El relato que vais a leer es 100×100 real. En la actualidad yo tengo 31 años y mi hermana 33, me he masturbado muchísimas veces pensando en mi hermana y en poder cogérmela algún día.
En la actualidad ella, esta casada, y yo vivo con mis padres. Este pasado verano Mis padres se marcharon a una boda y mi madre me comentó que mi hermana vendría a traer la compra a casa, que si yo estaba durmiendo que no pasaba nada ya que ella tenía sus llaves.
Cuando se marcharon mis padres yo ya me levanté y empecé a preparar la estrategia, me fui al cuarto de baño, me duché y afeité mi verga, oí que estaba mi hermana abriendo la puerta y puse en marcha el secador para disimular oírla entrar, ella dijo mi nombre un par de veces y al ver que yo no salía vino ella hacia el cuarto de baño, cuando yo calculé que estaba muy cerca salí del baño totalmente desnudo y con mi verga en buen estado.
Carmen, ¿qué haces aquí?, no te he oído llegar
Pues mira que te he llamado varias veces, contestó ella, pensaba que te estabas secando el pelo y por eso he venido hasta el baño, perooo, tampoco esta mal lo que veo, dijo con una sonrisa pícara.
Sabes, nunca había visto una verga depilada, mi marido nunca se la ha depilado.
Y, ¿qué te parece? le pregunté
Pues, la verdad, muy bien, en todos los sentidos (mi verga mide casi 20 centímetros).
No se lo pensó dos veces y cojió mi verga, pero no fue una vez, la tuvo en sus manos mientras hablábamos, mi erección fue bestial y con unas ganas locas de follarme a mi hermana.
Al verme tan excitado ella soltó mi verga y me dijo que como me había puesto, a lo que yo le comenté que ella tampoco se había quedado indiferente ya que sus pezones estaban bien erectos y marcados en su corto y fino vestido de tirantes.
Ella me contestó que era una reacción involuntaria y que se marchaba para su casa, yo le contesté que ahora no me podía dejar así y me dijo que si estaba loco, que éramos hermanos y que ella había estado tocando mi verga sin ninguna otra intención y que se marchaba ya para su casa.
Se dio la vuelta y empezó andar hacia la puerta, yo fui corriendo hacia ella y la cojí del brazo y la tiré hacia la pared, le cojí las manos y le empecé a besar el cuello, al principio se resistió con mucha fuerza pero mi posición le impedía hacer nada, con mis pies le separé sus pierna y le subí el corto vestido hacia la cintura.
No llevaba bragas, iba con un vestido súper corto y sin bragas, empecé a pasarle mi verga por sus labios y continuaba besándole el cuello, le bajé un tirante y el otro se lo rompí de un tirón dejando sus pechos al descubierto, besándolos y mordisqueándolos, ella ya estaba totalmente entregada y se puso loca con mi violencia hasta que me dijo:
Si, siii, fóllameeeeeeeeeee, quiero que me claves tu verga.
Tenía mi sueño a un paso de realizarse, follarme a mi hermana, nos fuimos a mi habitación y le dije que se pusiera a cuatro patas. Se la clavé hasta el fondo, gritaba como una loca.
Ahhhh, empuja, ahhhhhh empuja fuerte, si, si, clavameeeee tu verga.
¿Te gusta eh zorra? le decía yo mientras se la metía hasta el fondo, pues ahora te la voy a meter en tu lindo culito.
No, nooooo, por el culo noooo, nunca lo he hecho, no había acabado de decírmelo que ya se la metía, ahhh, ahhh, nooooo, los primeros gritos fueron de dolor y los siguientes de placer, uhmm, uhmm, si, si, siii, me gusta, aprieta más fuerte.
Yo estaba a punto de reventar cuando ella empezó a gritar como una loca, si, si, siiiiiiii, ahhh, me corroooo, ahhhh, no paresss, si, siiiiiiiiiii, se la saqué de golpe y le dije que se diera la vuelta, tenia mi verga sucia, muy sucia.
Se la puse en la boca, la mamaba como una loca, con delirio, hasta que, ahhhh, me corroo, toma putitaaa, ahí va tu leche, ahhhhhhh, bebe, bébetelo todooooooooo, se lo bebió y me limpió mi verga lamiéndola como un
a gatita hasta dejar mi verga limpia.
Luego nos besamos y mezclamos mi esperma en nuestras bocas. Así fue como se realizó mi tan esperada aventura con mi hermana.
Autor: Nus