Todo comenzó unos meses antes cuando Irina me llamó al celular y me dijo Laura ven a mi casa& yo sabía que era para ver pelis porno, a ella le gustan mucho y yo no le veo nada malo, al fin ella es casada, a mi me agrada verlas, pero yo soy soltera, tengo 20 años e Irina 25, casada con Willhem, 40 años, 15 mayor que ella. Tendidas en su cama veíamos la peli que estaba buena, una muñequita rubia le mamaba su miembro (huevo, pene, etc.) y luego el señor se la comía (la penetraba, tener sexo), con un huevo grande y a la rubia le salía sangre por su rajita pequeña. Yo estaba excitada mojada, cruzaba a cada rato las piernas para frotar mi clítoris con los jeans, mis pezones estaban duros, se me notaban por encima de la camisa, le dije ay amiga, no sé tú, pero yo me voy a masturbar. Soy muy delgada, de senos muy chicos, mi rajita es muy pequeña, casi de una niña, labios vaginales delgados y jamás uso vello púdico, tengo cara de niña, y me fastidia porque en muchas ocasiones me colocan 14 ó 15 años. Me dijo que no había problema, yo me bajé los jeans y los pantys hasta la mitad de los muslos, y me comencé a masturbar, a introducir mi dedo en mi estrecha y pequeña rajita. Ella me dijo que porqué no llamaba a mi novio, le dije que estaba fuera de la ciudad y me dijo qué lástima, ahora que lo necesitas no está, y nos echamos a reír, tenemos una amistad muy sincera y de más o menos largo tiempo. Mis dedos frotaban en círculos cerrados sobre mi clítoris, lo presionaba y luego me introducía todo el dedo del medio, me levanté el ajustado suéter y comencé a pellizcar mi pezón izquierdo. Ella me dijo: sabes Laura mi esposo tiene una fantasía sexual, comerse a una colegiala, eso no es nuevo, pensé yo, es la fantasía de todo hombre maduro, siguió diciendo ella que le excitaría tremendamente ver a su esposo teniendo sexo con otra mujer, eso si me sorprendió, cuando ella dijo eso su mano fue hasta su entrepierna y se comenzó a frotar su sexo. Me dijo tú con unas trenzas, falda escocesa, camisa blanca y todo eso, puedes pasar por una colegiala&, qué insinúas amiga, le dije. Ella siguió diciendo& mi esposo te tiene una ganas tremendas, desea estar contigo. Aquella frase hizo que mi vulva se dilatara y que un grueso chorro de líquido inundara más mi vulva, ¿por qué no?, a toda mujer le gusta sentirse deseada, y entonces me soltó la bomba: ¿te gustaría acostarte con mi esposo? No sé que pasó, pero al oír la pregunta metí más duro mi dedo, roté mis caderas y tuve un violento ORGASMO&ella se dio cuenta y dijo qué dices&. Le pregunté ¿de verdad quieres que me coma a tu marido? Sí dijo Irina.
almorzar le dije y que me va a dar, ¿huevo de tu marido&? Y nos echamos a reír. Siguiendo con el plan, ella me fue a visitar una noche, mis papitos no estaban y ella entró a mi habitación, yo estaba en pijamas y fui al baño a orinar, al salir yo estaba desnuda del ombligo para abajo pues no había papel en el baño y salí a buscarlo, ella me miró y entonces yo de pie me agarré la vulva, entreabrí las piernas y le dije: esto es lo que se va a comer tu marido&, Irina me dijo ¿estás arrecha (excitada, caliente) mamita? Le dije que si, que estaba como una braza de candela y que ya estaba lista para el gran día, lista para recibir en mi rajita el miembro de su esposo y sentirlo todo dentro de mi, me dijo: te quieres masturbar, le dije que si. Ella me dijo que me recostara en la cama y puse mi cabeza sobre su regazo y ella comenzó a acariciarme el cabello, no somos lesbianas, pero el contacto era agradable, yo comencé a frotar mi clítoris, a acariciar mis delgados labios vaginales, a introducir mi dedo, mi respiración se hizo fuerte, entre cortada, mis pequeños senos subían y bajaban al compás de mi respiración, ella muy delicadamente comenzó a acariciarme los senos, se siente diferente a cuando lo hace mi novio, luego pellizcaba mis pezoncitos, acarició mi vientre y su mano bajó hasta posarse sobre la mía, que estaba frotando mi clítoris, con su mano sobre la mía me seguí masturbando, suavemente, casi sin darme cuenta ella apartó mis
dedos de mi clítoris y los reemplazó por los suyos, su suavidad y tersura eran fantásticas, ella frotaba mi clítoris con su dedo pulgar, mientras que el dedo medio de la misma mano lo introdujo totalmente y sin dificultad dentro de mi vulva, así de húmeda y dilatada estaba, su otra mano estaba en posesión de mis senos, que eran pellizcados y apretados con una suavidad que me volvía loca, eso es lo que más recuerdo, la suavidad de las manos y las caricias de Irina, más suaves y tersas que la de un hombre, sabiendo dónde deben tocar, al fin y al cabo, la persona que más conoce los sitios de placer de una mujer, es otra mujer. En medio de esa tormenta sexual nos pusimos a hablar de Willhem.
Yo le dije Irina ¿cómo la tiene tu esposo?, ella sonrió y puso una mirada pícara: GRANDE, y cuánto es grande le dije yo, y dijo es tan larga que cuando le agarro su pene con las dos manos aun queda un pedazo igual de grande y tan gruesa que sólo me entra la cabeza en la boca cuando se la mamo&Dije yo:queeeeeeé, ay mamá me va a desgarrar, es un burro&; y ¿qué gusta que le hagan?, ella me dijo que se la mamen mucho y le gusta comer coño en cantidades sí?, le dije yo, eso es fabuloso me encanta que la chupen, también le dije que me gustaba mucho que me bañaran los senos con semen y que se vinieran en mi boquita y que me metan los deditos como lo estás haciendo&uuuummm, Irina sentía las palpitaciones de mi rajita, la humedad y como le succionaba sus deditos con mi estrecha vulva, si que lo sintió, y sabía que estaba cerca de explotar, así que aumentó la frecuencia de las caricias sin dejar de ser delicada y& entonces, me vine y tuve un tormentoso orgasmo.
Llegó el día esperado. Le dije a mi papá que iba a la cena del cumpleaños de Irina y que si me podía quedar en su casa a dormir para no molestarlo con mi llegada, me dijo papá que no había problema. Eché en mi bolso el uniforme de colegiala, y yo iba vestida de mini falda descaderada, tipo Cantinflas, un suéter ajustado que sólo me cubría mis pequeños senos, unas zapatillas sin medias, la verdad no me puse pantys y salí a la disco, el punto de encuentro. excitante, saber que un hombre mayor me desea de tal forma. ¿Qué te excita de mí? -Lo que más me excita es tu cara de niña, tu rajita (vulva) tan pequeña, tan estrecha, tu delgadez armoniosa -Sabes que tú también me gustabas, desde antes que Irina me propusiera que fuera tuya, siempre me ha excitado ese bultote que se te forma entre las piernas -¿Cuál, este?, Y me recostó su miembro sobre mi con fuerza -Sí&ese enorme huevote, se te siente tan delicioso, es rico, me gusta; ¿y sabes qué, Willhem? -Dime, Laura -No llevo pantysEn ese instante su cosota saltó como un conejo&Sus manos volaron a mis nalgas, levantó la suave tela de la mini y me tomó ambas nalgas con sus manos, le cupieron en ellas sin dificultad, me las apretó y las acarició con movimientos laterales, incluso uno de sus dedos tocó mi ano, una de sus manos fue directamente a mi rajita frotándola deliciosamente e introduciéndome un dedo en ella, yo gemí echando hacia atrás mis caderas, a pesar de la lubricación sentí dolor, él se disculpó y me dijo: qué estrecha eres, Laura, la verdad me preocupé si ese era el dedo, ¿qué tal sería su huevo?Entonces me agarró uno de mis senos apretándolo y pellizcando mi pezoncito, yo gemía de placer y pegaba más mi pelvis, mi concha y todo contra él, contra su gran, duro y candente hierro&me dijo que me la quería meter ya, que fuéramos al baño. Yo le dije que esperara su fantasía, que iríamos a un motel, allí me comería vestida de colegiala.
Salimos de la nube porque entró la policía de menores en un control de rutina, así que nos fuimos a la mesa y nos sentamos uno a cada lado de Irina, y nuevamente, como en otras ocasiones, el policía me pidió documentos y dijo: ¿Laura?, 20 años, pareces de 14, huyyyy qué rabia, dije yo, incluso verificó la autenticidad del documento y al comprobar que era cierto me los devolvió presentando disculpas. Ves, me dijo Willhem, eso es lo que me excita de ti, que pareces una niña. Irina dijo que tomáramos un trago para olvidar todo y seguir y estuvimos de acuerdo. Entonces nos volvió la calentura Irina comenzó a besar a su esposo y colocó una de sus manos sobre mis muslos y subió por mi entrepiern
a hasta llegar a mi rajita, todo pasaba debajo de la mesa, me la agarró y entonces, tras soltármela, me tomó de la mano me jalaba para que siguiera con su mano y entonces mi mano aterrizó& sobre el huevo de su marido, mi corazón comenzó a latir fuerte, mi rajita se inundó, al sentir su potente y duro mástil, Willhem tenía su pene fuera del pantalón. Irina tenía razón, no pude cerrar mi mano en torno a ese huevo, y era fenomenalmente largo, estaba muy mojado, resbaloso por su lubricación, se lo apreté con fuerza y comencé a masturbarlo (hacerle la paja), le sentía sus venas hinchadas, que latían fuertemente, dándome una idea de lo que me esperaba una vez aquel enorme miembro estuviera entre mis piernas. Le dije al oído: Irina, amiga, no puedo más, me voy para el motel, necesito a Willhem dentro de mi, estoy loca por comérmelo. Ella volteó hacia su marido y se lo dijo, él se levantó y dijo voy por un taxi.
Mi corazón latía más fuerte, mi respiración se tornó agitada, Irina me tomó de la mano y me comenzó a darme algunos consejos para disfrutar del huevo de su marido sin sufrir.
Y me decía: No te lo dejes meter si no estás bien lubricada y dilatada igual te va a doler pero te dolerá un poco menos si estás mojada y dilatada, cuando mi marido te vaya a penet a masturbar, a acariciarle los testículos, y entonces traté de introducírmelo a la boca, tuve el mismo problema que Irina pues sólo pude tomar parte de su glande (cabeza del pene), sin embargo, no me importó y seguí mamando un largo rato, sus manos estaban sobre mi cabeza y me atraía hacia su pene, estuve mamándoselo un buen rato hasta que casi se viene, en eso, y para no venirse, me levantó, yo no le soltaba su huevo, lo seguía masturbando, me besó introduciéndome su lengua en la boca y nuestras lenguas formaron un gracioso nudo, me quitó la corbatita del uniforme, luego la blusa blanca y finalmente el brassier, y apretó mis senos, pellizcó mis pezones que estaban tan duritos que parecían unas agujitas, yo le decía cuándo me lo vas a meter, te quiero dentro de mi, estoy muy arrecha, sus manos me quitaron la falda escocesa, quedé desnuda porque no llevaba pantys y entonces me cargó y me llevó a la cama, comenzó por chuparme los senos, mordiendo mis pezoncitos, acariciándolos y mordisqueándolos todos, luego me dijo que iba a marcar como su propiedad, estaba tan excitada que le dije que si, y entonces me hizo un soberbio chupón en cada seno, eso se veía horrible, todo morado y rojo, pero me excitaba la idea de sentirme marcada como una hembra de su propiedad, sé que esas caricias sólo se le hacen a las putas, pero no me importó. Bajó hasta mi entrepierna abriendo en su totalidad mi pequeña rajita, esa rajita que tanto excita a Willhem, labios delgaditos, bien depilada un clítoris pequeñito, como una arveja, pero bien erecto, primero metió su lengua en mi vulva, la deslizó hasta casi tocar mi ano, y luego volvía a subir, presionaba tan fuerte su lengua sobre mi clítoris que esa caricia hacia que mis líquidos fluyeran sin control, entonces me hizo algo que jamás me había hecho hombre alguno, ni siquiera mi novio, y fue que me metió un dedo y me lo metía y sacaba como masturbándome, al tiempo que me chupaba el clítoris, esto no es la nuevo, sino que comenzó a moverlo hacia arriba de mi vulva, quedé extasiada, cuando Willhem encontró mi punto G, si, mi punto G, era la primera vez que me lo tocaban y él sabía cómo tocarlo, mi rajita se dilató tanto que él pudo meter dos dedos más, y la lubricación fue tan intensa y abundante que me chorreaba desde la vulva por mis nalgas hasta mojar las sábanas de la cama, tan intenso era el placer que grité durísimo Willhem aaaaayyyy, aaaahhhhh, aaaaaaaaaaahhhhhhhh, levanté mis caderas de la cama y proyecté mi raja contra su cara tomándolo de la nuca con ambas manos como si quisiera que entrara con toda su lengua dedos y cabeza dentro de mi raja, tan intenso el orgasmo que lloraba de placer y algo inusitado sentí unas ganas tremendas de orinar, le advertí a Willhem y me dijo que lo hiciera, entonces me oriné en su mano, qué delicioso, orinar y tener orgasmos, tras orgasmo, y otro orgasmo, su dedo en mi punto G más orgasmos, más orgasmos y aaaaahhh quedé tumbada en la cama respirando agitadamente, le d
ije no pares ven MÉTEMELA toda, se me olvidaron todos los consejos de Irina, sólo quería que me la metiera TODA, abrí las piernas y levanté un poco las caderas y le ofrecí toda mi rajita, separaba mis labios vaginales con ambas manos, él me metió tres dedos y me dijo, estás tan mojada y dilatada que te voy a meter toda&, métela, métela, métela toda, le decía, se agarró su tremendo huevo de la base y me la metió de un golpe, el dolor fue intenso pero muy rápidamente se mezcló con un placer abrasador, si bie importó, qué manera de eyacular, me la sacó de la rajita, botando leche, me bañó los senos, la carita de ángel, me tomó de la nuca y huevo en mano me la metió en la boca, terminándose de venir, estuve tragando semen por unos deliciosos momento, hasta tomarme toda la leche que él me daba, allí me di cuenta que su semen estaba mezcladito con sangre, me dio un poco de miedo, bajé mi mano hacia mi rajita deslizándola por toda su longitud y al ver mi mano empapada con semen y sangre lo comprendí… si, Willhem me había desgarrado toda mi rajita. Y pensé, bueno al final para todo hay solución, estaba sangrando y había comenzado a dolerme y a arderme, me coloqué un protector vaginal y pensé «tendremos que buscar a un cirujano» y me abracé a él quedándome dormida.
Autor: Laura laura17320508 ( arroba ) yahoo.com
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