Hola, les voy a narrar algo que me sucedió al viajar en el Metro de la Ciudad de México.
Les platicaré de mi experiencia, mi marido y yo íbamos rumbo a nuestros respectivos trabajos, ese día me había puesto una faldita negra, muy ligera, con cierto vuelo, que cuando camino, la tela se levantaba por el movimiento de vaivén de mis nalgas. Era un día como cualquier otro, por lo que nunca me imaginaba la aventura que el destino me tenía preparado, eran las 8 de la mañana y a esa hora, el Metro va a reventar de gente y más aún por tratarse de viernes y para acabarla, también era día de pago.
Por esas razones, ya no cabía ni un alfiler y en esta cuidad, se acostumbra una sección exclusiva para las mujeres y otra para los hombres, donde pueden ir tanto mujeres y como hombres y por no separarme de mi esposo, le dije que me iría con él, a pesar de que no quería que me fuera en el vagón, por aquello de las metidas de mano. Sin embargo, yo le dije que no creía que se atreverían a algo si iba en compañía de él, así que de mala gana aceptó, por lo que nos situamos en el andén, a esperar el Metro.
De inmediato, me percaté que era yo y una chica como de unos 18 años, con una falda muy pequeña, que solo bastaba que se inclinara un poco, para poder apreciar sus juveniles nalgas. Esta chica tenía unos senos que prometían bastante y una cara angelical, de esas que aparentan inocencia pero esconden a un verdadero diablillo dentro de esa máscara de ternura.
Como les dije antes, éramos las únicas dos mujeres para abordar el transporte en la zona de hombres pero ya cuando menos me di cuenta, el tren llegó y de inmediato, la muchedumbre se arremolinó cerca de las puertas. Al abrirse, como impulsadas por una catapulta, fuimos levantadas en vilo por la masa de hombres que querían abordar; sobra decirles que casi luego, luego, sentí varias manos que se apoderaban de mi culo y de mis muslos, incluso un dedo travieso alcanzó a tratar de abrirse paso por la raja de mis nalgas pero instintivamente las apreté fuertemente, impidiendo que me arponeara mi estrecho ano.
En la confusión, quedé algo retirada de mi esposo pero él logró situarse cerca de mí después de bastante esfuerzo, aunque eso no fue suficiente para que las manos dejaran de tocar mi anatomía y para evitarle problemas a mi marido, opté por callar el manoseo del que era presa en ese atestado vagón.
Yo llevaba una pequeña mini falda de algodón, bastante delgada, por lo que sentía claramente las manos que palpaban a conciencia mi trasero, especialmente una mano que tomaba gran interés en la raja de mis nalgas pero no descuidaba el delinear mi tanga en la parte alta, ya saben, la única que se puede sentir, ya que la tira de en medio, desaparece entre las nalgas.
Al principio, yo sólo sentía tímidos roces de la mano en mi anatomía pero bastaron pocos minutos para que, una vez habiendo cogido confianza, me frotara descaradamente con la palma abierta, las carnes de mi culo, apretándome una nalga, para después pasar a la otra.
En cierto momento, se metió bajo mi falda y comenzó a palpar mi delgada tanga en el hilo central, entre los dos cachos de carnes de mis nalgas, ya que ese día no me puse medias, logrando tomar la delgada prenda y estirarla a tal grado que logró hacerla hacia un lado, no por completo pero sí lo suficiente como para, en lugar de estar en la raja del trasero, descansara alegremente en uno de mis preciosos glúteos.
Por la advertencia de mi marido, preferí guardar silencio, ya que él me lo había prevenido y yo de necia, me aferré a subirme con él. Fue hasta ese momento que recordé a la chica, ya que si yo, que iba acompañada, tenía dicha situación, habría de imaginarse a ella y para mi sorpresa, la chiquilla se encontraba con la falda completamente levantada y enrollada a la altura de su cintura mientras un hombre como de 32 años, vestido de traje, se frotaba la verga en el canal de las nalgas de la chiquilla, aún sobre la braguita de color blanco de la chica.
Ya para entonces, previamente el tipo ya la había jalado hacia arriba, para lograr que se introdujeran lo más posible en el canal trasero de la preciosa chica pero eso no era todo, ya que por adelante, un joven como de 18 años, se masturbaba frenéticamente, con el pene completamente fuera de su pantalón. Su miembro era de un tamaño considerable y al mirarlo, me hizo estremecerme, logrando envidiar a la chamaca por encontrarse tan cerca de tan bello miembro masculino.
Mientras tanto, este joven acariciaba su panochita por encima de la braga y por el rostro y por los movimientos de la niña, que eran de levantar el culo para sentir mejor la verga situada en su trasero, me di cuenta que disfrutaba del manoseo de los desconocidos. Por todo esto, deduje que ella abordaba en el vagón de los hombres para que le metieran mano a su antojo, ya que hay que recordar que a esa edad, el sexo es algo que comienzan a descubrir y los manoseos son algo muy caliente y seguro, para sentir una buena dedeada y tener contacto con una dura verga.
Al mirar los gestos de excitación de la chica y los rostros de los que le metían mano, disfrutando ambos con el manoseo en el vagón atestado de gente, esto sólo terminó por encenderme, por lo que aunque mi marido estaba a un lado, quise yo también disfrutar de lo atestado del vagón. En ese instante, me levanté la falda igual que la colegiala hasta que me quedó como un cinturón en la cadera, claro que lo hice de forma discreta, para que mi marido no se diera cuenta de mi acción.
Al levantarme la falda, varias de las manos que me tocaban sobre ella, ya se encontraban directamente sobre mi piel, me imagino la cara de asombro de más manoseadores al notar que no existía algún estorbo entre sus manos y mis calientes carnes.
Para mí, era increíble sentir varias manos desconocidas y anónimas, recorriendo de arriba abajo, mis piernas, mis nalgas, mi tanga, ya que casi de inmediato, una mano se posó en mi abultado sexo, para enseguida palpar mi raja y mis labios vaginales, delineándolos con los dedos sobre mi tanga; supongo que de inmediato, notó lo mojado de mi chucha, ya que para ese tiempo, no aguantaba mi propia calentura.
Por su parte, la mano que desde hacía tiempo estaba en mi culo, de repente se retiró y no la sentí durante un tiempo después de unos segundos, por lo que pensé que había abandonado el vagón pero en su lugar, sentí un pedazo de carne caliente, grande y húmedo, que se acomodaba entre mis nalgas.
De inmediato, pude adivinar que se trataba de un pene erecto, el que con delicados movimientos, se deslizaba de arriba hacia abajo, donde era increíble sentir su enorme capullo rozando mi vagina y mi anito, logrando sentir cómo me humedecía levemente mis grandes nalgas con líquido pre eyaculatorio.
En un determinado momento, unas manos se acomodaron en mi cadera, tomando mi tanga por los costados y arrancándomela de un fuerte tirón, para deshacerse de tal estorbo. Acto seguido, el pene se acomodó, ya lubricado por el líquido seminal, a la entrada de mi ano y yo me levanté levemente sobre las puntas de mis pies, presentándole lo más posible mi culo, para ayudar al desconocido, quien tomó los cachetes de mi culo y los separó, para que me penetrara sin dificultad.
Eso, dado a mi excitación y que mi culo ya ha probado vergas por el ano, en ocasiones anteriores, hizo que eso no fuera nada difícil, ya que el desconocido humedeció levemente sus dedos con saliva y comenzó a introducirlos, de uno en uno, sus dedos hasta sumar la cantidad de tres dentro de mi estrecho orificio anal.
Después de dicho trámite, logró meterme todo su miembro palpitante de un solo y fuerte empujón y lo que más me encendía era que mi marido, muy inocente, iba parado junto a mí y no se percataba de lo que un desconocido hacía con su esposa, en sus narices, al contrario, me servía de apoyo, ya que él creía que por los empujones que daban en el Metro, era por lo que me recargaba mucho en él.
En realidad, eso era porque mis piernas se me doblaban de la excitación y de las acometidas del cogedor a mi espalda, quien deslizó ambas manos por dentro de mi blusa, tomando mis pechos y bajándome mi sujetador, para tomar libremente mis turgentes pechos. Mientras tanto, yo ahogaba mis suspiros, mordiéndome mis labios y cerrando mis ojos, que ya estaban nublados por la excitación.
Al mirar mi rostro, mi marido me preguntó si me sentía bien, a lo que le respondí que sólo era el calor que reinaba dentro del vagón, lo que me estaba incomodando pero que no era algo grave. Mientras hablaba con mi marido, aprovechaba para que, utilizando una de mis manos libres, apoderarme discretamente del pene de un jovencito que se encontraba a un costado de mí, quien al sentir mi mano, se puso rojo de la calentura y de la sorpresa.
Luego, con delicadeza, yo le bajé su cierre y le extraje su miembro, para darle una candente masturbada, subiendo y bajando la piel que lo cubría, para sentir su glande, que ya mostraba una pequeña gota de semen en el agujero de la cabeza del pene, lo que me excito al máximo, acelerando el movimiento de la masturbada a cada minuto que pasaba.
En cierto momento, pareció que nos hubiéramos puesto de acuerdo, ya que casi al mismo tiempo, los tres estallamos en un enorme orgasmo, sintiendo en mis intestinos, un caliente líquido que me quemaba las entrañas, por parte del fulano que tenía clavado su pene en mi ano mientras en mi pierna, sentía cómo chocaban los chorros de esperma del chico y vaya que la fuerza con que me golpeaban era bastante y con qué abundancia, parecía que arrojó como un litro de mocos, que incluso sentía a la perfección cómo se deslizaban lentamente por mis piernas.
Simultáneamente, por las maniobras de la mano que jugaba con mi raja, humedecía por completo la tanga, llegando a escurrir mis flujos por mis muslos, llegando a juntarse con los que manaban de mi culo y la leche del jovencito.
En ese momento, me fijé que la chica también recibía lo suyo, ya que me percaté de que los dos hombres que se encargaban de ella, con sus penes de fuera, le arrojaban también sus líquidos en el culo y en su cosita, para después ella misma untárselos por el trasero y por sus piernas, quedando brillosa por la presencia del semen en su piel.
Llegué a notar cómo el señor de traje tenía los dedos de su mano derecha incrustados en el orificio trasero de la chiquilla, fue entonces que ambas nos miramos a los ojos, dándose cuenta que la veía y dándose también cuenta que yo recibía el mismo tratamiento que ella, para después ambas acomodarnos lo mejor posible nuestras ropas y hacer como si nada hubiera ocurrido.
Al bajar, ambas nos miramos y nuestras caras rojas de excitación intercambiaron maliciosas sonrisas, ya que tanto ella como yo sabíamos de las ventajas de viajar en el apartado para hombres.
No sé si mi marido se habrá dado cuenta o no pero desde entonces, siempre abordo el Metro con él, llevando ropa que no les dificulte a los suertudos en turno, meter mano u otras «cosas» bajo mis ropas, disfrutando al máximo de nuestro apretado y largo viaje a nuestros trabajos.
Hola Esther.
Excitante relato es la segunda vez que lo leo
Hola mi esposa tiene aun 17 años y yo 18
Pero eya tiene esa fantasia de hir en un vagon de puros homvres de porsi le gusta mucho ha eya vestir con mini falda y quiere sentir muchas manos y lo que se de
ale y Esther les gustaría ser guiadas en una experiencia única
que buen relato, yo siempre he querido que me metan mano en el bus y si se puede me soben el culo con su verga
Muy rrico relato ase k se caliente uno de pesar estar así
Si pasan cosas asi de verdad , ami me paso quedar atras de una chava muy buena con faldita obvio si me la repegue y le acomode peeo nunca pense que me prendiera tanto y de repente vi que otro senor le agarraba las nalgas tambien el quedaba b no muy cerca por eso usaba la mano . En cieeto momento el mismo ruco me saco la verga del pantalon y subio la falda de la chava y le bajo el calxon asi que mi verga quedo en las nalgas y sentia su rico ano y panochita. La verdad no se la llegie a meter bien peeo el ruco me agarraba la verga y le empujaba a las nalgasde la chava que aparte estaba muy bonita . Al final si me vine y vi que el senor se limpio la mano cron su boca y cuando llegamks a aero puerto ya mas vacio la chava se fue a sentar y yo sali muy apenado pero si se te doblan las piernas cua do terminas y la gente lo noto todo o ppr lo menoa algunos .
me excita esas experiencias en los servicios publicos y ver videos referente a eso si sabeis donde los uedo ver mas escribirme
Valla que me puse muy calue te con este relato esta muy exita te como me gustatia hacerlo asi rico pot lad dos mamis
Me fasina haserme una paja rica y que una mujer me este mirando esto para mi es mas rico que cojerme si alguna le gusta mirar y embarrarte que me avise soy enfermo a masturbarme
Al estar leyendo tu historia me entraron muchas ganas de hacerme una paja. Me abrí la bragueta y saqué el Chimbo, me lo empecé a sobar despacio y a medida que avanzaba en la lectura fuí aumentando el ritmo, se me fue poniendo la cabeza muy roja, casi morada y me vine a chorros al tiempo que acababas tu historia..
Te agradezco lo rico que pasé.
Hola Mariana yo t hago lo que quieras, pero enfrente de mí señora xq le gustaría ver cómo m follo a otra mujer
Hola hermosa buenas tardes qué rico relato yo no viajo en el metro solo en las mañanas bien temprano dél bordó a Pantitlán y de Pantitlán a la central de abastos alguna casada para un arrimon en el bordó calle 16
esto es algo tan exitante .me encantan las culonas,y megustaria concer mujeres que les guste cachondear en el transporte
que cachondo es esto,me encantan las maduras ,me gustaria conocer mujeres que les guste cachondear en el metro.
es totalmente cachondo ,me gustaria conocer mujeres que les guste cachondear y hasta cojer en el metro.esto es salir de la rutina.
esto es buenisimo
whaith,
Yo iva a ese cine. Era super. Encontrar parejas como uds. Y metermano, manocearlas a ellas, pmonerlas a hacer sexo oral y si se pidia follarlas ahi en la obscuridad de un cine
Felicidades bus relato ahora solo falta saber cuando y donde cojeis el metro.
Nunca he tenido la dicha de encontrarme con mujeres calenturientas solo con gays
como puedodarme de alta en esta pagina
Hola yo llevó a mi esposa al metro a las hora pico y dejo que entre ella y como si no me conociera atrás de dos personas la empiezan a manosear eso le gusta que la manoseen sus nalgas ya sea que la llevo en matones lickra o falda corta
Esperó comentarios
Ya me dirás si realmente la quieres gozar de verdad.
Es divino saber que a la mujer de uno es disfrutada por otros hombres, a mi me gusta mucho, me causa mucho placer
Buenas tardes me imagino que hermosa a de estar tú esposa yo estoy en neza por el bordó calle 16
Buenas tardes cada cuando están en el metro Pantitlán para ir a darle arrimones a tu esposa
Que lastima que cuando yo subo no pasa de un simple rose y mirada complice
Me pareció excitante su experiencia yo llevo a mi esposa al cine y me gusta dejar un asiento disponible para que sea manoseada siempre la llevo de falda corta y pantaletita rosa a mi esposa le encantan las caricias de los desconocidos y a obscuras y si se puede se la an cogido rico solo una vez en las butacas le encanta salirse con el semen en sus piernas que le arran los que se vienen
Que cine frecuentas. Me parece exitante la idea de estar con una mujer casada y saber que el marido esta justo asu lado y simular que no pasa nada.
Hola es el cine tacubaya cerca del metro tacubaya la llevo cuando se puede en día jueves o viernes después de las 6 y media o 7 pm
Es metro tacuba
Brutal de acuerdosñ en todo. Pero las casadas con pasta. Que se sienten un poco desatendidas
seria bueno que mas o menos dieras señas personales para no regarla con alguien mas, yo soy de provincia pero creeme que iria solo por eso, tengo una herramienta no muy grande, 18 centimetros eso si muy gorda y cabezona
Hola mike cuando llevo a mi mujer la llevó vestida con falda corta guinda o beige es de cabello largo recogido morenita edad 33 años espero ir este jueves que viene
YO ME VISTO DE MUJER Y TENGO TETOTAS Y NALGOTAS ME GUSTA Q ME ACOSEN Y DEN POR EL CULO MMMMM
Yo me pongo ropa interior de mujer y me siento muy feliz y sobre todo cuando un macho me va a dar duro por mi culo
Hola espero me des la oportunidad de probar a tu mujer, me avisas cuando vayas . Mi correo [email protected]. me queda de paso. Buen dia
Buen día me imagino que hermosa a dé estar tú esposa me encantaría poder conocerla
A mí también me encanta que me penetren en el metro, una vez se vinieron adentro el maldito pero estaba tan caliente que en vez de reclamar le pedí su número. Aún le hablo para que me siga llenando de semen
Hola nalgona me ecxitado tan sólo con pensar lo que te aria en el metro si te encontrará, si quieres que hablemos por correo solo dímelo, un beso.
yo te lo meteria por el culo todo el viaje
Ruta Cuauhtémoc tacubaya. Quiero hacer lo mismo y sentir muchas manos… En que vagón debo subirme?
Yo me dejo manosear en los metros
Hola pon tu # para contactaste me llamó Juan
dime cual es tu ruta
metemos experimentar eso tambien
Whatsaap 0050258065159
Muy vien relate amor
Por donde andas para buscarte y hacer lo mismo
Yo dejo q me metan la mano X donde quieran
donde te puedo encontra
Donde me subo para que me hagas lo mismo?
En dónde te puedo contactar
nos vemos en la estacion que quieras ponte licra o vestido.escribeme
que rico relato me gustaria encontrarte en que metro subes? te mando un beso y excelente relato de dejaste a mil
LO LEI HACE UN PAR DE AÑOS, Y ME SIGUE PARECIENDO EXCITANTE, A VER CUANDO SUBE OTRO RELATO ESTA CHICA CASADA TAN CALENTURIENTA.
bueno, buen relato totamente cachondo, vale