Hetero, polvazo. Luis preparó un fin de semana estupendo en el chalet de la sierra, los dos iban eufóricos por llegar.
Quedé con Luis para el siguiente fin de semana, iban a
estar mis padres y tendría toque de queda , así que
les dije que me iría con mi amiga Marta a la casa de
sus padres en la sierra. En realidad Luis lo preparó
todo para pasar el fin de semana en Toledo en un
chalet que él tiene allí.
Me vino a buscar a la estación y directamente nos
fuimos al chalet, yo estaba completamente eufórica ,
llevaba toda la semana esperando poder volver a estar
con mi madurito y tuve que hacer esfuerzos para no
abalanzarme sobre él cuando lo vi. Durante el trayecto
no pude contenerme y le empecé a tocar el paquete
mientras conducía ,parece que también tenía muchas
ganas de verme porque la tenía dura como una barra de
hierro.
Llegamos a su chalet y aunque él ya quería hacerme el
amor en el mismo salón yo le contuve y le dije que
quería darme una ducha, quería estar limpia para mi
hombre, me dio una toalla y me indicó donde estaba el
baño, me limpié a fondo y cuando fui al dormitorio ya
estaba completamente desnudo, me dijo que estaba muy
sexy recién salida de la ducha con la toalla puesta
alrededor pero que estaba mejor sin ella , me la quitó
y empezó a lamerme los pezones que se pusieron muy
duros y erectos, todo esto estando sentado en la cama,
yo quería sentir su sabor así que me arrodillé y me
metí en la boca su pene mientras le acariciaba los
huevos y él a mi el pelo, estaba tan excitado que al
poco de empezar a meterla y sacarla de mi boca sacó el
liquidillo pre-eyaculación y tuvo que empujarme para
no correrse. Aproveché para tumbarme en la cama boca
arriba y abrí todo lo que pude mis piernas , notaba
el flujo que emanaba de mi chocho y que me resbalaba
hasta el ano, Luis se quedó mirando el panorama un
momento y enseguida se puso sobre mí introduciéndome
su miembro muy despacio, yo estaba súper excitada y
temblaba de placer por todo el cuerpo, empezó a meter
y sacar su pene y ya enseguida me vino el primer
orgasmo de las ganas que tenía, él notó como me
convulsionaba y continuó el bombeo acelerando el
ritmo, nuestras caderas se chocaban y él con una mano
me iba pellizcando los pezones de un pecho a otro, en
ese momento decidió poner mis piernas sobre sus
hombros y comenzó a dar violentos empujones con gran
fuerza , eso me volvía loca y me hizo sentir un placer
increíble, Luis se tumbó en la cama y me hizo subirme
sobre él, me la metió y me dijo:" vamos a ver si te
mueves también como gozas", yo me lo tomé como un
desafío y traté de hacerle un buen trabajo moviendo
mis caderas sobre su cuerpo, él apretaba sus manos en
mi culo fuertemente y me separaba los glúteos
inconscientemente según le venia el placer por la
fricción del metesaca, ante esta situación note como
me venía otro poderoso orgasmo y al decírselo a Luis
me aparto de él violentamente gritándome: "¡espera
zorra, quiero irme contigo¡", rápidamente me puso a
cuatro patas y comenzó a darme duras embestidas con su
pene, follándome a lo perro, me vino el orgasmo
mientras que él agarrado a mis caderas me hacía el
amor de la manera mas eléctrica que recuerdo,
enseguida estuvo preparado y como en nuestro primer
encuentro volvió a soltar toda su carga de leche en mi
ano, yo notaba esas acompasadas sueltas de su leche
acompañadas de sus jadeos mientras iban tocando mi
cuerpo y es ese agradable calorcito de su carga que se
expandía por mi ano, mi raja, mi chochito y mis
muslos, tuvo una corrida descomunal , estuvo soltando
por lo menos un minuto, después de soltar su miel
estuvo un buen rato acariciando su punta del pene por
toda mi raja del culo, jugando especialmente en mi
ano, mientras masajeaba su rabo en mí me pidió
disculpas por haberme llamado zorra antes, se excusó
diciendo que había sido producto de la excitación del
momento, yo, totalmente rendida a él, le supliqué que
no dudara en tratarme como una furcia con tal de
desahogarse a gusto, que mi cuerpo era para su
disfrute y
que me consideraba su propiedad, él se rió
y me dijo que no había conocido chica como yo y que
le volvía loco, había estado toda la semana pensando
en mí, esperando para hacerme el amor . Con la paz del
momento y el dulce masaje que el pene de Luis daba en
mi culo noté como los músculos de mi ano se relajaban
y abrían mi agujerito lo suficiente para que se
introdujera algo del semen que había en la entrada por
el principio del conducto anal, ayudado en parte por
el paso del pene de Luis, noté un dulce calor por esa
zona prohibida y me sobresalté algo, Luis debió darse
cuenta y me introdujo un dedo en mi ano totalmente a
su merced y hurgó apartando los restos de su corrida.
Sabía que Luis sentía atracción por mi ano y teníamos
un fin de semana por delante para hacer cumplir sus
deseos. Pero eso os lo contaré en otra ocasión.