Disfruta de la tercera parte de «Mi adorable novia Virginia (XVII)»
– Cómo? Enfermera Lucy? Tu eres enfermera, prima? – preguntan sorprendidos mis primos sin poder evitar mirar el culo desnudo de mi novia.
– Bueno, es que yo…
– Sí, es enfermera, la mejor, la verdad! – contesta el señor mayor, don Jorge.
– Pero si tu trabajas en…
– Primos, eh, primos! Está Virginia aquí? Decidle que entre ya, por favor! – digo yo desde mi habitación.
– Juan, amor, enseguida vengo, me estoy despidiendo de tus primos!
– Ven, Virginia, y esa sorpresa?
– Ya vengo, ya, espera un momento.
– No entiendo, prima! Este señor dice que eres enfermera y vas vestida como una paciente.
– Sí, y enseñando el culo a todos!
– No me diréis que no lo tiene bonito la enfermera Lucy!
– Oh, pero usted también se lo ha visto?
– Pues claro, esta enfermera es la mejor! Sus servicios son impresionantes.
– Enfermera? Servicios a este señor? Pero… no entiendo – dice David.
– A ver, primos, no hagáis caso a este hombre. No le conozco de nada!
– Pero qué dice, Lucy? Con lo cariñosa y acogedora que ha sido hace un rato en mi habitación!
– Cómo? En su habitación?
– Me ha curado de todos los males!
– Esto debe aclararse. A ver, vamos con Juan y hablémoslo!
– No, no, pobre Juan, no, no le demos disgustos! – suplica mi novia.
– Bueno, entremos en esta habitación y nos cuentas todo.
– Sí, podéis venir a mi habitación, así puedo mirar a esta enfermera tan guapa!
– Mirad, es todo un malentendido. Yo vine a ver a Juan… y… Oh! Don Jorge! Pero qué hace! – se sorprende cuando el señor le coge el culo con ambas manos.
– Pero, prima, no decías que no conoces de nada a este hombre?
– Que no me conoce? Pero si hace un rato… miren ustedes… si todavía la tengo morcillona…
– Oh, pero guárdese el aparato, hombre! – dice Valentín!
– Morcillona, dice? Por qué? Es que tu Virginia…?
– No, yo nada!
– Nada, pero Lucy, si me la chupado y chupado hasta que me corrí en su cara?
– No, no es cierto!
– Cómo? Mira que eres capaz, con lo calentorra que eres!
– Yo no hago esas cosas!
– Pero si me ha hecho usted una cubana con sus tetas, Lucy! Nunca me había corrido con tanto gusto!
– Se lo está inventando, primos, de verdad! Este señor está enfermo, no sabe lo que dice!
– Bueno, está claro que lo conoces, le has llamado por su nombre, don Jorge.
– Don Jorge de Zolepón, para servirles! Esta chica me conoce muy bien porque ha estado conmigo y me ha tratado con gran amor: me la ha chupado, me ha acariciado los cojones, me ha masturbado con sus tetas y se me ha bebido toda la leche, hasta dejarme seco. Aparte que me ha dejado oler y lamer su sexo y su culo. Bueno, y se ha corrido muchas veces empapándome con sus jugos!
– Prima, la verdad es que este señor te conoce muy bien!
– No, no es cierto, no conozco a don Jorge de nada!
– Mira, prima, Virginia, Lucy o quien seas, la verdad es que lo que nos cuenta este tío y verte el culo tan bonito todo el rato me ha puesto a mil! – dice David enseñando un bulto en su pantalón.
– Yo estoy igual! – exclama Valentín!
– Pues mira que yo! – sonríe Diego abriéndose la cremallera del pantalón y mostrando su verga inhiesta.
Virginia no puede evitar mirar lo que le muestran mis primos aunque dice:
– Vamos a dejarlo, primos, debo ir a ver a Juan! Y usted, don Jorge, deje de sobar mi culo, por dios!
– Mira, hija, ya vuelvo a estar empalmado! A mi edad! Es que tu culo hace milagros!
– Tápese, don Jorge!
– Prima, ven, oh! – David acerca a mi novia y le levanta la bata y admira sus pechos a unos centímetros de él. No puede resistir la tentación y empieza a sorberlos y acariciarlos. Mientras, don Jorge no le suelta las nalgas y empieza a lamerle el ano.
– No, no, ay, hmmm, por favor!
– Primita, pero si lo estás deseando!
– Sí, mirad! Tiene el coño totalmente mojado de deseo! – grita Diego!
– No, no es verdad! Ay! Dejadme! Voy con Juan! Hmm! – no puede seguir hablando por el placer que siente cuando Valentín empieza a lamerle la vulva y Diego le besa los labios, la boca y le introduce la lengua hasta el paladar. – Oh, por dios! Dejadme, dejadme!
Los tres primos se apartan y muestran su verga empinada a mi novia, que tiene la cabeza de don Onofre entre sus nalgas. Empiezan a masturbarse. Ella no resiste la tentación, se agacha y, a gatas, se acerca a ellos y empieza a chuparles el miembro, uno a uno, de dos en dos. Mientras, el señor mayor se levanta y empieza a penetrar la vagina de mi novia, por detrás. Ella coge los penes de mis primos y los masturba y chupa hasta que se corren en su cara y pechos. Saca la lengua deseosa de no perder ni una gota de su semen. No resiste tanto placer en su boca y en su sexo y disfruta de incontables orgasmos, ahogando apenas los gritos para que yo no la oiga desde mi habitación. Don Jorge no para de follar a mi novia pero no eyacula. Ella se gira y empieza a chuparle el pene y a masturbarlo con habilidad. El hombre suspira y gime. Mi novia se da la vuelta de nuevo, se agacha, abre su culo para el caballero y acompaña su pene hasta su agujero y lo introduce primero unos centímetros y luego hasta la mitad. El hombre empieza a bombear el culo de mi Virginia y esta tiene una mezcla de dolor y placer, ante el gran tamaño del pene. Don Jorge coge las tetas de la chica y las acaricia con fuerza. Ella gime y casi llora al experimentar un nuevo orgasmo. Los primos vuelven a estar excitados y de nuevo follan la boca de mi novia hasta llenarla otra vez de leche y tiene un orgasmo tras otro. Luego ella se pone frente a don Jorge, le quita la bata, le abraza para que sienta sus pechos pegados a él, le besa y le come la boca, le abraza también con sus piernas, le acompaña de nuevo su pene hasta su ano y lo introduce en él. Está tan caliente mi novia que esta vez casi le cabe toda dentro y le da tanto placer que vuelve a tener orgasmo tras orgasmo. Mis primos lamen la espalda y el cuello de mi novia y eyaculan en sus nalgas y ella, al notar el calor del semen de mis primos, vuelve a correrse, mientras que sigue abrazando, besando y siendo enculada por don Jorge. En esas que entra Pepito, mi tío, el padre de Valentín y Diego, y exclama:
– Coño, hijos! Llevo buscándoos una hora! Me dijo Juan que os habíais marchado hace mucho. Ahora entiendo por qué! Virginia, futura sobrina, es que no tienes remedio! Completamente desnuda, abrazada a un señor mayor que te da por el culo y con la espalda y las nalgas llenas del semen de tus futuros primos!
(CONTINUARÁ)