Jóvenes y Cachondas. Siempre escuché historias de alumnas que se acostaban con maestros pero creía que eran leyendas urbanas que esas cosas realmente nunca pasan hasta que un día…
Estaba haciendo a mis alumnas una prueba para eliminar materia. Las chicas cuando terminaban y entregaban el examen y se iban a sus casas, era Viernes última hora y el centro estaba vacío.
Cuando ya habían pasado más de una hora de la prueba las gran mayoría de alumnas se había ido solo quedaban las rezagadas que en mi experiencia eran las que esperaban que la virgen se les presentará y les dijera las respuestas. Yo tranquilo porque esas alumnas poco iban a hacer y empecé a corregir exámenes. Había pasado un rato y varias alumnas ya habían entregado quedando únicamente una alumna. Marta. La cual miraba por la ventana con la mirada distraída.
– Venga Marta, que se acaba el tiempo.
– Si señor.
Al rato volví a levantar la cabeza y Marta seguía mirando las musarañas.
– Marta entrega ya si no sabes qué más poner.
– Espere señor.
Siguió escribiendo dos líneas más y volvió a mirar a las musarañas.
– Marta entrega.
Ella se levantó con su uniforme de la falda de tablas que siempre todas las alumnas se subían por encima de las rodillas, su camisa blanca ceñida a su cuerpo que le hacía un pecho voluptuoso, los zapatitos negros brillantes y los calcetines blancos que llegaban hasta las rodillas. Entregó su examen. Había contestado a dos preguntas de las 5 planteadas.
– Has contestado a poca Marta. ¿ has estudiado?
– la verdad es que no mucho. respondió ella.
– ¿ y eso?
– no, sé. ¿ puedo hacerle una pregunta a usted?.
– Claro.
– ¿ usted cree que soy atractiva?
– Bueno Marta, hay muchas gente que le diría que usted es atractiva.
– ¿ y usted?, ¿ qué piensa?
– bueno, señorita Marta yo diría que sí, que se ve atractiva.
– Lo que pensaba.
– ¿por qué lo pregunta?
– Porque el chico, que me gusta no sé si me ve atractiva o no.
– Bueno debería preguntárselo a él.
– Si, claro. ¿Cree que tengo unas bonitas piernas?.- miré sus piernas de arriba a abajo eran largas y finas muy hermosas.
– Si lo creo.
– Si, claro.¿y tengo una bonita figura?.- observé a Marta mientras se balanceaba cerca mía moviendo su falda.
– Si lo creo. te ves hermosa como todas mis alumnas.
– ¿y mis pechos?.- los miraba por encima de su camisa blanca, como le sobresalína dos montañitas en su camisa.
– Bueno, tienes unos bonitos pechos, pero mi palabra quizás no sea la más adecuada ya que soy tu profesor y para mi todas sois hermosas y os veo bien.
– Y mi trasero.- dijo subiéndose la falda y mostrando que bajo la falda del uniforme solamente llevaba un tanga blanco muy delgado.
– Bueno, en verdad si tiene un buen trasero.- dije alejándome de ella con mi silla.
– Vale, yo pienso lo mismo.¿ y mis pechos se ven tan hermosos que dan ganas de apretarlos?.- dijo mientras que se desabrochaba varios botones de su camisa y me los mostraba aún metidos en su sujetador.
– Si, se ven bien y dan ganas de apretarlos, tienes unos bonitos pechos señorita Marta,
– ¿quiere apretar mis pechos señor?.- dijo mientras se acercaba a mí.
– Bueno señorita Marta creo que lo que me dice no está bien…debería buscarte a un chico de tu edad.
– Si.- mientras yo le hablaba ella se había acercado.
– …ya que soy tu profesor… le decía.
– si.- Me había desabrochado el pantalón
– …. y tu mi alumna y …- le decía.
– Si.- Había bajado mi cremallera.
– …la única relación que deberíamos… tener…- le decía.
– Si.- sostenía entre sus dedos mi polla.
– …es … académica…- le decía.
– Esto esta mal,. – dije yo.
– Muy mal.- dijo ella mientras movía mi polla en sus dedos arriba y abajo.- debería parar pero el chico que me gusta es usted y ahora se que ve ve atractiva, no puedo parar.
Diciendo esto comenzó a chuparme la polla enmedio de la sala. Estuvo largo rato comiendome la polla hasta que ya consiguió que se empalmara del todo, entonces se levantó mientras seguía acariciando mi polla de arriba abajo con su mano.
– y ahora señor me quiere coger los pechos.- me dijo.
– Si, quiero.- le decía.
– ¿quiere cogerme el culo?- me preguntaba.
– Sí, quiero.- le decía.
– ¿Quiere folllarme con su polla?.- me preguntaba.
– Si, quiero.- le decía.
– Yo también quiero.- dijo ella.
Comencé a besarla en la boca mientras que pellizcaba sus pechos, luego le comí el cuello trayendo en mi lengua toda su colonia,no importaba. Le abrí la camisa y comencé a comerle un pecho, ella mientras seguía moviendo mi polla para que no perdiera vigorosidad.
– Quieres que se la coma otra vez, señor.
– Si por favor.
– Vale. diciendo esto se volvió a poner de rodillas y a meterse mi polla en su boca. Me bajó los pantalones hasta los tobillos y mientras que con la boca me comía la polla con la manos acariciaba mis huevos. Estuvo largo rato hasta que supongo que estaba suficientemente húmeda ella, y se levantó y me dijo a oido.
– Follame Señor.
Le levanté su falda le quité sus bragas la cuales cayeron por sus piernas hasta sus tobillos, luego ella cogió mi polla y se la metio entre sus piernas rozando su chochito. Yo le cogía el culo para meterle la polla más adentro y ella apretaba para que no entrara“ Vamos metelo, todo a dentro”, “ estruja mi culo, es todo tuyo”, “ no sabes cuantas veces he soñado con tener su polla en mi coño”.
– ¿Quiere que me lo quite todo?.- me dijo.
– Si, todo.
– Ok.
Se separó de mi cuerpo sacándose mi polla de la entrada de su coño y empezó a hacer un baile sensual.
– Mira que pechos tengo. – dijo mientras los acariciaba.
– ¿quieres tocarlos?, ¿quieres besarlos?, ¿quieres estrujarlos?- dijo mientras lo lamía con su húmeda lengua.
– Si, le decía mientras movía mi polla para aguantar la erección.
– Luego lo harás todo y más. – dijo mientras se quitaba la camisa del uniforme, quedandose con el sujetador, se dió la vuelta y me dijo.
– ¿ me lo desabrochas?.- le quité el corchete y ella terminó de quitarlo tirándolo junto a donde había caído la camisa.
– Todo esto será tuyo luego señor cuando me folles.
Luego se quitó el corchete de la falda y tiró de la cremallera y su falda quedó suelta cayendo al piso junto con su bragas, me fijé que encima del culo tenía un tatuaje de una enredadera.
Se dió la vuelta y me dijo.
– ¿ usted cree que soy atractiva?
– Si, Marta.
– ¿Cree que tengo unas bonitas piernas?.
– Si Marta.
– ¿y tengo una bonita figura?.
– Si, Marta
– ¿ tengo unos bonitos pechos?
– Si, Marta
– ¿Y mi trasero?.
– Si, Marta
– Yo pienso lo mismo.¿ Quieres follarme?
– Si, Marta
Se dió la vuelta y apoyándose en la mesa con los codos me ofreció su coño y su trasero.
Empecé con su coño, le metí un dedo y luego al momento eran los dos dedos los que estaban dentro de su coño. Más tarde seguí metiéndole la polla hasta el fondo y le estrujaba los pechos desde atrás, tiraba de sus pezones y los agarraba fuertemente, luego me incorporé para tomarla de cada lado de su cintura y meterle la polla para ensartaba con ella, como la cerda que era mientras ella gemía con una cerda , era la cerda de mi alumna y me la estaba follando en el aula. La cogía de la cintura y la metía hasta el fondo, mientras veía su tatuaje encima de su culo.
Al rato saqué mi polla de su coño y le metí un dedo en su ano y luego al momento eran los dos dedos los que estaban dentro de su culo, ese culito era virgen de polla, ella me lo dijo que fuera delicado. Así lo hice primero le unte saliva y luego empecé a meterle la polla con suavidad hasta dentro aumentando el ritmo en cada embestida. En pocas embestidas ya me estaba pidiendo que se la metiera entera y lo que al principio eran gritos de dolor pronto fueron de placer. Gritaba y gritaba pero daba igual lo que gritara nuestra aula estaba alejada de las demás y los únicos que estábamos éramos ella, yo y el guarda de seguridad que estaría fuera en su garita así que podía gritar todo lo que quisiera y yo también.
Paré un momento para que ella se diera la vuelta sobre la mesa, con las piernas abierta se la volví a meter por el coño ese coñito con una raya de pelo que abrazaba mi polla y no la quería soltar,
– Follame Señor, fooollaammee, follammeee
Esa chica estaba disfrutando tanto que llegó a tener un orgasmo allí mismo, orgasmos que la dejó exhausta pero yo aún tenía energía y seguí follándomela, era como una muñeca de trapo y seguía follandomela haciendole lo que quería, lo mismo le chupaba un pezón, que le daba un bocado en el pecho, que le pellizcaba un pezón, ella no se inmutaba algo que me ponía más cachondo aún y daba rienda suelta a mi lujuria.
Viendo que me iba a correr la saqué de su coño y me corrí por toda su barriga, ombligo y cintura, fue una corrida de tal cantidad que algunos exámenes se marcharon de semen, luego en casa cuando lo corregí me empalmé recordando cómo se habían manchado.
Suspendió el examen pero creo que eso no importa en la historia, o quizás sí.