A quien de pequeño no le han gustado las luchas libres y más si desde chico te das cuenta de los cuerpos marcados y de esos trajes que invitan a fantasear y pecar con el pensamiento y más allá.
Bueno me presentaré, mi nombre es Gibran, tengo 19 años y poseo un cuerpo de hombre con cara de niño, pero una herramienta de semental, todo empezó cuando tenía 10 años cuando mi papá me invitó a una arena de lucha libre para ver pelear a su ídolo y desde ese entonces el mío "El Búfalo Bill", ver a ese pedazo de cromo de hombre con esa mascara roja enigmática y esos calzoncillos negros que marcaban que más que Búfalo debería de llamarse "El Burro Bill", verlo aventarse de la tercera cuerda, repegar su cuerpo sudoroso y marcado con el de su contrincante me éxito aun siendo un niño, y más cuando al Bufalo Bill su oponente lo aventó al publico y cayó en el asiento de a lado mío y por la forma de caer y que lo aventaron sus piernas quedaron abiertas y enfrente de mi mostrándome lo prohibido para mi.
Desde ese momento "El Bufalo Bill" se convirtió en una fantasía mía y esta de mas decir que "El Bufalo Bill" gano su pelea pero ese mismo día se retiraba y presentaba a su hijo un joven enmascarado "El Toro Jack" que aunque estaba enmascarado su edad no podía rebasar los 18 años, pero a pesar de lo joven que era bahía heredado todo del padre y cuando digo todo me refiero a todo.
Pasaron 9 años desde aquel día y me volví fan del Toro pero en mis fantasías aun estaba su papá "El Bufalo"; coleccionaba todo de ellos y había tenido la oportunidad de irlos a ver a cuanta pelea podía ir; siempre creí que mis fantasías y sueños quedarían en eso en sueños y fantasías pero no fue así. Se anunció una pelea que los medios bautizaron como "La Masacre Infernal" que era entre "El Toro Jack" y "Pirata Mc. Guire", era una pelea máscara contra cabellera y pues aunque me costó trabajo y dinero puede ir a ver esa pelea en primera fila.
Y bueno me senté en mi lugar e instantes después un hombre maduro de muy buen cuerpo, atractivo y con un pene descomunal que se le marcaba a través de los vaqueros que llevaba, se sentó a mi lado y pues nervioso estaba, pues como iba a ver la pelea tranquila con un hombre así a mi lado.
La pelea comenzó llaves, vuelos, etc, iban y venían; la primera caída la ganó El Toro, pero en la segunda fue sometido con una llave y ya en la tercera caída El Toro fue aventado hacia fuera del ring y para mi fortuna aterrizó encima de mi y para mi fue un placer tener ese cuerpo sudado, marcado junto al mío, y por la forma en que cayó su mano quedó sujetando mi herramienta y no supe si inconscientemente o no, pero no la dejaba de apretar fuertemente y ya cuando se incorporó me miró con una mirada perversa, mientras se acomodaba su pene que se veía un poco crecido dentro de sus calzoncillos.
Yo estaba alegre, confundido y muy excitado por ese contacto, bueno no me percate de la forma en que el señor de al lado me veía si no hasta que me dijo:
– ¡Se ve que tienes una buena herramienta que aguanta hasta tres caídas¡
Me apené y pues traté de dirigir mi atención a la pelea y pues no tardó mucho en suceder lo que ya era previsible que pasara que mi Toro ganara, bueno después de que le cortaran la cabellera al Pirata todos fuimos desalojando la arena de lucha libre, pero cuando estaba a punto de llegar a la salida un empleado de la arena me dio un recado que me sorprendió y excitó al mismo tiempo, que el toro me esperaba en su camerino, si era amable en seguirlo, y pues pudo más el deseo de verlo en persona que cualquier duda que tuviera.
El mozo me llevó hasta su camerino lo abrió y me indicó que pasara y luego se fue, el camerino olía a hombre, apareció de pronto "El Toro" y me dijo con su voz muy varonil:
– Me alegra y excit
a a la vez que hayas aceptado mi invitación, me permites un momento pero me tengo que duchar.
Y delante de mi fue despojándose del misterio que lo envolvía, su máscara fue cayendo y delante de mi quedó el rostro muy atractivo, varonil y muy bien cuidado, pero algo en su rostro me pareció familiar.
Y después sin ningún pudor se despojó de sus calzoncillos, apareciendo ante mi un sueño, mi deseo, la razón de mi vida; era un pene grueso de unos 21cm. con la cabeza rosita y se le marcaban mucho las venas.
Su pene invitaba a probarlo y me dijo:
– Sígueme me gustaría platicar contigo.
Entró al baño y dejó la puerta abierta, mientras me pidió que lo masturbaba en una tina de baño con agua caliente, eso y el calor de mi cuerpo hicieron que mi excitación creciera hasta lo inimaginable; luego él se recostó en la tina, cerró sus ojos y dejó que mi mente y mis manos y mis fantasías hicieran lo demás.
Empiezo a recorrer con mis dedos su cuello lento y suavemente primero una mano luego la otra hasta que bajan y se posan en su pecho y los empiezan acariciar hasta llegar a esos círculos color cerezas que ya están más que duros por todo el placer que le estoy proporcionando, y empiezo a pellizcarlos suavemente uno a uno intercalando el placer, de ahí empiezo a bajar mi dedo meñique muy pero muy lentamente de mi pezón pasando por mi ombligo hasta llegar a esa cavidad libre de vellos y húmeda y pidiendo que ese fuego sea apagado de una vez pero todo con calma.
Empiezo con el meñique primero tocando alrededor de su sexo como está todo humedecido, y empieza tomando con mis manos su pene y empiezo a hacer un movimiento circular con variaciones de arriba abajo, sacándolo un poco metiéndolo otro poco más y llevándome mi dedo a mis labios para saborear todos esos jugos que nacen de un placer que tengo que consumir, y que me gustaría que me ayudara a apagar, ¿estás dispuesto a ser mi salvador?, después de saborear intercambio de mano, y esta vez no es solo un dedo si no dos.
Después de todo salimos húmedos y fue directamente hacia mi y me besó mientras, me desnudó, lentamente acarició mi piel suavemente aspirando su olor, y yo pasando mi lengua por toda su piel mientras mi cuerpo se conmociona por tenerte por primera vez, mi boca empieza a pedir ese pedazo de carne capaz de dar vida y de dar placer a la vez, hasta detenerme en tu pene, saboreando tus testículos, acariciando tus vellos con mi lengua, y pasar mi boca con lengüetazos por tu pene, mientras mis pezones se ponen erguidos y duros por la soberbia excitación que me provocas, mientras mis glúteos bambolean por que los toques, acaricies, o beses, o que hagas lo que quieras con ellos, luego subiendo hasta llegar a tus pezones darle lambeaditas y subir y darte un beso apasionado mientras mi rostro se acerca al tuyo intercambiando nuestros alientos y nuestros labios.
Después de eso me subiría encima de ti para que me penetraras primero lentamente y luego más salvaje y al punto de que vayas a venirte, detenernos, te detendría para que tardaras más y acariciaría tus glúteos con mis manos, y ya después seguiría con lo que no dejamos terminara y haría que te vinieras en mi, feliz de que por fin fuiste, y fui tuya, acabaría con un apasionado beso de los dos.
Terminamos exhaustos uno encima del otro cuando de pronto se puerta se abría lentamente y entraba para sorpresa mía …
Continuara
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Autor: Amante latino tiger_sex95 (arroba) hotamil.com
Hola, buen relato; dejas en suspenso…
Lalucha libre me gusta.