quiero decirte algo.
Que, ¿qué me va a decir?
Oye, un día de estos te vas a venir cayendo de ahí y te vas a poner un buen chingadazo.
¿De donde? ¿de que habla?
No te hagas pendeja, te he visto varias veces como te asomas para verme bañándome y eso no esta nada bien.
¡Hay Mundo! Se me hizo fácil, no vaya a decirle a nadie por favor ya no se va a volver a repetir, se lo juro.
No, yo no te digo que no me vuelvas a ver, yo te digo que no te subas ahí.
¿Como?
Si mujer, si me quieres ver nada mas pídemelo, no hay pedo.
¡Ay! Mundo, ¿cómo cree?
Hay si, ¿a poco no te gusta verme?
Pueees, ssssi, pero…..
Pero nada, ¿quieres verme ahora?
Si usted quiere….
¡Claro que quiero! Mira, y corrí la cortina mostrándome desnudo delante de ella.
Se quedó viéndome de arriba abajo deteniéndose a ver fijamente mi verga que estaba mas que morcillona nada mas de platicar eso con Meche, no parada del todo pero si de buen tamaño.
¡Ay! Que bárbaro, mire monas
Que, ¿no te gusta?
Si, si me gusta, ¿me va a dejar verlo un buen rato?
Y no nada mas eso, tócalo, le dije.
No, me da vergüenza, yo nunca he tocado una.
Pero ahora es tu oportunidad, es mas, lávamela, le dije dándole el jabón.
Tomó el jabón tímidamente y le sacó espuma entre sus manos y como dudando, se paró y extendió las manos en dirección a mi verga, la tomó y comenzó a darle masaje tanto a la verga como a los huevos.
Ji, ji, ji, que curioso se siente.
¿Te gusta?
Si, pero se está poniendo más grande, como que crece.
Es normal, ¿te gusta que crezca?
Si, a ver enjuagase ya.
Me quite todo el jabón bajo el chorro del agua y se la volví a ofrecer.
Tómala de nuevo.
Esta vez no se hizo del rogar, la agarró y comenzó a deslizar el pellejo de arriba abajo, me pasaba la mano por la cabecita como si fuera una palanca mientras que con la otra tomaba mis huevos como sopesándolos.
Bueno, basta por hoy ya me voy a vestir.
¿Por hoy?, ¿quiere decir que habrá mas?
Cuando tu quieras, nada mas abusada que no nos vea nadie, ¿ok?
Bueno, me dijo muy animada, voy a lavar la loza.
Me sequé, vestí y seguí con mis labores como si nada, a partir de ese día se volvió como una costumbre, en cuanto me metía a bañar se metía Meche junto conmigo y me observaba desde que me desvestía para luego lavarme la verga y huevos, me acuerdo que le llamaba mucho la atención los pelos pues me pasaba y me pasaba la mano por ahí, yo me calentaba mucho nada mas de verle la cara de atención que ponía.
Un fin de semana, mi papá anuncio que nos llevaría a Estados Unidos de compras e invito a Meche a ir con nosotros, ella agradeció la invitación pero dijo que no podría ir porque quería asistir a las fiestas anuales de su pueblo, que en otra ocasión nos acompañaría, mi papá
comprendió sus razones y le dio permiso de que se fuera desde el jueves en la tarde y que volviera hasta el lunes, el jueves por la noche ya se había ido Meche, ese mismo jueves me dieron la noticia de que el Sábado disputaríamos la final del campeonato, se lo comuniqué a mi papá y este me dijo que me quedara, que se sentiría muy orgulloso de tener un campeón en casa, de tal manera que me quedé solo el fin de semana.
El Sábado jugamos la final y ganamos, que sorpresa se llevaría mi papá, pensando en eso me dirigí a la casa a digerir el triunfo, cuando llegué preparé el baño y me disponía a meterme cuando llamaron a la puerta.
¿Quién chingados será? Pensé, y abrí de inmediato para despachar rápido al inoportuno, ¡era Meche!
Quiuvo, ¿qué andas haciendo por aquí?
Es que las fiestas están bien aburridas y mejor me vine para acá.
Pásale, apenas me iba a bañar.
¡Bien! ¿llegué a tiempo?
¿Qué? ¡ah si! Pásale y nos metimos al baño.
Me desvestí y ella como siempre se sentó a observarme, entonces pensé que esa seria mi oportunidad y le dije.
Metete tu también a bañar.
No, ¿cómo cree?
Andale, ándale, a poco te da vergüenza.
Pues si, imagínese que me vea usted toda encuerada.
¿Y que tiene? Muchas veces me has visto tu, es hora de que yo te vea, ¿no?
Es que eso no está bien Mundo.
¡Ya! A poco está muy bien que tu me veas y que de pilón veas a mis papas cogiendo.
¡Mundo!
No te hagas pendeja, si bien que te vi el otro sábado.
¿Por qué no me había dicho nada?
Por que no soy un rajado.
Si me baño con usted, ¿no dirá nada?
No
¿Ni a sus amigos?
A ellos menos
Bueno, dijo, y se comenzó a desvestir.
Aun tenia el cuerpo de chavalita pero estaba muy buena, tenia unas chichitas pequeñas con unos pezoncitos picudos como dos pequeños botones un poco mas morenos, lo que mas me gustaba eran sus piernas macizas y duras y que decir de sus nalguitas, bien cerraditas, redondas y respingadas y de muy buen tamaño, cuando se volteó un poco colorada de la cara y tapándose el burrito con una mano, le dije, quítate la mano para ver, y entonces me di cuenta el por que le llamaba tanto la atención mis pelos pues ella casi no tenia.
No te avergüences, tienes un cuerpo muy bonito.
¿De verdad? ¿le gusta?
¿Qué si me gusta?, ¡me encanta! Mira nada mas que buena estas, ven abrázame.
Tímidamente avanzó y me abrazó por los hombros, yo la arrimé hacia mi pegándole la verga en la panza, levantó la cabeza sonriendo y aproveché para besarla en la boca, al principio me besaba tímidamente pero después de unos intentos de mi parte ya nos estabamos dando lengua y nos mordíamos los labios, se separó un poco y entonces abrí el compás para bajarme mas y la volví a apretar pero ahora pegándole la verga justo en su burrito, se pegó a mi emitiendo un gemido, yo aproveché para tomarla por las nalguitas sintiendo su dureza, cuando quise pasarle un dedo por la raja trasera se retiró diciendo.
No, está sucio.
Pues vamos a remediarlo, y la metí debajo del chorro de la ducha.
Ah que rico.
Te voy a bañar y luego me bañas tu, ¿quieres?
Si
Nos enjabonamos mutuamente con gran placer, al enjabonarle las piernas las tuvo que abrir y pude ver su burrito cerrado que se veía bien bonito, cuando se lo quise enjabonar no quiso, alegó que ella se lo lavaría, eso y el culo, yo respeté la decisión y cuando terminamos nos secamos y cuando vi que recogía sus calzones le dije.
No, no te vistas, vamos a quedarnos así para tocarnos.
Bueno, pero vamos a salirnos porque aquí está muy caliente.
Nos fuimos a la cama y se recostó de lado, me tendí junto a ella y la abracé besándola mientras acariciaba sus chichitas y le pellizcaba sus pezones, ella bajo su mano y me estrujo la verga y se la restregaba ella misma contra su burrito, baje mi cabeza y aprisione con la boca bien abierta casi todo su pechito haciéndole succión, ¡Uhhaaaa! Le presione el p
ezón y le pase la lengua alrededor de su aureola para después soplar provocando que se le parara mas su pezón y lo volvía a atacar, pase mi mano hacia su trasero y ahora si pase un dedo por toda la raja rozando de vez en cuando su culo, seguí bajando y besando ahora su pancita metiéndole la lengua en el ombligo, ahora me pase hacia sus rodillas y comencé a besar toda la pierna hacia arriba por su parte interior, eso hizo que las abriera y que pudiera ver su burrito con mas claridad, cuando termine de besarle las piernas le pase la lengua extendida por las ingles, esto le sorprendió mucho diciéndome.
¡Hay! Que rico, pero no se vaya a pasar.
¿No quieres que me pase?
Pues, si, pero ¿no le da asco?
Nada de asco, tu siente rico y no pienses en nada.
Le pasé la lengua a lo largo de sus labios lampiños y entonces si que perdió el control, abrió mas las piernas y ya no le importo nada mas que sentir la mamada con mucho placer, me incorpore para preguntarle.
¿Qué tal?
Sígale, se siente rico, sígale por favor.
¿Ya viste que no me da asco?
Si, ya vi, usted haga lo que quiera pero no pare por favor.
¡Voltéate pues!
Se rodó sobre su costado y quedo boca abajo, comencé a besarle las nalgas y a pasar la lengua por la raja mientras le acariciaba las piernas abiertas, disminuí la presión de la lengua en la raja hasta solo rozarla de arriba a abajo con la punta muy levemente, eso provocó que buscara mas contacto elevando su colita exponiéndola a mi vista, entonces vi su culito fruncido y le comencé a recorrer alrededor la lengua, paro aun mas sus nalguitas que le tomé con las manos atacando de lleno su culito, le daba piquetes con la lengua haciendo presión y ella nada mas decía, mas, mas, maaas, afloja, le dije, afloja y le enterré la lengua en su ojete lo mas que pude, se la sacaba y le daba rondines por sus pliegues para picarla de nuevo, aghhh, mmmmfff, mmmmfff, que ricooo, voltéate, así lo hizo y entonces ataqué el burro, ¡Hay mamacita, dele ahí! Metí las manos bajo las corvas y le levanté las piernas hacia su pecho de tal manera que me mostraba sus dos agujeros, ataqué con la lengua el burro metiéndosela y alternando la acción con metidas en el culo, durante un rato estuve así, culo, burro, burro, culo, le solté las piernas y aprisioné entre mis labios su clítoris dándole rapidisimas lengüetadas que hicieron que le arrancara dos orgasmos seguidos en medio de gritos de placer por parte de ella, ¿¡Qué fue!?, que ricoooo., me incorporé besándola en la boca.
¡Caaaabron! Que chingon sentí, Ay perdóneme
No, no hay problema, ¿te gustó?
¡Puta madre! Nunca había sentido así y ¿todavía me pregunta que si me gusto?
Que bueno que sentiste rico, le dije acariciándole sus chichitas, su chochito y sus nalgas, pero no me hables de usted, tutéame.
¿Y si después se me sale delante de los demás?
Que chingados tiene
Bueno, ¿sabes que?, desde hace tiempo que te la quiero chupar, ¿puedo?
¡A cabrón! ¿Ya se la has chupado antes a alguien?
No, a nadie
Entonces ¿cómo sabes que se chupa la verga?
¿No te acuerdas que vi a tus papas coger?, y se sonrojó agachando la vista.
¿Viste a mi mamá mamar?
Si, yo creía que no le iba a caber pero si le cupo, cuando menos mas de la mitad.
¿La tiene muy grande mi papa?
Como la tuya pero mas gorda.
Chúpamela pues, ándale.
¿Y que es lo que sale? Porque tu papá decía, trágatelos, trágatelos todos mi amor.
Sale leche, si quieres trágatelos tu también.
Ni tarda ni perezosa se puso en cuatro y se metió la verga chupándomela como si fuera un caramelo, lo hacia tan bien que casi estoy seguro de que ya había visto en varias ocasiones a mis papas, con la calentura que tenia me vine dentro de su boca muy rápido, Meche se tragó todo con ansia, después, supongo que igual que mamá, me la besó mucho y le dio unas lamidas.
¿Estuve bien?
Requete bien chiquita, ahora ponme en la cara tu burrito para verlo mas.
Quedamos cada quien con el sexo en la cara del otro y comenzó la observación, me volvía loco
verle el burrito tan carnoso, le acaricié lentamente toda la panocha mientras ella hacia lo propio con mi verga y huevos, para esas alturas ya la tenia de nuevo bien parada.
Meche…
¿Qué?
Te quiero coger
Me estas cogiendo, ¿no?
No güey, te la quiero meter
¿No me dolerá?
Al principio puede que si pero después se siente chingón
Me da miedo
¿De que?
De que no lo aguante, yo también quiero que me la metas para sentir como tu mamá, se veía que le gustaba mucho
Te lo hago con cuidado
Andale pues
Se tendió boca arriba con las piernas abiertas y yo me la comencé a agasajar para que le subiera la calentura, cuando la sentí que gemía de placer le apunté la verga en la entrada y se la fui metiendo poco a poco, muy lentamente, le daba vaivenes para que se acostumbrara, se la metí mas a fondo y sentí que topaba,
¡Ay, dolió! Me dijo,
¿mucho?,
No, pero dolió, entonces me retiré un poco y de un solo golpe se la metí hasta el fondo y me quedé quieto, ella cerró los ojos con fuerza y cuando los abrió me preguntó,
¿Entró toda?,
Si, ya estuvo
A ver, y pasó su mano para tocar con los dedos la base de la verga.
¿Ya no duele?
Ya casi no, ya esta pasando.
Entonces me comencé a mover para atrás y para adelante, que rico se siente, me decía, síguele, entonces aumenté el ritmo haciéndola que se viniera, seguí bombeando sin parar viniéndose de nuevo, entonces si que no me pude aguantar y le solté dos o tres grandes chisguetes quedándome tenso encima de ella sintiendo la venida, me puse laxo y se la saqué, cuando salió se volvió a estremecer.
De aquí en adelante ya no me va a doler, ¿verdad?
Si estas bien caliente, no
¿Me la vas a meter de nuevo? en otros días me refiero.
Tenemos que tener cuidado para que no quedes embarazada.
Ya se, ya me explicaron cuando se puede coger y cuando no.
¿Quién?
Mi hermana
Siendo así, cuando quieras coger nada mas me dices y ya.
Y si no puedo, nada mas mamamos, ¿no?
¡Claro! ¡Vaya con la pinche Meche!
O lo hacemos por el culo, por ahí no hay problema.
Como sabes que por ahí también se coge, ¿también se cogió mi papa a mi mama por el culo?
¡También! Y se me antojó tanto que ya me he metido zanahorias y se siente bien.
¡Pinche Meche! ¿cuántas veces has visto coger a mis papas?
Un chingo de veces, cuando todos están dormidos a veces bajo por agua y me los he encontrado cogiendo en la sala.
Yo me calenté nada mas de imaginármelos.
¿Me la metes por el culo? Me dijo acariciándome la verga que ya estaba de nuevo parada.
¡Orale!
Espérame pues, voy a mear, y se levantó al baño
Cuando regresó traía un tubo como de pasta de dientes pero de color azul.
Ten, ponme en el culo
¿Y esto? ¿de donde lo sacaste?
Yo lo compre, es como el que usan los señores para ponerse en sus culos.
¡No mames! Dirás que se lo pone en el culo mi mamá.
No te agüites pero, de donde crees que se me ocurrió meterme una zanahoria por el culo.
Apoco….
Si, cuando se coge a tu mamá por el culo se mete una zanahoria él y se viene de volada, ¿quieres que traiga una para ti?
No se
Si, ándale, quiero que tu te metas una, te traigo una delgadita, ¿si?
Bueno pues, dije no muy convencido.
Rápidamente bajo a la cocina y yo mientras me quede pensando. ¡carajo! ¿qué se sentirá?, voy a ver al cavo mi papá no se ha vuelto puto y enseguida pensé cuando mi prima Rosy me metió un dedo y lo bien que sentí.
Empínate, dijo Meche.
¿Es la que me voy a meter? Vi una zanahoria que traía en su mano no muy gruesa pero si de un tamaño considerable.
Te metes lo que quieras, ándale empínate.
Me puse en cuatro con la cabeza en la cama parando las nalgas dispuesto a sentir los dedos de la Meche embadurnándome de lubricante pero no, lo que sentí fue su boca que me besaba y me hacia cosquillas con la lengua, me daba vergüenza pero sentía a toda madre, me recorría con la lengu
a desde la base de los huevos para arriba hasta llegar al culo en donde se entretenía un poco, finalmente sentí los deditos regordetes distribuir el lubricante metiéndolos un poco, para entonces mi verga estaba a punto de explotar sin siquiera tocármela.
Levántate, ¿qué tal sentiste?
Se siente raro
Pero padre, ¿a poco no?, así sentí yo, y me comenzó a embadurnar la verga dejándola brillosa y resbalosa, después repitió lo mismo con la zanahoria y empinándose me dijo.
¡Llégale!, casi me ordenó.
Volví a ver aquel culo tan apetitoso que antes de embadurnarlo me lance a besarlo con la variante de que ahora ya libre, metí dos dedos en el burrito, comenzó a moverse muy lentamente de un lado a otro gimiendo de placer hasta que me dijo.
Ya, ponme esa madre y métemela
Le puse lubricante por fuera y por dentro metiéndole los dedos, cuando considere que era suficiente le apunte la cabeza en medio de su ojete y se la comencé a meter, se fue como mantequilla y me detuve para sentir la sensación de calor y lo apretado de su culazo.
Muévete.
Comencé a moverme de atrás para adelante a un ritmo lento sintiéndome en la gloria no solo de sentir mi verga aprisionada sino también de ver como se metía en su culo y sus nalgas abiertas.
¿Ya te metiste la zanahoria?
Entonces reaccioné y me llevé la mano hacia atrás metiéndomela un poco, comencé a sentir un cosquilleo intenso que me impulsó a meterme otro cacho, entonces me vine abundantemente en sus intestinos, Huuuaaagg, bramé y ella pegó un chillido, pues se estaba dando duro en su burrito con tres dedos haciendo presión en forma circular, se vino y se tiró hacia delante y yo detrás todavía enchufado. Cuando me bajé me dijo.
¿Cuanto te metiste?
No se, pero creo que un buen cacho.
A ver déjame metértela
No, no mames
Andale no seas malo.
Me puse de nuevo en cuatro y ella se situó atrás y me comenzó a meter la zanahoria, volví a sentir muy bien la metida y ella comenzó a sacar y a meterla como si me cogiera, con la otra mano me hacia una puñeta, entonces sacando la zanahoria me ordenó.
Acuéstate boca arriba y levanta las piernas.
Cuando lo hice me volvió a meter la zanahoria y a seguir puñeteandomela, yo sentía muchas sensaciones placenteras hasta que me vine sin poderlo evitar sobre mi pecho que fue a donde vino a dar el chisguete, me la sacó y lamió los mecos tragándoselos.
Todo lo que duró trabajando en casa, que fueron como tres años, cada vez que teníamos oportunidad nos dábamos unas cogidotas de miedo, nunca nos descubrieron y siempre disimulábamos muy bien en frente de los demás.
Ahora sé por que en el refrigerador nunca faltaron las zanahorias, y yo que pensé que eran para mejorar la vista.
A los tres años la Meche se casó y le ha ido muy bien en su matrimonio, tiene una linda familia, a su segundo hijo le pusieron Raimundo, no no crean que es mío, desde que se casó no me la volví a coger.
MUNDO.
Agradecería sus comentarios a: siufongo (arroba) yahoo.es