Hetero, infidelidad. Un primer encuentro despertando la sexualidad de la Chinita.
Les cuento una historia 100% real que se ha desarrollado en
el ultimo tiempo, no doy nombres que puedan arriesgar a
alguien y por tiempo y espacio creo que no puedo dar todos
los detalles que quisiera, pero si están interesados en algo
en especial pueden escribirme y les contare con gusto lo que
quieran saber.
Es la historia de una larga relación que tuve con una alumna
del instituto de idiomas donde yo hacia clases.
Ella era una chica de oriente que se había venido a nuestro
país con un marinero, un hombre algo mayor que la había
conocido en alguna de sus paradas por puertos lejanos.
El buscaba compañía para sus últimos años, ella quería
conocer el mundo, una seguridad económica o quizás era a mi a
quien buscaba, esa parte no corresponde a esta historia.
Cuando llego a mi clase se mostró como una mujer bastante
social que rápidamente se integro, con un aire muy elegante
que le daba un cierto estatus y la hacia muy interesante.
Yo me fije en ella desde un principio, sin ser un Don
Juan a mis 27 años nunca he tenido apuro con las
mujeres, la experiencia me ha enseñado que la mejor receta
es no apurarlas, no acosarlas, dejarlas también tomar la
iniciativa si ellas así lo quieren, darle la posibilidad que
te invite un café y aceptar esa invitación con todo el
ceremonial que eso implica.
Pasaron unos meses y su español mejoraba a pasos
agigantados, nosotros ya habíamos comenzado a acercarnos de
una manera que no podía terminar de otro modo sino que en la
cama ( por lo menos así lo creía yo).
Y creo que ella también lo vio de esa manera , ya que al
poco tiempo me invito a su casa, pero me recalco que fuera
cuando su marido no se encontrara en casa, lo cual yo no
cuestione y no tuve ningún inconveniente ya que se acomodaba
a mis deseos también.
Cuando llegué a su casa ella se encontraba vestida con una
ligero camisón que le llegaba casi hasta las rodillas, nada
provocativo pero al estar un momento con ella pude darme
cuenta que no llevaba sostén y solo un pequeño calzón debajo
de ese ancho atuendo.
Ella tenia esa típica hermosura oriental mezcla de inocencia
y pasión, misterio y sumisión al mismo tiempo, alrededor de
1,60 de altura, delgada pero con cada cosa en su lugar y
todo muy bien puesto, unas lindas piernas muy bien
delineadas que terminan en un culito de pera de esos que
son difíciles de evitar agarrar, unas tetas no muy grandes
pero no por eso menos bellas sino que al contrario yo
calculaba que me cabían justo en la mano y como broche de
oro recién ese día había podido entrever unos pezones firmes
que apuntaban levemente hacia arriba en dirección a mi boca
para ser saboreados.
Siguiendo con mi táctica de no apresurar las cosas ( aunque
a esa altura ya tenia una calentura que me estaba comiendo
vivo ) me hizo pasar y estuvimos hablando de todo tipo de
cosa, me mostró fotos, tomamos un café y ya cada vez mas
seguido nuestras miradas se quedaban fijas sin decir
palabras y yo casi podía sentir como todo su cuerpo
irradiaba deseo.
Luego de un instante me propuso conocer su casa de la cual
ella estaba muy orgullosa, ella había hecho varios arreglos
desde que había llegado ya que esta se encontraba algo
descuidada y ella había renovado algunas cosas que me fue
mostrando cuando recorrimos cuarto por cuarto hasta que
llegamos al segundo piso donde tenían una sala de estar con
un algunos pocos muebles y en el centro del cuarto un gran
colchón en el cual se notaba ella pasaba su tiempo libre al
mas puro estilo oriental, mirando televisión o quizás
leyendo.
Al encontrarnos en este cuarto ya no fueron necesarias mas
palabras, nos acercamos a una ventana para apreciar la vista
que había hacia un hermoso bosque por ese lado de la casa y
al tocarse nuestros hombros sentí ese tirón eléctrico que
mas de alguna vez hemos sentido cuando rozamos por primera
vez un cuerpo que se desea, nos miramos algunos segundos y
luego nos fundimos en un largo beso, un beso esperado desde
hace largo tiempo,
Al besarnos nos abrazamos muy fuerte, nuestros cuerpos se
pegaron y yo que andaba con un pantalón bien suelto no pude
evitar que mi verga se levantara rápidamente buscando ese
coño tan codiciado cosa que ella sintió y a lo que respondió
pegándose a mi en un gesto de total entrega.
Lentamente fui recorriendo ese delicado cuerpo por sobre su
camisón y en ese momento, producto de la pasión supongo yo,
ella tuvo algo así como un desmayo, sus piernas no le
respondían y yo me encontré con ella en los brazos
totalmente entregada al deseo.
La lleve a esta especie de cama que había en el cuarto y con
mucha delicadeza la recosté en ella, y al recuperarse un
poco del éxtasis en que se encontraba siguió besándome con
una pasión que es difícil de explicar, yo le saque toda su
ropa y pude por fin deleitarme con la vista de ese hermoso
cuerpo tantas veces imaginado y que ahora tenia a mi lado
completamente desnudo y a mi total disposición. Le recorrí
con mis manos cada rincón de su cuerpo, una piel con una
tersura que nunca antes había sentido y que se estremecía
constantemente antes mis caricias.
En ese momento me di cuenta de lo tímida e inexperta que era
esta chica, a pesar de sus 25 años pude saber después que el
único hombre que había tenido era este marino bastante
entrado en años y su experiencia en la cama era casi nula ya
que este hombre se limitaba a, después de mucho esfuerzo
para lograr una erección, tener una rápida eyaculación
quedando ella en ascuas. Ella debido a algún sentimiento de
respeto o sumisión nunca había tratado este tema con el y lo
aceptaba como algo que era solamente así. En realidad como
pude entender el la quería mas como una sirvienta que se
preocupara del hogar ya que incluso el interés por el sexo
de parte de él era ya casi inexistente.
Yo me sentía en el paraíso, despertando al sexo a una mujer
que aparte de hermosa tenia reprimida su sexualidad y que
ahora por fin podía dar rienda suelta a todo esa energía que
se encontraba encerrada en ese hermoso cuerpo.
Al ir recorriendo su cuerpo con mis manos controle el asunto
ese del tamaño de sus tetas que me tenían tan intrigado, y
efectivamente calzaban muy bien en mis manos, unas hermosas
tetas que con unos pezones pequeños que la hacían gemir cada
vez que se los rozaba.
Lentamente llegué a su coño, un coño pequeño, con muy poco
vello el que fui masajeando con mucha suavidad , solamente
sobre su pubis en un comienzo a lo que ella respondió
encorvándose, y luego abriendo sus piernas para ofrecerme
toda esa carne roja muy húmeda que ella oprimía contra mi
mano a un suave ritmo que la hacia jadear cada vez mas
seguido, luego tomó uno de mis dedos para llevarlo
directamente a su clítoris, lo poso justo en el centro y
donde ella misma me lo mantuvo unos segundos para asegurarse
que le diera en el lugar correcto, le comencé a hacer un
masaje circular que la hizo encorvarse aun mas y a lo que
comenzó a tiritar, todo su cuerpo se estremecía para luego
correrse en un largo orgasmo y caer desplomada, rendida de
haber liberado esa energía por tanto tiempo guardada y que
ahora podía canalizar junto a mi .
Luego de unos segundos de relajo ella me abrazo muy fuerte y
me abrió la camisa para abrazarme, junto sus tetas a mi
pecho, yo pude sentir que su fuego estaba muy lejos de
apagarse y que esto estaba solamente comenzando. Sus besos
se tornaron mas violentos y mi verga solo deseaba penetrar
ese coñito que ahora estaba muy bien lubricado y que
esperaba por mi.
Me saque los pantalones y calzoncillos de un solo tirón y
apunte hacia ese punto de placer tan deseado durante tanto
tiempo y aunque me considero con un tamaño mas bien normal
de herramienta pude sentir su estrechez al penetrarla solo
con el glande, que delicia de coño que a pesar de estar tan
excitado y lubricado aun ofrecía resistencia al paso del
sable de la pasión .
En ese momento me excité tanto que estuve a punto de acabar
pero logre controlarme ya que quería hacerla acabar a ella
una segunda vez y además; por que eyacular en la entrada de
ese co&ntil
de;o cuando podía hacerlo en lo mas profundo de él?
Fui penetrándola lentamente, en realidad fue ella quien se
fue acomodando ya que yo no quería ser brusco o que tuviera
un mal recuerdo de esta que era nuestra primera vez ( yo
quería que hubieran muchas mas), y así fue que me encontré
sobre ella con mi verga por fin hasta el fondo y ella que se
movía lentamente , abriendo mas y mas sus piernas como
tratando de acomodarse mi verga mejor aun en su interior. Yo
entretanto le seguía dando a sus tetitas, la besaba la
recorría entera y podía ver y sentir como ella estaba
totalmente fuera de si, fui dándole al mete y saca, me puse
de rodillas y la tome a ella de las nalgas para levantarla y
poner su coño a la altura correcta y lograr una penetración
total, de pronto mi verga se escapa y apuntando hacia arriba
como estaba ella la empuja levemente para desaparecer en ese
pequeño y delicioso coño de ella, era la primera vez que
ella me tocaba la verga y pude sentir la delicadeza con que
la trato, mas adelante pude disfrutarlo muchas veces mas
convirtiéndose casi en una adoradora de todo mi paquete.
Nos fuimos acelerando hasta que ya no aguante mas y me
empieza a venir una corrida de las abundantes y cuando ya
estaba acabando de correrme la siento a ella que esta
aceleradísima, siento que su corrida no esta lejana y aunque
yo estaba agotadísimo junte fuerza para seguirle dando,
afortunadamente no pasaron mas de 10 segundos y la siento
como su coño vibraba nuevamente al estar acabando.
Fue de lo mejor que me había pasado, quedamos tendidos un
largo rato sin decir una palabra. y luego me doy cuenta que
ella esta llorando, me preocupe pero ella me dice que esta
feliz, que su llanto es de felicidad y que desde el primer
día de escuela que quería hacerlo conmigo y esperaba que nos
viéramos pronto, que esto no fuera algo de una sola vez y
fue ahí donde me di cuenta realmente que había encontrado
una amante con la que podría recorrer un largo camino en la
vía de la pasión y el sexo.
Desde ese primer encuentro han habido muchos mas y pronto
espero poder contarles como siguió esta fogosa relación.
Tauro69 (arroba) hispavista.com