Hola a todos. Hace dos semanas mi vida dio un vuelco total cuando me sucedió algo increíble que les pasaré a relatar.
Mi vida estos últimos 2 años había cambiado de una relación estable con un noviazgo de 3 años, a salidas todos los fines de semana a fiestas y boliches. Cuando terminé con mi novia, me apoyé mucho en una amiga de toda la vida, Laura, que siempre estuvo en los momentos difíciles.
Así fue como empecé a salir siempre con ella, nos divertíamos mucho y solíamos ir a varios bares a tomar unas copas, jugar billar y ver mujeres. Si ambos veíamos mujeres porque Laura era lesbiana, un secreto que solo yo sabía en toda su vida, tal vez era lo que más nos unía.
No niego que Laura me gustaba, es muy bella, con un cuerpo increíble, unos ojos verdes profundos, unos pechos muy grandes y un culito pequeño, pero bien formadito. Muchas veces después de las salidas me quedaba a dormir con ella, porque Laura vivía sola y nos quedábamos hablando en la noche acostados en la misma cama. Si bien yo me excitaba mucho teniendo a una mujer espectacular al lado mío, siempre fui muy respetuoso con ella.
Una noche fuimos a una fiesta de unos amigos, juntos como siempre. Sin embargo noté a una chica muy linda mirándome y me acerqué a conversar, era de lo más rara, pero tenía un vestido que me volvía loco; cortito, pero abierto y un escote amplio al frente que dejaba ver sus maravillosos pechos. Ella no llevaba corpiño y la transparencia dejaba ver unos pezones enormes.
No podía sacar los ojos de sus tetas y en cuanto me tomé unas copas de más comencé a besarla apasionadamente. No me importaba que me vieran, a esa altura con el alcohol que tenía encima lo único que me interesaba era una noche apasionada de sexo que hacía rato no tenía.
Mientras me metía la lengua hasta el fondo yo empecé a acariciar esos pechos y bajé mi mano hacia su conchita que en cuanto toqué me di cuenta que estaba toda mojadita. Me metió la mano dentro del pantalón y me hacía la paja apretándome fuertemente. De pronto, una chica la tomó del brazo y la sacó de mi lado diciéndole que no se haría más responsable por ella si pasaba algo.
Cuando me quise dar cuenta se fue. Luego me enteré que su hermana fue quien la llevó. Yo me había quedado con la pija súper dura y con unas ganas de echarme un polvo terrible. Al rato se me acercó Laura para irnos ya que todos me miraban, por lo que acepté de inmediato.
Además estaba tan caliente que quería llegar a casa para, por lo menos, echarme una buena paja. Durante el viaje a la casa de Laura ella se burló de mí por lo que había pasado haciendo bromas sobre la calentura con la que me quedé, algo que siempre hacíamos por la confianza que existía entre ambos. Cuando llegamos a su casa me pidió que me quede con ella ya que llovía torrencialmente y eso siempre la asustaba.
Yo quería irme a casa, pero acepté y pensé en esperar que Laura se duerma para echarme una paja en el baño. Nos acostamos en su cama de dos plazas, yo no podía disimular mi pene erecto y menos cuando Laura se puso la remerita que usaba siempre para dormir, blanca y que apenas le tapaba media cola, una cola espectacular y encima no usaba corpiño por lo que sus pechos resaltaban duros con esa remera.
Antes de dormir Laura me hizo comentarios sobre la chica con la que estuve esa noche, diciéndome que era muy puta para mí y que se notaba que se encamaba con cualquiera. Yo no hice comentarios ya que esperaba que ella se duerma. Al rato cuando ya no escuché nada de ella y aprovechando la lluvia fuerte que caía sobre el techo, decidí ir al baño a terminar lo que había empezado en la fiesta. Cuando retiré las sábanas para bajarme de la cama noté el culo de Laura apuntando a mi lado, con esa tanguita metida hasta el fondo y hasta se podía ver un poco su conchita.
Suponiendo que Laura estaba bien dormida y con lo ebrio que aún me encontraba, pensé
en masturbarme silenciosamente mirando ese hermoso culo que tenía al lado y así lo hice. Me bajé el slip y empecé a sacudírmela lentamente mientras miraba esa belleza que tenía al lado, en ese momento me había olvidado de nuestra amistad y todo, solo quería echarle toda la leche en ese culito.
En un momento, sin darme cuenta estaba haciéndome una paja con todas mis fuerzas apretando mi pija muy dura y jadeando de placer, decidí acariciar suavemente el culo de Laura y de golpe lo estaba agarrando como si fuera mi novia, entonces y como no se despertaba empecé a masturbarla metiendo mis dedos por entre su tanguita hasta llegar a su zanjita y la acariciaba de arriba a abajo. No aguantaba más y como ya estaba jugado decidí llenarle de leche ese culito fantástico y lo hice, eyaculé y la mojé toda, la leche le caía por su trasero y yo tuve un orgasmo como nunca antes con una paja.
Cuando quise limpiar a Laura para que no se diera cuenta ella giró la cabeza y me dijo "ahora me toca a mí", se bajó la bombachita, apagó la luz, seguramente para no ver que era un hombre quien estaba a su lado, se subió a la altura de mis hombros y puso su concha junto a mi boca para que se la chupe. Le metí la lengua hasta el fondo y sentí como suspiró de placer, luego le metí un dedo por el culo y se la chupé hasta que sentí como se vino en mi boca.
Eso no me disgusta porque siempre me gustó hacer gozar a las mujeres. Luego nos abrazamos y nunca más hasta el día de hoy hablamos del tema. Con Laura no salimos la semana pasada, ninguno de los dos llamó al otro y creo que los dos nos sentimos muy mal por lo que pasó, pero también estoy absolutamente seguro que el orgasmo que ambos tuvimos ese día no se volverá a repetir.
Autor: Machoarec