Mi historia comienza, por otro motivo, en mi casa somos 4 personas, mis papás y mi hermana mayor de 30 años, cada uno tiene su cuarto, y una ama de casa, la cual se llama Maria, una mujer de unos cincuenta largos petisa, media gordita, pero toda dura, no es fofa, de tez oscura.
Ella es santiagueña, primero yo nunca me había fijado en ella pero de a poco me fue gustando mucho el morbo, soy un poco morboso, es decir no me gustan solo las chicas lindas nada más y jóvenes, me comenzaron a gustar las mujeres grandes, siempre me llamaron mucho la atención, siempre me masturbaba con las madres de mis amigos, me encantaba tener esas fantasías, y bueno la cosa es que me comencé a fijar en Maria.
Ella limpia nuestros cuartos y comencé a pensar que podía hacer para que se diera cuenta de que me gustaba, porque era muy ilógico que ella me gustaba, nunca se lo imaginaria.
Entonces comencé a hacer cosas para que me viera o ponerla incomoda, siempre y cuando no estén mis viejos, porque pensé que me matarían.
Entones más de una vez cuando le tocaba limpiar mi habitación, entraba antes que ella y hacia como si no la hubiese escuchado entrar y quería que me encontrara desnudo y fue así…
Decidí hacer eso, me saqué la ropa y hacia como si me estuviera cambiando y justo entrara ella, aparte me tocaba el pene un poquito no me lo hacia parar del todo, para que me lo viera un poco grandote y cuando entraba me hacia que no la había escuchado y me tapaba un poquito, mentira, pero lo jodido era que después ella bajaba y decía, que justo había entrado, y yo justo estaba cambiándome a mi vieja, Maria es muy respetuosa y nunca pensó que yo lo haría a propósito, por eso fue jodido al comienzo poder llegarle, y bueno primero fue eso, después, otro día, me arrimé a la puerta del baño de la habitación de mis viejos, y me escondí en el, a Maria le tocaba limpiar esa pieza, cuando entro yo la observaba por la mirilla de la puerta, y ahí me quedé en el inodoro haciendo una paja terrible y tenia puesto walkman por si le llegaba a decir a mi mamá, yo decía que no la había escuchado por estos, ojo yo pienso todo no me quería arriesgar.
Cuando entró se quedó muda, me estaba pajeando a más no poder, bien parada la tenia, aparte estaba desnudo y bien afeitado parecía una verga inmensa, ella dijo hay discúlpame, yo me agaché un poquito cuando hice de cuenta que me vio.
Después de ese día, pasaron cosas raras, la próxima vez que la vi, yo bajo a abrirle la puerta a la mañana muy temprano, nos mirábamos un poco, y ella me pidió si le podía hacer un agujerito en la oreja, yo le dije que si, a esa hora en casa están todos durmiendo.
Tenia bastante tiempo, entonces le dije que si agarre el abridor y mientras que se lo hacia de espalda a ella, la apoyé de atrás terriblemente tanto que se me comenzó a parar hasta que se me paró toda la pija, y ella me metió la mano y me la comenzó a pajear, me decía que era terrible, bueno, no quería hacer nada yo atinaba a tocarle las tetas pero no quería ni el culo, no quería coger, me hizo una paja con la mano, aparte me decía que era muy grande para mi, bueno pero me pajeó bien, aparte a mi me gustaba ese morbo, la negra me hacia la paja, no sabes como me saltó, yo le quería acabar en la boca y bueno accedió, que lindo el contraste de mi pija blanca y ella, bien morochita, le acabé y se tomó todo lo que me saltó, hasta se chupó una gota de un dedo bien asquerosa, como me la imaginaba, sin problema pero no quería coger, desde ese día a la mañana bajaba a abrirle siempre, y casi todas las veces me tiraba la goma, mucho mejor que cualquier mina.
Entonces mi idea era saber como cogía, aparte quería tenerla en bolas, me calentaba terriblemente, y bueno la cosa, que para los veranos nos la llevamos con nosotros
Siempre vamos a Miramar y esa vez mis viejos y mi hermana fueron a saludar a mis parientes en Mar del Plata, con la suerte que mi viejo se quiso quedar unos días, y yo me quedé
; con Maria en Miramar por les dije que estaban todos mis amigos.
Me la dejaron, a Maria no le gustó nada, me miró diciendo, cagué, este pendejo no para hasta cogerme, y fue así, me la subí a la habitación apenas se fueron mis viejos, no quería saber nada pero estaba resignada, bueno te cuento que estuve cogiendo 4 horas seguidas y paramos porque ella no daba más, me la cogí sin parar, yo te conté que ella tenia unos cincuenta bien largos, le daba de espalda, me gritaba como loca, aparte lo que más me calentaba era como se fatigaba, claro un pendejo le da y le da sin problema esta se fatigaba y me encantaba escuchar como jadeaba, era terrible, le chupaba bien las tetas le chupaba la boca bien morboso, ella no lo podía creer lo morboso que era.
Aparte le hacia lo que quería, lo bueno era que se tragaba toda la leche sin problema, mi novia nunca, y no era asquerosa, le acababa en las tetas, de todo, pero yo te estoy contando esto por debido a mi relación con Maria surge lo de mi vieja, mi vieja a los dos días le dijo a mi papá que tenia que volver la Miramar a buscar los teléfonos celulares y a nosotros dos por Maria y yo, lo que pasó es que ella vino a buscarnos sola, cuando esta por entrar a la casa un día a las 2 de la tarde hora de siesta, mi ventana de la habitación da a la entrada y cuando esta pasando siente los jadeos de Maria y a mi diciéndole un montón de cosas, y vuelve a mar del plata sin avisarnos bueno ahí comienza lo mejor y te los voy a contar después.
Autor: Morbosito