Poco a poco se la fui metiendo hasta la mitad y a partir de ahí de un solo golpe hasta dentro, en ese momento ella me rodeó con sus piernas no dejando que me moviera, y me decía que le dolía, pero poco a poco fue aflojando las piernas por lo que yo inicié el mete saca despacio pero sin pausa, llegando ella a un orgasmo tras otro, hasta un total de tres.
Bien voy a contarles como me follé a mi cuñada cuando tenía los 18 años recién cumplidos primero les diré que ella mide 1,80 al igual que yo es deportista por lo que tiene un cuerpo perfecto pelo largo y rubio.
Estando un día en casa pude oír como le decía a mi mujer que todavía era virgen, a lo que mi mujer le decía que como era eso, y ella le dijo que era debido a que solo había encontrado un hombre que le llamara realmente la atención, pero que ya estaba pillado por lo que estaba esperando poder encontrar otro ya que quería perder su virginidad disfrutando todo lo que pudiesen, no pude seguir escuchando porque terminaron de hacer la comida y se iban a disponer a poner la mesa por lo que me fui al salón a sentarme a ver la tele.
Mi cuñada se puso a poner la mesa y yo la espiaba y miraba sus hermosas y muy generosas tetas, las piernas que se le veían muy bonitas y como la falda que llevaba era carta en algunos momentos le llegué a ver el borde de las bragas blancas cosa que me puso muy caliente pero aparte de eso ese día no pasó nada más.
Al poco tiempo mi mujer me dijo que su hermana tenía que ir a Gerona para ver si un equipo de básquet la seleccionaba, y tendría que estar varios días, al preguntarle cuando era me dijo que coincidía con unos días que tenía yo de vacaciones, por lo que si no me importaba, ya que su hermana estaba muy nerviosa, podía acompañarla.
La verdad que no me hizo mucha gracia y le dije que no, ya que no sabía que iba a hacer todo el día mientras ella estaba haciendo las pruebas, al rato llegó mi cuñada por lo que mi mujer le dijo que yo no quería ir y tendría que ir sola, mi cuñada empezó a decirme que no me preocupara, que las pruebas duran un par de horas y el resto del día lo pasaríamos viendo la ciudad que ella ya había reservado habitación, en fin que me convencieron.
Cuando llegamos al hotel mi sorpresa fue que le dijeron que había habido un error por lo que solo había una habitación, eso si, con dos camas por lo que me comentó que si yo no tenía inconveniente a ella no le importaba.
Esa misma tarde fue al primer ensayo que no le fue muy bien, ya que recibió un golpe en el muslo muy fuerte cuando el masajista del equipo estaba dándole un masaje, mi cuñada dirigiéndose a mi me dijo, fíjate bien como lo hace porque me tendrás que dar más masajes tú luego, a lo que el masajista procedió a explicarme como se los tenía que dar y marchamos al hotel ella cojeando y apoyándose en mi.
Al llegar a la habitación se dio una ducha y se puso un camisón más bien corto (Bueno más bien, muy corto) ya que en cada movimiento que hacía se le veía el tanga blanco que llevaba debajo, por lo que al rato tuve yo que ir a darme una ducha fría porque estaba con mi verga a cien y todo yo con unos calores que no me aguantaba.
Cuando salí de la ducha ella estaba encima de la cama durmiéndose y con el camisón un poco subido por lo que se le transparentaba en el tanga todos los pelos de su conejito por lo que yo me iba a marchar de la habitación cuando me dijo, que se había quedado transpuesta que el golpe le dolía bastante y su podía ponerle la pomada antiinflamatoria que le había dado el masajista.
Empecé a ponérsela un poco en la parte interior por encima de la rodilla por lo que ella me indicó que subiera más arriba que donde más le dolía era justo en la ingle, yo le indiqué que si me ponía a dar masajes en aquella zona no sabía si me podría detener, por lo que ella me dijo que adelante, y que hiciera lo que yo quisiera, que en ese momento era toda mía, por lo que empecé a darle masajes justo en la ingle, y como el tanga estorbaba ella misma procedió a apartarlo un poco…
Al poco sentí como ella gemía y vi que estaba con los ojos cerrados y que cada vez que yo pasaba la mano por encima de su conejito ella lanzaba un suspiro, por lo que dejé de darle masajes en la ingle y pasé a darle los masajes en su conejito, cosa que ella agradeció abriendo más las piernas si eso era posible.
Yo ya perdí todo el miedo por lo que procedí a besarla por todo el cuerpo, mientras que a la vez le quitaba el camisón, llegando hasta la boca dándole un largo beso, seguidamente me dijo ahora me toca a mi, y ella empezó a besarme todo el cuerpo quitándome también la ropa, por lo que terminamos haciendo un perfecto 69, hasta que los dos tuvimos un orgasmo grandioso y nos quedamos tumbados en la cama.
Bueno pensé yo, tampoco ha sido tan grave, no ha pasado nada, pero estando en estos pensamientos ella me cogió mi miembro y empezó a acariciarlo de nuevo metiéndoselo en la boca y haciéndome la mejor mamada que me habían hecho nunca, por lo que en un sentí y mi miembro ya estaba otra vez erecto y listo…
Yo busqué de nuevo la posición del 69 y ella empezó a suspirar de nuevo dejando de mamármela por lo que cuando llegó al segundo orgasmo le dije que continuara mamándomela a lo que me respondió que no, que quería que se la metiera, que todavía era virgen y que yo era el hombre que había elegido para perder la virginidad, por lo que procedí a metérsela muy despacio, diciéndole que si le hacía daño me lo dijera.
Poco a poco se la fui metiendo hasta la mitad y a partir de ahí de un solo golpe hasta dentro, en ese momento ella me rodeó con sus piernas no dejando que me moviera, y me decía que le dolía, pero poco a poco fue aflojando las piernas por lo que yo inicié el mete saca despacio pero sin pausa, llegando ella a un orgasmo tras otro, hasta un total de tres.
Viendo que yo llegaba la saqué por lo que ella de momento me la volvió a mamar de aquella manera tan maravillosa que tuve un orgasmo impresionante, seguidamente me dio las gracias y me dijo que si no me importaba le gustaría que me quedase a dormir en su cama, por lo que a la mañana siguiente volvimos a hacer el amor al igual que los días restantes y en la actualidad lo hacemos cada vez que se nos presenta la ocasión.
Autor: Masajista