Continuando el relato, recordaran que quedó mi jefa, Laura, y yo junto a los tres empleados de ella, bañadas en la leche de ellos, pero después de una buena limpiada de verga que les dimos, ya estaban listos para la acción de nuevo. Yo chupaba al chofer y Laura estaba mamando al negro mientras el otro la mamaba a ella, podía ver mientras me devoraba la verga como Laura se comía la verga negra inmensa y gemía por la comida de concha que recibía.
El chofer se puso sobre mí, que me recosté en el sillón, y me clavó por la concha, su rica verga se deslizó fácil en mi concha toda mojada, y comenzó a cogerme fuerte y rápido, al tiempo que Laura estaba ahora en cuatro patas era clavada por el negro mientras le chupaba la verga al otro, yo seguía siendo cogida por el chofer que me daba duro, me hacía gozar, se puso sobre mi y chupaba mis tetas, mis pezones estaban duros, él los comía y mordía mientras no dejaba de clavarme fuerte, yo gemía fuerte de placer.
Cambiamos de posición y ahora yo estaba en cuatro patas siendo cogida por la concha y Laura se había montado arriba del negro que estaba sentado en el sillón, mientras el otro seguía ofreciendo su verga para que ella se la comiera, a ambas nos cogían fuerte y duro, Laura cabalgaba esa pija negra y yo me movía en círculos, sobre esa verga que se hundía hasta el fondo de mi concha, así juntas alcanzamos un orgasmo, ambas gozábamos intensamente, entonces sentí como la verga que tenía dentro empezó a inundar mi concha con su leche caliente, me movía exprimiéndola para sacarle todo lo que me daba, pude ver como a Laura le acababan en la boca, la leche desbordaba de sus labios, pero el negro la seguía cogiendo.
Entonces ella me deja su lugar sobre el negro, lo monté, clavándome por la concha esa enorme verga negra que me abría toda, el negro agarró mis tetas y las apretaba y chupaba fuerte, me las comía al tiempo que me enterraba su verga bien hondo, yo cabalgaba fuerte sobre esa verga que me llenaba de placer, cuándo sentí como alguien me comía el culo.
Vi al chofer con Laura mamándolo, así que era el guardia, que hundía su lengua en mi agujerito, abriéndolo, mis gemidos ya eran gritos, el negro devoraba mis tetas y me cogía salvajemente y la lengua me abría el culo, hasta sentir que la lengua era reemplazada por otra verga, el negro se detuvo un momento y saco un poco su verga de mi concha, la otra entonces empezó a entrar en mi culo presionando fuerte, me llenaba de placer, me relaje totalmente para dejarlo entrar mas fácilmente, hasta que sentí como sus huevos chocaron contra mis nalgas, la tenía toda en mi culo, entonces el negro también empujó y me clavó hasta sus huevos por la concha, estaba llena de verga por los dos agujeros.
Laura mientras estaba en el suelo en cuatro patas siendo cogida por el culo, ella gemía fuerte y pedía más, lo cual el macho la complacía metiéndosela entera por atrás, pero mis dos machos no me daban mucho tiempo de prestar atención a otra cosa que no sea la cogida que me estaban dando, esas dos enormes vergas dilataban mis agujeros, las sentía rozarse a través de mi delgada tela, entrando y saliendo todas enteras de dentro de mí, que me llevaron a un orgasmo intenso que recorrió todo mi cuerpo convulsionándolo, mis jugos caían sobre esas vergas que no dejaban de penetrarme sin compasión, dándome el máximo de placer.
Las sentí hincharse dentro de mí y casi juntas explotaron, noté como mis agujeros se llenaron de leche caliente, la sensación de estar llena de los dos machos.
Los machos otra vez estaban sobre nosotras con sus vergas duras de nuevo, el chofer y el guardia tomaron a Laura y el negro me puso en cuatro patas en el piso y me dijo que iba a coger mi culo, empezó por comérmelo todo primero, y luego puso su verga en la entrada y tomando mis caderas me la clavó de un golpe, grité mezcla de dolor y placer, pero mi culo estaba lo suficientemente abierto para recibir
esa enorme verga y la devoró completa.
Así me cogía fuerte y profundo, se agarró de mis tetas y me embestía duro y rápido, su verga se enterraba toda en mi culo, sentía sus huevos golpear mis nalgas en cada embestida, alcancé ver a Laura que ahora estaba sentada de espaldas clavada por el culo y con la otra verga clavada en su concha, gimiendo y gritando fuerte, llena de verga como antes lo estaba yo, que ahora tenía el culo lleno de una verga negra enorme, el ambiente estaba lleno de sexo y pasión, me di vuelta y ahora cabalgaba por el culo la verga del negro, me movía en círculos sobre esa verga enterrada en mi culo, así podía ver bien como Laura gozaba con la doble penetración, y como tenía otro orgasmo.
Entonces el que tenía en su concha, se levantó y se paró frente a mí, que seguía cabalgando la verga por el culo, y puso su verga entre mis tetas, la apretó con ellas y se movía cogiendo mis tetas grandes y duras, el negro se movía más rápido, y el otro cogía mis pechos fuerte y rápido, cuando salía de entre ellas, la metía en mi boca un poco hasta que acabó entre mis tetas llenándolas de leche caliente, que corría por mi cuello, sobre mis pechos, en mi pezones duros, con su verga desparramó su leche por todas mis tetas, la puso en mi boca y se la chupé dejándola limpia de los restos de leche, al tiempo que el negro aceleraba más los movimientos y me concentré en cabalgar su verga.
Abría y cerraba mi culo succionando su verga, lo que lo hizo explotar en mi culo, sentí sus chorros de leche golpear en mi interior, inundando mi culo hasta su ultima gota, y haciéndome gozar una vez más.
Seguía moviéndome sobre la verga que se terminaba de convulsionar dentro de mi culo viendo como Laura también recibía la leche de su macho en su culo, entonces ambas nos levantamos y nuestros culos chorreaban leche que caía por nuestras piernas, ambas arrodilladas en el piso, nos besábamos y sentíamos nuestros cuerpos llenos de leche y jugos de placer, me dijo que era hora de un baño, pensé que nos iríamos a la ducha, pero al contrario, los tres hombres nos rodearon y como obedeciendo una orden, tomaron sus vergas y comenzaron a mear sobre nosotras, los chorros de liquido caliente y amarillo, golpeaba nuestras caras, corría por nuestras tetas, los dirigían de manera que no quedara nada de nuestros cuerpos sin cubrir, sentí como se estrellaban contra mi cara, no pude evitar tragar lo que llegaba a mi boca, Laura me beso y así juntas recibimos hasta el ultimo chorro de meada.
Laura les dijo a los hombres que era su turno y ellos se acostaron en el piso uno al lado del otro, entonces ella se puso encima y comenzó a mearlos también, me uní a ella y así juntas le dimos una buena lluvia dorada por sus vergas, sus pechos y caras, para terminar les hicimos chupar nuestras conchas hasta que estuvieran bien limpias, entonces sí nos dirigimos al baño y nos duchamos con Laura, y que yo seguro lo iba a disfrutar, sentí como su lengua me recorría entera desde mi concha ya mojada hasta mi culito, salimos de la ducha y siguió comiendo mi culo, ahora dándome dedo por la concha también, yo gozaba y Laura no paraba de besarme y acariciarme, ahora ayudó a su marido, me hizo levantar un poco mis caderas, poniendo mi culito en pompa, abrió mis nalgas y chupó la verga de su marido mojándola, sentí como él apoyo su verga en la entrada de mi culo y presionó, mi culo no opuso demasiada resistencia, aunque se notaba que la verga era grande como las de la noche anterior, definitivamente Laura elegía este tipo de vergas.
Empujó más y noto como mi culito absorbía su verga, comenzó a elogiar mi culito, diciendo lo hermoso que era y como se tragaba su verga y cuanto lo deseaba, empujó mas fuerte y me la clavó casi entera, gemí fuerte, la sacó toda y otra vez me la dejo ir, esta vez clavándola hasta el fondo de mi culo y comenzó a moverse fuerte y duro, Laura apretaba mis nalgas, yo movía mi culito, lo que podía ya que estaba bajo todo su peso, el cual utilizaba para clavarme profundo, el placer me invadió por completo, gozaba como loca con esa verga dentro, el marido de Laura se movía muy bien, sabía como coger y me estaba dando fuerte y todo lo que tenía.
Aceleró sus movimientos, cogiéndome más fuerte y muy profundo, hasta hacerme acabar, las convulsiones de mi
orgasmo hicieron que mi culito se contrajera succionando su verga, lo que lo llevo a una acabada impresionante, sentí mi culo llenarse de abundante leche espesa y caliente, su verga no paraba de lanzar leche y yo la exprimía con mi culo, el gritaba de placer, su verga no paraba de convulsionarse en mi culo, la sacó y desparramó sus ultimas gotas en mis nalgas, mi culito desbordaba su leche y chorreo por mi concha, Laura lamió la verga de se esposo y luego mis nalgas y culito, bebiendo todo lo posible.
Él me dijo que había sido una cogida hermosa con un culo hermoso, se levantó y dijo que nos esperaba para desayunar, Laura me ayudó a levantarme ya que la cogida me había agotado, me llevo al baño y juntas nos dimos un baño de inmersión, para relajarnos, luego bajamos a desayunar y mas tarde volví a casa, habiendo descubierto que con Laura compartíamos aparte del trabajo, el gusto por el buen sexo y el placer, y que seguro esa no sería la única aventura sexual que viviríamos juntas.
Autor: Angela_lobo